Mientras tanto Lizbeth había decidido ir a tomar una siesta en una de las camillas del hospital, estaba tan cansada que cayó en un profundo sueño. ***En los sueños de Lizbeth: La cercanía con Lukyan hace más vividos sus recuerdos. Estaba de pie enfrente de una cama especialmente preparada para ella, se sentía algo asustada porque sabía que él vendría por ella. Escuchó pasos acercándose y decidió no mirar, se quedó dando la espalda a la puerta esperando lo peor. —Mmm, hueles muy bien— olfateando detrás de su oreja. Ella se estremeció y no podía ni hablar al sentir la respiración del lobo, estaba resignada pues la habían entregado como sacrificio para el feroz hombre lobo. —¿No hablarás?— le susurro al oído. Solamente cerró sus ojos y apretó los labios por alguna razón el contacto con ese hombre no le desagrada, le parecía familiar su voz y a diferencia de lo que creía él no estaba siendo agresivo. —No te comeré, así que no tienes nada que temer— le dijo mientras la comenzó a be
Cuando Lukyan fue hospitalizado su familia entera se preocupó por él, ahora que está de regreso en casa lo recibirán todos con un festín en casa. —¡Buenos días a todos!— saludaban alegres los lobos más pequeños. —Buen día, siéntense y comportense que hay visitas niños— les ordenó su hermana mayor Irisha. —¡Si!— contestaron juntos obedeciendo. Al ver qué su hermano mayor ya estaba en casa se alegraron mucho y fueron directamente hacia él, se lanzaron hacia sus brazos y llenos de felicidad por tener a Lukyan sano y salvo en casa. —¡Hermano!— abrazándolo —Te extrañamos mucho— casi llorando le decían los 3. Lukyan sólo recibió el abrazo y sonrió, les acariciaba sus cabellos hasta que estuvieran tranquilos. —Hermanitos vengan a presentarse con nuestra visita— les indico Lukyan y los 3 lobitos acataron sin rechistar —Ella es… mi— titubeó al no saber cómo presentarla. —Hola me llamó Liz un gusto— completo ella sonriendo. —Yo soy Yeva, ella es Kira y él es Shura somos los trillizos de
Durante los días en los que Lizbeth había estado perdida su madre y abuela habían dado con el paradero de Yaba, por fin habían llegado al lugar y esperaban contar con su ayuda para encontrar a Lizbeth. Al anochecer trataría de llamar su atención haciendo un ritual mágico característico de su familia, para que Yaba se presentará ante ellas. Todo estaba listo para y comenzaron dibujando con sal la marca de su Clan, se colocaron en el centro y se tomaron de las manos concentrando su poder. Franka corto su mano dejando caer unas gotas de sangre para activar el hechizo de investigación, la sal en el piso comenzó a quemarse, las llamas magicas eran de color azúl y las marcas en sus frentes se hicieron visibles delantando su magia. De la nada una cabaña vieja y con una especie de patas a los costados hizo presencia, al llegar al lugar la cabaña se quedó quieta y apareció una puerta de la cual se asomo una mujer muy anciana. La madre de Lizbeth siguió avanzando hasta llegar enfrente de la
La respiración de los dos se aceleró, sólo se separaban un poco para tomar aire, por instinto Lukyan terminó de destrozar la ropa de Liz para acariciar la tersa piel desnuda de su mujer, a quien le encantó el tacto de las manos de su macho sobre su casta anatomía y no podía ocultarlo. Liz no podía abrir sus ojos estaba muy avergonzada de disfrutar de que él la esté tocando y besando de esa manera, Lukyan miró lo sonrojada que estaba sonrió satisfecho y unió otra vez sus labios para continuar gozando de tenerla para él sólo. Entre más se besaban y más piel recorría el lobo con sus manos el calor en la fuente aumentaba, ella se estaba dejando llevar por lo bien que él la hacía sentir. Él parecía saber bien como hacer que ella disfrutará pues le provocaba sensaciones que de algún modo ya había sentido, así que no le costaba hacerla perderse en el placer y los instintos de ambos se iban descontrolando y las ganas de reclamarse el uno al otro como pareja eran más insoportables. Solo bas
En el instante en que él clavó sus dientes en la piel de su cuello, Lizbeth sintió como si una corriente eléctrica recorriera todo su cuerpo desde la cabeza hasta los pies, provocando a su paso una mezcla extraña de sensaciones y recuerdos que compartía con Lukyan de todas sus vidas anteriores. Aún no entendía bien el lazo pero la hacía sentir feliz, eso la hizo sentir el amor que sentían ambos y la unión tan especial que comparten. La marca le daba la sensación de ser protegida por él, estar unidos como pareja con algo que sólo ellos pueden compartir le encanta y con la unión carnal se sentía amada y deseada por él no podía estar más tranquila y plena. Podía entender lo que Lukyan le había advertido pues la mordida le dolía bastante, pero al mismo tiempo había provocado placer y una satisfacción muy agradable. Como si ella también necesitará ser marcada para poder estar completa y sentirse en paz, el sentimiento era tal que terminó sonriendo y se dejó caer suavemente en los brazos
Igor se sorprendió gratamente por la noticia y les continúo charlando con sus primos. —¿Tan pronto la eligió?, esa mujer debe ser especial— dijo aligerando el ambiente. —Debe serlo incluso mi abuelo ya aceptó el compromiso— habló Yuri que caminaba apresurado. —¿A todo esto que hacen ustedes aquí?— le preguntó Irisha a Igor. —Fuimos llamados por Nikolai según él Lukyan nos necesitaba— le respondió rápido. —¿Igor si huele como a Lukyan verdad?— cuestionó Yuri siguiendo el ligero rastro. —Si ese es su aroma, snif snif viene de esa dirección— respondió apuntando hacia las montañas. Se dirigíeron a toda velocidad al lugar, temían que les hubiera ocurrido algo malo y por eso no hubieran regresado. No hace mucho sus rivales los Kazakov habían estado rondando su territorio, debían tener mucho cuidado. *Por otra parte del bosque: El grupo de Franka, Akim y Natasha no encontraban ni el mínimo rastro, llevaban horas y los primeros rayos del sol comenzaron a iluminar el bosque. —¡Liiiiiz
En la mansión Volkov estaban Viktoria y Franka ansiosas por ver a Lizbeth, ella aún no regresaba y eso las impacientaba aún más. Después de unos minutos más vieron llegar a Lukyan con Liz en sus brazos y eso las alarmó, Franka corrio hacia ella para verla quería saber que ella estaba realmente bien. —¡Liz hija mía por fin estás aquí!— la abrazó apartándose lejos del Alfa. Ella se quedó mirando sin saber que hacer pues si quería volver con su madre, pero no quería dejarlo, no quería estar lejos de él y ya se había entregado a Lukyan. —Mamá yo, yo no puedo mamá— decía entre sollozos. —No pasa nada hija ya estás aquí— la consolaba. Se quedó entre los brazos de su madre intentando pensar como le explicaría, sin saber que hacer o que decir lloró pues extrañaba a su madre y ahora debía despedirse de ella. Cuando Lukyan vió a esa mujer consolando a su amada entendió que era su madre, no podía negarse a dejarla estar con su familia así que se quedó solo mirando sin decir nada, luchando
Al llegar con su amigo los 3 platicaron emocionados y celebraron el compromiso de Lukyan, ellos son los líderes de sus respectivos clanes y ser amigos los vuelve una unión poderosa. Después de horas tenían todo planeado para partir inmediatamente y se despidieron, al regresar a su mansión fue a la habitación con Lizbeth y la encontró despierta y feliz hablando con su madre. —¿Ya estás mejor, Kroshka?— le habló cariñosamente y le dio un beso. —Sí Lukyan, mira ella es mi madre Franka— avergonzada la presentó. —Un gusto señora, yo soy Lukyan Volkov. Disculpe no haberme presentado debidamente antes— extendió su mano. —Un gusto conocerte— estrecho su mano —Mi hija parece muy feliz de haberse perdido contigo— le dijo para avergonzar a su hija. —Ella es mi abuela Viktoria— la presentó para evitar que la siguieran avergonzando. —Señora un gusto conocerla, mil disculpas por la forma tan extraña de conocernos— la salido de mano. La señora Viktoria sólo tomó su mano por cortesía pero lo