CAPÍTULO 88: TE ACEPTO COMO MI MATEEl bosque que rodeaba la cabaña oculta estaba en completo silencio, como si la naturaleza misma entendiera que en ese momento no debía interrumpir. La luz de la luna se filtraba a través de las ramas de los árboles, creando sombras alargadas en el suelo y en las paredes de la pequeña construcción de madera. Thane y Akira, después de tanto caos, habían encontrado un breve respiro. El aire dentro de la cabaña estaba cálido, contrastando con la fría noche que los envolvía afuera.Akira se sentó cerca del fuego que crepitaba suavemente, sus ojos estaban fijos en las llamas mientras trataba de calmar su interior. Desde que había recuperado su voz y ahora que sabía su destino como hija de la luna, todo se había vuelto más tangible, más real. Sabía lo que tenía que hacer, pero esa noche, en ese instante, no quería pensar en el dragón ni en la misión que le esperaba. Sólo quería encontrar un poco de paz, aunque fuera solo por unas horas.Thane estaba de pie
CAPÍTULO 89: LA UNIÓNEl aire en la cabaña se volvió espeso, cargado de algo más que la simple unión física. Era como si el mismo bosque que los rodeaba participara en el momento, con las hojas susurrando en un idioma antiguo que solo ellos podían entender. El fuego en la chimenea parpadeaba, como si fuera testigo de un ritual milenario que estaba a punto de cumplirse.Akira, recostada sobre la suave manta, sintió el peso de Thane encima de ella, pero no era solo su cuerpo, era la esencia salvaje de su lobo, el poder contenido que finalmente se liberaba. Su respiración se aceleró, pero no por miedo, sino por una conexión primigenia que corría entre ambos. Los latidos de sus corazones se sincronizaron, creando un ritmo único que parecía resonar no solo en sus cuerpos, sino en el aire que los envolvía.Thane la miraba con una intensidad que la hizo temblar. Sus ojos, normalmente oscuros y reservados, brillaban con una luz que parecía provenir de la misma luna. Akira sintió que todo el p
CAPÍTULO 90: ATAQUE A TRAICIÓNEl rey Alaric regresó al castillo con un rugido de furia que resonó por los pasillos como el trueno antes de una tormenta. Su loba virgen, el sacrificio que tanto ansiaba, había escapado de sus garras. La mujer vieja a quien había enviado a perseguirla no pudo detenerla, lo cual solo añadía más leña al fuego de su rabia. La pérdida de la joven significaba mucho más que un simple fallo en sus planes. Era una afrenta directa a su poder y control, algo que Alaric no estaba dispuesto a tolerar.Sus pasos sonaron pesados sobre los pisos de mármol mientras avanzaba hacia la sala del trono, sus manos estaban apretadas en puños y las uñas largas arañaban la piel hasta dejar marcas sangrientas. A su alrededor, los sirvientes se escondían en las sombras, temerosos de su ira desatada.Al llegar a las puertas del gran salón, el rey se detuvo en seco. Un olor a sangre y metal flotaba en el aire. Algo no estaba bien. Empujó las puertas con fuerza. Lo que vio lo dejó a
CAPÍTULO 91: ENTRENAMIENTOEl aire del bosque estaba lleno de la fragancia de hojas húmedas y tierra fresca mientras Akira y Thane avanzaban entre los árboles, las sombras alargadas por el sol de la tarde se proyectaban sobre sus figuras. La brisa suave acariciaba sus pieles, y aunque el ambiente era sereno, ambos sabían que se acercaba el momento decisivo.Akira sentía cómo su poder latía en su interior, creciendo con cada día que pasaba. Desde que recuperó su voz, su conexión con la luna se había intensificado. Pero controlar ese poder no era tarea fácil. Thane había insistido en que debían entrenar, y ella aceptó, consciente de que aún había mucho por aprender.—Estás mejorando —dijo Thane, su voz era baja y suave, pero con el mismo tono de autoridad que siempre le había caracterizado.Akira lo miró, sus ojos brillaron con un destello plateado, reflejando el poder que había despertado en ella. Aunque no podía hablar en ese momento, pues guardaba su voz para el momento en que más la
CAPÍTULO 92: ME DEJÓ POR ELLAEl aire en el castillo estaba denso, cargado con una tensión que se extendía por cada rincón. Seraphine sentía una creciente inquietud mientras caminaba con pasos rápidos por los pasillos sombríos. Las sombras de las antorchas que iluminaban el lugar se alargaban a su alrededor como si fuesen espectros, y el frío que siempre parecía acompañarla se le metía hasta los huesos. Algo andaba mal, muy mal.Thane había desaparecido, Akira con él, y los rumores sobre su supuesta traición al rey se extendían como un incendio por la manada. Pero eso no era lo único que la angustiaba; el nombre de Kael también había surgido en susurros entre los sirvientes, y cada vez que Seraphine intentaba obtener respuestas, las puertas se cerraban ante ella. El palacio estaba en caos, pero lo peor de todo era no saber la verdad.Finalmente, llegó a las puertas de la sala del trono. Dos guardias la miraron con ojos fríos, sin moverse. Seraphine, furiosa, levantó la barbilla, su au
CAPÍTULO 93: UN ÚLTIMO HECHIZOSeraphine caminaba por los senderos del bosque, su respiración era entrecortada y su corazón golpeaba con fuerza en su pecho. La oscuridad era densa, apenas iluminada por la luna menguante que colgaba en el cielo. El crujido de las ramas bajo sus pies o las sombras que se movían entre los árboles solo aumentaban su frustración. Llevaba días buscando a Thane y a esa maldit4 loba, pero los rastros se esfumaban como si jamás hubieran existido.Había revisado el pueblo cercano, hablado con todos los lobos leales, interrogado a cazadores, y recorrido cada rincón de los bosques aledaños. Pero nada. Akira y Thane parecían haberse desvanecido en el aire. La ira y la desesperación la carcomían por dentro, cada segundo que pasaba sin resultados la acercaba más al borde de la locura.«No puedo volver sin haberlos encontrado», se repetía una y otra vez. No podía presentarse ante el rey sin una respuesta. Sabía que su fracaso lo enfurecería, y aunque Seraphine no a t
CAPÍTULO 94: UNA CONFESIÓN OLVIDADAEl bosque se extendía ante ellos, susurros de hojas y ramas se movían al compás del viento. Akira y Thane caminaban en silencio, ambos en sus formas de lobos andaban a pasos ligeros sobre la tierra. Durante días, habían entrenado juntos, perfeccionando cada movimiento y en especial la transformación. Para Akira, aprender a dominar el poder de la loba que llevaba dentro no era solo una cuestión de supervivencia, sino de destino.Thane, como siempre, la observaba con admiración, pero también con una intensa preocupación. Sabía que Akira era fuerte, pero también, que no podían subestimar a sus enemigos, especialmente a Seraphine.—No debes subestimar a Seraphine —le advirtió mientras ambos avanzaban hacia un claro en el bosque—. Ella no es una loba cualquiera. Era la princesa de la segunda manada más poderosa después de la del rey. Por eso estaba en el castillo para casarse conmigo, aunque las cosas no salieron como esperaba.Akira se detuvo un momento
CAPÍTULO 95: PERSECUSIÓNSeraphine corría en silencio junto a dos de sus Betas más confiables. Habían estado siguiendo el rastro de Thane y Akira, el hechizo que había invocado la estaba guiando a la ubicación exacta donde se escondían. Seraphine sabía que no podría enfrentarse sola a Thane, por eso los Betas eran su seguro, sus mejores hombres, capaces de enfrentarse a cualquier enemigo si ella lo ordenaba.«Esto será rápido», se repitió a sí misma aferrándose el amuleto que colgaba de su cuello, el cual pulsaba con una energía siniestra. El plan estaba claro: los Betas distraerían a Thane, y ella aprovecharía para acabar con Akira. Pero una duda persistente flotaba en su mente. Sabía que Thane era fuerte, aun así, Seraphine estaba decidida. Akira era solo una Omega, una loba muda. Sería pan comido distraerlo y acabar con esa estupidez. Solo duraría unos segundos.Finalmente, llegaron a la cabaña escondida entre los árboles. Los ojos de Seraphine brillaban con un odio profundo mientr