Había pasado una semana desde que Elkin había sacado a Isla del país, ella se le veía triste, deprimida, desorientada y como si estuviera vacía.

Él, por supuesto, le ayudaba en todo lo que podía, pero era como si no tuviera eso que se necesitaba para que ella estuviera bien. Eso lo estaba frustrando, no sabía cómo hacer que ella volviera.

Isla, por su parte, solo podía pensar en cómo había terminado su vida de esa manera, en cómo la llegada de Constantine a la vida de Logan lo estropeó absolutamente todo.

Se llama tonta porque aun con todo lo que él le permitió hacer a Constantine ella todavía lo piensa y lo ama, pero ¿Acaso puede hacer algo? Es el padre de sus bebés y ese hombre por muy demonio que fuera le mostró que era sensible, amable y cariñoso.

—¿Por qué todo terminó de esta manera, Elkin? ¿Por qué no pudo escucharme? ¿Por qué esa mujer volvió a su vida a estropearlo todo? —Sollozó rota, sentía ganas de morir, pero el que sus hijos estuvieran ahí dentro de ella se lo evitab