~~~Ana."Después de todo lo que hemos pasado, no creo que el vestigio de Aradia nos pueda hacer ningún daño", me dice Ateba, quien está a punto de desplegar todo su poder sobre mis hijos, quienes siguen gimiendo entre sus fiebres, al tiempo que Levy me toma del brazo, pero le palmeo el dorso de la mano para tranquilizarlo.―Ten mucho cuidado, ¿quieres, Ana? ―me dice y yo respiro profundo, al tiempo de que Ateba no puede esperar más y se poza sobre ellos, envolviéndolos en un haz de luz, buscando en ellos alguna parte de la bruma que desplegaba Aradia, mientras que la Sabia mira con asombro cómo ha aumentado mi enlace con mi loba interior, sin embargo, también noto que frunce el ceño, como si no se estuviera esperando tanto despliegue de luminiscencia.―Cada vez está más conectada con su yo en el mundo astral―me comenta y yo no tengo tiempo para preguntarle de qué rayos me está hablando. Solamente tengo tiempo para ver a mis hijos."Están limpios", me dice Ateba, para mi tranquilidad
~~~Ana.La Sabia se queda callada por un momento y luego asienta con la cabeza, como si se hubiera dado cuenta de que voy en serio.―Debería comunicarse con la Diosa Luna, si es que queremos curar a sus hijos, mi Luna―me indica, pero hay algo que me deja pensando al respecto, puesto a que ya la he escuchado anteriormente, y sé que la Diosa no se involucrará en esto.Y ahora miro a mis hijos, quienes se ven muy mal, en tanto que una de las sirvientas está intentando darle algo para que coman.―Es inútil―nos dice la sirvienta, y enseguida Peyton le coloca algo en la venoclisis que tiene cada uno en sus bracitos―esto tiene todos los nutrientes que ellos necesitan―indica, al tiempo que me corta la respiración y Levy me toma de la mano, pero no estoy muy segura si es para darme valor o si es él quien necesita que yo le dé apoyo.―No lo lograremos de esa manera, Sabia―le digo finalmente, sin embargo, hay una idea descabellada que se me pasa por la cabeza―quizás si nos mudamos de inmediato
~~~Ana.Levy se abalanza directamente sobre el cuello de Casius, casi al punto de arrancárselo, y como si tuviera que hacer mucho esfuerzo, se detiene al último instante.―Es ridículo en lo lastimero que te has vuelto, que es difícil de creer que eras un alfa todopoderoso en Luna Escarlata y que ahora, con solo mi presencia te proteges para no ser lastimado―se burla Levy, mientras lo toma por el cuello―pero, no tengo tiempo para pensar en eso, sino para que deshagas todo ese mal hechizo que Aradia hizo con sus runas―le dice directo a la cara, al tiempo que se aparece Amadeo.― ¿Me mandó llamar, mi alfa? ―le indica con una reverencia y Levy ahora le pasa a Casius, como si fuera un trapo viejo.―Quiero que tomes a esta basura y la metas en un calabozo, así sea que tengas que devolverte a Sombra Oscura para ello―le pide y este asienta con la cabeza―que en un rato te acompañaré a torturarlo hasta que hable―le añade, pero Casius se nota aterrado, como si tuviera derecho a ello.― ¡No! ¡Es
~~~Manada Luna Escarlata.Ana.― ¿Es cierto lo que dijo la abuela? ―le digo a mi padre, quien está en su cama junto a mamá―y ya dejen de fingir que no les importa ni un poco lo que va a suceder hoy―les reclamo, en cuanto están a punto de regañarme. Otra vez. ―Ya te lo hemos dicho, Ana―me reclama mi madre―conocer a tu loba interior es algo que debes hacer sola―me repite y yo respiro profundo. ―Pero ya he esperado demasiado tiempo en el borde del bosque y no pasa nada―les digo aburrida―incluso, la luna llena está en lo alto del cielo, pero parece que la loba no quiere aparecer―les señalo. ―Y si no esperas afuera como te hemos dicho, no te visitará jamás―me advierte mi padre esta vez―ahora, ve afuera―insiste, pero yo no quiero irme, realmente. Porque en verdad tengo miedo. Todo el mundo espera este día, cuando por fin cumplen los diecisiete años y su lobo interior se presenta para unirse a ellos. En cambio, yo tengo un escalofrío que me recorre los huesos. Como si algo estuviera
~~~Manada Sombra Oscura.Levy.Me levanto lentamente, respirando el aroma que Violeta ha dejado en mi almohada.Después que la marqué y la hice mía, como siempre quise.Mis labios siguen hinchados, después de todos los besos que le di por todo su cuerpo, mientras la penetraba una y otra vez, exactamente como me lo imaginé todos estos años, desde que éramos unos niños.No, ya no tenía ganas de esperar a mi pareja destinada.Quien quiera que sea, no merece ser mi Luna, como Violeta.Sé que la anciana del concejo me lo advirtió, que un alfa de mi linaje debía esperar por su pareja destinada, su alma gemela.Pero, no me importó cuando se lo propuse a mi querida Violeta.Ella se resistió al principio, pero luego accedió y ahora está aquí, en mi cama, luego de todo el amor que nos dimos anoche.Así que me acerco a su cuerpo, recordando cómo temblaba entre mis brazos, al tiempo que la embestía una y otra vez, embriagado de mi amor por ella.Y entonces la toco y tiemblo de miedo.― ¿Violeta?
~~~Tres años más tarde.Ciudad Humana.Ana.― ¿Crees que algún día podamos regresar, abuela? ―le digo frustrada, con mi amargura consumiéndome, mientras se hace un silencio incómodo en la mesa.Hoy hace tres años, mis padres murieron en manos de los guerreros lobos del Alfa Casius mientras intentaban protegerme por lo que estamos muy tristes.Sé que el doctor me lo advirtió, que no debía hablarle de temas incómodos, ya que su corazón está débil, después de la pérdida que ambas tuvimos.Ella perdió a su hija, y yo, a mi madre.Pero la urgencia por volver a Luna Escarlata me desespera muchas veces.―Pues, claro que sí―me responde con rabia―volveremos y vengaremos la muerte de mi amada hija, por manos de esos canallas―asegura, dejando caer con fuerza la cuchara en el plato de comida―pero, mientras tanto, es necesario que sigamos pasando desapercibidos aquí―me dice ahora y me mira con una ceja levantada― ¿está claro? ―me mira con desaprobación.―Pero, con todo el dinero que tenemos podemo
~~~Un mes después.Ciudad Humana.Levy."Pues, claro que sí, Ezra" le digo a mi beta al teléfono, usando los medios convencionales para no levantar sospechas en medio del mundo humano, en donde sería muy raro utilizar mi telepatía, la que tiene todo alfa para comunicarse con su gente.Incluso aquí, en la Suite de este hotel cinco estrellas, en donde estoy terminando de arreglarme en el baño, para salir y hacer exactamente lo que vine a hacer."Pero, mi alfa, debe haber alguna otra manera para que consigamos lo que quiere, sin llegar a extremos", me indica y yo estoy a punto de morirme de la risa."¿Lo que yo quiero, Ezra?", me burlo de él, "es lo que quiere el concejo, no yo", le recuerdo, porque es así, "me han puesto entre la espada y la pared", le aseguro, aunque la verdad es que no le tengo miedo a ninguno de ellos."Todo el mundo está preocupado por el futuro de la manada", me dice un poco frustrado, igual que yo."Y es por eso que mi idea es la solución y que todos dejen por fin
~~~Ana.― ¡No me lastime, por favor! ―le ruego al hombre millonario, que me está agarrando del brazo tan fuerte que duele, y ahora tengo miedo de que me vaya a matar porque estoy en su habitación por equivocación.Su mirada destila rabia y de cuerpo emana calor, y yo estoy temblando de dolor, pero me obligo a mí misma a soportarlo, aunque, con lo furioso que está, creo que mi vida está en peligro.―Ahora dime, ¿qué escuchaste? ―me espeta muy fuerte en mi oído― ¿o es que acaso me espiabas para robarme? ―me suelta y yo lo miro sorprendida―te aseguro que, si pretendes chantajearme, antes te mato primero―me asegura, con su aliento rozando mi cara y su fuerte agarre, que pareciera que quisiera romperme el brazo.―Le aseguro que no he escuchado nada y si no me suelta ahora mismo, mi supervisor notará que no estoy limpiando las habitaciones―trato de decir con voz firme, aunque estoy muerta de miedo, tanto, que apenas si me puede escuchar.―No le tengo miedo a nadie, porque ninguno de ellos p