CAPÍTULO 63: EL ECO DEL PASADOLa luna brillaba alta en el cielo, su luz tenue bañaba el claro del bosque. La mujer, de rodillas sobre el suelo, alzó la mirada suplicante hacia el cielo nocturno, sus ojos reflejaban el brillo plateado de la luna llena. Sus manos temblorosas se aferraban a la tierra húmeda, mientras sus labios pronunciaban una súplica que parecía perderse en el viento.—Por favor, Madre Luna, concédeme un hijo... —rogó con voz entrecortada, su corazón palpitaba con desesperación y al mismo tiempo, una esperanza.El viento susurró a su alrededor, y en el aire se sintió un leve cambio. Las hojas de los árboles temblaron suavemente, como si respondieran a su llamado. La mujer cerró los ojos, dejando caer las lágrimas que se mezclaban con la tierra bajo sus pies. Un silencio profundo cayó sobre el bosque, y en ese momento, algo más allá del mundo terrenal respondió a su plegaria.Desde lo más profundo de la oscuridad, un rayo de luz plateada descendió del cielo, envolviend
CAPÍTULO 64: LA CAZA DEL ALFAEl viento soplaba con fuerza entre los árboles del bosque alzando las hojas secas del suelo. Thane se movía con una precisión letal, avanzando entre las sombras, sus sentidos estaban alerta y sus instintos eran afilados como una daga. La ira latía en sus venas, impulsándolo hacia su objetivo: el Alfa Azael.Desde el momento en que Akira le confesó que Azael la había llevado, algo se había roto dentro de él. No podía dejar que aquel hombre siguiera vivo, sabiendo lo que había intentado hacerle. No importaba las repercusiones, ni las leyes entre las manadas. En ese momento, solo había una cosa en su mente: venganza.El territorio de Azael estaba cerca. Thane pudo sentir la presencia de otros lobos, acechando en las cercanías, pero no se preocupó por ellos. Eran subordinados que no tendrían el valor de enfrentarlo. Su verdadera presa, el Alfa, lo esperaba más adelante, y no pensaba permitir que escapara.Finalmente, después de lo que parecieron horas de búsq
CAPÍTULO 65: SOSPECHA DE SANGREEl castillo estaba inmerso en un ambiente de tensión creciente. Las noches eran más oscuras, el aire más pesado, y el silencio, inquietante. El rey caminaba por los pasillos de piedra con la mirada oscura y el ceño fruncido. Sabía que algo no estaba bien, lo sentía en cada fibra de su ser. Galicia estaba muerta, pero eso no le quitaba la sensación de que la hija bastarda decía la verdad. Aunque ella tuviese la sangre real, no se atrevería a desafiarlo. Sin embargo, solo la sangre real podía haberlo robado, y eso significaba que uno de sus hijos estaba involucrado.Mientras el rey investigaba en silencio, las sospechas comenzaron a asfixiarlo. Thane o Kael. Uno de ellos había violado el santuario más sagrado. Sabía que ese libro contenía secretos que podían destruir su reinado, y debía eliminar a cualquiera que supiese su secreto.Por su parte, Thane no estaba mejor. Desde que había matado al Alfa Azael, algo oscuro había comenzado a crecer en su interio
CAPÍTULO 66: SOMBRAS AMENAZANTESAkira sentía un nudo en el estómago mientras caminaba por los pasillos. Últimamente, había empezado a tener extrañas visiones que se habían vuelto más intensas. Ella no tenía idea de qué eran, ni lo que significaban, mucho menos de dónde provenían. Sin embargo cada noche imágenes de sangre y traición la asaltaban, y su conexión con ese poder ancestral parecía crecer, aunque no lo comprendiera del todo.Mientras tanto, en las sombras del castillo, el odio hacia Akira no dejaba de crecer. Las concubinas de Thane, especialmente Mariel, la más celosa y venenosa de todas, sentían que Akira se había convertido en un obstáculo imposible de ignorar. No solo había capturado la atención de Thane, sino que su mera presencia parecía disminuir la influencia que ellas alguna vez tuvieron. Mariel, quien había sido una de las favoritas de Thane, ya no soportaba su invisibilidad ante sus ojos.Ahí en la sala común donde las concubinas se reunían, Mariel alzó la voz con
CAPÍTULO 67: ALUCINACIONES OSCURASEl aire en el castillo se había vuelto pesado, casi asfixiante, y Thane no podía entender por qué. Se paseó por los pasillos, inquieto. Sus pensamientos estaban enredados en una maraña de incertidumbre y miedo. Sentía el peso de las decisiones que había tomado y las que aún estaban por tomar. Akira estaba en su mente, como una sombra que no podía deshacerse. Desde la muerte del Alfa Azael, algo había cambiado dentro de él, algo oscuro y retorcido que no comprendía del todo.Decidió irse al bosque a entrenar, pero la primera visión le golpeó de manera inesperada.Mientras estaba en el campo y el sol ardía en lo alto del cielo, sus músculos se tensaban con los golpes que daba al tronco de un árbol viejo, trataba de canalizar su frustración en cada movimiento, pero no le brindaba el alivio que esperaba. Su mente estaba demasiado cargada, plagada de pensamientos confusos sobre Akira y el encuentro con la bruja de la noche anterior.De repente, todo cambi
CAPÍTULO 68: EL CASTIGO DEL REYAl día siguiente Thane avanzaba con el rostro endurecido. El rumor ya se había extendido: el rey lo había convocado a la sala del trono, y Thane sabía que nada bueno podía salir de ello. Desde que mató al Alfa Azael, había sentido una pesada nube de consecuencias cerniéndose sobre él, pero hasta ahora el castigo del rey había sido un misterio.Al cruzar las puertas de la sala del trono, se detuvo un momento. Su padre estaba de pie al frente, su figura era rígida y severa como una montaña inquebrantable. Los ojos del rey estaban llenos de furia, brillaban con un peligro que Thane solo había visto en raras ocasiones.—Thane —dijo el rey con voz grave rompiendo el silencio—. ¿Sabes por qué estás aquí?Thane apretó los puños, sintiendo la tensión recorrerle el cuerpo.—Sé lo que hice, padre —respondió con un tono firme—. Maté al Alfa Azael.El rey asintió, su mirada aguda atravesó la de su hijo como una espada.—¿Sabes lo que significa esa acción? —preguntó
CAPÍTULO 69: EL SACRIFICIO SE APROXIMAAkira se sentía devastada después de aquellas palabras de Thane: “tienes razón, tal vez no lo vale”. Apretó con fuerza un cuadernillo contra su pecho mientras volvía a la habitación que antes había sido de Galicia. Nadie quería usarla porque estaba impregnada con su aroma, pero para ella era un consuelo que le recordaba que tenía que detener al rey Alaric antes de que se cobrase otra víctima más.Quería odiar a Thane con todas sus fuerzas, pero no lograba hacerlo por ningún medio. El lazo que la ataba a él era demasiado fuerte y aunque todavía estuviese flojo y pendiendo de un hilo, le era imposible arrancárselo del todo. Era él quien debía rechazarla, y mientras no lo hiciera ella iba a estar condenada a sentir ese enorme vacío en el pecho.Intentó acostarse a dormir, pero de pronto otra visión aterradora la asaltó. Sabía que el próximo sacrificio estaba cerca, pero aún no podía precisar quién sería la víctima. En sus sueños, veía a una joven lo
CAPÍTULO 70: ENTRE EL DEBER Y EL DESEOThane caminaba hacia el salón del trono con pasos decididos, su mente iba enfocada en los asuntos del día. Desde que su padre lo había despojado del derecho al trono por matar al Alfa Azael, el peso de la deshonra lo consumía, pero más que la humillación pública, lo que realmente lo carcomía era la inestabilidad de su posición. Sabía que los otros líderes de la manada lo veían ahora como vulnerable. Eso no le preocupaba; podía enfrentar cualquier desafío. Sin embargo, había algo más que lo tenía inquieto, algo que no podía dejar de lado: Akira.Mientras se acercaba al gran pasillo, un aroma familiar lo alcanzó. Su olor era inconfundible, pero ella no estaba sola. Al girar por el corredor, la vio a unos metros, caminando junto a su hermano, Kael. Los dos se dirigían hacia la biblioteca mientras él le susurraba algo que no alcanzó a escuchar. Una chispa de rabia se encendió en su pecho al verlos juntos. ¿Qué hacía Akira con Kael? ¿No que acaso él h