Koner y Meruem aun trataban de adivinar que era exactamente lo que tena retenida a Arabís, ya tenían decidido cuál de los dos se arriesgaría a ir por ella, Sair y Suyay esperaban para proceder una vez que se supiera el momento del pasado e instruir al voluntario para que no cometiera errores en el proceso. Pero como suele pasar, las cosas nunca salen como lo esperado, y sorprendiendo a todos Arabís se sentó en la cama al mismo tiempo que gritaba llena de pánico. Meruem casi de forma inmediata la sostuvo por los hombros tratando de que lo viera y así hacer que entrara en razón mientras los demás observaban inquietos.
—¡Arabís! —le gritó el chico —¡Arabís mírame! —la chica sostuvo las muñecas de Meruem sin ser capaz aún de fijar su vista en el
Hace veinticinco años… Grecia caminaba moviéndose con agilidad por los túneles de la colonia que tanto conocía, agradecía tener que vivir en el mismo sitio y no tener que salir y caminar por lugares que no recordaba. Esa noche, era muy especial, se celebraba el equinoccio de primavera, el único momento del año donde las personas de la colonia podían observar la luz de la luna, una noche del ritual de unión de las parejas de ese año y, en especial, la unión de su querida sobrina con el hombre que amaba. Bajo tierra, muy al fondo, los túneles de la colonia llevaban a una gran caverna debajo de una montaña, que en algún momento fue un gran volcán, la roca de los muros, parecía mágica por la cantidad de piedras preciosas incrustadas en ellos, desde diamantes hasta rubíes. Ahora, solo qu
Puedo imaginarlo… todo se dibuja en mi mente a medida que escucho… siento el miedo… esa sensación de inquietud y pavor… esa atonía que acelera el flujo de sangre en nuestro cuerpo y nos hace sentir débil… y me doy cuenta de algo… el miedo… es lo único que realmente ha influido en el tiempo. Todos tenemos uno… miedo a morir, miedo a vivir, miedo a dejar de existir, a ser olvidado, miedo a perder, miedo al poder, incluso Dios debe tener uno y eso, llevó a los humanos al borde de la existencia.Mi abuela me contaba historias, historias que le contaron sus abuelos a ella, historias de aquellos tiempos en donde la humanidad poseía infinitos miedos, y por eso, queríamos ser los dueños de todo… siempre queriendo poder controlar el mundo, el mar, los árboles y animales, controlar la vida. Solo así dejaríamos de temer a todo, o eso creíamos
Luz… es lo primero que descubres, o al menos así fue para todos durante mucho tiempo. Lo primero que vez cuando naces o cuando despiertas, o en la mayoría de los casos es la luz. Luego sigue lo otro, como los colores, las formas, los objetos y todo lo que te rodea. A lo que quiero llegar es que todo comienza con la luz (incluso el día).El mundo funciona con ella, las plantas crecen y nosotros somos capaces de hacer infinidad de cosas gracias a que existe. Dependemos de la luz en casi todos los sentidos y tal vez nunca lo hemos notado ¿o sí?Esa simple palabra dice mucho… por ejemplo cuando decimos o en nuestro caso, se decía “siempre hay una luz en la oscuridad” … no es otra cosa que decir que hay esperanza y que hay una solución; o cuando decimos que “l
Pasados los minutos, el joven herido gritaba de dolor mientras el otro no hallaba que hacer. En un intento de calmarlo, arrastró el cuerpo del otro hasta una pequeña fuente y comenzó a lavar la herida. Eso no haría otra cosa que acelerar el proceso de infección, y, además, contaminaría el agua que servía de sustento para la colonia.¿Pero que podía hacer ella? Si se le ocurría salir y decirle que dejaran de infectar el agua, estaría dando a conocer la existencia de humanos en la zona y aparte, de seguro la matarían.Pero si no hacía algo, el agua ya no sería potable y su gente tendría que alejarse más en su búsqueda. Se le ocurrió avisar en la colonia… tal vez Kenet tendría una idea de que hacer, pero nuevamente era una idea estúpida viendo la distancia que tendría que recorrer, para cuando llegaran ya el
Ya había pasado el mediodía y no había rastro de Arabís en la colonia. Grecia no hacía más que sentir que no había podido proteger a su única familia en el mundo, teniendo una idea que pudo quedarse afuera. Sentía miedo. Las criaturas que habitaban el exterior eran temibles y crueles. Todas aborrecían a los seres humanos, y muchas habían surgido de nosotros mismos. Solo los jóvenes a los que se les daba un entrenamiento eran capaces de defenderse y permanecer a salvo. Pero su querida Arabís no conocía nada.—Lo siento mucho Grecia… tal vez… esté a salvo, es una chica lista cuando quiere —le dijo Kenet sentándose a su lado —Muy inmadura, pero, sabe defenderse.—Ahora no quisiera pensar en nada —dijo dejando salir un suspiro y luego de un largo silencio prosiguió —Siempre le he contado historias de los se
Koner esquivó con gran agilidad los intentos de la bestia para herirlo con sus garras mientras Meruem trataba de perforar su espalda con su espada. La horrenda criatura era agresiva y sin control. En su mente solo existía la necesidad de destrozar la carne de sus oponentes.El animal era de gran tamaño, como un par de metros de altura. Su rostro era similar al de un murciélago, con grandes colmillos como los de los dientes de sable, orejas puntiagudas hacia atrás. Inmensas garras en sus manos y pies. Ojos amarillos con pupilas rojas como la sangre. Y el cuerpo similar al de un hombre lobo… todo en el inspiraba terror.Meruem estaba seguro de que esas criaturas solo habitaban los espesos bosques de las altas montañas nevadas de Zetna, la provincia central de Caltun; en Noriwn y Narfan, provincias al norte de Norian; en Selany provincia sur de Sulen; en Estely la provincia sur de Entur y en las Islas heladas de Lartw, prov
—¡Ah! —gritó Arabís moviéndose desesperada mientras los guardias tomaban posiciones de ataque para liberar a la chica —¿QUÉ ES ESTO? ¡Bájame!—¡Arabís! —gritaron Grecia y Charlie al mismo tiempo.—Parece que has servido de algo otra vez —le gritó Koner sonriendo satisfecho—Necesitábamos la ayuda de los guardianes mayores para cruzar el bosque, y no podíamos llamarlos. Pero creo que los atraes por alguna razón que desconozco. Aun así, es lo que quería.—¿Qué está pasando? —se movía nerviosa Arabís —¡Diles que me bajen!—Son los guardianes mayores… y no soy más que ellos para estarles dando órdenes —le respondió Koner divertido.El Quetzalcóatl la alejó un poco del grupo y la dej&oacut
Día 1… El recorrido por el bosque fue placentero solo en ciertos puntos. No como una divertida excursión que de seguro practicaban los humanos mucho antes del Devastador, más bien como si fueses un loco aventurero que no le importa arriesgarse a nada. La verdad, lo único divertido de esto es la cantidad de criaturas amigables que se reúnen a mi alrededor cada cierto tiempo, sumado al indescriptible sentimiento de incertidumbre por lo desconocido. Por otro lado, mis compañeros de viaje son un poco distantes, apenas me miran, y solo lo hacen cuando no me escuchan o creen que les he perdido el rastro. Ciertamente se les ve algo nerviosos e impacientes, por supuesto es mi opinión personal, si les preguntara qué les sucede me ignorarían por completo y seguirían adelante; supongo que es normal, después de todo, están en un oscuro bosque lleno de secretos y bestias extrañas. C