“La muerte es dulce; pero su antesala, cruel.”Camilo José CelaCuando el Dr.Trembley salió de la sala de quimioterapia, llevó a Arthur hasta su oficina. Necesitaba ponerlo al tanto de la situación real de Julia.—¿Cómo está ella, doctor?—Realmente es una mujer muy fuerte, ha resistido la cuarta terapia que le hemos aplicado ya. Sin embargo, debo serle muy sincero. El nivel del cáncer está algo avanzado, a pesar de ello, tenemos la opción de desistir o intentar salvarla. Creo que todos estamos de acuerdo en ello, imagino.—Sí, por supuesto. Ahora lo único importante es que Julia salga de esta situación tan difícil para ella.—Si desea, puede pasar a verla. Creo que necesita todo su apoyo emocional. En minutos la llevarán a su habitación.—Gracias doctor —Arthur se levanta, estrecha la mano del hombre y sale de la oficina.Aunque trató de parecer fuerte, no podía negar lo mal que se sentía al saber que Julia estaba a punto de morir. Caminaba de un lado a otro de la sala de espera. Pen
"Nada puede estar oculto durante mucho tiempo, menos si se trata del amor"AnónimoCuando Anna supo que Arthur había hablado con Elvira, se sintió algo decepcionado. Ella había estado esperando toda la noche su llamada. Debía contarle lo ocurrido entre Felipe y Fred, ya que a pesar de evitar que ambos hermanos se agredieran físicamente, ella estaba preocupada porque aquel problema no trascendiera.Luego que Felipe fue hasta la habitación donde Adaline estaba, ella fue para conversar con la chica.—Felipe por favor, me das unos minutos para hablar con Adaline. —le pide amablemente Anna.Felipe a pesar de lo ocurrido, sabía que Anna era su amiga, por lo que confío en ella y regresó a su habitación.—Regreso en un momento mi amor. —se levantó de la cama y salió del cuarto.Anna estaba indignada por el comportamiento de Adaline, ella había notado el interés de la afolescente por Frederick. No estaba dispuesta a aplaudir lo que había hecho, si era de quitarle la máscara de mosquita muerta
“Las personas ofenden antes a los que aman que a los que temen”MaquiaveloAnna escucha su nombre con insistencia detrás de ella.—Anna, detente por favor, aguarda un momento.Voltea y ve a Elvira corriendo para alcanzarla. Se detiene a esperarla. Elvira le pone la mano en el hombro, Anna se voltea de frente a ella y se refugia en los brazos de Elvira.Aquella extraña mujer, le brindaba un afecto especial.—No llores Anna. Debes calmarte hija, por Dios.—No entiende, Elvira. ¿Ahora que voy a hacer? Arthur no regresa aún y así regresara mañana mismo, yo no me sentiría bien aquí. Felipe no quiere verme más y Fred, se decepcionó pensando que estoy con su padre por interés, eso no va a ser fácil para Arthur. Él ama a sus hijos.—Pero también, te ama a ti. Y de verdad te pido perdón, creí que diciendo la verdad, ellos aceptarían que tenias que quedarte y fue peor. Por eso quiero ofrecerte me ayuda. —Anna asiente, se limpia las lágrimas y la escucha— A pocos minutos de esta urbanización, vi
“Cuando todo sea puedra, ¡tira la primera flor”Autor desconocidoAnna no logró dormir durante toda la noche, se sentía devastada con todo lo que había ocurrido. Como en un view máster, sus recuerdos pasan uno tras otro, su primer encuentro con Arthur, su primer beso, su primera vez, la discusión con Fred, su disculpa posterior, su sonrisa, la tarde en que escogieron la ropa para Felipe, las risas y miradas, su cuerpo semi desnudo aferrado al suyo y ahora su mirada de desprecio.Todo en tan corto tiempo, todo con absoluta rapidez. Cada día una emoción, cada instante se refleja en su mirada con un destello y brillo diferente. Finalmente se quedó dormida.Cuando amaneció, apenas llevaba un par de horas de haberse dormido, escuchó el agua cayendo en el lavabo, se giró para ver donde estaba, Elvira sale del baño.—Buen día, Anna. ¿Cómo amaneciste?—Buen día, la verdad dormí poco —se incorpora y bosteza.—Puedes seguir durmiendo, son apenas las 5:30 de la mañana.—No creo poder dormirme de
“Es difícil creer en la coincidencia, pero es aún más difícil creer en cualquier otra cosa.”John GreenAnna permaneció perpleja ante la imagen de Adolfo. ¿Cómo podía parecerse a su padre? Escucho los pasos regresando a la sala, se sentó para no parecer curiosa cuando apenas comenzaba a trabajar en aquel lugar.—Anna, vas a disculpar a Cloe, no creo que sea conveniente que hables con ella ahora. Está de muy mal genio.—No se preocupe. No hay apuro, ya tendré oportunidad de conversar con ella.—Gracias por ser tan comprensiva. —se sentó en el sillón que estaba frente a Anna.— ¿A qué te dedicas realmente querida? Creo que no eres profesora como tal o me equivoco.—No, la verdad no soy profesora, mas es algo que se me da bastante bien. Yo soy pianista, mi mayor sueño ser una gran concertista de piano.—¿De verdad te gusta el piano?—Sí, estuve por varios años en el Conservatorio Hoch.—Siempre me gustó la música y mi instrumento favorito era el piano, pero no tuve como estudiarlo, y como
“El pasado es un retrato de lo que fuimos y que solo existe sobre el lienzo desdibujado en el presente”A.K.MAnna despertó muy temprano, por lo que salió de su habitación y fue hasta la cocina para preparar café y dejar todo listo para cuando Edelmira despertase. Aunque no estaba allí para ello, Anna no se sentía cómoda, esperando por la aceptación de Cloe para poder trabajar. Además estaba de por medio, la confianza que Elvira había depositado en ella para sentirse comprometida y no dejar mal parada a la ama de llaves de los Venzon por su recomendación.Preparó el café, los brötchen con mermelada, huevo y queso. Edelmira despertó con el olor del café, bajó para ayudar a Anna.—Buen día querida.—Buen día, siéntese ya tengo listo el café. —Anna sirve la taza de café y coloca sobre el mesón de mármol— ¿Azúcar o edulcorante? —preguntó, mientras Edelmira le señala el recopiente cristalino con azúcar.—No tenías que ocuparte en esto. No te traje para que estés ocupada con cosas de la cas
“Siempre se paga demasiado. Sobre todo por las promesas. No existe promesa que sea una ganga.”Cormac McCarthy—Es mi trabajo como artista plástico. —comenta Edelmira a Anna, quien mira boquiabierta todos los cuadros que están a su alrededor.Anna se deleita visualmente con aquellos cuadros, para ella resultan toda una obra de arte. Mas, le llama poderosamente la atención uno en especial. Ella siente curiosidad por ver que contiene el cuadro cubierto con la tela blanca. Aún así, no quiere ser impertinente con su pregunta, por lo que continúa viendo el resto del trabajo de Edelmira.—Con todo esto, podría hacer una exposición, es un trabajo muy prolijo.—¿De verdad lo crees? —pregunta Edelmira, un tanto dudosa de su propio talento.—Claro, es maravilloso. ¿Quién es la niña de ese cuadro?Edelmira baja la mirada, Anna no habia querido que le mostrara el cuadro cubierto, y sin embargo, había cometido una impertinencia al preguntar por el rostro recurrente en sus cuadros.—Disculpe, no qu
"Y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y que por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo."AnónimoAl llegar a Frankfurt, Arthur le pidió a Elvira que prepárase la habitación de él para recibir a Julia. Había muchas cosas que asumir, una de ellas era que debían dormir juntos. A pesar de que habían sido amantes, en aquel entonces, él deseaba a Julia como mujer. Sólo que ahora, él amaba a Anna. No sé sentiría bien estando con ella, sin desearla.Al principio, quiso usar como excusa que dormirían separados mientras, ella se recupera. Pero Julia, no quiere estar lejos de él. Se niega a aceptar esa absurda idea y con un poco de astucia y manipulación, trata de convencerlo con algunas lágrimas.—No quiero estar lejos de ti, por ti estoy viva, para amarte y ser tu mujer, hasta que Dios me lleve junto a él. —lo abraza y se refugia en su pecho.—No digas eso, no te vas a morir. —le acaricia el cabello, tratando de tranqu