[AITANA]
Me deja caer sobre la cama cuidadosamente y debemos dejar de besarnos por unos segundos los cuales a mi me parecen una eternidad. Muerdo mi labio inferior mientras lo observo detenidamente quitarse la camiseta y sigo sin creer que este hombre escultural sea mi esposo y el padre de mi hija; es tan guapo...
Me sonríe y lentamente se ubica sobre mi sin apoyar su peso sobre mi ya gran panza de embarazada y me vuelve a besar. —Es tan hermosa señora Mendoza...— Me dice entre beso y beso.
Baja por mi cuello... por mis hombros... Comienza a deshacerse de mi camiseta de tirantes y luego baja hasta mis pechos. Mueve mi sujetador a un lado y los besa haciendo que delire.—Matías...— Digo de manera incoherente y
[AITANA]7 de septiembreQue mi esposo haya querido seguir adelante con sus planes de promoción ha sido un milagro. No estaba convencido de ir a Madrid y mucho menos de ir a Latinoamérica sabiendo que nuestra hija puede nacer en once semanas o quizás algunas menos. Me ha costado un mundo convencerle de que todo su esfuerzo debía ser recompensado con la respuesta y el cariño de su público. Mucho menos ha querido acordar fechas para firmas de libros, exposiciones, y demás cosas, pero como siempre, Daniel y yo le hemos dicho que estaríamos siempre con él apoyándolo en todo.Con lo único que no le he intentado convencer de lo contrario es con celebrar el séptimo cumpleaños de nuestro hijo antes de que él se marche de viaje. Ha preparado una enorme fiesta; la mejor que ha tenido Daniel en toda su vida. La primera fiesta que ha preparado su padre para él, y y
[MATÍAS]15 de noviembreEn pocas horas llego a casa, ya no puedo esperar más. Sé que el regreso es por unos pocos días nuevamente, pero estoy ansioso. Quiero ver a mi hijo y a mi esposa. El viaje se me ha hecho eterno y si bien la respuesta de todos ha sido increíble hacia el libro, no puedo pensar en otra cosa que no sea Aitana, Daniel, y Bianca.Sigo esperando que el AVE arranque finalmente, cuando recibo un mensaje de Casi.//¡Matías, Aitana ha entrado en trabajo de parto//《¡¿Qué?! ¡No puede ser!》 Necesito estar ahí.Sin dudarlo dos veces, llamo a Cintia —¡Cin, estoy de regreso a Valencia!— Le digo sin siquiera dejar que me diga hola.—Vale, yo la estoy llevando al hospital. La he venido a visitar como todas las noches y comenzó a tener contracciones. Mamá esta yendo también con Javier para que &eacu
[MATÍAS]Un año despuésCuando me enteré de que Daniel era mi hijo sentí una felicidad enorme, pero siempre me reproché el no poder estar el día que nació, o el día que dijo mamá y papá. Me reproche no poder ver sus primeros pasos, ni llevarlo a su primer día de clases, pero, la vida da mil vueltas y ofrece segundas oportunidades.El tiempo con Daniel lo he ido recuperando de a poco y a pesar del intenso año de viajes que he tenido, me lo he llevado conmigo cada vez que las vacaciones escolares me lo han permitido. He disfrutado de su compañía durante algunos eventos.Bianca, aun es muy pequeña para hacerlo, pero me he asegurado de no pasar más de dos semanas seguidas lejos de casa para no perderme detalle alguno de su primer año de vida y de ninguno de sus primeros pasos en este mundo.Hoy es un día espec
Mes de julioHace tan solo unos pocos días que Danko llego a mi vida y debo admitir que la ha cambiado por completo. Aún sigo extrañando a Zeus, pero al menos este cachorro Golden retriever me ayuda a sobrellevar la ausencia de mi mejor amigo. No tengo duda alguna de que Danko se robara mi corazón en un dos por tres; no llevo ni una semana con él y ya lo está haciendo.Lo observo mientras corre por todo el jardín detrás de su pelota de futbol que de a poco va destrozando y no puedo evitar reírme. Mis sobrinas Kiara y Sara están completamente felices porque ahora tienen un nuevo amigo con quien jugar y no dudo un segundo en unirme a ellos como si fuera un niño de seis años. Pateo la pelota y él corre detrás de esta hasta que de pronto se detiene y comienza a lamer su todavía pequeña patita. Me acerco a él preocupado mientras que mis sobrinas me pregunta
Estoy aquí dentro de este consultorio acariciando a Danko, quien está completamente dormido y ahora entiendo porque ha tenido que anestesiarlo, la astilla se ha clavado en medio de la almohadilla central y la de sus "dedos" por llamarlo de alguna manera. —Se ha alojado en un lugar complicado, ¿no? — Le pregunto mientras la observo detenidamente. Es en verdad muy guapa y el perfume que usa es prácticamente magnético a los sentidos.—Sí, es muy poco común que se clave una astilla en este lugar, por eso tuve que anestesiarlo. — Me explica y con una pinza muy pequeña logra sacar la astilla. — ¡Aquí esta! — Dice muy feliz.—Que bueno. — Respondo sonriente.—Ahora solo queda limpiar el área y te lo podrás llevar a casa. Despertara pronto, le he dado una muy baja dosis de sedante. — Me deja saber como la experta que es.&
—¡Matías, acércate! — Me grita y me toma algunos minutos reaccionar, es que verdaderamente me he perdido mirándola. Camino hacia ella y me paro a su lado. —Abre tu mano. — Me pide y hago lo que me pide. Ella deposita algunas galletas en la palma de mi mano, y sentir el contacto de su piel sobre la mía provoca una corriente en todo mi cuerpo, algo que hace tiempo no sentía.—¿Que hago ahora? — Le pregunto perdiéndome en su mirada.—Solo dale la orden de que se siente, pero con tu voz bien firme, ¿sí? — Me explica. —De acuerdo. — Respondo y tal como ella me ha indicado le doy la orden a Danko y después de tres intentos finalmente me hace caso. —¡Funciona! — Exclamo feliz.—De a poco, solo es cuestión de que se acostumbre. — Informa sonriente.—Entiendo...
[AITANA]《¿Cómo se supone que debo vestirme para una cena con el famoso escritor Matías Mendoza?》 He estado intentando actuar como una persona normal desde que llego a mi veterinaria aquel día, pero es prácticamente imposible seguir disimulando; ahora entiendo la obsesión de Carla con él, es realmente guapo. Finalmente me decido por una falda corta color negra y acentos de flores en los costados, ajustada al cuerpo, blusa sin mangas del mismo color y zapatos haciendo juego; ni muy exagerada, ni muy sencilla. Termino de alistar la mochila de Daniel y salimos de casa. Mientras conduzco a su casa no puedo dejar de pensar en lo feliz que sería mi hermana si hubiese tenido esta oportunidad, para ella él era su amor platónico, se perdía entre sus libros y suspiraba ante las fotos de sus entrevistas.Después de unos cuantos minutos finalmente llego a destino. Estaciono frente a su casa y al ll
[MATÍAS]El camarero llega con nuestros los platos que hemos pedido y tan solo por ese motivo me quedo en silencio un instante. Luego de que él se retira miro la comida y por alguna razón se me ha ido el apetito, quizás es su simple presencia la que causa esto, estoy nervioso. —Ahora si puedo seguir con mi interrogatorio. — Le digo y observo cómo se queda inmóvil con los cubiertos en el aire y me mira.—Pensé que ya habías tenido las respuestas suficientes. — Dice y luego finalmente lleva el tenedor a su boca.—Para nada, esto recién comienza. Quiero conocerte lo mejor que pueda. — Le advierto.—Te escucho. — Expone cuando termina de tragar el primer bocado.—¿Edad? — Decido preguntar para volver a hacer que se relaje.—26, y yo ni pregunto porque ya lo sé. — Explica con una sonrisa con una sonr