En la heladería

El auto llegó al colegio de los trillizos faltando un minuto para que sonara el timbre de salida y Luisa sintió que el corazón volvía a ocupar su lugar.

—¿Lu, te puedo hacer una pregunta? —dijo Viviana cuando los trillizos estaban por entrar al auto.

Luego de abrir la puerta del auto a los tres pequeños, Luisa vio, por el brillo de la mirada de su hermana, que Viviana quería preguntarle algo concerniente a Mario.

—Más tarde, Vivi. ¿Ahora por qué no vamos por un helado, les parece, chicos?

La algarabía de una invitación a comer helado debía ser suficiente para que Viviana se distrajera, e incluso olvidara, lo que quizá había alcanzado a ver hacía un momento, en la empresa.

«Y de lo que estoy más que arrepentida, porque no me corresponde a mí ser la mujer que reemplace a la señora», pensó Luisa cuando forzaba una sonrisa con la que respondía a la pregunta de los trillizos sobre la invitación a comer helado.

—Pero me prometen que después hacemos juiciosos las tareas, ¿está bien?

Los tr
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo