Al amanecer los amigos de Liz no encontraron rastro de ella y tampoco de Raziel, al buscarlos por los alrededores vieron al joven completamente confundido caminando sin rumbo.
—¿Qué pasó Raziel, y Liz ella donde está?— le hablo Hanzel.
—Ella desapareció— le respondió sin ánimos.
—¿Qué dónde, cómo que desapareció?— le preguntó alterada Katherina.
—En el río, yo estaba esperando su regreso y como tardaba la empecé a buscar entonces la ví— dijo tratando de calmar su agitada respiración para continuar —Pero ella cayó al río y antes de que pudiera hacer algo el lobo blanco entró al agua, cuando salió se la llevó en el hocico hacia la montaña me dió demaciado miedo y no le dije a nadie porque ni yo podía creerlo— agregó a la explicación.
—¡¿Qué?!— todos los presentes quedaron en shock, nunca imaginaron que algo así pasaría.
—¡¿Y qué más qué pasó con mi amiga?!— le preguntó Yelena desesperada.
—Solo ví que corrió montaña arriba con ella colgando— contestó triste sin poder creerlo —Los lobos nunca matan a nadie pero— no termino la frase.
—¡¿Que no no no puede ser?! ¡Hay que ir por ella y rescatarla, hay que buscarla!— Katherina pidió a gritos.
Pero Hanz solo se quedó en silencio y tampoco sus amigos hicieron ni el mínimo movimiento. Después de un minuto en el que todos habían guardado silencio, por fin le habló Hanzel.
—Hay que avisarle a las autoridades, quizá ellos puedan hallarla— propuso Hanz.
—Si rápido vayamos al pueblo más cercano y llamemos pidiendo ayuda— dijo Yelena.
Así lo hicieron enseguida todos subieron a su camioneta y se dirigieron al pueblo más cercano para iniciar la búsqueda de Lizbeth, luego de minutos lograron pedir la ayuda de los guardabosques a quien rápidamente le habían explicado la forma en que su amiga había desaparecido.
Luego de pedir asistencia para encontrar a Liz el oficial les pidió más información sobre ella, también pistas para localizarla más velozmente.
—¿Y los familiares de la jovencita ya saben de su desaparición?— les preguntó el oficial.
—Mmm no aún no se lo hemos dicho— respondió Katherina.
—Aquí está el teléfono para que la notifique creo que le gustará saberlo— les ordenó el oficial.
Juntos decidieron que Hanz le diría pues era quien estaba sobrellevando mejor la situación, al llamarla la madre de Liz respondió el teléfono muy rápido.
—Aló, ¿Quién habla?— dijo tranquila la señora Franka.
—Ho hola se ssseñora Franka sss soy Haaanzel el amigo de Liz— habló con la mayor claridad que podía.
—¿Qué ha pasado? ¿Liz está bien, verdad?— asustada comenzó a preguntar.
—Sse seseñora— tartamudeo y continuo lo más calmado que pudo y se decidió a decirlo de una vez —Lo lamento mucho pero Liz desapareció anoche y no tenemos ni idea de lo que ha pasado con ella— terminó de decir con un nudo en la garganta.
Entonces el oficial tomó el teléfono y habló con la mujer que lloraba desesperada del otro lado de la línea.
—Buen día señora estamos ya en la búsqueda de su hija si gusta puede venir a la estación y le informaremos de todo, pero no quiero mentirle y darle falsas esperanzas sobre el éxito de la misión. Así que mejor usted mantenga eso en mente que cabe la posibilidad de que hallemos sólo su cuerpo— fría y directamente le soltó la noticia.
Entonces Franka se desplomó por la noticia lloraba sin consuelo, sentía que había perdido a su amada hija.
—No creo que ese lobo la devoré, no ella no puede mor— Katherina no pudo terminar la frase y comenzó a llorar.
Franka y las jovencitas lloraban al mismo tiempo con el corazón hecho pedazos, ahora habían perdido a su amada Liz y quizá para siempre y sin poder hacer nada lloraron hasta que no pudieron más.
*Mientras tanto en la mina:
Lukyan y ella seguían platicando sobre la situación.
—¿Pero estás seguro de que soy yo?— insistió ella.
—Sí estoy seguro, como no lo sé exactamente y tampoco sé explicar la sensación Lizbeth es cosa de lobos supongo— respondió sin dar detalles.
—Entonces, ¿Quieres jugar conmigo antes de matarme? ¿No?— le dijo sería.
—¡Jajaja! ¿Qué? No— contestó burlándose por el comentario —Además eso rompería las reglas que por generaciones mi familia ha mantenido— le explicó.
—¿Reglas, Por qué tu familia tiene reglas?— insistió en el tema.
—O bueno esa es una historia algo larga, para resumir hace muchos años mis antepasados hicieron la promesa de que sus descendientes vivirían en armonía respetando el territorio, costumbres y la vida de los humanos a cambio de que se nos dejara en paz— respondió amable.
—¿Entonces eso quiere decir que no puedes lastimarme?— le dijo curiosa Liz.
—Exactamente no te comeré— respondió jugando.
Al escuchar eso Liz se sintió un poco más tranquila, pues aún cuando extrañamente sentía una inmensa familiaridad hacia él lobo y que su alma parecía estar en paz a su lado ella no podía dejar de tener miedo al gran lobo.
—¿Y por qué debería creerte?— le preguntó ella.
—Soy él futuro líder de mi familia no juro en vano y no rompería un tratado de años por una tontería así yo haría algo que valiera más la pena, como marcarte como de mi absoluta propiedad— volvió a hablar con tono serio pero seguía jugando.
—¿Qué?¿Cómo que marcarme como tuya?— dijo poniéndose de pie con fuerza y corrió alejándose.
—Espera no corras aún estás débil y lastimada— le decía mientras la seguía.
Entonces no pudo más y se desmayó del esfuerzo tan grande que acababa de hacer.
Lukyan reaccionó veloz y logró sostenerla para evitar el golpe de la caída. Sin saber qué más hacer sólo la llevó a su mansión, no esperaba que Liz se asustara así debía tener más cuidado con ella definitivamente se estaba comportando como un cachorro.
Al llegar a su mansión, ordenó a sus empleados que se le acomodará en la habitación de invitados ahí dejó a Liz descansar
Él no podía dejar de verla intentando reconocerla, le parecía haberla visto antes y todo en Liz era familiar. Su aroma que acababa de oler lo volvía loco como si fuera su olor favorito, su rostro bonito le parecía haberlo visto en fotos viejas, su voz dulce creía tenerla grabada en su mente llamándolo y busco en su cuello como si ahí debería estar su marca en cambio encontró un collar peculiar. No entendía pero no le importaba ahora la tenía con él y eso lo hacía sentir feliz, ella lograba hacerlo sentir paz como nadie más. Al despertar al ver a su lado al lobo intentó volver a ponerse de pie. —No hace falta huir pequeña te prometo que estás segura conmigo, descansa o sí quieres tu ropa ya está aquí podrías vestirte si así lo deseas— habló con voz baja para no asustarla él sabía que en ocasiones podía sonar muy dominante. —Si me gustaría vestirme ¿Me darías mi ropa, por favor?— le respondió tímidamente. Él tomó las prendas, las acomodó y las dejó a su lado, ella lo miró llena de
Terminando de platicar con la señora Ivanna se quedó pensando triste, por alguna razón que no comprendía la noticia sobre Lizbeth lo había dejado preocupado. Sin saber que hacer decidió no decirle nada de lo que habló con su chamán y fue a buscarla, ahora sentía más la necesidad de estar con ella. —¿Cuándo me llevarás de regreso?— pregunto sería. —Cuando te hayas recuperado— le respondió. —Aaasi claro tienes razón— hablo desanimada. La idea de no marcharse no le emocionaba pero tampoco sufría por estar con él, ella le pasaba algo extraño su alma parecía querer estar junto a Lukyan. Lukyan recibió la llamada de Nikolai pidiéndole ayuda para realizar asuntos de la empresa de sus familias, así que tenía que dejar a Lizbeth a cargo de la señora Ivanna y los empleados de la mansión que son lobos de su manada. —Pide cualquier cosa que quieras o necesitas— le dijo poniéndose de pie. —Si está bien ¿A dónde vas?— le pregunto preocupada. —No te vayas, quédate descansando, tengo que se
Durante la cena Nikolai comenzó a hablar con Lizbeth, le contaba anécdotas de la infancia de Lukyan hasta que él se enojó. —Bueno cambiando de tema, ¿A qué familia pertenece señorita?— curioso preguntó el apellido de Lizbeth. —Mi apellido es Tremblay— respondió sin comprender la importancia. —¡¿Qué es humana?!— habló sorprendido al no reconocer ese apellido como algún clan mágico. —¿Eh?— confundida. —Quise decir que es extranjera— intentando disimular —Es que su forma de hablar Ruso parece muy natural— agregó sincero. —Bueno en realidad soy mestiza pues mi madre sí es nativa pero mi padre es Canadiense, nací aquí pero llevó el apellido de él— le explicó —Crecí en Canadá y sólo visitaba a mis abuelos una o dos veces al año, pero hace poco vine para quedarme a vivir aquí— agregó algo desanimada al recordar a su familia. —No quería ser grosero, disculpe mi indiscreción señorita— todavía sorprendido. Nikolai miró a su amigo molesto pues no le comentó nada acerca de ese detalle, los
Al llegar la hora de dormir Lukyan la guío a Lizbeth a la habitación principal de la mansión, él planeaba pasar la noche juntos quizá si las cosas se daban podría marcarla, la presión por la pronta separación lo estaba desesperando. —¿En qué habitación dormiré?— preguntó inocentemente Liz. —Aquí mismo— respondió mientras se desvestía. —¡¿Quieres que pasemos la noche juntos?!— sonrojada se cubrió la cara Ante la timidez de Liz el Alfa siguió insistiendo, él realmente desea que ella sea su mujer y quería que nadie pueda interponerse. —Tomaré un baño antes de dormir— se dirigió a ella —Ven un baño te ayudará a relajarte— le comenzó a desabrochar los botones. —¡¿Qué?!— se alarmó —No puedo tomar un baño contigo— le detuvo sus manos con las de ella. —Ya te he bañado antes Kroshka, tendré el mismo cuidado— le terminó de quitar el abrigo ligero. —Pero es diferente, ahora puedo hacerlo yo sóla— se aferró al vestido. —Aún estás herida así que te ayudaré— sujetó su cintura y bajó el cie
Gracias a la pastilla Lizbeth pudo dormir profundamente, pero en lugar de un sueño normal vio recuerdos vagos y confusos de sus vidas pasadas como si de una película se tratará. *En los sueños de Lizbeth: Estaba tranquila en el bosque recolectando frutos, cuando fue rodeada por varios lobos que la amenazaban gruñendo y ladrando. Con cuidado pero sin miedo se ponía de pie y intentaba caminar pero antes de poder hacerlo el líder de los lobos intervenía, él lobo blanco se acercaba a ella olfateando y examinando su cuerpo. Se agachaba para ver los ojos del lobo y notó que eran idénticos a los de Lukyan, al verse reflejada en esos ojos que la veían con alivió y amor ella también sintió mucha nostalgia y la necesidad de quedarse con él. —No pensaba huir Rurik— le habló al lobo esperando que él la entendiera. Él lobo parecía haber comprendido y le ladró a sus acompañantes, al parecer les ordenó dejarlos solos y los demás lobos obedecieron. Ella lo abrazó con fuerza y frotaba su pelaje
Lizbeth tomó la píldora y espero el desayuno que le traería Ivanna, mientras tanto pudo notar que Lukyan la observaba desde la puerta pero no entraba ni le hablaba él no quería molestarla. Reflexionó las palabras de la señora Ivanna pensando en que ella tenía razón, después de todo aunque Lukyan aparenta ser un hombre normal no deja de ser un hombre lobo y sus instintos lo dominan. Mientras más lo pensaba más notaba comportamientos caninos de Lukyan, como que le encante que le acaricie el cabello y detrás de las orejas, esa manía de estar casi encima de ella y lo feliz que es cuando lo alimenta en la boca. Era más que obvio que también tendría hábitos salvajes, como cualquier otro lobo y era parte de sus enormes diferencias entre ambos. Después de desayunar el efecto del medicamento le provoca sueño y se volvió a quedar dormida, mientras que en la mansión un lobo arrepentido caminaba desesperado de un lado a otro. Lukyan estaba muy seguro de que su lobo reclamaba a Lizbeth como par
Se quedó inmerso en sus pensamientos hasta que Liz le habló. —¿Qué ha pasado?— angustiada tomó su mano. —Nada, sólo asuntos del trabajo— respondió mirando sus manos juntas, ahora quería que esa pequeña mano llevará el anillo de su Clan. —Ah claro ¿Tienes problemas con tu trabajo?— siguió la charla. —Mi familia espera que cumpla con muchas reglas— le explicó sin darle importancia. —Aaah ¿Y las tienes que seguir por el bien de tu familia?— le dijo curiosa. —En realidad no es muy complicado, pero es para mantener el poder de la familia— respondió sin darle detalles —¿Qué negocio tiene tu familia?— preguntó y continúo comiendo. —A la industria de los diamantes, sólo eso— contestó y regresó la pregunta —¿Y tú qué harás luego de titularte?— siguió desayunando. —Mmm, mi sueño es poder trabajar como diseñadora de mi marca exclusiva— muy emocionada. Para Liz resultaba muy sencillo y cómodo hablar con él, se sentía cada vez más segura con Lukyan. Algo en su interior presentía que él lo
Ágilmente escapaba de los dos lobos pero Vitali se quedó atrás él venía armado, se había preparado para cruzar el territorio de los Volkov con escopeta con municiones especiales para matar a Lukyan en caso de necesitar ayuda. Sus compañeros no dudaron y enseguida se dispusieron a atacar para derribarlo, Vitali abrió fuego sin intención de matarlo le disparó un dardo con un fuerte tranquilizante. El Alfa alcanzó a escuchar la detonación y reaccionó quitando a Lizbeth, pero su reacción no fue suficiente para evitar ser atravesado por el tranquilizante que dio justo en su pata trasera. A diferencia de lo que los Kazakov pensaron que pasaría Lukyan no calló dormido, más bien parecía solo haber enfurecido y ahora estaba tras de ellos. El par de hombres lobo veían como se acercaban a toda velocidad y Vitali abrió fuego una vez más, pero esta vez apuntó con una bala especial que estaba seguro dañaría al lobo albino que no alcanzó más que a rozar su pata. Lukyan sintió el dolor y se perca