Capítulo 4

Mi reloj marcaba las seis de la tarde yo estaba en la puerta de la casa de la familia Williams que ahora sería mi familia… ¿será que mi destino es siempre pertenecer a una familia?... de inmediato borre esa idea de mi mente y me dispuse a tocar el timbre, al instante un muy sonriente Ricardo abrió la puerta causando que sintiera cierto aire de familiaridad y confianza que no sentía hace mucho, pero no baje mi guardia yo mejor que nadie sabía que si tu propia madre era capaz de traicionarte cualquiera podía hacerlo

-Ana, bienvenida pasa, te estamos esperando-

-Gracias don Ricardo-

-¡Ana querida! Bienvenida- dijo muy sonriente la señora Ángela

-Gracias- eso fue todo lo que dije cuando vi bajar a Melissa, un poco seria nada parecida a la chica que me recibió en la mañana “parece que a alguien no le agrada la idea de tener una hermana” dije para mí misma

-Hola Melissa- salude a la chica que me ve de pies a cabeza, luego desvió su mirada a mi maleta

-Hola Ana, ¿Dónde están tus otras cosas? - Valla eso sonó muy dulce, esta chica me recuerda a Amanda, y de inmediato sentí un dolor en mi pecho, pero yo me prometí ya no recordarla más a esa familia así que me dedicaría solo al presente y eso es responder la pregunta de Melissa

-Esto es todo lo que traigo- todos me miraron sorprendidos, pero ninguno dijo nada, estoy escapando ¿qué más traería conmigo?, la señora Ángela hablo acabando con el incómodo silencio

-Melissa cariño porque no le muestras a Ana su habitación- ¡genial! estaré a solas con la chica que cree que le robare a su familia…. La casa es pequeña pero acogedora tiene lo necesario para que una familia viva cómoda mente, Melissa se detiene y abre una puerta

-Esta será tu habitación… la de enfrente es la mía y la del fondo la mis padres- bueno dijo “mis padres” eso quiere decir que no me considera su “hermanita”- espero que te guste y te sientas cómoda- ¡bien! Creo que será mejor aclarar todo de una vez por todas y saber a qué me enfrento.

-Melissa… puedo hacerte una pregunta-

-Si claro, dime- ¿Qué? ¿Esta chica es bipolar o qué? ya volvió a ser una chica dulce… ok aquí voy

-Melissa… ¿A ti no te gusta la idea de que yo forme parte de tu familia? - Su rostro se volvió una obra de arte, estaba roja como un tomate, con expresión de sorpresa

-¡NO!... Ana, no sé porque piensas eso yo no…-guardo silencio, parecía que iba a llorar  sentí culpa por ser tan dura con ella, no sabía que hacer hasta que al fin hablo- Ana yo si quiero que vivas con nosotros… incluso me emociona la idea de tener una hermana menor, porque eso es lo que yo quiero que tú seas para mi… es solo que me pareció muy extraño que siendo tan joven tu estés huyendo, no quiero meterme en tu vida pero me gustaría saber porque quieres olvidar todo, incluso a tu familia-

Me sorprendió la sinceridad con que dijo sus palabras, incluso me alegro la idea de que quiera que yo forme parte de mi familia… pero si esto segura de que no les revelaría el por qué o de que estoy huyendo

-Melissa...- me acerque y la tome de las manos- gracias por permitirme formar parte de tu familia aunque sea solo por un tiempo y siento mucho si fui muy dura, pero tengo motivos para ser así, talvez… algún día te cuente todo “hermanita mayor”- ella abrió los ojos en sorpresa por mi comentario, solo me sonrió y me abrazo… ahora era yo la sorprendida yo siempre fui la mayor, la que estaba ahí para apoyar a mi hermana menor, pero al sentir a Melissa, no pude evitar que mi corazón saltara de alegría, aunque no debo acostumbrarme ya solo será por un tiempo

Luego de acomodar mis cosas bajamos al comedor donde estaba don Ricardo y doña Ángela esperándonos, la cena ya estaba servida, así que nos sentamos a comer… la señora Ángela llamo mi atención.

-Ana… ¡Bienvenida a la familia! -

-Gracias doña Ángela, me alegra que personas tan buenas como ustedes sean mi nueva familia- y si lo dije de corazón, si algún día me preguntaban por mis padres preferiría hablar de unos desconocidos antes que mencionar a los verdaderos

-No tienes que agradecer Ana- dijo don Ricardo- pero de ahora en adelante tendrás que decirnos mama y papa… claro si no te molesta, sino nos puedes llamar Ricardo y Ángela- no me lo esperaba, aunque sé que debemos mantener la fachada

-claro que no, ustedes se han portado muy bien conmigo, será un placer que me dejen llamarlos mama y papa… pero claro que me llevará tiempo hacerlo con naturalidad-

La cena transcurrió entre risas y charla. Parecíamos una verdadera familia… ninguno hiso preguntas acerca de mi pasado o las razones de porque estaba ahí, y es algo que agradezco

Así pasaron los meses y todo estaba bien, Ricardo o papa como lo empezaba a llamar es un buen abogado aunque también se dedica a ayudar a reinstalar hombres lobos que huyen de sus manadas o de algún depredador, claro que primero los investiga para verificar que no escapan por crímenes, Ángela o mama como la llamaba más frecuentemente es muy dulce se había ganado mi cariño y savia que con el tiempo la querría como mi verdadera madre, y por supuesto Melissa, ella ya se había ganado mi corazón, yo la consideraba como mi verdadera hermana, ella siempre me ayudaba en todo, así que siempre podía contar con ella y con mi nueva familia, al final termine formando parte de la familia Williams

……..

-Melissa…- dije entrando a su cuarto- MELIIIIIII… ¿Dónde estás? -

-¡Dios! Ana, no grites así, aunque estuviera en el último rincón de la casa te escucharía-

-Lo se… pero es que tu nombre es bonito y me gusta gritarlo- dije entre risas

-Aja… mejor dime que quieres tú no eres así de linda, y cuando te pones así es porque quieres algo- no pude evitar soltar una gran risa

-Hermanita por eso te quiero mucho, tu si me conoces… bien quería que me recetes unas vitaminas empezare el periodo de exámenes y quiero estar fuerte

Melissa es un excelente médico y yo curso el tercer año de Administración Empresarial, soy un genio, o eso intento, por suerte mi familia siempre me ayuda y me apoya en todo

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