~~~Levy.La actitud de Ana me tiene desconcertado.Lo sé, y ella tiene toda la razón, pero ¿por qué no me comprende?―Solo faltaba una hora más y te lo contaría, ¿o no lo ves? ―le indico, con un nudo en la garganta―estás enojada porque la Sabia se ha adelantado, eso es todo, pero, si tan solo se hubiera demorado en contarte una hora, no tendríamos este problema―le comento, sin embargo, ella no parece meditarlo ni un solo minuto.―No, Levy, eso no es cierto―me indica, aumentando mi zozobra―ya no creo en ti, ¿es que no lo notas? ―me acusa, lo que me deja con un sabor amargo en la boca.―Dejaré que te calmes y pienses mejor las cosas, mi Luna―me dice y se acerca a mí, pero lo rechazo―sé todas las razones por las cuales nunca he tenido tu confianza, sin embargo, ¿quisieras hacer un esfuerzo por nuestra familia o por nosotros, quizás? ―le ruego, colocando mis manos como si estuviera orando y ella sigue mirándome con dureza― ¿o es que tienes miedo de lo que sientes por mí y solo te estás e
~~~Levy.Creo que he ejercido demasiada presión sobre Ana, poniéndola entre la espada y la pared, solamente para que deje de mentirse a sí misma, que no es cierto que no me perdona, sino que esto es solamente un escudo para ocultar lo que verdaderamente siente por mí.Es cierto, la he lastimado en lo más profundo de su corazón, pero, si puedo decir algo a mi favor, es que ya no soy ese hombre, un alfa cruel que solo pensaba en sí mismo, que enfrentó todas sus inseguridades cuando supo que había perdido el amor de su vida, que sí, que he tenido que reflexionar y mucho a lo largo de todos estos años, pero que, en verdad, he reconocido finalmente quién es Ana en mi vida.La mujer que se ha enfrentado a mucho, que ha sido valiente para echar para adelante a nuestros hijos sola, que incluso, ha sacado una carrera adelante, mientras no he estado con ella, puesto a que siempre estuvo pensando en el futuro de nuestros hijos.Esa es a la Ana que amo y admiro, que no me di cuenta de que estaba
~~~Levy.El recorrido entre La Nueva Manada y Luna Escarlata nos toma menos tiempo del que esperaba, y ya hemos enviado a los espías para que nos indiquen la posición de los enemigos, mientras nos encontramos los generales y yo revisando los planes que habíamos dispuesto ayer, a las afueras de la manada de Peyton.―Ha llegado el alfa Peyton―me indica uno de los emisarios, a quien le pido que haga pasar a nuestro invitado, y observo que viene acompañado por mi prima, como su beta.―Es un placer volver a verle, alfa Levy―me indica en cuanto me ve, haciendo una reverencia, como corresponde a mi cargo―el enemigo aún no nos dice sus demandas, pero hemos sabido por parte de nuestros espías que este no es ni de cerca todo el regimiento que tienen a su cargo y que han estado recogiendo a lo largo de su recorrido hasta aquí―me comenta, algo que me preocupa, pero que no me sorprende.―Eso suponía―le indico a Peyton, quien se acerca a la mesa para indicarnos algunos de los puntos en donde se en
~~~Ana.La visita de Lissander en la habitación de mis pequeños me tiene entre preocupada y enojada, toda vez que solo me revolotea por la cabeza la idea de qué hubiera pasado, si estuviera ocupada en otra cosa, en lugar de haberme quedado con mis pequeños.―Siento no haberle informado con tiempo, pero es que Amadeo me ha informado hace unos instantes―me dice Ezra, al tiempo que tiene muy bien amarrado a Lissander en el suelo, mientras me cuenta cómo el ahora beta de Levy ha estado trabajando de incognito―lo del primo del alfa ha sido un error que no podía corregir, puesto a que debía seguir el plan original. También se ha disculpado por esto―señala, sin embargo, no me extraña nada de eso, ya que siempre es lo mismo con Amadeo.―Sé que nunca le he caído bien, y solo espero que el plan de Levy, cualquiera que este sea, lo pueda ejecutar mucho mejor que su pequeño "daño colateral"―le digo a manera de burla, y él solo se limita a respirar profundo, al tiempo que me mira con recelo, pues
~~~Levy."El ejército de Sebastián se está movilizando", me indica Leandra, al tiempo que veo las banderas del enemigo hondear a la distancia, "están bordeando el campo de minas, a un lugar a salvo para ellos. Deberíamos actuar ahora", me pide, al tiempo que escucho a Amadeo, quien está mucho más cerca de lo que estoy dispuesto a permitirle."Según me indica Ezra, ya los hombres de Casius están a las puertas de la nueva manada", me señala, y ahora temo por Ana, "la Luna le ha dicho que se encargará de liderar la batalla, algo que ambos tememos", me señala, lo cual me preocupa a mí también, "si gusta, puedo ir hasta allá y ponerme enfrente, mientras ella se va a refugiar con los pequeños príncipes", me indica, sin embargo, tampoco estoy de acuerdo con ello."No", le digo simplemente, "debes atenerte al plan, de lo contrario, todo se echará a perder", le recuerdo y él parece asentir con la cabeza.―General Arthur, debe cerrar el flanco que queda pendiente―le indico y este me hace un ad
~~~Ana.―Temí no volver a verle, mi alfa―le dice el general Marcus a Lesley con un reverencia―temí no volver a verle, pero me doy cuenta de que está muy bien, gracias a la Diosa―le señala, pero este se enoja con él.―Pero no fue gracias a ti―le indica molesto― ¡cuántos días estuve esperando a que te aparecieras para rescatarme, en cambio, te has quedado al lado de mi sobrino, lamiéndole las botas! ―lo acusa y Marcus se nota avergonzado.―Lo sé y lo siento, mi alfa, sin embargo, creí que para usted sería más importante que me uniera al enemigo, hacerme útil, para así conocer a fondo sus planes, ¿no lo cree? ―le comenta, lo que me hace tragar en seco, temiéndome lo peor.―No creo que esta sea la clase de lealtad que hubiera esperado de ti, aunque no tenemos tiempo ahora para averiguarlo―le señala y ambos ahora me miran con avaricia, como si en verdad estuvieran pensando que pueden derrotarme.Es cuando siento una presencia detrás de mí.Se trata de Casius, quien se ha transformado, sie
~~~Levy.Estoy haciendo todo lo posible por llegar hasta la colina en donde Ana se está enfrentando a nuestros enemigos, sin embargo, cuando estoy a punto de esquivar a los soldados que me impiden llegar, me encuentro con mi primo, quien está intentando hacerme frente.“De aquí no pasarás”, me dice Lissander, quien está haciendo círculos alrededor de mí, como si estuviera midiéndome, “¡morirás hoy mismo, Levy!”, asegura, lo que me hace reír.No le contesto, y, en lugar de eso, voy encima de él, con mis fauces muy abiertas, dispuesto a hincarle los dientes con toda la rabia que me nace de la desesperación por ir a rescatar a Ana.Pero no lo encuentro, justo cuando voy a morderlo, en su lugar, lo veo levantarse por los aires, cayendo en mi lomo, haciendo que caiga en el suelo, algo que me deja desconcertado, preguntándome de dónde se supone que ha sacado esta fuerza.“Tu zorra me metió en una celda y creía que con eso nos iba a detener”, se burla de mí, mientras coloca su pata encima d
~~~Ana.“Debo sobrevivir por mis hijos”, me digo a mí misma una y otra vez, como si fuera un mantra con el cual convencerme de que toda la sangre que está saliendo por mis heridas no me está debilitando, y, mucho peor, que, a pesar de ella, podré contra la embestida que Casius ahora está a punto de darme, así que abro muy bien mis ojos y me preparo para lo que viene.Pero, justo en el último minuto, me doy cuenta de que algo, no, mejor dicho, alguien, acaba de golpear el lomo de mi adversario.“Ni siquiera te atrevas a meterte con mi Luna”, le espeta Amadeo, quien ahora está convertido, y ahora solamente le muestra sus dientes a ese miserable ex alfa, “¡corra, mi Luna!”, me pide ahora, tratando de dar una mirada de soslayo, que lo desconcentra, lo que aprovecha nuestro enemigo para asestarle una mordida en el cuello, casi que, arrancándoselo, lo que me hace correr hacia él.“¡No!”, grito angustiada, mientras veo cómo sale la sangre del cuerpo del pobre beta a borbotones, ¡por favor,