Una vez que Derek salió de la mansión de Nirav con Ariam y Alonso, Gaurí no esperó para reclamarle a su esposo por defender al Gutierrito.

La mujer no podía entender como su esposo abogaba por el hombre que había intentado abusar de Ariam.

—¿Cómo puedes defenderte a ese malnacido? ¡Es un violador! ¡No merece otra cosa que lo que le ocurra!— Gaurí le espetó.

Nirav se mantuvo firme en su posición,

—Sé que Alonso es un depravado y merece pagar por lo que hizo, pero también conozco a Derek. Él lo matará sin dudarlo y eso podría desencadenar una guerra con Gutiérrez. No podemos permitir eso, al menos no por ahora.

Gaurí lo miró incrédula.

—¿Entonces qué? ¿Debemos dejar que Alonso se salga con la suya y que no enfrente ninguna consecuencia porque su padre lo libra de sus fechorías?

—No estoy diciendo eso. Lo que debemos hacer es hablar con Gutiérrez y explicarle la situación, tal vez podamos llegar a un acuerdo. Pero si Derek mata a Alonso, las consecuencias serán catastróficas para todos—