[MATÍAS]
El camarero llega con nuestros los platos que hemos pedido y tan solo por ese motivo me quedo en silencio un instante. Luego de que él se retira miro la comida y por alguna razón se me ha ido el apetito, quizás es su simple presencia la que causa esto, estoy nervioso. —Ahora si puedo seguir con mi interrogatorio. — Le digo y observo cómo se queda inmóvil con los cubiertos en el aire y me mira.
—Pensé que ya habías tenido las respuestas suficientes. — Dice y luego finalmente lleva el tenedor a su boca.
—Para nada, esto recién comienza. Quiero conocerte lo mejor que pueda. — Le advierto.
—Te escucho. — Expone cuando termina de tragar el primer bocado.
—¿Edad? — Decido preguntar para volver a hacer que se relaje.
—26, y yo ni pregunto porque ya lo sé. — Explica con una sonrisa con una sonrisa que me cautiva.
—Vale, me ahorro de decir que tengo 28 años— Bromeo —¿Estás soltera en este momento? — Le pregunto y creo que es lo que más interesa saber.
—Sí, de otra manera no estaría aquí. — Explica. — ¿Tú? — Me pregunta sorprendiéndome.
—También y al igual que tú no estaría aquí de no ser así. —Le respondo y luego por primera vez en la noche pruebo un bocado del platillo que ordene.
—¿Por qué me has invitado a cenar? — Me consulta de manera muy directa y por poco me atraganto con la comida.
—Me gusta que preguntes las cosas directamente. — Le digo entre risas y bebo un sorbo de vino para recomponerme.
—Lo siento, tiendo a ser un poco directa a veces. — Se disculpa algo sonrojada.
—Me parece perfecto y respondiendo a tu pregunta; te invite porque me pareces una mujer muy interesante y demasiado hermosa. — Respondo con la misma honestidad.
—Tú también eres muy directo. — Dice entre risas.
—Lo soy, ¿Y tú porque has aceptado? — Indago con una media sonrisa.
Su mirada esquiva la mía y creo que está pensando como contestar a mi pregunta —Por lo mismo, me pareces un hombre interesante y vamos, no es ningún secreto; eres guapo, pero además me preguntaba que querría un hombre como tú con una mujer como yo. — Dice de una manera que me causa una sensación extraña en mí ser; es como si sus palabras fueran un reto y todo mi cuerpo quisiera responder a ese reto.
—No sé cómo es un hombre como yo, pero lo que quiere este hombre es conocerte y poder admirar tu belleza mientras conversamos como ahora. — Le explico y su cuerpo se acomoda en la silla ¿Está nerviosa?
—Vaya que sabes hacerme sentir incomoda. — Confiesa riéndose.
—Eso es lo que menos busco, mejor cambiemos de tema; ¿Qué te gusta hacer además de tu trabajo?, el cual sé que amas. — Averiguo.
—Muchas cosas, ir a la playa, leer, jugar con Daniel, escucharlo tocar el piano. —Dice con una enorme sonrisa. —Escuchar música de todo tipo, en fin... muchas cosas. —
—A mí me gusta casi las mismas cosas y me encetaría ir a escuchar a tu hijo en uno de sus conciertos o algo. — Le digo con sinceridad.
—La verdad es que el próximo viernes tiene una muestra en el conservatorio, pero no sé si quieras ir; estará lleno de gente y quizás no te sea muy cómodo ir, todo el mundo aquí te conoces. — Me dice con algo de pena.
—Me encantaría ir, además tu niño es mi fan; supongo que le encetaría que fuera, recuerda que además de escritor, el piano se me da bien—
—¡Claro que si, seria el más feliz de todos! — Dice segura y con mucho entusiasmo.
El tiempo pasa volando con Aitana, no me equivoque; es una mujer súper interesante y con ella se puede hablar de cualquier tema, desde libros y música hasta algo de filosofía. Tengo la sensación de que he encontrado a alguien que ha capturado mi atención por completo, pero quiero llevar las cosas con calma.
[…]
El camino a casa se me hizo demasiado rápido, y la despedida parece ser igual, lamentablemente ya está con Daniel completamente dormido entre sus brazos y eso quiere decir que es hora del adiós. —Permíteme y te ayudo a llevarlo hasta el coche. — Le digo y tomo al niño en mis brazos. Su cabeza está apoyada sobre mi hombro y cargándolo de esta manera lo sentamos en su asiento en el auto de ella.
—Gracias, cada día me cuesta más cargarlo. — Confiesa.
—Me imagino, ya no es tan pequeño. — Digo entre risas a causa de que he podido sentir lo pesado que es.
—Sí, pero para mí siempre será mi bebé— Murmura.
—Me imagino... — Digo clavando mi mirada en ella.
Ella muerde su labio inferior y realmente quisiera mucho probar el sabor de sus labios, pero sé que no es adecuado. —De verdad que eres preciosa y me haces las cosas muy difíciles. — Le digo sonriente y sin poder si quiera mirarla a los ojos.
—No sé qué te estoy haciendo difícil, pero gracias. —
—No besarte, eso me estás haciendo difícil. — Le confieso y automáticamente sus mejillas vuelven a tornarse de ese color rojizo que me está comenzando a gustar demasiado.
[MATÍAS]En lo que creo que ha sido el mayor esfuerzo de autocontrol, me despido de ella sin besarla en esos labios que me han invitado a probarlos toda la noche. —Por hoy me despediré de ti de esta manera. — Le confieso al oído y luego beso su mejilla sintiendo todo el calor que fluye de ellas a causa de su sangre. —Solo por hoy. — Vuelvo a repetirle al oído y alejo mi cuerpo del de ella antes de que arruine todo.La observo mordiendo su labio inferior, acomodando un mechón de cabello detrás de su oreja y solo puedo respirar para evitar comerle la boca a besos. —Eh... mejor me marcho. — Murmura nerviosa y está vez es ella quien se acerca a mí y me da un beso en la mejilla. —Buenas noches, Matías. — Me dice después de haber quemado mi piel con sus labios y se sube a su auto.Antes que se marche le pido que baje el cristal y ella
[MATÍAS]Sé que la mayoría de los mortales esperamos ansiosos por el día viernes por diversos motivos, pero el principal es que es el comienzo del fin de semana. Sin embargo, en mi caso es completamente diferente, mi cuerpo sabe que es viernes y no porque me vaya a ir de fiesta; sino porque volveré a verla y está vez no me cohibiré de besarla, por lo contrario, buscare la oportunidad de hacerlo. Desde que la deje partir de mi casa el sábado pasado que me reclamos a cada instante el no haber probado el sabor de su boca e intentar deducir que es todo esto que me está sucediendo.Al parecer a ella también le está sucediendo algo conmigo y al pensar en eso mi corazón salta de alegría, al menos no soy al único al que ese encuentro en lo que debería haber sido una visita normal a la veterinaria lo ha cambiado. La muestra es en media hora y la dirección del conserva
[MATÍAS]La observo detenidamente desde abajo del arco que divide la cocina de la sala. Está llenando la mesa de la sala con comida de esos que le encantan a los niños; pizza, hamburguesas, patatas fritas y demás. En lo único que yo puedo centrarme es de lo increíble que luce y en los recuerdos del beso que le he dado hace tan solo unos cuantos minutos. Los niños comienzan a correr alrededor de la mesa mientras buscan su comida y regresan al jardín, donde hay un área de juegos preparada, cada sonrisa que le da a cada uno de esos niños es otro flechazo directo al corazón. Creo que Cupido ha hecho de las suyas... tengo la sensación de que me enamorado y en tiempo record. No sé porque me sorprendo; es tan perfecta. Es prácticamente imposible no enamorarse de una mujer así y si bien tengo miedo de muchas cosas, no me perderé la oportunidad de tener una historia con ella
[MATÍAS]Llego a mi casa con mi cabeza y corazón hechos un lio, son miles los pensamientos y sentimientos que me invaden. Tengo la sensación de que me he parado en medio de un campo de batalla y me estuvieran atacando por todos los rangos posibles. Por un lado, el amor me ha atacado disparándome justo al corazón hasta hacerme sentir que no puedo respirar cuando la veo, y por el otro la posibilidad de ser padre de un niño increíble me ataca sin piedad hiriéndome en todos mis puntos débiles. El solo hecho de pensar que podría estar enamorado de la tía de mi hijo, me provoca ansiedad; es como si en estos momentos me estuviera dando un ataque de pánico.—Matías, ¿Qué te sucede? — Me pregunta mi hermana, quien acaba de entrar a la casa y se sienta en el sofá frente a mi.—Cintia, necesito hablar contigo por favor... creo que me dará
[MATÍAS]Está vez ella ha venido a la casa correcta y soy yo quien abre la puerta para recibirla y tal como me sucede desde que la vi por primera vez, me quedo mudo ante su belleza. Me decepciona un poco que no haya venido con Daniel, realmente quería verlo. —Buenos días. — Me acerco para saludarla y aquí es donde está el dilema, 《¿Cómo la saludo?》—Buenos días. — Me responde y con una de sus manos acomoda un mechón de pelo detrás de su oreja y esa es mi señal.—Discúlpame, pero debo hacerlo. — Le digo y la tomo por la cintura atrayendo su cuerpo al mío. Con mi mirada clavada en la suya acaricio su mejilla y acerco mis labios a los suyos hasta rozarlos. Sus labios saben a caramelo y me encantan. Tengo miedo de que después de que esta noche hable con ella todo se eche a perder, pero al menos debo intentar dejarle saber que r
[MATÍAS]Aquí estoy parado frente a su puerta con ansias y muchos nervios de lo que pueda suceder esta noche. Esta mañana solo pude perderme mirándola a la distancia y pensando en las diferentes posibilidades de lo que podría ocurrir en esta velada. Unos cuantos minutos después de que tocara el timbre, ella abre la puerta y me quedo hipnotizado con su belleza. Se ha colocado un vestido color champagne corto, pegado a su silueta y con un escote que seguramente me distraerá toda la noche —Buenas noches. — Dice sonriente al ver que me he quedado hecho un idiota enfrente de ella.—Buenas noches... no sé muy bien que decir, te ves deslumbrante. — Consigo decir con nervios.—Muchas gracias, tú también te ves muy pero muy bien. — Dice.—¿Lista? — Pregunto y le ofrezco mi brazo para que se sostenga de él.—Sí
[MATÍAS]Aquí estoy con su mirada fija en mí mientras espera que yo comience a hablar, pero 《¿Cómo le digo que tuve una noche de pasión con su hermana? Mucho peor... ¿Qué su sobrino podría ser mi hijo?》—Te estoy esperando. — Dice presionándome.—No es fácil lo que debo decirte. — Le explico sin siquiera poder mirarla.—Matías, por favor. Di lo que tengas que decir, pero hazlo de una vez. — Me pide y noto la desesperación en su voz.—Vale... que sea lo que deba ser. — Digo en voz alta y tomo valor. —Verás, hace como cinco... casi seis años atrás yo salí de una de mis firmas de libros y con mis amigos fuimos a un bar que había cerca del recinto a celebrar por el nuevo libro. En aquel momento yo no era tan famoso aun, pero tenía un grupo de lectores que eran fans que
[AITANA]Camino por mi estudio sin dejar de mirar la fotografía que Matías sostuvo entre sus manos ayer; son tantos los sentimientos que me invaden que no se cómo seguir. Mi hermana y él... es que aun no lo creo y mucho menos puedo creer que él pueda ser el padre de Daniel. Pensar que me estaba enamorando de él, pero 《¿Cómo seguir adelante con esto cuando estuvo con mi hermana?》Si esa prueba de ADN diera positivo y yo mantuviera una especie de relación con Matías estaría involucrándome con el padre de mi sobrino... es todo tan extraño. Mi hermana falleció por tener a Daniel, y Matías ni siquiera amaba a Carla. Mi mente es un caos. Sé que fue una decisión de mi hermana tener a su hijo y así como lo fue acostarse con Matías, pero yo sé lo mucho que lo admiraba y hasta me atrevería a decir que estaba enamorada de él. Si