Sebastian sabía que lo que estaba haciendo era una mentira y que, de alguna manera, estaba engañando a sus padres. Ellos siempre habían sido muy protectores con él y habían depositado en él su confianza, y ahora él estaba traicionando esa confianza.Se sentía incómodo cada vez que pensaba en ello, pero al mismo tiempo no podía evitar sentirse atrapado en la situación. Había comenzado como algo pasajero, pero ahora había llegado demasiado lejos.A medida que pasarían los días, Sebastian se daría cuenta de que la mentira se volvería cada vez más complicada. Tenía que estar siempre alerta, asegurándose de no meter la pata y de mantener la farsa en todo momento.Pero lo peor de todo era pensar en sus padres. ¿Qué pasaría si descubrieran la verdad? ¿Cómo iba a explicarles que todo había sido una mentira con tal de hacer feliz a su madre?Sebastian se sentía culpable por lo que estaba haciendo, pero al mismo tiempo no podía dejar de pensar en Verónika. Había algo en ella que lo atraía, algo
—¿Vanessa? —gruñó su nombre, llena de furia, la detestaba con todo su ser. —¿Quién si no? Seguramente intentarás buscar la razón por la que te estoy llamando y no tienes que ir demasiado lejos, sabes que iré directamente al grano. ¿Creíste que tu marido jamás sabría la verdad? Puede que mamá lo ha ocultado todo este tiempo, pero yo no. —¿Has sido tú? Vanessa...—Sí, ¡porque no mereces estar con Arthur! Él es el hombre que siempre ahnelé para mí y lo deseé con todas mis fuerzas y verlo contigo me llenaba de ira, más sabiendo que lo estabas engañando diciéndole que estabas embarazada de él, la única realidad es que le fuiste infiel al acostarte con quién sabe quién esa noche. Yo lo escuché todo ese día... Lo que le dijo su hermana llena de veneno la remontó a la escena, evocando todo con lujos y detalles... [Recuerdo]Verónika estaba sentada en el borde de su cama, las lágrimas caían por sus mejillas mientras apretaba con fuerza la prueba de embarazo en su mano temblorosa. No podía c
Verónika cayó sobre el suelo frío en medio del pasillo tratando de recuperar su respiración desbocada y de mantenerse serena cuando era una cuestión difícil, casi imposible.La desquebrajó escuchar a su hermana contar todo eso que hizo que recordara cada escena dolorosa de su vida, evocar otra vez cuando sus padres le dieron la espalda y la pusieron en aprietos en un momento dado, aunque solo se convenció de que lo merecía, pero su madre de todas maneras fue dura y luego siguió su padre con lo mismo, quien en realidad se dejaba dominar por Regina. —Vale, supongo que no te esperabas esta llamada y menos la conversación tan interesante que tenemos, ¿no es así? Pero siempre es bueno recordar la realidad, será la única manera de no recibir tu odio, ya no me podrás seguir mirando con malos ojos porque no soy la que inició con toda la mentira. —¿Se lo dijiste? —se cubrió los labios. —¿Me crees idiota? yo estoy enamorada de Arthur, lo amo con todo mi corazón y sabía que era mi única oportu
Se encontraba en su habitación, observando con amor a su pequeña hija de cinco años mientras dormía plácidamente. La luz tenue de la lámpara de noche iluminaba su rostro angelical y Verónika no podía evitar sentirse abrumada por el amor que le tenía a su hija.Sin embargo, en ese momento de tranquilidad, la mente de Verónika viajó en el tiempo, cinco años atrás. Recordó aquel día en el bar, cuando su vida dio un giro inesperado. Entre risas y conversaciones animadas, ella se encontraba disfrutando de una noche "diferente". Solo se divertía... Pero entre la multitud, tropezó accidentalmente con un hombre apuesto y misterioso.Era tan guapo que parecía irreal, y sus ojos transmitían una profundidad que Verónika nunca había experimentado antes. En ese instante, el mundo pareció detenerse mientras ambos se miraban fijamente. Pero antes de que pudieran intercambiar palabras, la vida continuó su curso y los separó abruptamente.Desde aquel encuentro fugaz, Verónika no pudo sacarse al hombre
Verónika se quedó mirando fijamente el papel que tenía en sus manos. Ese contrato que establecía que ella y Sebastian estarían juntos por un año, como una pareja falsa. Al principio, la idea le pareció absurda, pero después de pensarlo detenidamente, decidió aceptar el trato.Sebastian seguía frente a ella, compartiendo la misma mesa en la cafetería, esperando pacientemente a que ella firmara el contrato. Aunque Verónika no estaba segura de si había tomado la decisión correcta, sabía que era lo mejor su vida. Finalmente, Verónika tomó el bolígrafo y firmó el contrato. Sebastian sonrió aliviado y Verónika se sintió como si hubiera tomado una importante decisión para su futuro. Aunque no estaba segura de lo que le deparaba el año siguiente, sabía que estaría preparada para cualquier cosa que viniera su camino.—He terminado —anunció liberando ruidosamente el aire y le devolvió el documento que el millonario observó antes de asentir y cerrarlo. Entonces de forma inesperada le tendió la
Verónika, durante todo el recorrido no dejaba de pensar en esa tarjeta que tenía en su poder, todavía seguía pensando que no era correcto hacer uso del dinero, incluso cuando era parte de la compensación por ser una mentirosa.Y allí estaba el punto, ¿realmente debería aceptar dinero por mentir? No era algo de lo que se sentía orgullosa, sinceramente solo se estaba viendo obligada a hacer algo así cuando todo llegó a confundirse. Entonces, no tenía otra alternativa. Respiró hondo, era absurdo ignorar la necesidad que tenía por usar ese dinero cuando tenía demasiadas deudas y gastos por cubrir, primero debía poner el bienestar de su hija, ella era muy importante. El dinero que obtuvo por la venta de la casa, ya estaba destinado a su nuevo lugar. De acuerdo a eso, había llegado el momento en el que tenía que desalojar e irse a un sitio más pequeño junto con su hija, ya no podía seguir en esa casa.—Aló. —Soy Lali, te llamo porque a la niña se le a antojado salir por allí, entonces qu
En el silencio nostálgico de la tarde, Jasmine, la madre de Verónika, deambulaba por cada habitación de la casa con una mirada despectiva. Sabía que Verónika evitaba cualquier interacción con ella, pero eso no la detenía. Para Jasmine, era un desastre que su hija se hubiera separado de Arthur, y no perdía oportunidad para hacerlo evidente.—Esta casa era perfecta para ti y la niña. ¿Es que no has podido ser más lista? Es algo que no comprendo, ¿por qué mitad y mitad? Ya veo que no has cambiado, debiste quedarte con la casa al menos. —Mamá, la verdad no es algo que se pueda cambiar, y ya todo quedó así, no veo razón para volver a lo mismo. Ha sido suficiente, ya no quiero saber nada de ese hombre. Entonces la mujer resopló y se levantó. Mientras observaba cada detalle del hogar, no pudo evitar comentar en voz alta sobre la elección de Verónika y Arthur en cuanto a la casa. Otra vez volvía a emitir algo al respecto. Aunque había sido una decisión conjunta entre ambos, Jasmine sentí
En su espaciosa oficina se encontraba el hombre al pendiente de la videoconferencia que tendría a continuación, estaba sentado sobre su silla giratoria, cuando de repente tocaron la puerta, era su asistente y le traía noticias sobre un nuevo proyecto, la mujer tenía suficiente tiempo trabajando con Sebastian, por eso creyó que lo encontraría de mal humor, lo conocía muy bien, durante esos últimos días había estado tan sumido en su labor, estresado por inesperados cambios y más, que verlo con un humor de perros era lo habitual. —Señor, aquí tiene lo que me pidió, por cierto, le recuerdo lo de la videoconferencia. —Muchas gracias por estar al tanto, no sé qué haría sin tu ayuda, eh —aseguró y la mujer se sonrojó. Sí, cualquier fémina que recibía aquel guiño de ojo acompañando al cumplido, se ponía de ese modo. —Vale, me retiraré, si quiere que le traiga un café, lo haré de inmediato. —Estaría bien en media hora que estaré en medio de la videoconferencia. —Muy bien. ***Al rato, c