[MATÍAS]
Sé que la mayoría de los mortales esperamos ansiosos por el día viernes por diversos motivos, pero el principal es que es el comienzo del fin de semana. Sin embargo, en mi caso es completamente diferente, mi cuerpo sabe que es viernes y no porque me vaya a ir de fiesta; sino porque volveré a verla y está vez no me cohibiré de besarla, por lo contrario, buscare la oportunidad de hacerlo. Desde que la deje partir de mi casa el sábado pasado que me reclamos a cada instante el no haber probado el sabor de su boca e intentar deducir que es todo esto que me está sucediendo.
Al parecer a ella también le está sucediendo algo conmigo y al pensar en eso mi corazón salta de alegría, al menos no soy al único al que ese encuentro en lo que debería haber sido una visita normal a la veterinaria lo ha cambiado. La muestra es en media hora y la dirección del conservatorio donde va Daniel la sé de memoria. Termino de alistarme frente al espejo, vaqueros claros, camiseta blanca con cuello en v y zapatillas negras combinando con el cinturón que llevo puesto; algo muy casual para una muestra de piano.
Una vez que estoy listo, salgo de mi casa y conduzco con mi mente pensando en ella, en esos ojos verdes que me han cautivado y en esa personalidad que a cada detalle que conozco me gusta más. No sé cuánto tiempo he pensado en ella, pero ni me he percatado del camino hacia este lugar. Estaciono el auto y camino hacia la entrada. Hay muchísima gente aquí y claramente son todos la familiares de los niños; veo a las madres, padres, hermanos, tíos, primos, y demás, y no puedo dejar de pensar que este niño no tiene a nadie más que a su tía.
Afortunadamente han sido pocas las personas que se han acercado a mí en busca de una foto o autógrafo, y eso me permite buscarla en el auditorio hasta que la veo sentada en la segunda fila. Me acerco a ella y al ponerse de pie me quedo sin saber que decir. Luce absolutamente deslumbrante con un vestido color blanco sumamente corto y pegado a su cuerpo, su cabellera esta suelta y con ondas que llegan un poco más abajo de sus pechos y esos ojos están deslumbrantes con un maquillaje leve, pero que la hace ver preciosa.
—Hola... — Es lo único que logro decir.
—Hola Matías. — Me dice con una tímida sonrisa.
—Wow... luces... es que no se ni siquiera que decir. — Me acerco a ella y la saludo con dos besos en la mejilla. —No puedo besarte aquí, sino lo haría. — Le susurró al oído.
—Te he guardado un asiento. — Me explica sentándose y claramente cambiando de tema por completo.
—Gracias— Le respondo, tomo asiento a su lado y me intento concentrar en lo que comienza a decir la señora que está dando la presentación, pero no puedo, tengo a una mujer que me roba toda la atención sentada a mi lado y para hacer la circunstancia un poco más complicada, sus piernas están cruzadas haciendo que el vestido deje ver un poco más de su piel. 《Es realmente difícil no acariciarla...》
Afortunadamente la muestra comienza y de a poco van saliendo los niños, la verdad es que me sorprende mucho el talento de cada uno de ellos. Por fin llega el turno de Daniel y es allí cuando la cara de Aitana cambia por completo; una enorme sonrisa se dibuja en su rostro e inclina su cuerpo hacia delante para prestar más atención. El pequeño comienza a tocar su pieza y de alguna manera verlo así me recuerda mucho a mí; es como si el piano fuese su mejor amigo y parte muy importante de su vida.
—¡Felicidades, tu hijo es muy talentoso! — Le digo mirándola y luego sujeto su mano en la mía una vez que el niño termina su pieza.
—¡Gracias! La verdad es que estoy muy orgullosa de él. No tengo ni idea de donde ha sacado ese talento, pero claramente no ha sido de parte de nuestra familia. — Me dice entre risas.
—Bueno quizás su padre... ¿Quién sabe? ¿no? Eso de no saber quién es hace que no sepas ciertas cosas…— Comento con dudas.
—Así es, si al menos Carla me hubiese dicho su nombre. — Dice algo frustrada. —Pero bueno, ya está; ahora vamos a celebrar. Te invito a casa a cenar. — Me dice sonriente.
—¿De verdad? — Pregunto sorprendido.
—Sí, Daniel ha invitado a unos amiguitos a casa. — Me explica.
—Por mi encantado. — Respondo y luego de que termina la muestra, nos ponemos de pie y vamos en busca del niño.
Al encontrarnos con él, Aitana lo abraza fuertemente y lo felicita por el excelente trabajo que ha hecho; cosa que me enternece demasiado. Si ella es así con un niño que ella no ha dado a luz, ¿Cómo será el día que tenga su propio hijo?
—¡Felicidades campeón! ¡Lo has hecho excelente! — Le digo y choco su mano.
—Gracias Matías. — Dice tímidamente.
Al salir del conservatorio sigo a Aitana con mi coche hasta su casa; ya que ella ha traído el suyo, y después de unos cuantos minutos estaciono enfrente de una casa muy bonita. Esta cerca de la playa y ubicada en una buena zona; es admirable que esta mujer haya salido adelante sola de esta manera. Bajo del coche y sin poder apartar mi vista de ella la sigo hasta la entrada de la casa. —¡Daniel espera! — Le dice al ver que apenas ha abierto la puerta él entra corriendo.
—Disculpa, realmente está ansioso. — Me dice entre risas.
—No tengo nada que disculpar, al contrario... ahora te tengo aquí sola para mí. — Le respondo acorralando su cuerpo el cual ahora está apoyado sobre la pared. — Sabes, durante toda la muestra no te he podido quitar los ojos de encima... eres tan hermosa. — Le susurro y con una de mis manos acaricio su rostro.
—Matías... — Dice casi en un susurro.
—Shhh... solo déjame descubrir que se esconde en estos labios. — Le pido y poco a poco me voy acercando a su boca hasta que no hay distancia alguna.
Mis labios finalmente sienten la textura de los suyos y siento como estoy sufriendo una revolución interna. Mi lengua busca probar esos rincones de su boca y ella poco a poco me va permitiendo explorar un sitio donde voy encontrando magia; donde me estoy perdiendo y no creo que quiera salir. Mis manos sienten la necesidad de tomar su rostro y creo que ella esta sintiendo lo mismo porque sus manos se colocan sobre mi nuca y puedo sentir como sus dedos se enredan en mi cabello. No sé qué es esto, pero jamás he sentido tanto con un beso, es como si cada nervio, musculo y célula de mi ser respondieran a ella... todo mi cuerpo grita que es ella... que es la mujer por la que he estado esperando, esa que me haría sentir diferente y vaya que lo hace. Sus manos dejan marcas de fuego en mí y podría estar besándola toda la noche si pudiera, pero nos falta el aire...
—No me equivoque— Murmuro con mi frente apoyada sobre la suya.
—¿De que hablas? — Cuestiona agitada.
—De que eres especial... de que me pasan muchas cosas cuando estoy contigo, que quiero seguir sintiéndolas... necesito seguir con esto. — Confieso.
—Matías, yo también estoy sintiendo muchas cosas— Me revela y siento que el universo ha desaparecido, pero la voz de un niño nos interrumpe; seguramente es uno de los amiguitos de Daniel.
[MATÍAS]La observo detenidamente desde abajo del arco que divide la cocina de la sala. Está llenando la mesa de la sala con comida de esos que le encantan a los niños; pizza, hamburguesas, patatas fritas y demás. En lo único que yo puedo centrarme es de lo increíble que luce y en los recuerdos del beso que le he dado hace tan solo unos cuantos minutos. Los niños comienzan a correr alrededor de la mesa mientras buscan su comida y regresan al jardín, donde hay un área de juegos preparada, cada sonrisa que le da a cada uno de esos niños es otro flechazo directo al corazón. Creo que Cupido ha hecho de las suyas... tengo la sensación de que me enamorado y en tiempo record. No sé porque me sorprendo; es tan perfecta. Es prácticamente imposible no enamorarse de una mujer así y si bien tengo miedo de muchas cosas, no me perderé la oportunidad de tener una historia con ella
[MATÍAS]Llego a mi casa con mi cabeza y corazón hechos un lio, son miles los pensamientos y sentimientos que me invaden. Tengo la sensación de que me he parado en medio de un campo de batalla y me estuvieran atacando por todos los rangos posibles. Por un lado, el amor me ha atacado disparándome justo al corazón hasta hacerme sentir que no puedo respirar cuando la veo, y por el otro la posibilidad de ser padre de un niño increíble me ataca sin piedad hiriéndome en todos mis puntos débiles. El solo hecho de pensar que podría estar enamorado de la tía de mi hijo, me provoca ansiedad; es como si en estos momentos me estuviera dando un ataque de pánico.—Matías, ¿Qué te sucede? — Me pregunta mi hermana, quien acaba de entrar a la casa y se sienta en el sofá frente a mi.—Cintia, necesito hablar contigo por favor... creo que me dará
[MATÍAS]Está vez ella ha venido a la casa correcta y soy yo quien abre la puerta para recibirla y tal como me sucede desde que la vi por primera vez, me quedo mudo ante su belleza. Me decepciona un poco que no haya venido con Daniel, realmente quería verlo. —Buenos días. — Me acerco para saludarla y aquí es donde está el dilema, 《¿Cómo la saludo?》—Buenos días. — Me responde y con una de sus manos acomoda un mechón de pelo detrás de su oreja y esa es mi señal.—Discúlpame, pero debo hacerlo. — Le digo y la tomo por la cintura atrayendo su cuerpo al mío. Con mi mirada clavada en la suya acaricio su mejilla y acerco mis labios a los suyos hasta rozarlos. Sus labios saben a caramelo y me encantan. Tengo miedo de que después de que esta noche hable con ella todo se eche a perder, pero al menos debo intentar dejarle saber que r
[MATÍAS]Aquí estoy parado frente a su puerta con ansias y muchos nervios de lo que pueda suceder esta noche. Esta mañana solo pude perderme mirándola a la distancia y pensando en las diferentes posibilidades de lo que podría ocurrir en esta velada. Unos cuantos minutos después de que tocara el timbre, ella abre la puerta y me quedo hipnotizado con su belleza. Se ha colocado un vestido color champagne corto, pegado a su silueta y con un escote que seguramente me distraerá toda la noche —Buenas noches. — Dice sonriente al ver que me he quedado hecho un idiota enfrente de ella.—Buenas noches... no sé muy bien que decir, te ves deslumbrante. — Consigo decir con nervios.—Muchas gracias, tú también te ves muy pero muy bien. — Dice.—¿Lista? — Pregunto y le ofrezco mi brazo para que se sostenga de él.—Sí
[MATÍAS]Aquí estoy con su mirada fija en mí mientras espera que yo comience a hablar, pero 《¿Cómo le digo que tuve una noche de pasión con su hermana? Mucho peor... ¿Qué su sobrino podría ser mi hijo?》—Te estoy esperando. — Dice presionándome.—No es fácil lo que debo decirte. — Le explico sin siquiera poder mirarla.—Matías, por favor. Di lo que tengas que decir, pero hazlo de una vez. — Me pide y noto la desesperación en su voz.—Vale... que sea lo que deba ser. — Digo en voz alta y tomo valor. —Verás, hace como cinco... casi seis años atrás yo salí de una de mis firmas de libros y con mis amigos fuimos a un bar que había cerca del recinto a celebrar por el nuevo libro. En aquel momento yo no era tan famoso aun, pero tenía un grupo de lectores que eran fans que
[AITANA]Camino por mi estudio sin dejar de mirar la fotografía que Matías sostuvo entre sus manos ayer; son tantos los sentimientos que me invaden que no se cómo seguir. Mi hermana y él... es que aun no lo creo y mucho menos puedo creer que él pueda ser el padre de Daniel. Pensar que me estaba enamorando de él, pero 《¿Cómo seguir adelante con esto cuando estuvo con mi hermana?》Si esa prueba de ADN diera positivo y yo mantuviera una especie de relación con Matías estaría involucrándome con el padre de mi sobrino... es todo tan extraño. Mi hermana falleció por tener a Daniel, y Matías ni siquiera amaba a Carla. Mi mente es un caos. Sé que fue una decisión de mi hermana tener a su hijo y así como lo fue acostarse con Matías, pero yo sé lo mucho que lo admiraba y hasta me atrevería a decir que estaba enamorada de él. Si
[MATÍAS]La luz del sol pegando en mi rostro hace que deba abrir los ojos; he dormido pocas horas, pero no es para menos. Hoy es un día que puede determinar muchas cosas en mi vida. Las únicas personas que están al tanto de todo lo que me sucede, son mi hermana y mi buen amigo y doctor Martin, por ahora creo que lo mejor es que se mantenga de esta manera. Miro mi móvil con la esperanza de que ella me haya escrito al menos un mensaje, pero después de lo que me ha confesado ayer no creo que lo haga. Desbloqueo la pantalla del móvil y decido enviarle un mensaje con la excusa de darle la dirección de la clínica de Martin.Matías: Buenos días, ¿Cómo te encuentras? solo quería darte la dirección de la clínica. Te veo allí a las 10:00AM.Envió el mensaje y acto seguido le envió in pantallazo con la dirección de la clínica. A
Entramos al café y caminamos hacia una de las mesas que están al fondo del lugar. Daniel claramente se adelanta y ansiosamente corre hacia la mesa que hemos elegido. —Vaya que tiene energía ¿eh? — Comento mientras lo veo correr.—No te das idea cuanta, nunca se cansa. — Dice sonriente y mirándolo con orgullo.Realmente creo que la que más está sufriendo con todo esto es ella. No quiero que crea que si ese resultado da positivo yo intentare quitarle al niño. —Aitana, antes que nos sentemos y Daniel pueda escucharnos. — Hablo sujetándola por su brazo y haciendo que me mire. — Quiero decirte desde el fondo de mi corazón que, si yo soy el padre de Daniel, no tengo ninguna intención de alejarte de él. — Le explico.Sus tan profundos y hermosos ojos se clavan en los míos haciendo que me pierda en ellos. —Matías, seamos