Después de ese día, tuve que alejarme aún más de Aldric. Mi corazón se rompía cada vez que lo veía llorar... Cada vez que veía sus ojos suplicando por mi ayuda, y yo... solo podía ignorarlo.
Vi cómo creció lleno de ira e inseguridades. A veces ya ni siquiera podía reconocerlo. Ya no podía ver al niño alegre que corría y reía por la casa. Se volvió solitario y agresivo. Seguí acercándome a Aldric para ayudarlo y educarlo cuando Gideon no se daba cuenta. Pero poco a poco sentí cómo mi propio hijo empezaba a despreciarme y se alejaba cada vez mas de mí. Y así pasaron los años. Aldric era un niño fuerte y hábil, y a pesar de que él tenía mi constitución, delgada y frágil, su padre se esforzó por borrar todo rastro posible de eso. Haciéndolo entrenar su cuerpo con más intensidad. No sé si era por la poca disposición que tenía para aprender magia conmigo o si tal vez había alcanzado su límite, pero su habilidad mágica ya no podía mejorar más. Sin emSiempre estuve acostumbrado a estar solo. De hecho, no me molesta. En cierto punto creo que eso me ha hecho fuerte. Desde que tengo memoria fui educado para ser un guerrero. Mi familia es famosa por ello. Mi abuelo solía contarme historias de sus aventuras de hace muchos años atrás, en la época de la segunda gran guerra. El junto con otros guerreros provenientes de Eldoria lucharon en las montañas puño de hierro. Me contaba con orgullo como sometieron a los maestros enanos e invadieron Dourheim, la gran fortaleza y orgullo de los enanos. Gracias a sus actos mi abuelo trajo los grandes conocimientos que ahora son el orgullo de Ironhelm. Siempre admire a mi abuelo. Incluso más que mi propio padre. Debido al gran éxito de la forja en Ironhelm, para cuándo mi padre tuvo edad de enlistarse al ejército de Eldiora ya no hubo necesidad de hacerlo. De hecho, mi abuelo agradeció que su hijo fuera tan buen admi
Los postulantes eran muy superiores a mí. La mayoría descendía de famosos guerreros y paladines que ahora ostentaban títulos nobiliarios en Eldiora. Intenté ignorar mis debilidades y repetí el lema de mi abuelo una y otra vez en mi cabeza. Pero al final, no sirvió de nada. Solo me gané las burlas de aquellos nobles.—Había escuchado grandes cosas del foráneo, pero al parecer fueron simples rumores.—¿De verdad esperaba entrar a la orden?—¿Qué esperabas? Un pueblerino de familia pobre no tiene nada que hacer contra nosotros.Esta última afirmación me hizo hervir la sangre. Podía permitir que me ofendieran a mí, pero que hablaran mal del legado de mi abuelo era inaceptable. No venía de cualquier familia. Era nieto del mismísimo Godric Hawke, el temido demonio de Ironhelm.Así que me levanté del suelo y golpeé a aquel idiota. Él se defendió y comenzamos a intercambiar golpes por un buen rato. Los demás hicieron un círculo a nuestro alrededor y gritaban como simios, animando al noble.Un
La muerte es la puertaa la inmortalidad.Maximilien Robespierre.Ya no recuerdo bien quién soy... He tenido tantas vidas que me cuesta trabajo recordar de dónde vengo. ¿Cuál era mi nombre? ¿Era Robert? ¿Carlos? ¿O Takeru? Demonios, es difícil recordar cada vez que hago un salto. A veces, estás escenas borrosas asaltan mi mente, y muchas veces ni siquiera estoy seguro si son recuerdos reales o productos de mi imaginación. Carajo... Intentar recordar solo empeora las cosas...Bueno, tal vez me estoy preocupando por cosas triviales. Si no recuerdo mis vidas anteriores, supongo que es por algo, ¿no?Veamos... Solo estoy seguro de 2 cosas.La primera: Al saltar soy como una persona con amnesia. No tengo idea de quien soy, ni como llegue a dónde estoy, pero aún soy completamente funcional. Es decir, se hablar, se caminar, se absolutamente todo lo que un hombre debería de saber, tanto fisica, mental, intelectual y moralmente. No soy como un niño acabado de nacer o algo por el estilo.La se
El intenso dolor de cabeza es lo primero que siento. El sabor a alcohol y vómito vienen enseguida, tal parece que este chico tuvo una noche bastante agitada. Estoy recostado en un fresco y húmedo césped verde, el olor a hierba rápidamente inunda mis fosas nasales y mis oídos registran el sonido de agua corriendo suavemente a mi costado. Abro los ojos y veo un hermoso cielo azul y una que otra nube blanca que se desliza gentilmente con el ligero soplar del viento. El intenso brillo del sol me hace entrecerrar los ojos por la migraña qué estoy sufriendo, así que me incorporo para quedar sentado y alejar un poco la vista directa del astro rey.Lo siguiente que siento es un intenso dolor en mis manos. Volteo la mirada y veo que mis nudillos están heridos y tengo algo de sangre en las manos. Parece que estuvo en una palea o algo por el estilo, pero extrañamente no veo o siento signos de algún otro golpe en mi nuevo cuerpo... Entonces, ¿de donde viene la sangre? ¿Probablemente es de alguien
Aldric es el hijo de una familia de nobles. La familia Hawke tenía un poder económico y social envidiable para la mayoría de las familias de este mundo. Eran gobernantes de Ironhelm, un pueblo famoso por su forja de armas y armaduras. Su padre, Gideon, era un hombre de complexión grande y fuerte. Medía casi dos metros de estatura. Tenía el cabello largo y rubio cenizo con una gran barba a juego. Sin duda, era un hombre imponente y bastante atractivo a su manera. Por un momento, maldije mi mala suerte de no haber heredado su gran complexión, pero mi opinión cambió al conocer a su madre. Ella era tan hermosa que me resultaba incómodo mantener la mirada de aquellos brillantes ojos azules... Después entendí que esto se debía a su raza; ella era una elfa y su nombre era Aranís Galadorn. Su tamaño era pequeño en comparación con el de Gideon; parecia que apenas superaba el metro sesenta y cinco. Su piel era tan blanca que casi brillaba y su cabello era lacio, largo y dorado. Era de compl
El crecimiento de Aldric fue, a falta de otra palabra, caótico. Creció en un hogar disfuncional en donde económicamente tuvo todo lo necesario, sin embargo en la parte emocional tuvo muchas carencias, las cuales no pudieron ser cubiertas por el amor que le daba su madre. Considere pertinente dividir su historia en las 4 etapas principales de su crecimiento. En esos 18 años pasaron muchísimas cosas, que para efectos prácticos sólo veremos aquellas que marcaron más la vida de Aldric.Edad 0 - 3 años.En ese momento, el niño se convirtió en la motivación de Aranis. Ella vivía y moría por su hijo y siempre procuro criarlo y educarlo con mucho empeño y amor.Ella era una maga curativa prodigiosa, y su conexión racial con la naturaleza era evidente. Debido a esto, intentó educar a su hijo en esa materia, pero Gideon dedicó su inútil existencia a interrumpir la educación mágica de Aldric, obligándolo a ejercitarse físicamente para convertirse en un guerrero.Probablemente esto no seria nada
Después que Aldric escapo de casa, trabajó como mercenario durante los siguientes dos años. Se forjó un nombre entre ellos por su fuerza y habilidad mágica, aunque también ganó mala fama de mujeriego y alcohólico. Si lo piensan era de esperarse. Toda una vida reprimiendo sus emociones y acciones... Al final, todo eso le explotó en la cara al sentir un poco de libertad; era obvio que no podría manejarlo de la mejor manera.Y eso nos lleva a la noche anterior. El peor día de la vida de Aldric. Después de beber hasta perder la cordura, decidió regresar a su hogar. De un momento para otro, en la irracionalidad de la borrachera, se dirigió a Ironhelm.Al llegar, poco le importó el cambio tan drástico en el pueblo, que parecía atravesar de nuevo un momento difícil. Varias casas y locales parecían abandonados debido al precario estado en el que estaban, pero, como les digo, Aldric estaba tan absorto en sus pensamientos y tan mareado por la borrachera que ignoró todo a su alrededor.Llegó a
Mi nombre es Aranis Galadorn y siempre me consideré muy afortunada. Nací en una familia amorosa y comprensiva. Siempre que puedo, intento compensar todo lo bueno que me han dado, pero a pesar de mis esfuerzos, no puedo hacer que mis padres se sientan felices o al menos tranquilos. Sé que puede que no sea mi obligación, pero ¿no es lo justo? He visto a mi madre esforzarse e incluso sufrir por mí, y a mi padre trabajar tanto para el bienestar de nuestra familia y de todo nuestro pueblo. ¿Acaso no es mi obligación seguir su ejemplo? ¿No debo dedicar mi vida a compensar todo lo que han hecho y ayudarles a cargar con todo ese peso que han llevado solos todo este tiempo? Recuerdo aquel día en que, por primera vez, vi a mi padre hablar frente a todos en nuestra ciudad. Todos lo veían con admiración y cariño. Él gritaba y agitaba los brazos con fuerza y seguridad, calmando todas las inq