2 Años Atrás.

La noche había caído y junto con ella su manada. Era testigo de cómo su gente moría y no podía hacer nada por ellos.

Junto a su madre, la futura alfa corría por el bosque, huyendo de la gran batalla que está sucediendo a unos metros de ella.

—Hija —la bruja mayor deja de correr, sabiendo lo que se avecina.

—¿Qué pasa mamá? Tenemos que seguir corriendo, no estamos seguras aquí —la alfa mira a su alrededor agudizando su oído para saber si algún enemigo se acerca.

—Toma —la bruja mayor le coloca un collar—. Este protegerá, ocultará tu esencia de bruja y olor a loba, para los demás serás una simple humana.

La reina abraza a su primogénita, transmitiéndole todo su amor, ya que sería la última vez que lo haría. Había tenido una visión y sabía lo que sucedería en los próximos minutos

—Natasha, te amo, nunca lo olvides —lágrimas caen por sus mejillas.

—Mamá, yo también te amo —abraza a su madre preocupada al verla llorar—, pero tenemos que seguir corriendo, no estamos seguras aquí.

Su cuerpo se tensa al olfatear el aire, unas brujas y vampiros del bando enemigo se acercan, pero cuando quiso agarrar la mano de su progenitora para huir, estos aparecieron en un abrir y cerrar de ojos, rodeándolos y evitando que así pudieran huir.

—Pero mira que tenemos aquí —aparecen tres brujas de segundo rango—. La reina y la princesa.

—Ella va a estar feliz cuando te llevemos —aparecen dos vampiros.

—Sobre mi cadáver se la van a llevar —les advierte la reina cubriendo el cuerpo de su hija.

—Tendremos que matarte entonces —dice una de las brujas.

El cuerpo de la alfa se tensa al escuchar aquellas palabras. Busca a su alrededor alguna salida, pero no hay ninguna.

—Ustedes atrápenla —les ordena los vampiros apuntando a la alfa—. Nosotras nos encargamos de ella.

—Hija, transfórmate en tu loba y quiero que corras lo más rápido que puedas y no te detengas por nada, yo te daré tiempo —la reina le habla por el link a su hija.

—No mamá, no te dejaré aquí —le responde, está en desacuerdo con lo que pidió su madre—. Lucharé contigo.

—No hija, solo has lo que te digo y corre hasta llegar al refugio de la ciudad.

La menor quiere refutar. Maldice internamente al no poder acceder a sus poderes y no poder comunicarse con su loba Maira. Pero la mirada que le lanza su madre la hace entrar en razón.

—Está bien madre —se rinde.

Las brujas empiezan a rodearlas

—¡AHORA! —grita dándole la señal.

La alfa se convierte en su loba y acata las órdenes de su madre, correr hasta el refugio.

—Te amo, nunca lo olvides —es lo último que le dice su progenitora por el link.

Corre rápido como ella se lo pidió, pero unas pisadas atrás suyo le avisan que los vampiros vienen a por ella.

Corre lo más rápido que puede, esquiva los árboles, ramas, todo lo que se interponga en su camino, trata de perderlos y despistarlos, pero no lo logra. Ellos son rápidos.

Pero siente la presencia de Marcos, su guardián y a los segundos deja de sentir a los vampiros.

A lo lejos escucha el aullido del lobo de Tom, beta de su padre. Avisa a la manada que su padre ha muerto.

EL ALFA A CAÍDO.

Más aullido se escuchan a los lejos y es la manada que llora por la muerte de su alfa.

Aúlla junto a ellos por la muerte de su padre. Tropieza al sentir un dolor en el pecho. La conexión que tiene toda bruja con su madre se ha roto, ha desaparecido. Ella se ha ido.

Se levanta y hace lo último que ella le pidió. Correr, correr hasta estar salvo.

(...)

Después de estar corriendo dos horas, llego al refugio que se encuentra en la ciudad.

Entra a la casa y se dirige directo al baño para ducharse y sacarse toda la tierra.

Se mete bajo el agua que cae, pero se derrumba en el suelo a llorar por la muerte de sus padres.

No sabe cuánto tiempo estuvo ahí llorando, pero aquel lugar fue testigo de cómo una parte de ella murió, y la nueva que renació prometió no derramar ninguna lágrima más hasta no vengar la muerte de su manada, de su familia y de todo aquellos que murieron.

—Prometo vengar sus muertes —limpia la última lágrima que cae por su mejilla.

Y aquel día su mundo se derrumbó, aquel día le quitaron a sus padres y a su manada, aquel día una parte de ella murió junto a ellos, aquel día prometió vengar sus muertes.

Ese día su corazón murió con todos ellos. Una parte de ella murió, pero una nueva nació.

Aquellos que les declararon la guerra no saben lo que acaban de despertar.