— ¡Este lugar es bellísimo! –Camille observaba desde lo más alto del castillo toda Brasov. –Tiene una vibra muy especial –Dice sonriendo.— Eso me preocupa –Ella frunce su ceño y gira para verlo. –Sí, bueno tengo obligaciones en Brasil, no podemos vivir aquí –Ella se acerca rodeando sus manos en su cuello.— Me conformo con que vengamos tres veces al año –Daven acarició el rostro de Camille con ternura.— No puedo decirte a nada que no, voy a complacerte, por cierto esta noche debo ir a supervisar el complejo turístico quiero ver cómo es manejado, podríamos cenar allí está noche — Me parece perfecto –Ella acercó sus labios a los suyos, Daven respondió el beso con pasión. –Me iré a descansar — ¡Eres cruel! –Ella giró lanzándole un beso en el aire para luego alejarse contoneando sus caderas, ocasionando que su lobo interior se inquietara y reclamara lo que por derecho le corresponde. (...)Ya caída la noche, la diosa luna iluminaba cada rincón del castillo y todo Brasov, en la habita
Camille— Y los declaro marido y mujer, Blane puedes besar a la novia –Escucho al cura finalizar la ceremonia, todos celebraban la unión de Bianca y Blane, desde la noche que Daven me propuso matrimonio no hemos hablado, no sé qué me pasó o porque lo rechacé y desde entonces me evita sé que le rompí el corazón y ahora solo quiero enmendarlo. — ¿Camille? –Me giro al escuchar la voz de Lena. – ¿Todo está bien? — ¡Uhm! Sí... es solo que –Noto que Lena desvía su mirada a mi dedo anular y la decepción se reflejó en sus ojos. ¿Lo sabías? — ¿No lo amas? — ¡Claro que lo amo! es que siento que este mundo, es... demasiado para mí, usted creció entre reyes y coronas, vestidos largos yo... –Lena alzó su mano para interrumpirla.— Camille, ciertamente en este mundo hay mucho que hacer, ser disciplinado y hacer cosas de las que normalmente no harías, pero pienso que si amas a mi hijo nada de eso hará que pierdas la oportunidad de unir tu vida a un gran hombre, los compromisos reales y de la ma
Lena.-Seguía tirada sintiendo el verde y brillante césped de su jardín escuchando las quejas de su mejor amiga sobre la sorpresiva noticia de su matrimonio. — ¡Vamos Lena! ¿En serio quieres casarte con alguien que nunca has visto? Reformulo mi pregunta ¿Casarte por obligación? Estamos en el siglo XXI, tú eres una chica empoderada, inteligente todo lo que te propones lo cumples ¿Por qué atarte a un matrimonio arreglado? –Preguntaba con un tono exasperado cargado con algo de frustración.— Elin –Lena rueda sus ojos hacia arriba, sonriendo. –Yo desde niña supe cuál era mi misión, es el deber de una princesa, además no le veo nada malo al matrimonio, veo a mis padres tan enamorados aun cuando han pasado veinticinco años de casados y eso es lo que yo quiero.— Se me olvidaba lo cursi que eres también –Soltó la joven con un bufido.— Mira yo estoy feliz con mi decisión, toda mi vida fui preparada para esto, no te preocupes por mí, amo a mi pueblo, a mi nación entera soy la princesa y futu
Lena.-En su habitación a la princesa le terminaban de colocar el ultimo accesorio de su atuendo un preciosa diadema de brillantes y zafiros, ella sonreía al verse envuelta en un precioso vestido rosa pálido una falda medianamente amplia que de igual manera le resaltaba su pequeña cintura. — Hija estás preciosa, te has convertido en una hermosa joven –Los ojos la reina se llenan de lágrimas.— Gracias madre, pero ¿Por qué vas a llorar? –Lena se sintió conmovida por las emociones de su madre, eran muy unidas. — Por nada, las madres somos muy sentimentales, recuerdo cuando solo eras una bebe –Observó a Lena en silencio. — ¿Madre? –La saca de sus pensamientos, al ver su mirada perdida.— Si, disculpa te tengo un obsequio, solo no le vayas a decir a tu padre –Se acercó a su mesa de noche y saco una funda de terciopelo verde, Lena la observa con confusión.— Ten, la mande a hacer especialmente para ti –La joven metió la mano en la funda y se sorprende. — Es un regalo inusual mamá, un r
Nicholas estaba metido en sus pensamientos, no dejaba de preguntarse si realmente el vínculo se había establecido con esta preciosa chica que no dejaba de observar la conexión fue tan grande que no se percató de que era una humana, pero que destetaba desde hace bastante tiempo, su voz era como la melodía más dulce que nunca escuchó y lo más importante se convertiría en su esposa. Sin embargo no podría enamorarse de ella.— ¡Oye! Ya me estas mirando raro, yo voy a entrar con permiso –Lena intentó hacerlo a un lado, pero Nicholas se lo impidió tocó el dorso de su brazo y todo su interior se removió, la electricidad que recorrió todo su cuerpo cargó de energía cada fibra de su ser, definitivamente Lena era su mate.— Lo siento, ¿Cómo sabes que tu prometido no ha llegado? Has estado aquí sola –Ella se encogió de hombros. — Nadie ha venido a avisarme, asumo que no vendrá, no querrá casarse conmigo –Bajó la mirada y expresó con tristeza. Nicholas, pensó que ciertamente no era su deseo ata
A horas del tan esperado evento Nicholas se sentía estresado, por lo que se desahogaba con una de las tantas mujeres que se ofrecía para saciar sus ganas. Deseaba proteger con todo su ser a su luna, pero su Ivar tenía razón, con él dentro del reino su manada tendría más oportunidades, en el pacto se establecía que la manada tendría los mismos privilegios que los habitantes de Brasov, pero todo quedó en el papel, la manada y sus familias han estado hacinados a una parte de territorio de la nación la realeza los ha tratado solo como los defensores del reino pero nada más, atrás muy atrás quedaron los derechos que podía tener su gente, un Brasoviano tenía más derecho que un miembro de la manada y eso acabaría con la llegada de Nicholas al reino. Sabía que manipulando a Lena podía hacer que él y su manada pertenecieran al reino como iguales, era el momento de una visita a su compañera.Se alistaba para salir cuando fue interrumpido por la mujer que seguía desnuda en su cama.— ¿Seguirem
Sus ojos se encontraron en medio de la penumbra, cargados de un deseo incontrolable y sus manos se deslizaron suavemente por las curvas de sus cuerpos, explorando cada centímetro con una delicadeza exquisita, los susurros de placer llenaron la habitación, mientras sus labios se unían en un beso hambriento. La habitación estaba impregnada de un ambiente de seducción y misterio, las sombras bailaban en las paredes, revelando solo destellos fugaces de su piel desnuda, cada contacto era un destello de electricidad, cada roce una promesa de placer y sus cuerpos se movían al ritmo de un deseo compartido, una sinfonía de suspiros y gemidos. El juego de miradas entre los amantes era tan intenso como el fuego que ardía en sus cuerpos, con movimientos sincronizados, se entregaron al placer mutuo, explorando cada rincón prohibido con una pasión desbordante y cada gemido era una melodía en el aire, cada contacto un destello de éxtasis. Nicholas descubrió sus colmillos era el momento de marcar
Nicholas había decidido que era importante que Lena se enterara de la verdad, de lo que él era cuanto antes, porque cuando ella dé a luz a un heredero este no solo será un príncipe y posteriormente el rey Brasov también será el alfa de la manada Ottum, por lo que era imperativo que ella descubriera la procedencia de su esposo. Pese a las objeciones de Ivar, Nicholas confesaría su verdadera identidad.— ¿Nicholas que hacemos aquí? ¿Por qué nos trajiste a este lugar y de madrugada? –Preguntaba la joven observando la oscuridad de la noche mezclándose con el sonido de las olas rompiéndose en la orilla.— Lena, tú has llevado una vida alejada de la realidad, en el mundo existen cosas, seres que… no te podrías imaginar –Nicholas expresó con inseguridad y temor.— Mi madre hace unos días me dijo algo parecido, no le entendí, pero ahora que lo repites ya me está dando un poco de miedo –Lo miró confundida.— No voy a decirte que no temas, porque necesitas estar alerta siempre, pero… Dudó era