Lizbeth tomó la píldora y espero el desayuno que le traería Ivanna, mientras tanto pudo notar que Lukyan la observaba desde la puerta pero no entraba ni le hablaba él no quería molestarla. Reflexionó las palabras de la señora Ivanna pensando en que ella tenía razón, después de todo aunque Lukyan aparenta ser un hombre normal no deja de ser un hombre lobo y sus instintos lo dominan. Mientras más lo pensaba más notaba comportamientos caninos de Lukyan, como que le encante que le acaricie el cabello y detrás de las orejas, esa manía de estar casi encima de ella y lo feliz que es cuando lo alimenta en la boca. Era más que obvio que también tendría hábitos salvajes, como cualquier otro lobo y era parte de sus enormes diferencias entre ambos. Después de desayunar el efecto del medicamento le provoca sueño y se volvió a quedar dormida, mientras que en la mansión un lobo arrepentido caminaba desesperado de un lado a otro. Lukyan estaba muy seguro de que su lobo reclamaba a Lizbeth como par
Se quedó inmerso en sus pensamientos hasta que Liz le habló. —¿Qué ha pasado?— angustiada tomó su mano. —Nada, sólo asuntos del trabajo— respondió mirando sus manos juntas, ahora quería que esa pequeña mano llevará el anillo de su Clan. —Ah claro ¿Tienes problemas con tu trabajo?— siguió la charla. —Mi familia espera que cumpla con muchas reglas— le explicó sin darle importancia. —Aaah ¿Y las tienes que seguir por el bien de tu familia?— le dijo curiosa. —En realidad no es muy complicado, pero es para mantener el poder de la familia— respondió sin darle detalles —¿Qué negocio tiene tu familia?— preguntó y continúo comiendo. —A la industria de los diamantes, sólo eso— contestó y regresó la pregunta —¿Y tú qué harás luego de titularte?— siguió desayunando. —Mmm, mi sueño es poder trabajar como diseñadora de mi marca exclusiva— muy emocionada. Para Liz resultaba muy sencillo y cómodo hablar con él, se sentía cada vez más segura con Lukyan. Algo en su interior presentía que él lo
Ágilmente escapaba de los dos lobos pero Vitali se quedó atrás él venía armado, se había preparado para cruzar el territorio de los Volkov con escopeta con municiones especiales para matar a Lukyan en caso de necesitar ayuda. Sus compañeros no dudaron y enseguida se dispusieron a atacar para derribarlo, Vitali abrió fuego sin intención de matarlo le disparó un dardo con un fuerte tranquilizante. El Alfa alcanzó a escuchar la detonación y reaccionó quitando a Lizbeth, pero su reacción no fue suficiente para evitar ser atravesado por el tranquilizante que dio justo en su pata trasera. A diferencia de lo que los Kazakov pensaron que pasaría Lukyan no calló dormido, más bien parecía solo haber enfurecido y ahora estaba tras de ellos. El par de hombres lobo veían como se acercaban a toda velocidad y Vitali abrió fuego una vez más, pero esta vez apuntó con una bala especial que estaba seguro dañaría al lobo albino que no alcanzó más que a rozar su pata. Lukyan sintió el dolor y se perca
Al llegar al hospital Lukyan fue puesto en el área de terapia intensiva, donde el paso es restringido así que Lizbeth esperaba en una pequeña sala información sobre él. La familia Volkov llegó y de inmediato notó la presencia de Liz, no disimulan su sorpresa ni desagrado por ella. —¿Usted quién es señorita?— le habló muy formal Demián. —Sss soy Li Liliizbeth, ssoooy la laaa— pensaba que decir. —Déjeme adivinar quién, es la mujer que ha estado entreteniendo a mi nieto— le dijo descortés. Ese comentario la había hecho sentir mal, como si ella fuera una mala mujer para Lukyan. —Soy la novia de Lukyan— mintió para que no la separarán de él. Miró cómo llegaron más personas a verlo, todos parecían ser de su familia, pero todos evitaron hablar con ella y la veían con desagrado. —¿Se piensa quedar aquí?— le dijo una jovencita que parecía de su edad. —Sí, quiero ver qué Lukyan está bien— contestó ella apenada. No podía decirle que ni siquiera sabía que hacer, no tenía a dónde ir pero
Tomados de la mano y dormidos pasaron la noche hasta qué los sueños de Lukyan lo hicieron entrar en shock, Lizbeth despertó al escuchar a las máquinas del hospital sonar alarmas avisando sobre el delicado estado del Alfa. Lizbeth corrió a pedir ayuda y enseguida Zinov acudió a ayudar a su sobrino, le dieron sedantes más fuertes para que pudiera soportar el dolor. Lo que ellos no sabían es que el dolor de Lukyan no es físico, él está sufriendo por sus pesadillas. Las memorias de sus vidas pasadas lo estaban torturando, pues en cada vida siempre perdía a su amada sin importar lo que hiciera ella moría jóven. Pudo recordar las muertes más horribles, las más tristes, las más inesperadas y las veces que él fue inútil al intentar salvarla. Cada vez le resultaba más difícil soportar el dolor, mientras que Lizbeth vuelve a nacer sin recuerdos de sus vidas pasadas él sí puede recordarla. Cuando era niño solía tener muchas pesadillas hasta que su abuelo le pidió a la señora Ivanna que lo ay
Él recibió el abrazo con un sentimiento extraño, le gustaría tenerla entre sus brazos la vida entera pero eso no estaría bien. —Por fin estás conmigo, te tardaste Lukyan— habló susurrando. —Disculpa la tardanza Liz, no volverá a pasar lo prometo— contestó dulcemente besando su mejilla. —Tengo que decirles a todos que ya despertaste— dijo Liz tratando de soltarlo. —No quédate aquí conmigo un momento más y dame otro beso Kroshka— la detuvo de la mano. Se mantuvieron juntos unos minutos más hasta que una enfermera entró a la habitación para aplicarle más medicina a Lukyan, la enfermera luego informó al doctor Zinov y a sus familiares. Todos entraron a la habitación y felizmente vieron como Lukyan estaba recuperado. Él abuelo pidió quedarse a solas con él y todos se lo permitieron, así Liz descansó luego de días de no dormir bien por fin lo haría. —¿Porqué lo hiciste Lukyan?— muy molesto —Liz me dijo que todo pasó en el bosque y que tú eras un lobo, sabes que es muy peligroso most
Mientras tanto Lizbeth había decidido ir a tomar una siesta en una de las camillas del hospital, estaba tan cansada que cayó en un profundo sueño. ***En los sueños de Lizbeth: La cercanía con Lukyan hace más vividos sus recuerdos. Estaba de pie enfrente de una cama especialmente preparada para ella, se sentía algo asustada porque sabía que él vendría por ella. Escuchó pasos acercándose y decidió no mirar, se quedó dando la espalda a la puerta esperando lo peor. —Mmm, hueles muy bien— olfateando detrás de su oreja. Ella se estremeció y no podía ni hablar al sentir la respiración del lobo, estaba resignada pues la habían entregado como sacrificio para el feroz hombre lobo. —¿No hablarás?— le susurro al oído. Solamente cerró sus ojos y apretó los labios por alguna razón el contacto con ese hombre no le desagrada, le parecía familiar su voz y a diferencia de lo que creía él no estaba siendo agresivo. —No te comeré, así que no tienes nada que temer— le dijo mientras la comenzó a be
Cuando Lukyan fue hospitalizado su familia entera se preocupó por él, ahora que está de regreso en casa lo recibirán todos con un festín en casa. —¡Buenos días a todos!— saludaban alegres los lobos más pequeños. —Buen día, siéntense y comportense que hay visitas niños— les ordenó su hermana mayor Irisha. —¡Si!— contestaron juntos obedeciendo. Al ver qué su hermano mayor ya estaba en casa se alegraron mucho y fueron directamente hacia él, se lanzaron hacia sus brazos y llenos de felicidad por tener a Lukyan sano y salvo en casa. —¡Hermano!— abrazándolo —Te extrañamos mucho— casi llorando le decían los 3. Lukyan sólo recibió el abrazo y sonrió, les acariciaba sus cabellos hasta que estuvieran tranquilos. —Hermanitos vengan a presentarse con nuestra visita— les indico Lukyan y los 3 lobitos acataron sin rechistar —Ella es… mi— titubeó al no saber cómo presentarla. —Hola me llamó Liz un gusto— completo ella sonriendo. —Yo soy Yeva, ella es Kira y él es Shura somos los trillizos de