Aldric es el hijo de una familia de nobles. La familia Hawke tenía un poder económico y social envidiable para la mayoría de las familias de este mundo.
Eran gobernantes de Ironhelm, un pueblo famoso por su forja de armas y armaduras. Su padre, Gideon, era un hombre de complexión grande y fuerte. Medía casi dos metros de estatura. Tenía el cabello largo y rubio cenizo con una gran barba a juego. Sin duda, era un hombre imponente y bastante atractivo a su manera. Por un momento, maldije mi mala suerte de no haber heredado su gran complexión, pero mi opinión cambió al conocer a su madre. Ella era tan hermosa que me resultaba incómodo mantener la mirada de aquellos brillantes ojos azules... Después entendí que esto se debía a su raza; ella era una elfa y su nombre era Aranís Galadorn. Su tamaño era pequeño en comparación con el de Gideon; parecia que apenas superaba el metro sesenta y cinco. Su piel era tan blanca que casi brillaba y su cabello era lacio, largo y dorado. Era de complexión delgada, pero su figura era tan exquisita que podía despertar los bajos instintos de cualquier hombre que la viera. A pesar de que Gideon no se podría considerar un hombre feo, al lado de Aranis sin duda lo era. Entonces, ¿cómo terminaron juntos? Bueno, en resumen, Gideon era un desgraciado con mucha suerte. Una vez que este tuvo la edad suficiente, sus padres le impusieron una prueba para demostrar que sería un buen gobernador de Ironhelm: debía realizar una venta de armas o armaduras lo suficientemente grande que demostrará qué tenia el talento necesario para dirigir una ciudad mercante tan importante. Gideon no estaba muy interesado en gobernar, así que ignoró aquella tarea durante varios años. Pero, eso no le impedia utilizar la riqueza familiar con la excusa de salir en la busqueda de clientes potenciales. Y claro, como era de esperarse, ese dinero terminaba en los bolsillos un tabernero o de alguna prostituta. Gideon era un tonto, pero no tanto para hacer esto en su pueblo. Asi que cada fin de semana hacia un viaje de unas dos horas a la gran ciudad vecina llamada Eldoria para asi poder despilfarrar el dinero de su familia en todo que el queria sin que sus padres se enteraran. Asi, el aparentaba ser un buen hijo sin que sus padres supieran que en realidad, era un vicioso. Y esto, le funciono por varios meses, incluso pasaron un par de años sin que sus padres siquiera sospecharan. Pero no logro su hazaña gracias a ser un genio como él creía, fue simple y sencillamente gracias al completo desinterés de sus padres. Pero un día, en una de sus muchas borracheras, todo su "esfuerzo" rindió frutos. Una noche se pasó de copas y, al salir de la taberna por la mañana, fue atropellado por un carruaje. Y sí, adivinaron: el carruaje era de la familia Galadorn. Preocupados, debido a que estaban atravesando problemas económicos, no querían tener problemas por lastimar al hijo de unos nobles. Así que llevaron al pobre Gideon hasta su casa. Una vez allí, los padres de Gideon aprovecharon la oportunidad y cerraron un trato con la familia Galadorn para vender sus armas y armaduras en Mystar; la ciudad élfica de donde provenían los Galadorn, que, gracias a este arreglo, se convirtió en la ciudad hermana de Ironhelm. Y no solo eso; también pactaron un matrimonio arreglado entre sus hijos. ¿Ahora ven por qué era un desgraciado con suerte? Vivió meses en borracheras interminables y, un día, por su descuido, fue atropellado por los monarcas de lo que hoy es una de las mayores ciudades élficas de forja. Le dieron el control de Ironhelm y, por si fuera poco, lo casaron con una hermosa princesa elfa. Todo en menos de una semana. Pero no todo era tan bueno como lo imaginan. Gideon, sin duda, fue el más beneficiado, pero lamentablemente Aranis no corrió con la misma suerte. Ella, fue obligada a abandonar su hogar para casarse con un hombre que no conocía y estaba estrictamente obligada a obedecerlo en todo lo que él pidiera. Y, debido a su educación y a su noble personalidad, obedeció y cumplió todo lo que le dijeron. Y no se confundan, ella no obedecia por gusto propio o por un problema de actitud. Aranis, sentia que era responsable de mantener la unión de sus pueblos a costa de su propia felicidad, y visto desde mi perspectiva ella era una prisionera en una jaula de oro. Vivia en una enorme casa con sirvientes, podia comer todo lo que ella deseara, podía comprar cualquier cosa que se le ocurriera, pero ella no era feliz. Y esto era evidente en su mirada. Creo que podría contar con los dedos las veces que la ví sonreír en 18 años de recuerdos. Y de estas, puedo decir que el día que tuvo la sonrisa más sincera y enorme que jamás había visto, fue el día en que su hijo nació. Este evento fue considerado para muchos un completo milagro, ya que, para los elfos era casi imposible reproducirse entre ellos y era aun más dificil que lo hicieran con otras especies. El día que Aldric nació, Aranis lo sostuvo en sus brazos y miro a aquel niño con un amor que casi se podía tocar. Se aferró a él y juro hacer todo para protegerlo y amarlo, aunque le costará la vida. Y en cuanto a Gideon... En realidad, él no estaba muy interesado en el nacimiento de su hijo. A él solo le alegro el hecho de que fuera un varón. A grandes rasgos, este es el contexto que rodea la concepción y el nacimiento de Aldric. La historia de cómo sus padres juntaron sus vidas no fue para nada convencional, y estuvo rodeada de situaciones moralmente cuestionables. Pero déjenme decirles que esto no fue nada en comparación de lo que vi después.El crecimiento de Aldric fue, a falta de otra palabra, caótico. Creció en un hogar disfuncional en donde económicamente tuvo todo lo necesario, sin embargo en la parte emocional tuvo muchas carencias, las cuales no pudieron ser cubiertas por el amor que le daba su madre. Considere pertinente dividir su historia en las 4 etapas principales de su crecimiento. En esos 18 años pasaron muchísimas cosas, que para efectos prácticos sólo veremos aquellas que marcaron más la vida de Aldric.Edad 0 - 3 años.En ese momento, el niño se convirtió en la motivación de Aranis. Ella vivía y moría por su hijo y siempre procuro criarlo y educarlo con mucho empeño y amor.Ella era una maga curativa prodigiosa, y su conexión racial con la naturaleza era evidente. Debido a esto, intentó educar a su hijo en esa materia, pero Gideon dedicó su inútil existencia a interrumpir la educación mágica de Aldric, obligándolo a ejercitarse físicamente para convertirse en un guerrero.Probablemente esto no seria nada
Después que Aldric escapo de casa, trabajó como mercenario durante los siguientes dos años. Se forjó un nombre entre ellos por su fuerza y habilidad mágica, aunque también ganó mala fama de mujeriego y alcohólico. Si lo piensan era de esperarse. Toda una vida reprimiendo sus emociones y acciones... Al final, todo eso le explotó en la cara al sentir un poco de libertad; era obvio que no podría manejarlo de la mejor manera.Y eso nos lleva a la noche anterior. El peor día de la vida de Aldric. Después de beber hasta perder la cordura, decidió regresar a su hogar. De un momento para otro, en la irracionalidad de la borrachera, se dirigió a Ironhelm.Al llegar, poco le importó el cambio tan drástico en el pueblo, que parecía atravesar de nuevo un momento difícil. Varias casas y locales parecían abandonados debido al precario estado en el que estaban, pero, como les digo, Aldric estaba tan absorto en sus pensamientos y tan mareado por la borrachera que ignoró todo a su alrededor.Llegó a
Mi nombre es Aranis Galadorn y siempre me consideré muy afortunada. Nací en una familia amorosa y comprensiva. Siempre que puedo, intento compensar todo lo bueno que me han dado, pero a pesar de mis esfuerzos, no puedo hacer que mis padres se sientan felices o al menos tranquilos. Sé que puede que no sea mi obligación, pero ¿no es lo justo? He visto a mi madre esforzarse e incluso sufrir por mí, y a mi padre trabajar tanto para el bienestar de nuestra familia y de todo nuestro pueblo. ¿Acaso no es mi obligación seguir su ejemplo? ¿No debo dedicar mi vida a compensar todo lo que han hecho y ayudarles a cargar con todo ese peso que han llevado solos todo este tiempo? Recuerdo aquel día en que, por primera vez, vi a mi padre hablar frente a todos en nuestra ciudad. Todos lo veían con admiración y cariño. Él gritaba y agitaba los brazos con fuerza y seguridad, calmando todas las inq
Después de ese día, todo pasó tan rápido que no tuve oportunidad de arrepentirme. En solo un par de días ya estaba en aquel pueblo y me presentaron a mi futuro esposo.Era un hombre alto, desaliñado, con la mirada perdida; incluso parecía tonto. En realidad, tampoco parecía estar allí por decisión propia. Su nombre era Gideon Hawke y tenía 19 años, dos años mayor que yo. Él se presentó inclinándose torpemente mientras besaba mi mano. Tal vez no era el hombre que había soñado, pero siempre que tenía dudas recordaba que estaba siguiendo el ejemplo de mi padre: Tenía que sufrir en silencio y cumplir mi deber sin importar lo que pensara o sintiera en realidad.Y así lo hice, de verdad me esforcé por cumplir mi deber. Aunque debo admitir que la noche de bodas fue una pesadilla para mi, que me hizo llorar meses con solo recordarla. Gideon era tal como lo pensaba: un hombre bruto y tonto. Poco le importó mi sufrimiento aquella noche; solo me tomó por la fuerza y me utilizó para descargarse.
¿Recuerdan que estaba buscando una excusa para dejar de ver a mis padres? Pues como dije, la excusa dejo de hacer falta. A esas alturas estaban encantados con Gideon (gracias a mis mentiras). Hicieron una última visita el día del nacimiento de Aldric y a partir de ese momento se distanciaron por voluntad propia. Ya que pensaban, que, como buena esposa, ahora ocuparía todo mi tiempo para atender a mi esposo y a mi hijo. Y mi padre no quería ofender a mi esposo con su frecuente presencia. No puedo culparlos por pensar así. Yo misma me esforcé en darles una buena imagen de Gideon para alejarlos. Al menos eso sí lo logré. Recuerdo que contuve mi llanto al verlos partir, y con una sonrisa sincera en el rostro los abracé por última vez. Ojalá les hubiera dicho cuánto los quería, pero no dije nada, no quería romper la ilusión de mi felicidad, no frente a ellos. Gideon pasó meses sin meterse conmigo, y yo dediqué mi mente y alm
Después de ese día, tuve que alejarme aún más de Aldric. Mi corazón se rompía cada vez que lo veía llorar... Cada vez que veía sus ojos suplicando por mi ayuda, y yo... solo podía ignorarlo. Vi cómo creció lleno de ira e inseguridades. A veces ya ni siquiera podía reconocerlo. Ya no podía ver al niño alegre que corría y reía por la casa. Se volvió solitario y agresivo. Seguí acercándome a Aldric para ayudarlo y educarlo cuando Gideon no se daba cuenta. Pero poco a poco sentí cómo mi propio hijo empezaba a despreciarme y se alejaba cada vez mas de mí. Y así pasaron los años. Aldric era un niño fuerte y hábil, y a pesar de que él tenía mi constitución, delgada y frágil, su padre se esforzó por borrar todo rastro posible de eso. Haciéndolo entrenar su cuerpo con más intensidad. No sé si era por la poca disposición que tenía para aprender magia conmigo o si tal vez había alcanzado su límite, pero su habilidad mágica ya no podía mejorar más. Sin em
Siempre estuve acostumbrado a estar solo. De hecho, no me molesta. En cierto punto creo que eso me ha hecho fuerte. Desde que tengo memoria fui educado para ser un guerrero. Mi familia es famosa por ello. Mi abuelo solía contarme historias de sus aventuras de hace muchos años atrás, en la época de la segunda gran guerra. El junto con otros guerreros provenientes de Eldoria lucharon en las montañas puño de hierro. Me contaba con orgullo como sometieron a los maestros enanos e invadieron Dourheim, la gran fortaleza y orgullo de los enanos. Gracias a sus actos mi abuelo trajo los grandes conocimientos que ahora son el orgullo de Ironhelm. Siempre admire a mi abuelo. Incluso más que mi propio padre. Debido al gran éxito de la forja en Ironhelm, para cuándo mi padre tuvo edad de enlistarse al ejército de Eldiora ya no hubo necesidad de hacerlo. De hecho, mi abuelo agradeció que su hijo fuera tan buen admi
Los postulantes eran muy superiores a mí. La mayoría descendía de famosos guerreros y paladines que ahora ostentaban títulos nobiliarios en Eldiora. Intenté ignorar mis debilidades y repetí el lema de mi abuelo una y otra vez en mi cabeza. Pero al final, no sirvió de nada. Solo me gané las burlas de aquellos nobles.—Había escuchado grandes cosas del foráneo, pero al parecer fueron simples rumores.—¿De verdad esperaba entrar a la orden?—¿Qué esperabas? Un pueblerino de familia pobre no tiene nada que hacer contra nosotros.Esta última afirmación me hizo hervir la sangre. Podía permitir que me ofendieran a mí, pero que hablaran mal del legado de mi abuelo era inaceptable. No venía de cualquier familia. Era nieto del mismísimo Godric Hawke, el temido demonio de Ironhelm.Así que me levanté del suelo y golpeé a aquel idiota. Él se defendió y comenzamos a intercambiar golpes por un buen rato. Los demás hicieron un círculo a nuestro alrededor y gritaban como simios, animando al noble.Un