[MATÍAS]
Está vez ella ha venido a la casa correcta y soy yo quien abre la puerta para recibirla y tal como me sucede desde que la vi por primera vez, me quedo mudo ante su belleza. Me decepciona un poco que no haya venido con Daniel, realmente quería verlo. —Buenos días. — Me acerco para saludarla y aquí es donde está el dilema, 《¿Cómo la saludo?》
—Buenos días. — Me responde y con una de sus manos acomoda un mechón de pelo detrás de su oreja y esa es mi señal.
—Discúlpame, pero debo hacerlo. — Le digo y la tomo por la cintura atrayendo su cuerpo al mío. Con mi mirada clavada en la suya acaricio su mejilla y acerco mis labios a los suyos hasta rozarlos. Sus labios saben a caramelo y me encantan. Tengo miedo de que después de que esta noche hable con ella todo se eche a perder, pero al menos debo intentar dejarle saber que r
[MATÍAS]Aquí estoy parado frente a su puerta con ansias y muchos nervios de lo que pueda suceder esta noche. Esta mañana solo pude perderme mirándola a la distancia y pensando en las diferentes posibilidades de lo que podría ocurrir en esta velada. Unos cuantos minutos después de que tocara el timbre, ella abre la puerta y me quedo hipnotizado con su belleza. Se ha colocado un vestido color champagne corto, pegado a su silueta y con un escote que seguramente me distraerá toda la noche —Buenas noches. — Dice sonriente al ver que me he quedado hecho un idiota enfrente de ella.—Buenas noches... no sé muy bien que decir, te ves deslumbrante. — Consigo decir con nervios.—Muchas gracias, tú también te ves muy pero muy bien. — Dice.—¿Lista? — Pregunto y le ofrezco mi brazo para que se sostenga de él.—Sí
[MATÍAS]Aquí estoy con su mirada fija en mí mientras espera que yo comience a hablar, pero 《¿Cómo le digo que tuve una noche de pasión con su hermana? Mucho peor... ¿Qué su sobrino podría ser mi hijo?》—Te estoy esperando. — Dice presionándome.—No es fácil lo que debo decirte. — Le explico sin siquiera poder mirarla.—Matías, por favor. Di lo que tengas que decir, pero hazlo de una vez. — Me pide y noto la desesperación en su voz.—Vale... que sea lo que deba ser. — Digo en voz alta y tomo valor. —Verás, hace como cinco... casi seis años atrás yo salí de una de mis firmas de libros y con mis amigos fuimos a un bar que había cerca del recinto a celebrar por el nuevo libro. En aquel momento yo no era tan famoso aun, pero tenía un grupo de lectores que eran fans que
[AITANA]Camino por mi estudio sin dejar de mirar la fotografía que Matías sostuvo entre sus manos ayer; son tantos los sentimientos que me invaden que no se cómo seguir. Mi hermana y él... es que aun no lo creo y mucho menos puedo creer que él pueda ser el padre de Daniel. Pensar que me estaba enamorando de él, pero 《¿Cómo seguir adelante con esto cuando estuvo con mi hermana?》Si esa prueba de ADN diera positivo y yo mantuviera una especie de relación con Matías estaría involucrándome con el padre de mi sobrino... es todo tan extraño. Mi hermana falleció por tener a Daniel, y Matías ni siquiera amaba a Carla. Mi mente es un caos. Sé que fue una decisión de mi hermana tener a su hijo y así como lo fue acostarse con Matías, pero yo sé lo mucho que lo admiraba y hasta me atrevería a decir que estaba enamorada de él. Si
[MATÍAS]La luz del sol pegando en mi rostro hace que deba abrir los ojos; he dormido pocas horas, pero no es para menos. Hoy es un día que puede determinar muchas cosas en mi vida. Las únicas personas que están al tanto de todo lo que me sucede, son mi hermana y mi buen amigo y doctor Martin, por ahora creo que lo mejor es que se mantenga de esta manera. Miro mi móvil con la esperanza de que ella me haya escrito al menos un mensaje, pero después de lo que me ha confesado ayer no creo que lo haga. Desbloqueo la pantalla del móvil y decido enviarle un mensaje con la excusa de darle la dirección de la clínica de Martin.Matías: Buenos días, ¿Cómo te encuentras? solo quería darte la dirección de la clínica. Te veo allí a las 10:00AM.Envió el mensaje y acto seguido le envió in pantallazo con la dirección de la clínica. A
Entramos al café y caminamos hacia una de las mesas que están al fondo del lugar. Daniel claramente se adelanta y ansiosamente corre hacia la mesa que hemos elegido. —Vaya que tiene energía ¿eh? — Comento mientras lo veo correr.—No te das idea cuanta, nunca se cansa. — Dice sonriente y mirándolo con orgullo.Realmente creo que la que más está sufriendo con todo esto es ella. No quiero que crea que si ese resultado da positivo yo intentare quitarle al niño. —Aitana, antes que nos sentemos y Daniel pueda escucharnos. — Hablo sujetándola por su brazo y haciendo que me mire. — Quiero decirte desde el fondo de mi corazón que, si yo soy el padre de Daniel, no tengo ninguna intención de alejarte de él. — Le explico.Sus tan profundos y hermosos ojos se clavan en los míos haciendo que me pierda en ellos. —Matías, seamos
Siento como su mirada sigue clavada en mi mientras que yo tomo el bolígrafo y hago dibujos con Daniel. Hago algunos garabatos intentando no reírme ante su expresión hasta que ella deja su taza de café sobre la mesa —Daniel, debemos irnos. — Le dice haciendo que levante mi mirada.—¿Tan pronto? — Le pregunto con melancolía.—Si, debo dejarlo en casa de la niñera y luego ir a trabajar. — Explica mirando su reloj.—Entiendo... ¿Será que tú y yo podemos hablar a solas más tarde? — Inquiero casi en un susurro intentando que Daniel no me escuche.—Matías... creo que será mejor que no nos veamos hasta tener los resultados. — Me explica y se pone de pie.《¿Qué? ¿No verla por todos estos días? No... yo no puedo.》—Por favor, Aitana, necesito verte antes de eso. &
La espero apoyado sobre mi auto a la salida de su clínica, estoy ansioso por verla a pesar de que han pasado tan solo unas cuantas horas desde que desayune con ella y Daniel. Ya no tengo ni idea de cómo hacer para tener calma con estos sentimientos que prácticamente han llegado a mi vida como un tornado que cae de la nada y arrasa con todo lo que encuentra a su paso. No es normal que me sienta así; he conocido muchas mujeres, pero la manera que ella me hace sentir es inexplicable. Con tan solo mirarla me pierdo, he probado sus labios y se ha quedado para siempre en mi memoria y si soy totalmente honesto no estoy buscando borrar ese recuerdo; no tengo intención alguna de que eso suceda. Esta rosa blanca en mi mano y sugerida por quien puede ser mi hijo representa más que eso; representa una forma de demostrarle que realmente me importa y que quisiera que me dé una oportunidad en algún momento.Finalmente la veo salir de l
Sus labios me saben aun más dulce que la miel, si es que eso es posible...Daría cualquier cosa porque me dejara entrar en su vida de una manera definitiva, pero sé bien el miedo que tiene porque yo de alguna manera siento lo mismo. La vida nos está dando un golpe bastante duro a ambos, a mi revelándome la posibilidad de que sea padre y a ella la sensación de que si eso fuese así perdería a su hijo. Me pierdo en esta sensación que representa sentir sus dedos enredándose en mi cabello y nuestras lenguas jugando este juego de seducción que tanto peligro representa a causa de toda la revolución que invade mi cuerpo. Necesito detenerla sin que se ofenda, de otra manera ya no podre hacerlo, y aunque en estos momentos no hay nadie aquí, estamos en un lugar público y tampoco quiero que ella malinterprete lo que me sucede.—Aitana... — Le digo casi sin poder respirar. &m