Durante la cena Nikolai comenzó a hablar con Lizbeth, le contaba anécdotas de la infancia de Lukyan hasta que él se enojó. —Bueno cambiando de tema, ¿A qué familia pertenece señorita?— curioso preguntó el apellido de Lizbeth. —Mi apellido es Tremblay— respondió sin comprender la importancia. —¡¿Qué es humana?!— habló sorprendido al no reconocer ese apellido como algún clan mágico. —¿Eh?— confundida. —Quise decir que es extranjera— intentando disimular —Es que su forma de hablar Ruso parece muy natural— agregó sincero. —Bueno en realidad soy mestiza pues mi madre sí es nativa pero mi padre es Canadiense, nací aquí pero llevó el apellido de él— le explicó —Crecí en Canadá y sólo visitaba a mis abuelos una o dos veces al año, pero hace poco vine para quedarme a vivir aquí— agregó algo desanimada al recordar a su familia. —No quería ser grosero, disculpe mi indiscreción señorita— todavía sorprendido. Nikolai miró a su amigo molesto pues no le comentó nada acerca de ese detalle, los
Al llegar la hora de dormir Lukyan la guío a Lizbeth a la habitación principal de la mansión, él planeaba pasar la noche juntos quizá si las cosas se daban podría marcarla, la presión por la pronta separación lo estaba desesperando. —¿En qué habitación dormiré?— preguntó inocentemente Liz. —Aquí mismo— respondió mientras se desvestía. —¡¿Quieres que pasemos la noche juntos?!— sonrojada se cubrió la cara Ante la timidez de Liz el Alfa siguió insistiendo, él realmente desea que ella sea su mujer y quería que nadie pueda interponerse. —Tomaré un baño antes de dormir— se dirigió a ella —Ven un baño te ayudará a relajarte— le comenzó a desabrochar los botones. —¡¿Qué?!— se alarmó —No puedo tomar un baño contigo— le detuvo sus manos con las de ella. —Ya te he bañado antes Kroshka, tendré el mismo cuidado— le terminó de quitar el abrigo ligero. —Pero es diferente, ahora puedo hacerlo yo sóla— se aferró al vestido. —Aún estás herida así que te ayudaré— sujetó su cintura y bajó el cie
Gracias a la pastilla Lizbeth pudo dormir profundamente, pero en lugar de un sueño normal vio recuerdos vagos y confusos de sus vidas pasadas como si de una película se tratará. *En los sueños de Lizbeth: Estaba tranquila en el bosque recolectando frutos, cuando fue rodeada por varios lobos que la amenazaban gruñendo y ladrando. Con cuidado pero sin miedo se ponía de pie y intentaba caminar pero antes de poder hacerlo el líder de los lobos intervenía, él lobo blanco se acercaba a ella olfateando y examinando su cuerpo. Se agachaba para ver los ojos del lobo y notó que eran idénticos a los de Lukyan, al verse reflejada en esos ojos que la veían con alivió y amor ella también sintió mucha nostalgia y la necesidad de quedarse con él. —No pensaba huir Rurik— le habló al lobo esperando que él la entendiera. Él lobo parecía haber comprendido y le ladró a sus acompañantes, al parecer les ordenó dejarlos solos y los demás lobos obedecieron. Ella lo abrazó con fuerza y frotaba su pelaje
Lizbeth tomó la píldora y espero el desayuno que le traería Ivanna, mientras tanto pudo notar que Lukyan la observaba desde la puerta pero no entraba ni le hablaba él no quería molestarla. Reflexionó las palabras de la señora Ivanna pensando en que ella tenía razón, después de todo aunque Lukyan aparenta ser un hombre normal no deja de ser un hombre lobo y sus instintos lo dominan. Mientras más lo pensaba más notaba comportamientos caninos de Lukyan, como que le encante que le acaricie el cabello y detrás de las orejas, esa manía de estar casi encima de ella y lo feliz que es cuando lo alimenta en la boca. Era más que obvio que también tendría hábitos salvajes, como cualquier otro lobo y era parte de sus enormes diferencias entre ambos. Después de desayunar el efecto del medicamento le provoca sueño y se volvió a quedar dormida, mientras que en la mansión un lobo arrepentido caminaba desesperado de un lado a otro. Lukyan estaba muy seguro de que su lobo reclamaba a Lizbeth como par
Se quedó inmerso en sus pensamientos hasta que Liz le habló. —¿Qué ha pasado?— angustiada tomó su mano. —Nada, sólo asuntos del trabajo— respondió mirando sus manos juntas, ahora quería que esa pequeña mano llevará el anillo de su Clan. —Ah claro ¿Tienes problemas con tu trabajo?— siguió la charla. —Mi familia espera que cumpla con muchas reglas— le explicó sin darle importancia. —Aaah ¿Y las tienes que seguir por el bien de tu familia?— le dijo curiosa. —En realidad no es muy complicado, pero es para mantener el poder de la familia— respondió sin darle detalles —¿Qué negocio tiene tu familia?— preguntó y continúo comiendo. —A la industria de los diamantes, sólo eso— contestó y regresó la pregunta —¿Y tú qué harás luego de titularte?— siguió desayunando. —Mmm, mi sueño es poder trabajar como diseñadora de mi marca exclusiva— muy emocionada. Para Liz resultaba muy sencillo y cómodo hablar con él, se sentía cada vez más segura con Lukyan. Algo en su interior presentía que él lo
Ágilmente escapaba de los dos lobos pero Vitali se quedó atrás él venía armado, se había preparado para cruzar el territorio de los Volkov con escopeta con municiones especiales para matar a Lukyan en caso de necesitar ayuda. Sus compañeros no dudaron y enseguida se dispusieron a atacar para derribarlo, Vitali abrió fuego sin intención de matarlo le disparó un dardo con un fuerte tranquilizante. El Alfa alcanzó a escuchar la detonación y reaccionó quitando a Lizbeth, pero su reacción no fue suficiente para evitar ser atravesado por el tranquilizante que dio justo en su pata trasera. A diferencia de lo que los Kazakov pensaron que pasaría Lukyan no calló dormido, más bien parecía solo haber enfurecido y ahora estaba tras de ellos. El par de hombres lobo veían como se acercaban a toda velocidad y Vitali abrió fuego una vez más, pero esta vez apuntó con una bala especial que estaba seguro dañaría al lobo albino que no alcanzó más que a rozar su pata. Lukyan sintió el dolor y se perca
Al llegar al hospital Lukyan fue puesto en el área de terapia intensiva, donde el paso es restringido así que Lizbeth esperaba en una pequeña sala información sobre él. La familia Volkov llegó y de inmediato notó la presencia de Liz, no disimulan su sorpresa ni desagrado por ella. —¿Usted quién es señorita?— le habló muy formal Demián. —Sss soy Li Liliizbeth, ssoooy la laaa— pensaba que decir. —Déjeme adivinar quién, es la mujer que ha estado entreteniendo a mi nieto— le dijo descortés. Ese comentario la había hecho sentir mal, como si ella fuera una mala mujer para Lukyan. —Soy la novia de Lukyan— mintió para que no la separarán de él. Miró cómo llegaron más personas a verlo, todos parecían ser de su familia, pero todos evitaron hablar con ella y la veían con desagrado. —¿Se piensa quedar aquí?— le dijo una jovencita que parecía de su edad. —Sí, quiero ver qué Lukyan está bien— contestó ella apenada. No podía decirle que ni siquiera sabía que hacer, no tenía a dónde ir pero
Tomados de la mano y dormidos pasaron la noche hasta qué los sueños de Lukyan lo hicieron entrar en shock, Lizbeth despertó al escuchar a las máquinas del hospital sonar alarmas avisando sobre el delicado estado del Alfa. Lizbeth corrió a pedir ayuda y enseguida Zinov acudió a ayudar a su sobrino, le dieron sedantes más fuertes para que pudiera soportar el dolor. Lo que ellos no sabían es que el dolor de Lukyan no es físico, él está sufriendo por sus pesadillas. Las memorias de sus vidas pasadas lo estaban torturando, pues en cada vida siempre perdía a su amada sin importar lo que hiciera ella moría jóven. Pudo recordar las muertes más horribles, las más tristes, las más inesperadas y las veces que él fue inútil al intentar salvarla. Cada vez le resultaba más difícil soportar el dolor, mientras que Lizbeth vuelve a nacer sin recuerdos de sus vidas pasadas él sí puede recordarla. Cuando era niño solía tener muchas pesadillas hasta que su abuelo le pidió a la señora Ivanna que lo ay