Durante la mañana de ese jueves, un abogado del bufete de Alberto Estrada introduciría en el tribunal de menores la solicitud de custodia total de Rebecca. Mientras esperaba su turno al lado de su representante legal, decidió que ya era hora de dejar la Oficina de Intendencia. No podría ofrecer el tiempo necesario para cumplir con sus obligaciones e incumplirlas no era una opción para él. En los últimos días apenas tenía oportunidad de asistir al gimnasio con todos los cambios que había en su vida.Rato después, la petición había sido entregada y se les citó para el martes siguiente gracias a que el bufete había cobrado un “favor” del juez de la causa. De no haber sido así, tendrían que esperar al menos un mes para procesarla. Manuel odiaba tener que hacerlo, pero era su hija quien estaba de por medio, así que en esa ocasión tendría que mirar a otro lado y saltarse los trámites.Luego de ocuparse de eso, pasó por su oficina para poner su renuncia al cargo. Contaba con que Rebecca est
Ese mismo día, Manuel y Alex se pusieron manos a la obra y para la tarde, ya habían conseguido los recaudos que les exigían. Afortunadamente, Alex recién había ordenado sus documentos y sabía exactamente dónde encontrar los suyos, por supuesto, Manuel, organizado como era su costumbre, tenía todo lo necesario.Hablaron con Estrada y él movió algunos hilos entre sus contactos y todo quedó fijado para el lunes en la mañana.—Manuel, si no te importa me gustaría pedirle a Ariana que venga esta noche para hablar con ella. No quisiera que esto suceda sin siquiera avisarle.—Alex, esta es tu casa, puedes hacer lo que quieras, por favor, no vuelvas a pedirme permiso para invitar a alguien y como igual, yo tengo que salir, puedes recibir a tu amiga a solas. De esa manera, Ariana podrá decirte con toda confianza la locura que estás por cometer. —sonrió al ver el gesto asombrado de la chica—No me digas que no van a hablar de eso, porque yo mismo te lo diría si no fuera el interesado.—Eres un c
Aún se encontraba sentada en el piso de la terraza contra la balaustrada, cuando escuchó pasos en la escalera. Manuel se detuvo al verla allí y esperó a que ella dijera algo.—Descubrí esta terraza, me gusta aquí…mira lo lindas que se ven las estrellas. Ven, acompáñame un rato.Manuel se sentó a su lado y se recostó al igual que ella.—Si, es un bello lugar. Agradezco que Irina me dijo que estabas aquí, porque no tendría idea de dónde buscarte.—Cuéntame, ¿ya está todo arreglado?—Así es, no conocía el poder de los buenos contactos. El lunes nos podremos casar en el juzgado. Me habría gustado ofrecerte algo más elaborado pero ni el tiempo ni las circunstancias nos lo permiten. Prefiero poder dar la información durante la audiencia, si el juez la pide. Me daría ventaja si Isis se inventa algo.—No hace falta más, está bien así. ¿Hablaste con Carlo…con tu madre?—No, hoy no tuve tiempo, lo haré luego.—Igual vas a hacerlo, así que no lo retrases.—Lo haré cuando resuelva el tema de la c
Mauricio la miró con ojos suplicantes y ella sintió el dolor en aquella mirada. Ese hombre estaba sufriendo y estaba segura de que le pediría que lo ayudara a buscar a su familia. Le dolía el alma de solo pensar en negarle la ayuda.—Alex, voy a contarte todo lo que sé, lo que le dijeron a mis padres cuando me adoptaron. Ellos intentaron todo para conseguir información, pero no lograron nada, sobre todo porque ellos mismos hicieron lo posible por borrar todo lo que quedaba sobre mí en ese lugar, que ya no existe. Al parecer, el hospicio donde me llevaron incurrió en irregularidades y lo cerraron. Todo desapareció con ellos. Mi madre me dio lo poco que tienen y nada, es como si yo nunca hubiera existido. Déjame contarte la historia completa…A partir de ese momento Mauricio abrió su corazón y le dijo sobre sus pesadillas, su colapso, los médicos que lo estuvieron tratando, de su bloqueo de memoria y todo lo que sus padres recordaban.Largo rato lo escuchó en silencio mientras él dejaba
Al despertar Manuel esa mañana, se vió allí, en la cama con Alex. Durante la noche, habría sentido frio y se metió bajo las cobijas, porque fue toda una sorpresa descubrirse cómodamente acostado al lado de ella, con su brazo sobre la cintura femenina, quien dormía de espaldas a él. Su otro brazo, estaba bajo la cabeza de ella y si intentaba sacarlo, la despertaría.Esperó un momento a que se moviera y poder retirar su brazo pero el sueño de Alex era profundo.Manuel decidió intentar moverse lentamente pero aun así despertó a la chica.Ella se volvió hacia él sin entender bien lo que pasaba, hasta que finalmente reaccionó.—¿Qué haces tú aquí?—Nos quedamos dormidos hablando.—¡Ja! Si que somos aburridos, mira que dormirnos así. ¿Por qué tu brazo está sobre mí? No intentes sobrepasarte conmigo —advirtió con una sonrisa— Eso cuesta más que una taza de té.—¿Qué tanto? —preguntó él siguiendo la broma.—Mucho más… no sé si tengas lo necesario…—¿Te interesa averiguarlo…?—dijo él sugestiv
La elegante dama se presentó en el salón donde se encontraban Manuel y Alex y se detuvo frente a Manuel.—¿Por qué te anuncias? Esta es tu casa también.—“Era” mi casa. Ahora es la tuya y como no estaba segura de sí querrías verme, debía anunciarme.Alex notó la tensión que había entre Astrid y Manuel, lo que le hizo considerar el dejarlos solos. Tenían cosas muy personales que hablar y lo mejor era que se retirara.Se puso de pie tras colocar la taza que tenía en su mano sobre la bandeja.—Los dejaré solos para que hablen. —comentó mirando a Manuel.—Por favor, quédate. Debes estar aquí, sobre todo ahora...que eres mi esposa.Alex lo miró sin saber qué hacer. Se suponía que nadie más sabría de su casamiento hasta la audiencia.Astrid dirigió su mirada de uno al otro, sin comprender lo que pasaba y Manuel ante su confusión, le aclaró:—Alex y yo nos acabamos de casar, no quisimos hacerlo público pero ya que se trata de ti, no hay problema.—¿Se casaron? ¿Desde cuándo lo tenían previst
Ese martes, Manuel y Alex estaban puntuales en el juzgado para la hora fijada para la audiencia. Al ser una petición de custodia con acuerdo de ambos padres, debería resolverse de inmediato, por lo cual el juez podría concederle la custodia total de Rebecca a Manuel.Alex permaneció entre los escasos asistentes al lugar, cuando la sesión se dio por comenzada con la llegada del juez al despacho.Manuel se sentó adelante con su abogado y un rato después se presentó Isis con el suyo y se saludaron cortésmente.El secretario del tribunal de Menores procedió a la lectura de la solicitud y el juez escuchó atentamente lo que se leía, en relación a las partes. Una vez terminada la lectura, se procedió con el caso. El juez comenzó con los interrogatorios de ambos padres.Inició con Isis, quien era la que estaba cediendo sus derechos sobre la niña.—Señora Alvarado, según lo que indica la solicitud, usted está de acuerdo con ceder la custodia de su hija al padre, el señor García. ¿Está tomando
Tras la difícil primera noche de Becca en casa, que extrañaba el lugar y no estar con su madre, fueron acoplando sus horarios a los de la nena.Durante esa noche en la que Becca lloró y se negaba a alimentarse, Manuel y Alex estuvieron con ella, tratando de ofrecerle calma hasta que se acostumbrara a ellos y al nuevo hogar.La cargaban y paseaban por turnos. Alex la arrullaba en brazos, sentada en la mecedora y era la manera como la niña lograba dormir un poco.Fue una larga jornada en la que durmieron solo minutos, en la cama que estaba al lado de la cuna, alternándose el cuidado de la niña. Finalmente, lograron tras mucho esfuerzo que tomara su biberón y tras cambiarle el pañal, Becca se durmió casi al amanecer.La acomodaron en su cuna temerosos de que despertara de nuevo y sintiendo aun el temor y la inseguridad de ser padres inexpertos en esas lides. La bebé se movió un poco y luego volvió a rendirse al sueño.Manuel vio por la ventana que ya casi salía el sol y le dijo a Alex qu