Los ojos me pesan y no siento mi cuerpo, no sé dónde estoy, trato de moverme, pero no puedo, trato de abrir los ojos, pero es difícil, escucho voces, no sé dónde estoy, o si estoy viva, no recuerdo casi nada
-Sus latidos son normales, pero aún no reacciona-
-Talvez solo necesita tiempo-
No reconozco esas voces no siento ningún olor, no sé qué pasa… escucho como sus pasos se alejan, trato de abrir los ojos, poco a poco voy recuperando movilidad, la luz me molesta, pero hago un esfuerzo, veo una habitación que parece como la de un hospital, trato de moverme, pero no puedo, siento la garganta seca, escucho como unos pasos vienen hacia acá, cuando veo quienes entran me sorprendo, nunca imagine verlas
-¡Oh por dios!... Ana reaccionaste, no sabes cómo nos alega que estés bien, ¿cómo te sientes?, ¿te duele algo?, ¿quieres algo? -
No puedo hacer nada más que verlas, siento mi garganta como una lija y no puedo hablar, y solo pestañeo, Laura me da un poco de agua
Un mes…. Un mes desde que me entere de la boda de mi precioso niño, estoy en la ciudad a tan solo un día de la boda que no se realizara; Claudia y Laura se encargaron de todo para no ser descubiertas, nadie sabe que estamos en la ciudad, esa noche no puede dormir, contando las hora faltantes para ver a mi familia, a las seis de la mañana las chicas se retiraron para terminar de preparar todo… no me podía quedar toda la mañana sin hacer nada así que fui hasta el despacho del abogado de la empresa, era un viejo lobo conocido de papá, un hombre de confianza. Sin duda estaba sorprendido de verme, luego de una breve explicación y de pedirle que guardara el secreto pues aún mi familia no lo savia y menos Mateo, cosa que lo sorprendió mucho, luego de una charla, le pedí una tarjeta cargada a la empresa, pues necesitaba comprar algunas cosasTome un taxi al centro comercial, camine recordando cada vez que estuve allí cuando visitaba la ciudad, fui a una de mis tiendas favoritas,
-Señorita Ana… en realidad es usted- sus palabra dichas casi en un susurro, mostraban que realmente estaba feliz de verme, Ángel era un hombre que jamás vería llorar pero verlo así me provocó una gran alegría, sin duda descolocó a los jóvenes -Caro que si… esos hijos de puta no me matarían tan fácil- dije dejando las formalidades y dándole un abrazo que respondió gustoso, al separarme de él vi esa tristeza reflejada, al escuchar mis palabras- pero no estés triste, que volví con más energías que nunca y voy a patear tu anciano trasero abuelo- sonrió ante mis palabras pues solo pocas veces hacía bromas -En tus sueños niña- dijo con una sonrisa, él era como mi abuelo así que me encantaba verlo feliz… salimos de nuestra burbuja cuando uno de los chicos se aclaró la garganta, en ese momento volvimos a los formalismos- bien señorita Ana estos son jóvenes de la manada, son parte de la seguridad, la cual consta de treinta hombres de nuestra manada, y quince de la del alfa Arístides, usted di
Domingo por la mañana es un día normal, bueno en lo que cabe normal para una chica como yo. Mi nombre es Ana en unos meses cumplo 18 años, lo cual no es muy bueno, siendo la hija mayor del alfa de la manada más fuerte del país -¡Si soy una chica lobo o eso creo!- se supone que a mis 16 años tenía que aparecer mi loba, pero no paso, eso tiene a la manada preocupados, porque si no aparece mi hermana menor (Amanda) tomara mi lugar y ella aún es muy joven, aunque somos una manada pacifica es una gran responsabilidad.Me arreglo para bajar a desayunar, me veo en el espejo para revisar que todo esté en orden, no es que me arregle mucho, soy de estatura promedio, piel blanca un poco bronceada, cabello castaño algo crespo, unos lindos ojos cafés.-Buenos días mami- Mi madre es una loba convertida, por eso cabe la posibilidad de que yo sea humana.-Buenos dí
Cuando pude reaccionar quise bajar a felicitar a mi hermana, vi el reloj que tenía en la mesa eran las siete de la noche así que aún estaba despierta… baje a la sala no encontré a nadie, busque en la cocina y también estaba sola así que me dispuse a subir a la habitación pero escuche voces en el despacho de mi padre no me intereso hasta que escuche que alguien menciono mi nombre así que me acerque de forma silenciosa y pude observar que en la sala estaban aún los miembros del consejo mis padres incluso mi hermana.-Alfa los miembros del consejo estamos de acuerdo que Amanda tome el lugar como alfa… pero Ana tiene que abandonar la manada al menos por un tiempo, para evitar rumores que nos pongan en riesgo- ¿Qué? Mi padre no puede estar de acuerdo con esto, no me pueden expulsar, esta es mi manada y mi familia.-Estoy de acuerdo, Ana es débil y no queremos que la manada se vea débil… en cambio Amanda demostrara su fuerza ya que su loba a
-Muy bien mi niña escúchame - me dio indicaciones de a quien buscar para que me ayude pero no sé si debo confiar creo que sería una buena opción para un nuevo comienzo-… amor cuando lo encuentres hazle caso en todo y pierde contacto con todos… hasta con migo- creo que ella habla en serio con lo de ayudarme-… suerte en tu nueva vida amor-No puedo creer que ella me ayude aun sabiendo que si el alfa lo sabe… no sé qué haga con ella. Me fui a dormir… en la mañana me arregle y me dispuse a buscar al hombre que Nélida me dijo que buscara. Revise la dirección y llegue a una casa muy bonita, estaba nerviosa pero me dispuse a tocar… me sorprendió pues una joven blanca de cabello castaño y crespo abrió la puesta con una sonrisa, se veía mayor que yo, así que me dispuse a hablar.-Hola--Hola, ¿buscabas a alguien?-Me sentí incomoda no sabía si era el lugar correcto-¿Aquí vive el señor Ricardo?--O si, pasa- entre y la casa tenía un aire acogedor y familia
Mi reloj marcaba las seis de la tarde yo estaba en la puerta de la casa de la familia Williams que ahora sería mi familia… ¿será que mi destino es siempre pertenecer a una familia?... de inmediato borre esa idea de mi mente y me dispuse a tocar el timbre, al instante un muy sonriente Ricardo abrió la puerta causando que sintiera cierto aire de familiaridad y confianza que no sentía hace mucho, pero no baje mi guardia yo mejor que nadie sabía que si tu propia madre era capaz de traicionarte cualquiera podía hacerlo -Ana, bienvenida pasa, te estamos esperando- -Gracias don Ricardo- -¡Ana querida! Bienvenida- dijo muy sonriente la señora Ángela -Gracias- eso fue todo lo que dije cuando vi bajar a Melissa, un poco seria nada parecida a la chica que me recibió en la mañana “parece que a alguien no le agrada la idea de tener una hermana” dije para mí misma -Hola Melissa- salude a la chica que me ve de pies a cabeza, luego desvió su mirada a mi malet
Mi vida ha cambiado demasiado han pasado un año y medio desde que empecé a formar pare de la familia Williams, mis padres y mi hermana son muy buenos, siempre me ayudan y me apoyan en todo, curso cuarto año de la carrera en una buena universidad, la cual pagan mis padres ya que ellos no dejan que utilice el dinero que me dejaron mis abuelos y decidieron hacerse cargo de todo lo que tenga que ver con migo, como los buenos padres que son, gracias a las horas extras que melisa me obliga a estudiar tengo una beca universitaria la cual me ayuda a costear mis libros Creo que soy afortunada al toparme con una familia así, de mi antigua familia no sé nada y eso me agrada ya que no los extraño es como si no hubiesen existido, aunque hay un rencor y deseos de vengarme, y sé que algún día lo lograre, mientras tanto voy a disfrutar a mi familia -Mama, hoy saldré con unas amigas- -Está bien amor, pero dile a tu padre- -Perfecto… y ¿dónde está? - -¡Oh!... l
Melissa luego de escuchar la confesión de su hermana entendió porque aquella niña llego de la noche a la mañana solo con una maleta y siendo muy desconfiada, sin embargo, los padres de Melissa aun no asimilaban porque se habían portado así con ella, no tenía nada de malo que Ana fuese humana -Ricardo, cuando Ana llego a nuestras vidas era solo una niña, no entiendo cómo pudieron sus padres hacerle eso, entiendo que eran los alfas, pero ser humana no es malo, Melissa es humana y nosotros la tratamos igual… ellos fueron muy injustos con ella- -Lo sé, pero ella es nuestra hija y nosotros siempre la apoyaremos, así como lo hemos hecho con Melissa- -Sabes… hay algo que aun no comprendo- dijo Ángela en voz baja -¿Si? ¿Qué es?- -Lo que Ana sintió cuando le realizaron aquel ritual- ambos guardaron silencio …………. Por la mañana Ana bajo y estaban sus padres desayunando, seguido bajo Melissa y se sentaron todos en la mesa -Papa, ¿