- Hey Nerd - Le digo a Lucas.

Todavía estamos en la clase de historia y él sigue ignorándome como si no estuviera llamándolo desde hace más de veinte minutos. Me doy cuenta que de verdad no me está escuchando ya que tiene audífonos, así que lo pellizco para llamar su atención.

- ¿Qué rayos te pasa? - Me pregunta claramente irritado, quitándose los audífonos para luego frotarse el brazo justo donde lo pellizqué - ¿Y qué tienes en esos dedos?

- Ah, son mis uñas - Las miro y se las acerco a la cara para que las vea - Me las hice ayer, quedaron hermosas ¿no?

Él me da una mala mirada.

- ¿Eso es lo único que sabes hacer, mirar mal a todo el mundo?

- También se poner los ojos en blanco, y sacar diez en todo.

Ahora soy yo la que pone los ojos en blanco.

- ¿Por qué me tuvo que tocar el nerd asesino? - Digo más para mí misma pero noto que Lucas me escucha.

Inmediatamente él gira su cabeza hacia mí y me lanza su peor mirada asesina.

- Primero, no soy un asesino, ese rumor es falso. Segundo, no soy un nerd, sólo soy el más aplicado en todas las clases. - Dice todo esto enumerando con sus dedos, cuando pone el tercer dedo se acerca a mí, muy cerca - Y Tercero, yo no quería que me cambiaran de compañero y mucho menos junto a la "princesita" del instituto. Así que no te quejes conmigo porque yo tampoco deseé esto.

Abro la boca ofendida y dispuesta a reclamarle pero me interrumpe la campana indicando que tenemos que entrar a nuestra siguiente clase.

Lucas se levanta tomando su mochila dispuesto a irse pero se detiene y se devuelve hacia dónde soy para agregar:

- Y para tu información no estaba escuchando nada - Dice señalando sus audífonos - Sólo te ignoraba porque no quería hablar contigo, princesa.

Y dicho eso salió del salón.

Ya detesto a Lucas Aleggre. Es demasiado amargado para mi gusto.

Tomo mi bolso y me levanto para salir del salón, desde donde estoy observo como se acercan Chloe y Nathan.

- Hey amor ¿cómo te fue con el nerd? - Pregunta mi novio mientras toma mi mano para salir del salón.

- Completamente horrible, no me agrada.

- Por lo menos no te tocó con una gótica que sólo habla de rock - Se quejó Chloe.

- O con un chico emo que estuvo toda la clase escribiendo su carta de despedida suicida.

- Odio esta clase - Digo molesta.

- Quita esa cara que no te ves bonita cuando te enojas - Nathan besa mi mejilla pero en ese momento giro mi rostro para besarlo, Nathan coloca sus manos en mi rostro para profundizar el beso pero un grito hace que nos separemos.

- ¡HOLA ADAM! - Gritó mi mejor amiga mirándonos a Nathan y a mí pero luego voltea a ver a Adam que caminaba hacia nosotros.

- Estem... Hola Chloe, hola chicos. Creo que nunca te había visto tan contenta de verme, lindura, pero no tengo problema con eso - Adam le guiña un ojo a Chloe pero ella sólo pone sus ojos en blanco.

- Olvídalo, sólo trataba de ser amable.

Desde que lo conozco Adam siempre trató de conquistar a Chloe pero ella siempre lo rechaza y aunque él ha tenido otras novias en estos años Adam sigue detrás de Chloe con la esperanza de que ella le de al menos un beso.

Él dice que sólo es un juego y que no le gusta pero todos sabemos que de verdad le gusta aunque no lo quiera admitir.

- Sé que en el fondo me amas y que sueñas conmigo - Le dice Adam haciendo que Nathan y yo riamos.

- En el fondo creo que eres insoportable.

Adam le lanza un beso al aire.

- Caerás rendida a mis pies.

Sinceramente admiro a ese chico, lo han rechazado por años y aún lo sigue intentando.

- ¿Saben que tenemos que entrar a nuestra siguiente clase? ¿Verdad? - Habla Nathan.

- ¿Saben que odio estudiar? ¿Verdad? - Digo agotada.

Todos asienten y nos dirigimos a nuestra próxima clase.

***

Las clases pasan lentas pero por fin suena la campana indicando que tenemos libertad y podemos volver a nuestras casas.

- Adiós, cárcel. Nos vemos mañana. - Me despido del Instituto.

- Vaya, las clases pasaron más lentas que una semana de hambre - Dice Adam haciéndonos reír.

- Creo que no iba a aguantar un segundo más allí.

- Hey Amélie, ¿cuándo empezamos los entrenamientos con las chicas? - Me pregunta Chloe.

- A partir de mañana, ya va a empezar el campeonato de fútbol ¿cierto chicos?

- Si y nosotros tenemos que empezar nuestros entrenamientos con el equipo, Adam - Dice mi novio.

- Yo no necesito entrenamiento ¿No me ves? Estoy en increíble forma - Adam besa sus músculos.

- Si nos dan una paliza por culpa tuya y de tus músculos, yo mismo te romperé los brazos.

- ¡Qué agresivo! - Se queja Adam - Está bien, mañana empezamos los entrenamientos.

- Bueno chicos, mi chofer me está esperando, Amor ¿me acompañas a mi casa hoy? - Le pregunto. Nathan mira a Chloe.

Eso es raro.

- Quería acompañar a Chloe a su casa, no se siente muy bien hoy.

- ¿Y por qué no la acompaña Adam?

- ¿Estás desconfiando de mí, Amélie? - Me pregunta ofendida Chloe - Sabes que soy tu mejor amiga, nunca te haría algo así.

Vacilo por un segundo pero prefiero confiar en mi mejor amiga y en mi novio.

- Tienes razón, estoy algo paranoica.

- Sabes que te amo - Dice Nathan tomándome de la cintura.

- También te amo - Digo antes de darle un dulce beso en los labios - Adiós chicos.

Luego de despedirme me dirijo a el estacionamiento donde veo el Mercedes negro, uno de los autos de la familia. Camino y entro el auto.

- Hola Phillip - Saludo a nuestro chofer.

- Buenas tardes, Amélie.

- ¿Podrías poner algo de música?

- Claro.

Él enciende la radio del auto y A Sky Full Of Stars de Coldplay empieza a sonar.

Me recuesto en el asiento mientras mi chofer conduce hacia mi casa.

Mi casa es enorme, de hecho podría considerarse una mansión. Es de dos pisos color blanco y marrón. Tiene alrededor de 7 habitaciones, la de mis padres, la de mi hermano, la de Rosa, la de Phillip, la mía y dos para invitados, también el cuarto de estudio y el de juegos. También está enorme sala y la cocina. En la parte de afuera tiene el estacionamiento donde están los tres autos de la familia y un enorme patio y la parte que más me gusta, la enorme piscina en el patio trasero.

Amo mi vida.

Entro a la casa donde me recibe un delicioso olor a chocolate.

Corro a la cocina donde está Rosa preparando un riquísimo chocolate caliente.

- Hola Rosa, ¿qué tienes para mí? - Hablo sin dejar de mirar la taza que está sirviendo. La boca se me hace agua. Pero veo como aleja la taza de mí.

- Pues para ti tengo esto - Dice poniendo un vaso lleno de algo verde y espeso - Tu madre me pidió que te preparara eso, se llama batido verde, tiene aguacate, pepino, espinaca, y albahaca, sin azúcar.

Mi madre, a parte de ser la asistente personal de mi papá también es dueña de su propia academia de modelaje, donde yo trabajo dando clases. Yo soy su modelo estrella lo que significa que no puedo comer nada que contenga, azúcar ni grasa, sólo vegetales y proteínas, porque sino "la modelo estrella se estrellaría" o algo así es la frase que siempre dice mi madre.

- Si quieres te doy un poco de chocolate, la señora Jussieu nunca se enterará - Dice Rosa guiñándome un ojo.

- Gracias pero al final siempre se entera, no se como lo hace, pero no quiero volver a hacer doscientos abdominales.

Recuerdo aquel día que Chloe me convenció de comer helado con ella y mi madre me descubrió. Todavía me duelen los músculos del ejercicio que me obligó a hacer.

Rosa rió.

- Un día de estos voy a hacerte un pastel de chocolate y nadie se enterará. Ahora déjame llevarle un poco de este chocolate caliente a Phillip que debe estar sediento.

Asiento con una sonrisa.

Cuando Rosa se retira me dirijo a mi habitación para cambiarme. Ya estoy exhausta y mi día aún no acaba.

Vaya.