—Creo que ni siquiera deberíamos pensarlo. —El mayor de los hermanos los miró. —A mami no le gusta que nos movamos cuando estamos con la niñera.—¿De qué te preocupas, Asher? —Cuestionó la menor de Los tres. —Siempre podemos escaparnos, vamos No seas un aguafiestas. —Asher Qué es el más serio de los tres, miró a su hermano buscando apoyo, pero este solo se encogió de hombros. —Yo también quiero echar un ojo, esto es demasiado hermoso. ¿No lo crees? —Lo miró con una sonrisa pícara en los labios. —Hay muchas oficinas, el lugar es grande y hay muchas cosas que hacer. Además. —Señaló el ascensor. —Arriba, en el último piso está la oficina más enorme, ¿No te causa curiosidad? —Asher no pudo evitar sonreír tras imaginarse todo lo que podían hacer en esa oficina. —Bien, pero no podemos ir los tres, alguien tiene que distraer a la niñera. —Los tres niños miraron a la mujer que trasteaba el móvil, era tan fácil huir, pero ahora no estaban en casa ni en un supermercado, así que tenían que ser
Isla sentía la necesidad de correr hacia sus hijos y bajarlos de ahí y alejarlos de él, pero sus pies estaban anclados al piso. —Mami, mami, mami. —Los tres niños brincaron del escritorio y se acercaron corriendo a ella llenos de emoción. —¡Hemos encontrado a papá! —Los tres hablaban al mismo tiempo, es como si estuviera hablando uno solo, se sincronizaban a la perfección. —El demonio sin cachos es nuestro papi, ven mira. —Mateo y Noah tomaron a su madre de la mano y Asher tomó al hombre y lo puse en pie frente a su madre. —¡Ya no nos van a molestar porque no estamos con nuestro verdadero papá! —Asher brincó emocionado. Isla se sintió morir, ¿Por qué eso sí lo sacaron de ella? ¿Por qué son tan confianzudos?—Es idéntico a nosotros, mami, míralo muy bien. —Pidió Mateo con premura. —Nos ha encontrado, mami, finalmente papá vino. —Noah no podía dejar de chillar emocionada. —Ya no tienes que preocuparte, mami, ya no tienes que buscar a papá, él nos ha encontrado. Es verdad lo que dice
—¿Es necesario que vayas a trabajar? —Elkin la miró enojado. —Llevas una semana sin ir, no tienes por qué volver, sabes que no necesitamos ese dinero. Isla, por favor, para esto. —Ella lo miró alterada, no es como que a Logan Morrison se le pudiera detener así nada más. —Compró la casa vecina, Elkin. —Se sentó en la cama y lo miró derrotada. —Me juró que vendría aquí todos los días, no me dejaría en paz y de renunciar a mi trabajo, me quitaría a mis hijos. ¿Qué más puedo yo hacer? No los voy a perder solo porque tú no quieres que yo trabaje junto a él.—¿Acaso ya olvidaste todo lo que ese hombre te hizo? —La miró con incredulidad, ella ni siquiera estaba peleando y no le entendía. —¡Te metió a la cárcel embarazada! Después te cambió para ese lugar donde había personas peligrosas. ¿Cómo es que no estás luchando con uñas y dientes?—Elkin, siempre me has apoyado y yo siempre estaré agradecida contigo. —Se puso en pie y lo miró directo a los ojos. —Pero ambos sabemos que mis problemas c
La ira en Elkin resurgió cuál volcán en erupción, ese era el propósito de Logan, quería que él explotara frente a sus hijos o frente a su mujer para destrozarle la cara de una vez por todas. —Es mejor que vayamos a comer o se les hará tarde para ir al colegio. —Isla que ya veía venir, lo que pasaría interrumpió. —Venga niños, si demoran un poco más papi no podrá llevarlos al colegio. —Eso no les debe preocupar. —Logan se echó a Asher a la espalda y tomó a Noa y Mateo a cada uno en sus brazos. —Papá puede llevarlos y siempre llegarán a tiempo. —Los niños carcajearon y Elkin se sintió furioso, es como si ya lo hubiesen olvidado. Isla estaba tremendamente incómoda, que Logan estuviera ahí, como si nada hubiese pasado sentado en su mesa, riendo y hablando con sus hijos, era algo que no podía soportar. Estaba furiosa con Elkin por lo que le había dicho a los niños, pero más lo estaba con Logan por haber aparecido y arruinar su perfecta vida. ¿Por qué siempre tenía que ser ese hombre as
Logan estuvo de mal humor gran parte del día, la discusión que tuvo con Isla su mirada de decepción y ese reflejo de todo el dolor que él le causó lo mata en vida. Él llegó dispuesto a recuperar a su familia, pero ahora no sabe si eso es una buena idea. ¿Acaso debería dejarla en paz y solo velar por sus hijos? ¿Debería desistir de todo y marcharse? Se estaba enloqueciendo, había llegado apenas una semana y ya no sabía qué hacer. —No seas tonto, Logan, sabías que esto no sería fácil. —Resopló tras sus propias palabras. —Amas a esa mujer y te has dado cuenta de que tiene tres hijos, así que lucha por ellos. —Se exigió a sí mismo. —Señor, ya son las trece horas. —Marcos entró al despacho de su jefe. —Es hora de pasar por los niños al colegio, ¿Quiere que lo haga por usted? —Logan lo pensó, tenía que convencer a Isla para que almorzaran en familia, pero negó finalmente. —Yo pasaré por mis hijos, hoy estaban algo raro. —Marcos alzó las cejas. —¿Cree que Elkin los haya manipulado?—Por
Una total pesadilla, Logan ya llevaba un mes en New York y la amargura formaba cada vez más parte de él. Por momentos se volvía ese demonio sin cachos que era en el pasado. Isla siempre buscaba la manera de que los niños pasaran más tiempo con Elkin y le dejaban en claro que él era solo un extraño que apareció de la nada en sus vidas. Él hacía lo imposible por hablar con ella, por implorarle que no metiera sus asuntos maritales en asuntos sobre los niños, pero ella parecía no entenderlo. Siempre se burlaba de él y aclaraba que Elkin era el único que podía ser llamado padre y ser visto como tal. Resoplando miro la puerta de la enorme casa, Isla no le había dejado otro remedio que irse por lo legal. Tras llenar sus pulmones de aire tocó la puerta un par de veces. —Buenos días. —Saludó la niñera. —Pase, por favor. —Logan pasó a la casa, no es primera vez que estaba ahí ya debería estar acostumbrado, pero siempre se le hacía más difícil, siempre es tratado como un extraño. —¿Dónde es
Las palabras fueron duras, el corazón de Logan se estrujó en su pecho. Estaba desolado por el odi0 y la ira que había en esos ojos claros que alguna vez lo miraron con amor y ternura. —Puedes odiarme todo lo que quieras, pero no me voy a ir, no sin mis hijos y como todo lo agarraste a juego, hoy mismo me los voy a llevar. —¡No puedes llevarte a mis hijos, lo sabes bien! —Gritó tras de él llena de pánico. —Probemos. —Con esa última palabra que le cayó a Isla, como un balde de agua fría salió del lugar y se marchó. Está furioso por saber que ella no se daba cuenta de lo que era Elkin, él solo entró a interrumpir y ella ni siquiera lo notó. Con La furia por las nubes condujo hasta la casa de ese miserable para recoger a sus hijos. Ella sabrá lo que es llevarle la contraria. —Has vuelto pronto, papá. —Noah, como siempre, exigió que la tomara en brazos. —¿Dónde está mami y papi? Dijeron que iban a verte. —Logan sonrió, aunque cada vez que le mencionaban a Elkin era como si apuñalaran
Encarcelado como un ladrón, así había estado Logan la última semana. El día que llegó con sus hijos de la feria, dos patrullas los estaban esperando. La mirada de isla le dolió más de lo que él esperó, pero la sonrisa de Elkin reavivó esa furia en su interior. Lo habían acusado de secuestro y como él no estaba emparentado con los niños de manera legal, la denuncia fue tomada en serio y él fue metido a la cárcel. Había estado siendo paciente, su abogado había estado haciendo su trabajo, pero las cosas se estaban saliendo de control, no pensó que tardaría tanto ahí dentro. —Se supone que ya hay registro de la lucha legal que tenemos por mis hijos. —Miró al hombre a los ojos furioso. —¿Por qué continúa aquí como si fuera un vil ladrón? —Mauricio se tensó. —Las cosas no son tan fáciles como usted cree. —Le aclaró el hombre mirándolo fijamente. —Usted se llevó a los niños por horas sin el consentimiento de sus padres. —¡Su padre soy yo! —Exclamó en un fuerte grito. —Ese miserable no e