Esa misma noche, cuando Derek llegó a su casa, Ariam lo estaba esperando con una deliciosa cena que ella misma había preparado y es que a la chica le encantaba complacerlo. En lo que él cruzó el umbral de la puerta ella corrió a recibirlo.

—Hola —le dijo ella al verlo.

—Hola nena —respondió él sonriendo.

Ariam colocó la mano en su pecho y se inclinó para besarlo, gestó que Derek recibió con agrado, Los brazos musculosos de él se cerraron alrededor de Ariam, apretándola contra su pecho mientras se deleitaba en la boca de ella. El aroma del perfume de Ariam lo embriagaba y su suave piel lo tentaba a tocarla más. Sus manos se deslizaron por la espalda de Ariam, presionándola más contra él. Ella se entregó a él por completo, suspiros de placer escapando de sus labios mientras lo besaba apasionadamente. La tensión sexual se volvía cada vez más intensa, sus cuerpos en busca de una unión más profunda. Fue un beso que dejó a ambos sin aliento, y que dejó en ellos un deseo insaciable de explo