LENI—Leni, voy a buscar agua. No podemos seguir así —anunció Dax, su voz resonando en la penumbra del bosque que nos envolvía. La oscuridad era espesa, casi palpable, y las sombras danzaban en los bordes de nuestra visión, como si el mismo bosque estuviera vivo, observándonos, esperando. Asentí con la cabeza, aunque una parte de mí deseaba que no se alejara. La soledad del lugar me envolvía, y me sentía atrapada en un laberinto de incertidumbre y miedo. Pero sabía que Dax necesitaba ese momento a solas. Su respiración era pesada y su rostro mostraba signos de agotamiento. En un esfuerzo por mantener la calma, decidí dejar que se alejara un poco. Mientras lo veía desaparecer entre los troncos de los árboles, una voz interior comenzó a resonar en mi mente. Era la loba que llevaba dentro, un espíritu indomable que había estado a mi lado en mis momentos más oscuros. —¿Qué piensas, Leni? —me preguntó la loba, su tono era suave, pero firme—. Ardian nos ama. —¿Ama? —bufé—. No esto
LENI—¿No creen que estamos caminando en círculos? —les pregunté, con un suspiro de frustración que apenas logré contener. El aire se sentía pesado entre nosotros, y no era solo por el esfuerzo de la caminata. Dax se detuvo en seco, girando sobre sus talones con una expresión de desafío. —¿Y tú qué propones, Leni? ¿Que nos quedemos aquí y esperemos a que nuestras vidas se resuelvan solas? —No es eso —refuté, sintiendo cómo el agotamiento comenzaba a hacer mella en mí. El sol estaba en su cenit, y la tensión entre ellos no ayudaba en nada. Ardian, a su lado, frunció el ceño, sus ojos fijos en Dax como si estuvieran en una competencia silenciosa. —Entonces, ¿qué quieres? —preguntó Dax, cruzando los brazos sobre su pecho. —No le hables así, Lancaster —intervino Ardian. —Quiero que dejen de competir por mi atención. No puedo más con esto —exclamé con agotada paciencia, sintiendo que si pasábamos un minuto más, encerrados aquí, ellos terminarían matándose. Dax lanzó una ris
ARDIAN —No puedo creer que haya llegado a hacer eso... —murmuré, sintiendo cómo la rabia se acumulaba dentro de mí como una tormenta oscura. Las imágenes seguían atormentando mis pensamientos: Dax besando a Leni, su risa despreocupada resonando en mis oídos, la manera en que ella lo miraba con esos ojos que son solo míos. Era como si alguien me hubiera arrancado el corazón y lo hubiera pisoteado sin piedad. —¿Qué es lo que sucede? —preguntó Leni, intentando calmarme, como si pudiera apagar el fuego que ardía en mi interior. Mis embestidas van en aumento y ella chilla de dolor cuando la penetro hasta el fondo, tiene tan abiertas las piernas, para recibirme solo a mí. Joder, llenarla con mi semen es mi tarea de esta noche. —Lo vi, Leni. Lo vi besándote ¿Cómo puedes estar tan tranquila? —respondí, mi voz temblando entre la furia y la frustración. Me acerqué a ella, tomándola de los brazos con una intensidad que apenas podía contener. —¿Es que no comprendes lo que eso si
NARRADOR OMNISCIENTEEn el vasto y sombrío salón del castillo, el rey Based King, se encontraba en medio de una agitación palpable, dirigiendo a su ejército con una voz que resonaba como un trueno en la penumbra. Cada una de sus palabras estaba impregnada de una mezcla intensa de furia y determinación, mientras sus ojos centelleaban con un brillo amenazante que reflejaba su profundo deseo de venganza. —¡Escuchen bien, soldados! —exclamó, levantando su mano con un gesto autoritario, como si invocara una tormenta inminente—. Nuestro único objetivo es Leni Stardark. Esa asquerosa, debe ser mía, y lo harán en un plazo de tan solo dos días. No quiero que quede rastro alguno de la existencia de los demás. Las filas de hombres, ataviados con armaduras relucientes que reflejaban la escasa luz del lugar, se alineaban ante él, sus rostros tensos y serios, marcados por la gravedad de la misión que tenían por delante. El rey avanzaba entre ellos, inspeccionando la preparación de cada guerrero
LENIDesperté en la penumbra de la habitación, sintiendo el suave calor del cuerpo de Ardian abrazándome con una ternura que nunca había experimentado antes. Cada momento a su lado era un torbellino de emociones contradictorias; en mi mente, reflexionaba sobre lo que realmente significaba para mí, sobre la forma en que su presencia llenaba de alegría mi corazón y, al mismo tiempo, despertaba inquietudes en mi interior. Por otra parte, estaba el hecho de la oscuridad que había empezado a percibir en él, como una sombra que se aferraba a su alma como asquerosa larva, me erizaba la piel y me llenaba de inquietud. Sin embargo, en ese instante, mientras disfrutaba de la calidez de su abrazo, sentí de manera certera que lo amaba.—¿Leni? —susurró, con profunda y serena, mientras sus ojos se abrían lentamente.—Buenos días —respondí, sonriendo mientras acariciaba su rostro con delicadeza—. ¿Dormiste bien?—Mejor ahora —dijo, acercándose para sellar nuestra conexión con un tierno beso que me
LENI—¡Leni!El grito de Ardian, hizo que el corazón se me paralizara. Desde la distancia, observé cómo los lobos del Based King acorralaban a su propio hijo, quien solo intentaba rescatarme. Su figura, aunque tensa y pese a ser un poderoso alfa, se veía pequeña y frágil frente a la ferocidad de aquellos animales, al menos así se veía en su forma humana. Mi corazón se llenó de desesperación. Tenía solo un breve conocimiento de lo que era capaz Ardian, como lobo, después de todo, no habíamos pasado mucho tiempo en nuestra forma más bestial. El aire se comprimió en mis pulmones, casi olvidaba la capacidad de respirar. —¡Leni! —gritó Ardian, su voz atravesando el aire como una flecha. Pero los gritos se ahogaban en el rugido de los lobos, y su esfuerzo parecía vano ante la magnitud del peligro. Reinhold, me miraba con un desprecio genuino, mientras que Based King, el rey de los hombres lobo, se acercó a mí con una sonrisa burlona en su rostro. Su presencia emanaba una aura de poder
LENI—¿Me estás escuchando, cariño? —La voz de mi madre se filtró en mis pensamientos, rompiendo la niebla que me rodeaba. Levanté la mirada y me encontré con sus ojos, llenos de preocupación, pero también de una tristeza que no podía ocultar.—Sí, mamá, lo siento —respondí, aunque sabía que no era verdad. La sombra que había visto emerger del cuerpo de Ardian seguía danzando en mi mente. Era como una sensación agria que había experimentado cuando nuestros lobos se unieron por primera vez, una oscuridad que se adueñaba de mí y me invadía sin compasión.Mi madre, siempre tan autoritario, se inclinó hacia adelante. Sus ojos, normalmente serenos cuando se dirigía a mí, chisporroteaban con una intensidad que me hizo encogerme en mi asiento.—Leni, ahora que Based King ha dejado de ser un problema, creo que lo mejor es que te quedes conmigo… —Ardian tomará de nuevo el mando como rey alfa. Es tu deber estar a su lado. Eres su esposa, su luna. Pero tienes que comenzar a entrenar más, tus p
ARDIANMe desperté abrazando a Leni. La luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas, iluminando su rostro sereno. Era hermosa, más de lo que las palabras podían describir. En ese instante, supe que haría lo que fuera por ella. La besé suavemente, pero la pasión me llevó a ser más insistente. Nuestros labios se encontraron en un baile que despertó la chispa entre nosotros. Sin embargo, en un momento de locura, la mordí de manera juguetona, sintiendo el sabor metálico de su sangre. Ella se retiró un poco, sorprendida, pero en sus ojos vi una mezcla de deseo y reproche.—¿Qué te pasa, Ardian? —me preguntó, llevándose una mano a la boca.—Solo quería que sintieras lo que siento yo —respondí, empujando mis caderas para que sintiera mi dura erección—. Hoy volvemos a Tafaryen.Leni sonrió, y en su sonrisa encontré un destello de esperanza. Sabía que este regreso no sería sencillo. —Hablemos de eso…—Ahora no —me coloqué entre sus piernas—. Necesito penetrarte. Luego de follarla e