La muerte es la puerta
a la inmortalidad.Maximilien Robespierre. Ya no recuerdo bien quién soy... He tenido tantas vidas que me cuesta trabajo recordar de dónde vengo. ¿Cuál era mi nombre? ¿Era Robert? ¿Carlos? ¿O Takeru? Demonios, es difícil recordar cada vez que hago un salto. A veces, estás escenas borrosas asaltan mi mente, y muchas veces ni siquiera estoy seguro si son recuerdos reales o productos de mi imaginación. Carajo... Intentar recordar solo empeora las cosas... Bueno, tal vez me estoy preocupando por cosas triviales. Si no recuerdo mis vidas anteriores, supongo que es por algo, ¿no? Veamos... Solo estoy seguro de 2 cosas. La primera: Al saltar soy como una persona con amnesia. No tengo idea de quien soy, ni como llegue a dónde estoy, pero aún soy completamente funcional. Es decir, se hablar, se caminar, se absolutamente todo lo que un hombre debería de saber, tanto fisica, mental, intelectual y moralmente. No soy como un niño acabado de nacer o algo por el estilo. La segunda: Soy muy consciente de cómo funciona mi poder. Tengo la capacidad de viajar entre realidades; puedo elegir el momento en el que quiero hacerlo, pero no puedo elegir en qué mundo voy a caer. Vamos, es cuestión de suerte. Y como mencioné al inicio, al caer en un mundo nuevo no tengo recuerdos claros acerca de mí o de mis vidas pasadas. Además, siempre renazco en el cuerpo de un hombre joven de aproximadamente 18 años. Además, después de despertar, soy capaz de elegir si veo o no, los recuerdos de aquel cuerpo al que poseo. Eso me hace sentir mal. ¿Acaso soy una especie de entidad parasitaria que llega a robar la vida de alguien? Es decir, la persona que ocupó este cuerpo sufrió, lloró, gritó, rió y amó durante 18 años. ¿Y todo para qué? ¿Para que en un instante muriera al cederme el control de su cuerpo? Es demasiado triste pensar en eso, y más cuando puedo ver tan vividamente sus recuerdos pasar por mi mente. Puedo ver cosas como el primer abrazo de su madre, su primer beso, su primera fractura, el dolor al perder a su primera mascota. Siento cómo todo lo bueno y lo malo en su vida se condensan en un gran deseo de vivir y superarse. Lo siento tanto chico... Prometo esforzarme para cumplir tus sueños. Creo que es lo minimo que puedo hacer (aunque pensar eso no me hace sentir mejor). Me pregunto si está vez me tocó algún loco suicida que estuvo a punto de arruinar su vida y yo llegué a salvarlo. Eso sí me haría sentir mejor... Al menos eso creo... El caso es que, sea como sea, a partir de hoy mi trabajo es... Solo vivir, ¿no? Es difícil saberlo. Normalmente uno no decide nacer, ¿cierto? Solo naces y tienes la misión de vivir o sobrevivir, y mientras creces adquieres las capacidades suficientes para hacerlo por cuenta propia. Algunos lo consiguen, otros no. Pero eso es lo interesante de la vida. Si te pones un objetivo o una meta, trabajas para alcanzarlo. Si tu meta es alcanzable y te esfuerzas lo suficiente, podrás cumplirla y te sentirás orgulloso, sintiendo que tu vida tiene un sentido. Otros tienen suerte y su vida ya está resuelta, pero debido a eso, no encuentran sentido en ella. Y otra gran mayoría es golpeada por el destino en la cara y se ven obligados a mirar cómo su vida se desperdicia. Esto no me ayuda... Si de por sí encontrar algun sentido para vivir es complicado, hacerlo en mi situación lo es aún más. Estas ambiciones y metas en mi mente no son realmente mías. Son de quién demonios fuera el dueño de este cuerpo. ¿Me siento responsable de cumplirlas por haberle arrebatado el control de su cuerpo? Sí, un poco. ¿Estoy obligado? No, no lo estoy. Si tan solo pudiera recordar mis vidas anteriores. Si tan solo supiera qué clase de vida tuve, si cometí errores, si dejé alguna meta inconclusa, si tuve arrepentimientos o incluso si quiero repetir alguna experiencia. Pero no. Cuanto más intento recordar, más en blanco se pone mi mente, y eso aumenta mi frustración. Se que puedo elegir el momento del salto, pero no recuerdo por qué demonios lo hice. Es tan frustrante... ¿Lo hice porque no me gustó el cuerpo en el que me reencarné a los 5 minutos de llegar? ¿O lo hice en mi lecho de muerte, a unos minutos de irme? ¿Tal vez cometí algún error tan grande que me hizo tomar el camino fácil? No lo sé. Supongo que no tengo de otra. Iniciaré con lo que tengo... Ya veremos en el camino que cambiamos y que no.El intenso dolor de cabeza es lo primero que siento. El sabor a alcohol y vómito vienen enseguida, tal parece que este chico tuvo una noche bastante agitada. Estoy recostado en un fresco y húmedo césped verde, el olor a hierba rápidamente inunda mis fosas nasales y mis oídos registran el sonido de agua corriendo suavemente a mi costado. Abro los ojos y veo un hermoso cielo azul y una que otra nube blanca que se desliza gentilmente con el ligero soplar del viento. El intenso brillo del sol me hace entrecerrar los ojos por la migraña qué estoy sufriendo, así que me incorporo para quedar sentado y alejar un poco la vista directa del astro rey.Lo siguiente que siento es un intenso dolor en mis manos. Volteo la mirada y veo que mis nudillos están heridos y tengo algo de sangre en las manos. Parece que estuvo en una palea o algo por el estilo, pero extrañamente no veo o siento signos de algún otro golpe en mi nuevo cuerpo... Entonces, ¿de donde viene la sangre? ¿Probablemente es de alguien
Aldric es el hijo de una familia de nobles. La familia Hawke tenía un poder económico y social envidiable para la mayoría de las familias de este mundo. Eran gobernantes de Ironhelm, un pueblo famoso por su forja de armas y armaduras. Su padre, Gideon, era un hombre de complexión grande y fuerte. Medía casi dos metros de estatura. Tenía el cabello largo y rubio cenizo con una gran barba a juego. Sin duda, era un hombre imponente y bastante atractivo a su manera. Por un momento, maldije mi mala suerte de no haber heredado su gran complexión, pero mi opinión cambió al conocer a su madre. Ella era tan hermosa que me resultaba incómodo mantener la mirada de aquellos brillantes ojos azules... Después entendí que esto se debía a su raza; ella era una elfa y su nombre era Aranís Galadorn. Su tamaño era pequeño en comparación con el de Gideon; parecia que apenas superaba el metro sesenta y cinco. Su piel era tan blanca que casi brillaba y su cabello era lacio, largo y dorado. Era de compl
El crecimiento de Aldric fue, a falta de otra palabra, caótico. Creció en un hogar disfuncional en donde económicamente tuvo todo lo necesario, sin embargo en la parte emocional tuvo muchas carencias, las cuales no pudieron ser cubiertas por el amor que le daba su madre. Considere pertinente dividir su historia en las 4 etapas principales de su crecimiento. En esos 18 años pasaron muchísimas cosas, que para efectos prácticos sólo veremos aquellas que marcaron más la vida de Aldric.Edad 0 - 3 años.En ese momento, el niño se convirtió en la motivación de Aranis. Ella vivía y moría por su hijo y siempre procuro criarlo y educarlo con mucho empeño y amor.Ella era una maga curativa prodigiosa, y su conexión racial con la naturaleza era evidente. Debido a esto, intentó educar a su hijo en esa materia, pero Gideon dedicó su inútil existencia a interrumpir la educación mágica de Aldric, obligándolo a ejercitarse físicamente para convertirse en un guerrero.Probablemente esto no seria nada
Después que Aldric escapo de casa, trabajó como mercenario durante los siguientes dos años. Se forjó un nombre entre ellos por su fuerza y habilidad mágica, aunque también ganó mala fama de mujeriego y alcohólico. Si lo piensan era de esperarse. Toda una vida reprimiendo sus emociones y acciones... Al final, todo eso le explotó en la cara al sentir un poco de libertad; era obvio que no podría manejarlo de la mejor manera.Y eso nos lleva a la noche anterior. El peor día de la vida de Aldric. Después de beber hasta perder la cordura, decidió regresar a su hogar. De un momento para otro, en la irracionalidad de la borrachera, se dirigió a Ironhelm.Al llegar, poco le importó el cambio tan drástico en el pueblo, que parecía atravesar de nuevo un momento difícil. Varias casas y locales parecían abandonados debido al precario estado en el que estaban, pero, como les digo, Aldric estaba tan absorto en sus pensamientos y tan mareado por la borrachera que ignoró todo a su alrededor.Llegó a
Mi nombre es Aranis Galadorn y siempre me consideré muy afortunada. Nací en una familia amorosa y comprensiva. Siempre que puedo, intento compensar todo lo bueno que me han dado, pero a pesar de mis esfuerzos, no puedo hacer que mis padres se sientan felices o al menos tranquilos. Sé que puede que no sea mi obligación, pero ¿no es lo justo? He visto a mi madre esforzarse e incluso sufrir por mí, y a mi padre trabajar tanto para el bienestar de nuestra familia y de todo nuestro pueblo. ¿Acaso no es mi obligación seguir su ejemplo? ¿No debo dedicar mi vida a compensar todo lo que han hecho y ayudarles a cargar con todo ese peso que han llevado solos todo este tiempo? Recuerdo aquel día en que, por primera vez, vi a mi padre hablar frente a todos en nuestra ciudad. Todos lo veían con admiración y cariño. Él gritaba y agitaba los brazos con fuerza y seguridad, calmando todas las inq
Después de ese día, todo pasó tan rápido que no tuve oportunidad de arrepentirme. En solo un par de días ya estaba en aquel pueblo y me presentaron a mi futuro esposo.Era un hombre alto, desaliñado, con la mirada perdida; incluso parecía tonto. En realidad, tampoco parecía estar allí por decisión propia. Su nombre era Gideon Hawke y tenía 19 años, dos años mayor que yo. Él se presentó inclinándose torpemente mientras besaba mi mano. Tal vez no era el hombre que había soñado, pero siempre que tenía dudas recordaba que estaba siguiendo el ejemplo de mi padre: Tenía que sufrir en silencio y cumplir mi deber sin importar lo que pensara o sintiera en realidad.Y así lo hice, de verdad me esforcé por cumplir mi deber. Aunque debo admitir que la noche de bodas fue una pesadilla para mi, que me hizo llorar meses con solo recordarla. Gideon era tal como lo pensaba: un hombre bruto y tonto. Poco le importó mi sufrimiento aquella noche; solo me tomó por la fuerza y me utilizó para descargarse.
¿Recuerdan que estaba buscando una excusa para dejar de ver a mis padres? Pues como dije, la excusa dejo de hacer falta. A esas alturas estaban encantados con Gideon (gracias a mis mentiras). Hicieron una última visita el día del nacimiento de Aldric y a partir de ese momento se distanciaron por voluntad propia. Ya que pensaban, que, como buena esposa, ahora ocuparía todo mi tiempo para atender a mi esposo y a mi hijo. Y mi padre no quería ofender a mi esposo con su frecuente presencia. No puedo culparlos por pensar así. Yo misma me esforcé en darles una buena imagen de Gideon para alejarlos. Al menos eso sí lo logré. Recuerdo que contuve mi llanto al verlos partir, y con una sonrisa sincera en el rostro los abracé por última vez. Ojalá les hubiera dicho cuánto los quería, pero no dije nada, no quería romper la ilusión de mi felicidad, no frente a ellos. Gideon pasó meses sin meterse conmigo, y yo dediqué mi mente y alm
Después de ese día, tuve que alejarme aún más de Aldric. Mi corazón se rompía cada vez que lo veía llorar... Cada vez que veía sus ojos suplicando por mi ayuda, y yo... solo podía ignorarlo. Vi cómo creció lleno de ira e inseguridades. A veces ya ni siquiera podía reconocerlo. Ya no podía ver al niño alegre que corría y reía por la casa. Se volvió solitario y agresivo. Seguí acercándome a Aldric para ayudarlo y educarlo cuando Gideon no se daba cuenta. Pero poco a poco sentí cómo mi propio hijo empezaba a despreciarme y se alejaba cada vez mas de mí. Y así pasaron los años. Aldric era un niño fuerte y hábil, y a pesar de que él tenía mi constitución, delgada y frágil, su padre se esforzó por borrar todo rastro posible de eso. Haciéndolo entrenar su cuerpo con más intensidad. No sé si era por la poca disposición que tenía para aprender magia conmigo o si tal vez había alcanzado su límite, pero su habilidad mágica ya no podía mejorar más. Sin em