- ¿Por qué siempre llegamos tarde a las clases? - Preguntó Adam mientras caminábamos por los pasillos.
- Los populares siempre llegan tarde - Respondió Nathan.
- Eso es algo tonto ¿no creen?
- No es tonto. Son las leyes de la vida. Todo el mundo lo sabe.
- Sigue siendo tonto.
Adam y Nathan se separaron de nosotras ya que tenían biología y nosotras matemática.
Entramos al salón (obviamente tarde) y todo el mundo volteó a vernos. No me sentía incómoda porque me miraban, ya estoy acostumbrada.
- Señorita Jussieu y señorita Allard ¿me quieren explicar porque llegan tarde a mi clase?
No gracias, no quiero explicarle.
Explicar era lo que más odiaba de llegar tarde. Soy terrible mintiendo así que no sirvo para las excusas.
- Es que... - Chloe trataba de pensar en una excusa hasta que la interrumpí con lo primero que se me vino a la mente.
- Mi perro Clifford murió.
Oh Dios, cállate Amélie.
- ¿Su perro? - Preguntó muy confundido el señor Blanchett.
- Si, lo arroyaron mientras jugaba, era un perro muy grande pero el conductor no lo vio. Chloe me ayudó esta mañana con el funeral y por eso es que llegamos tarde. Estoy muy triste y de luto, señor Blanchett, debería ser más considerado con sus alumnos. Es más, Chloe y yo nos vamos a sentar y vamos a fingir que nada de esto ocurrió, pero debería darle vergüenza toda esta situación.
No se ni lo que dije.
El profesor estaba muy confundido y asombrado, se quedó pensando por unos segundos y luego su cara pasó a arrepentimiento.
- Tiene razón, señorita Jussieu, discúlpeme. Pueden sentarse.
Vaya. Estaba muy impresionada, no pensé que mi rara y para nada creíble historia del perro con nombre de caricatura infantil funcionaría.
Creo que no soy tan mala mintiendo después de todo.
O el profesor es fácil de engañar.
Yo confiaré que es la primera.
Camino junto a mi mejor amiga para sentarnos en los dos asientos que quedaban.
Observo a todos en el salón buscando a una persona en específico hasta que lo veo en uno de los lugares al fondo, mirándome fijamente.
Lo fulminé con la mirada ya que aún seguía molesta por pelea de ayer, Lucas se quedó viendo fijamente sin parpadear.
¡Oh con que eso quiere!
Me le quedé viendo fijamente, ni él, ni yo parpadeábamos. Vi como sus ojos se empezaban cristalizar. Estaba a punto de ganar.
- Amélie ¿Qué te pasa? ¿Estás en shock? Hey, mírame - Chloe movió una mano frente a mi rostro haciendo que parpadeara y volteara a verla molesta - Al fin, ¿qué mirabas?
- Nada. - Me acomodé en la silla para observar la clase pero noté de reojo como Chloe volteaba hacia donde estaba Lucas.
- ¿El nerd asesino? No es feo pero te recomiendo que no andes con él, eso podría arruinar nuestra reputación.
- Sólo lo hablo con él porque estamos juntos en Historia, además no creo que juntarme con Lucas arruine nuestra reputación.
- Claro que si, él es un nerd, no es como nosotros.
- ¿Cómo somos nosotros?
- Somos especiales, perfectos.
- La perfección no existe. Todos somos iguales, no somos ni más ni menos que nadie.
- No me entiendes.
- No, tú no me entiendes a mí.
Realmente no me gustó la forma de pensar de Chloe, aunque así pensaba yo antes. No se que cambió ahora.
Me siento derecha dispuesta a seguir observando la clase hasta que escucho el sonido de un sinsajo avisándome que me llegó un mensaje.
Lo siento señor Blanchett, el destino no quiere que vea su clase.
Número Desconocido: Perdiste.
Miro el mensaje con el ceño fruncido porque no sabía quién lo había enviado pero si tenía una idea.
Amélie: ¿Y tú eres...? ¿Y cómo tienes mi número?
Número Desconocido: Lucas. Diste tu número ayer en la clase de modelaje para los padres y yo lo guardé.
Amélie: ¿Eres un acosador?
El nerd: Sólo soy un hermano responsable.
Amélie: JA JA. Claro.
El nerd: ¿En serio le dijiste al profesor que tu perro se llamaba Clifford? ¿Por casualidad tu perro no crece por tanto amor que le dan?
Amélie: Mi mente no es muy buena para maquinar mentiras rápidas o era Clifford o era Barney.
El nerd: Siempre supe que tenías una mente infantil.
Me giré para verlo y lo conseguí viéndome también así que le saqué la lengua demostrándole que no era infantil pero el hizo algo que nunca me había hecho...
Me sonrió.
¡Y vaya bonita sonrisa tenía!
***
- Muy bien chicas, empezamos el calentamiento. - Les digo a mis compañeras de equipo.
Estoy en la cancha de la preparatoria calentando con las demás chicas del equipo de animadoras ya que el inicio del campeonato de fútbol se acerca.
Estoy estirando mi pierna izquierda cuando veo a Chloe que también se estaba estirando acercarse a mí.
- Amélie, las chicas están incómodas por el rarito que nos está viendo desde hace rato desde las gradas.
Doy media vuelta para ver quien era el acosador.
Lucas..
- No te preocupes, yo me encargo de él.
Camino hacia la primera fila de las gradas donde está Lucas con un cuaderno de dibujo y un lápiz, cuando me ve acercarme noto que cambia de hoja rápidamente.
- Sabía que me estabas acosando. - Digo al llegar a donde está.
- No estoy acosándote, sólo estoy dibujando.
- Pues a las chicas les incomoda que estés aquí, creen que eres un pervertido que quiere mirar mientras entrenamos.
- ¿Pervertido? - Pregunta confundido.
- Si, ya hemos tenido varios por aquí.
- Pues yo vine a dibujar. Esta es un área libre, no es de su propiedad, así que puedo estar aquí si quiero.
- Quiero ver tu dibujo.
Lucas me tiende el cuaderno lo tomo y veo el dibujo. Es muy bonito. Es la cancha, con las gradas, la cancha de tenis y la de fútbol, sin personas, sólo el césped y el cemento.
- Nada mal.
- Esto si es arte, no como esas cosas que hacen ustedes las animadoras.
- ¿Disculpa? - dije claramente ofendida - ¡Chloe e Isabelle! ¡Vengan acá! ¡Vamos a hacer la rutina siete! - le grité a las chicas y luego volví a dirigirme a Lucas - Ahora déjame enseñarte que es el arte.
Isabelle, Chloe y yo empezamos a hacer la rutina que ya me sabía muy bien porque yo misma la creé; consistía en volteretas, saltos y mortales. Cuando llegamos a la parte donde venía mi solo me aseguré de que Lucas me viera de frente. Hice cuatro volteretas hacia atrás y terminé con las piernas completamente abiertas sobre el piso. Luego de eso me levanté y me acerqué a él.
- Esto también es arte - Dije antes de darme la vuelta y caminar lejos de él pero luego me giro para decirle algo más - Tienes razón, es una zona libre, puedes estar aquí si quieres.
Dicho esto camino hacia donde están las demás animadoras dejando a un Lucas muy sorprendido.
- Ahora si chicas ¡Qué comience el entrenamiento!
Estaba acostada en mi cama buscando una buena película en Netflix cuando el sonido de un sinsajo proveniente de mi celular llamó mi atención, como tributo que era levanté mis tres dedos y silbé la corta melodía.Vi el reloj en la pared indicando que eran las 7:32 pm.Mi cuerpo estaba agotado por el entrenamiento con las animadoras así que a penas llegue del instituto me lancé a mi cama y me dispuse a ver tres temporadas de The Vampires Diaries sólo para ver al guapísimo Ian Somelhader.Tomo mi teléfono y veo el mensaje.El Nerd: ¿Cuándo vamos a hacer el trabajo para el lunes?Amélie: ¿Tenemos un trabajo para el lunes?El Nerd: Si, de historia, ¿no te acuerdas? Lo dijo ayer.
Amélie: Esta clase es tan aburrida.El Nerd: No ha empezado aún.Amélie: Lo sé pero cuando empiece va a ser mucho más aburrida.Estábamos en biología, cada uno sentado en sus respectivos asientos esperando que llegara el profesor pero yo necesitaba desahogar mi sentimiento de aburrimiento así que decidí escribirle a Lucas.El nerd: ¿Por qué no te gusta estudiar?Amélie: Simple, es aburrido, como ahora ¿A ti te gusta estudiar o eres un nerd por obligación?El nerd: No soy un nerd, princesa.Amélie: Si lo eres, todo lo que haces es pensar en el estudio y sacas las mejores notas y yo no soy una princesa.El nerd: Si lo eres, tú misma dijiste que eras como una princesa y ahora vas a tener que aguan
Luego de hablar por un rato más en la piscina decidimos salir ya que eran alrededor de las cuatro de la tarde.- Perfecto, mi ropa está empapada, no puedo irme así. - Se quejó.- Tengo la solución - Aseguré - ¡Rosa!Rosa llegó segundos después.- Dime.- ¿Podrías buscarme ropa limpia? Y a Lucas tráele algo de mi hermano, en su habitación debe haber ropa todavía, por favor Rosa.- De inmediato.- No sabía que tenías un hermano - Me dijo Lucas cuando Rosa se fue.- Tiene 25 años y vive en Estados Unidos desde los 20 con su sueño de viajar por el mundo, pocos de mis amigos lo conocen.- Vaya, tiene un gran sueño.Asent&iac
- ¡PERMISO! - Grité - ¡A UN LADO!Estaba corriendo como loca hacia la enorme cancha de fútbol donde sería el partido.Apenas llegué hacia donde estaban las chicas del equipo de porristas todas me miraron aliviadas.- ¡Oh Amélie, gracias a Dios que estás aquí! - Exclamó Danielle, una de las animadoras - El partido empezará en unos minutos.- ¿Vieron el traje de las animadoras del otro equipo? - Preguntó preocupada Chloe - Está muy bonito.Los del otro equipo se llamaban "Los Halcones" y el traje de las animadores tenía plumas en las mangas simulando alas.Nuestro equipo eran "Los Tigres" así que nuestro traje tenía estampado de tigre.- Vamos chicas, entrenamos mucho, lo haremos bien. Sólo confíen en si m
La fiesta estaba increíble, la música se escuchaba en todos lados y había tanta gente que sentía que cada rincón de la casa estaba lleno.Yo estaba bailando felizmente en la pista. Decidí caminar hacia la puerta para recibir a las demás personas que iban llegando.Yo era muy popular pero no conocía a la mitad de las personas que estaban aquí. Sabía que seguramente se habían colado.En la puerta vi a Adam así que caminé hacia él.- ¡Adam! - Grité por sobre la música - ¡Viniste!- ¡Si! ¡Y traje a alguien!Detrás de Adam divisé a Adele con un corto vestido negro tapándose el rostro con un libro.No entendí porqué ten&i
- ¿Qué pasó, Amélie? ¿La conseguiste? - Me preguntó Lucas el cual caminó hacia mí y asomó su cabeza por la puerta de la habitación - Oh, ya veo que sí.Los ojos se me llenaron de lágrimas pero no quería que ni Nathan, ni Chloe vieran mis lágrimas caer por ellos.Así que corrí a mi habitación tomé las llaves de la pequeña cartera que tenía conmigo y abrí la puerta con manos temblorosas.Las lágrimas nublaron mi vista me tambaleé e hice que algo se cayera al suelo partiéndose en pedazos, pero no me importó me desplomé en el suelo sintiendo trozos de lo que sea que haya roto incrustándose en mis rodillas.Pero no me importó.
Apenas abrí mis ojos sentí como si alguien estuviera martillando mi cabeza por el horrible dolor que sentía. Resaca. Traté de estirarme en mi cama ya que estaba en una posición incómoda pero algo duro no me dejó hacerlo. Mi brazo izquierdo estaba en el rostro de Adele, mi codo derecho en el abdomen de Lucas y mi pie en el trasero de Adam. Ups. Me levanté de la cama con cuidado de no pisar a ninguno y caminé a mi escritorio donde habían unas aspirinas, me tomé unas y caminé a la cama. Me dolía todo el cuerpo por la incómoda posición en la cual había dormido, no entendía como habíamos terminado todos en mi cama. Lo último que recordaba era a Adam buscando más alcohol para seguir bebiendo y jugando. - Chicos - los llamé - ¡Chicos! Ni se movieron. Tomé unas de mis almo
Cuando llegué a mi casa ya eran casi las 7:00 pm, era domingos así que sólo tenía pensado dormir.- ¡Rosa! ¡Ya llegué! - grité al abrir la puerta.Rosa salió de la cocina y se acercó a mí.- Oh, qué bueno que llegaste, preparé unos bagels buenísimos.- Sabes que no puedo comer nada con carbohidratos.- Y tú sabes que estás muy delgada, demasiado diría yo - me dice preocupada mientras mira mi abdomen.- Mamá no me deja comer mucho y yo estoy bien.Le sonrío tratando de mostrarle que si estaba bien.- ¿De verdad estás bien? Veo que no estás tan feliz, me preocupo por...- Estoy bien ¿si? ¡Estoy súper bien! No sé porque todos quieren saber cómo estoy si estoy estupenda - le dije o más bien grité agobiada.Rosa baja su mirada, al instante me siento mal por haberle hablado así y pienso en cómo trate a Lucas.- Me alegro que estés bien. Sólo quería informarte que tus padres se adelantaron y llegan mañana.- ¿Pero no llegaban el sábado?- Tú madre no me quiso explicar - fue lo único que dijo