Serena Black
El auto avanza por las calles con normalidad y yo siento ganas de abrir la puerta y lanzarme, tengo mucho miedo, pero no puedo dar ni un paso atrás, mi corazón esta acelerado y siento un nudo en mi garganta, sobre todo al ver la impresionante fachada de la catedral donde voy a casarme con una completo desconocido.
Un hombre elegante con una sonrisa me abre la puerta del auto y además me ofrece su brazo, camino lentamente esta es una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida, pero todo sea por la vida de Alonso el depende de mí.
Comienza la marcha nupcial, creí que el lugar estaría repleto de desconocidos, pero no es así, solo el primer puesto está ocupado por un anciano y la mujer que me hizo firmar ese maldito contrato, ella sonríe como si se hubiese ganado la lotería, aun no comprendo que saca ella de todo esto, trato de respirar profundamente, de espaldas esta mi novio, con las manos en la espalda, ni siquiera tiene la decencia de voltear a verme.
Me encantaría que todo lo que dure este matrimonio fuese así con mi marido ignorandome, pienso mientras mis manos sudan, siento que mis piernas no pueden sostenerme y estoy a punto de sufrir un infarto.
La ceremonia comienza, normal solo que en ninguna ocasión giro mi vista para ver a mi futuro esposo, ni siquiera me importa su aspecto, solo sé que él es la llave que solucionara mis problemas
El sacerdote pronuncia mi nombre con otro apellido, —Señorita Serena Smith ¿Acepta usted por esposo al señor Will James?— Lo único que escucho es que hay un error en mi apellido, no digo nada, y el hombre a mi lado carraspea de forma molesta.
Estoy aun en shock me cuesta responder, las manos me sudan y mi yo interior me dice –Aun tienes tiempo de echarte para atrás, y salir corriendo. —Pero no puedo hacerlo, de eso depende la vida de Alonso.
Me hacen la pregunta por segunda vez, y boqueo antes de dar mi respuesta, lo bueno es que nadie puede ver mi cara debajo del enorme velo que me colocaron, es que aun no puedo creer que me este casando
El hombre carraspea nuevamente a mi lado, para que responda, ni siquiera he tenido el valor para voltear a verlo, sin embargo respondo firmando de esa forma una sentencia—Acepto. — pronuncio con la voz quebrada.
—Puede besar a la novia. — Le dice el sacerdote y mi “esposo” levanta el velo que me cubre el rostro, su mirada es de absoluta sorpresa y por supuesto que también estoy sorprendida con su aspecto, es un hombre extremadamente atractivo ¿Por qué necesitaría un matrimonio por contrato?
Puedo ver en sus ojos algo mas, mientras no dejo de parpadear atacada por los nervios, desprecio algo que no puede disimular ni con esa sonrisa hipócrita que tiene, creo que lo nuestro es odio a primera vista, apenas roza mis labios y sé que todo lo que dure este matrimonio será una tortura para mí…
Cuando termina la ceremonia, el señor que me llevo del brazo luce consternado, no soy la persona que él esperaba, estoy tan seria como el hombre a mi lado, en lugar de estar en una boda parecemos los asistentes a un funeral.
Nos toman unas fotos, la señora, Danielle me ve de forma amenazante, tengo miedo de lo que pueda hacerme, es una mujer peligrosa, por lo que finjo una sonrisa como si estuviese conforme con lo que está pasando, sin embargo el hombre a mi lado, no finge, no sonríe en ningún momento.
El señor en silla de ruedas se acerca a nosotros y sonríe ofreciéndome la mano—Bienvenida a la familia James. —
—Gracias. — Es lo único que puedo responder y en un susurro.
—Hija tu ropa esta en tu nueva casa, espero seas muy feliz con tu esposo, tu padre y yo te vamos a extrañar muchísimo. — No puedo evitar mirarla con incredulidad, estoy consternada, esa señora y yo no somos nada, hasta ayer ni siquiera sabía de su existencia y me llama hija, no puedo creer lo descarada que es.
—Madre, necesito hablar contigo. — Le digo entre dientes, si ella no me hace caso les diré a todos la verdad, ella me manipulo para que me casara con ese hombre que parece detestarme, eso me alegra porque lo más seguro es que no quiera nada conmigo, lo sé por la forma en que me mira como si yo fuese un bicho raro, como si le diera asco.
—Siento no hacerte la fiesta que te mereces, la boda de tus sueños pero ya ves, tú nuevo abuelo no está en condiciones, para una celebración de esa magnitud, ojala Dios le repare larga vida y más adelante este en condiciones para una ocasión tan especial como esa — Expresa con voz cantarina, mientras yo empuño mis manos molesta, quisiera salir corriendo he aquí, todo es una gran mentira, y se que en algun momento saldre perjudicada por todo esto.
—Madre la fiesta es lo de menos, sabes muy bien que no me importan esas cosas. — Le respondo en voz alta, para que me preste atención, si no soy capaz de soltar la lengua aquí misma y acabar con toda esta farsa.
—Me dijeron otra cosa de ti. — Expresa con voz profunda mi esposo, viéndome con dureza, como acusándome de algo, que ni yo misma se, parece que la única que no sabe nada de nadie soy yo, estoy en medio de extraños.
—Pues le mal informaron. — Le respondo, aparentando frialdad evitando el contacto de sus ojos, sus penetrantes ojos grises, no puedo creer que este casada con semejante hombre, su cara fuese perfecta si no tuviese el ceño fruncido de forma perenne a él le desagrada tanto este matrimonio como a mí, estoy segura, pero no entiendo ¿Por qué accedió a esta locura? Yo no tuve opción ¿Pero él?
—Ya veremos. — Responde él, me responde nada convencido, sacándome de mis cavilaciones, mi cabeza es un caos de teorías en este momento, no sé cuales son los motivos de esa señora para traerme acá.
—Vámonos a casa, estoy algo agotado, discúlpame por no recibirte como te mereces. —Se disculpa el anciano de la silla de ruedas, esta increíblemente pálido, parece que le faltase el aire
—No tiene de que preocuparse, por eso, tal vez mas adelante hagamos algo intimo. — Le respondo siguiendo la corriente, eso fue lo que me ordeno que hiciera la mujer esa, que sonríe complacida por mi respuesta.
—No olvides llamarme por teléfono, te extrañaremos mucho en casa. — Me dice mi supuesta madre con una sonrisa ¡Ni siquiera tengo idea en donde vive esa descarada!, mucho menos tengo el número de teléfono de esa señora creo que está loca, el hombre a su lado nos mira con dureza, parece que esta tan sorprendido como yo por todo lo que está pasando, ese que debe ser para todos “mi padre”
Serena James—Todos salimos juntos de la catedral, como gran una familia feliz, “mis padres" se van en un auto y yo voy en el auto en silencio con mi nueva familia. —Debes cuidar bien de tu esposa, se ve que es una joven dulce e inocente. — Le dice el abuelo a mi esposo que sonríe de forma maliciosa, como si creyese todo lo contrario de mí.—No tienes que preocuparte por eso, procurare hacerla la mujer más feliz del mundo, y darle todo lo que se merece — Dice él con sarcasmo, la última frase me huele a amenaza.—Eso espero, te crie para que fueses un buen hombre, el mejor esposo. — Le dice el abuelo al hombre a mi lado.El abuelo, cierra los ojos para descansar, no emito un sonido y mi esposo tampoco tiene ganas de hablar de nada, este matrimonio tal vez no dure mucho tiempo, pero será demasiado largo para mí, me sudan las manos y miro hacia la ventana, preocupada ojala el lugar a donde nos dirigimos no quede tan lejos de la clínica.Después de unos cuarenta minutos, los más largos de
Serena Black—¡Ayuda, por favor!.— Grito desesperada entrado al hospital, con mi hijo en los brazos.— ¿Qué le paso al niño?— Me preguntan en la recepción del hospital, quitándomelo de los brazos para atenderlo.— Se desmayo en un partido de futbol y no reacciona.—Respondo con la voz quebrada, tengo tanto miedo a perderlo.El día comenzó tan hermoso y se convirtió en una de mis peores pesadillas, comienzo a llorar desesperada y nadie me da respuestas de cómo esta mi hijo, porque Alonso es mi hijo así no lo hubiese parido.Su madre era mi mejor amiga y murió dando a luz, todos le dieron la espalda por salir embarazada tan joven pero yo me quede con ella, no la juzgue sino que le di todo mi apoyo incondicional, ella era una hermana para mi crecimos en el mismo orfanato, era una joven inocente que fue manipulada por un desgraciado que la abandono apenas le dijo que estaba encinta.El profesor de deporte fue conmigo a la emergencia luce tan desesperado como yo, pasando una mano por su c
Will JamesToda mi vida me he preparado para esto, jure vengar la muerte de mis padres que fueron asesinados cuando era apenas un niño.Después de años de investigación, al fin se quien asesino a mis padres, una de las mafiosas más sanguinarias del país, el único problema es que nadie ha logrado atraparla hasta ahora…Yo lo haré, pienso determinado con el nombre de su alias empuñado en mi mano.La dama de rojo, es el apodo de esa maldita, mi teléfono privado no para de sonar, pero estoy ocupado ese momento es crucial en mi vida, por lo que respondo de mal humor media hora después—¿Que quieren?.— Ladro sin saludar, no sé no quien me habla, no tengo ese número registrado.La persona carraspea antes de presentarse—Soy el doctor Alex, el médico de cabecera de su abuelo, se sintió mal de nuevo y tuvimos que llevarlo a la clínica, no está nada bien.— Pronuncia él doctor, dejándome frio.—En seguida voy para allá.— Respondo de de forma automática.—¿En qué habitación lo tienen y que fue lo qu
Serena Black Ingresan a Alonso a la clínica, me dejan verlo y el luce un poco mejor, pero sé que es otra cosa por dentro, los médicos afirman que está muy mal. Apenas salgo de la habitación comienzo a llorar, no lo hice delante de él, no quiero alertarlo y que sepa que está pasando algo malo, algo muy malo en realidad. —Señorita, la dueña de la clínica la está esperando en su oficina, tiene algo importante que hablar con usted. — Expresa una enfermera y yo volteo en todas direcciones buscando a la persona con la que la muchacha está hablando y no veo a nadie. — ¿Es conmigo?— Cuestiono señalándome no se dé que querrá hablar esa señora conmigo, ni siquiera la conozco. —Si con usted misma, sígame por favor.— Me dice ella sonriendo, le parezco graciosa, mis entrañas se revuelven, siento que algo muy malo está a punto de ocurrir, lo siento en mis entrañas pero sigo a la enfermera como res al matadero y estoy muy nerviosa, en mi cabeza surgen muchas teorías, pero solo sabré que quiere
Actualmente Serena Smith—Cállate, ¡maldita! Dije que no pienso tocarte, tú no me inspiras nada. — Me dice él y allí dejo de morderlo no sé porque pero dejo de luchar, se escucha sincero.El se acuesta al lado boca arriba, sujetando su mano, se que lo mordí fuerte dos veces, esta apretando su mandíbula, me siento avergonzada.—Si no vas a tocarme, ¿porque motivo querías que llegáramos tan rápido a la habitación?— Le pregunto, sorbiendo mi nariz, y limpiando mis labios apenada.—Solo quería que dejáramos las cosas claras de una vez, no quiero que confundas nada. — Explica de inmediato, me siento un poco mal por haber malinterpretado las cosas de esa forma.— ¿Qué quieres decir exactamente?— Cuestiono interesada y el rueda los ojos, con gesto aburrido— ¿En serio hay que decirte todo con manzanas o caramelos como si tuvieses dos años?— Me pregunta rodando los ojos, como si esto fuese algo obvio para los dos, lo miro directamente a la cara, y sé que ese hombre no tiene ninguna necesida
Serena JamesBajo la escalera un poco perdida, viendo en todas direcciones, el lugar es inmenso, nunca había pisado un lugar como este, todo es simplemente perfecto, no tengo tiempo para admirar estas cosas.—Buenas tardes señora, a su orden. — Se me acerca una joven un poco tímida, al verme en aprietos.—Disculpa que te moleste, me podrías indicar dónde queda el comedor. — Le pido incomoda, ella me ve como si fuese alguien superior.—Por aquí. — Me dice ella caminando delante de mí, nerviosa.—Gracias. — Susurro.—Soy Alice, estoy a sus órdenes para lo que necesites. — Me dice ella.—Bien, puedes llamarme Serena. — Le respondo, para que no esté con eso de señora, no me siento una señora para nada.—No podría, si el jefe se entera seguro se molestaría a veces es un poco estricto. — Me dice ella poniendo mala cara...— ¿Mi esposo?— Pregunto y ella responde un —ujmm – Con las mejillas rojas.—No le diga, que yo le dije por favor, podria echarme. — Me dice apenada por la indiscreción.—
Serena James—Está bien supongo. — Le respondo a la mujer que espera aparentemente ansiosa frente a mí-—Seremos buenas amigas, te mi numero, te daré la dirección más tarde. — Expresa ella, todavia no entiendo que gana ella con todo esto.—Gracias por ayudarme. — Susurro, sé que todo tiene un precio enorme pero lo repito por Alonso, soy capaz de todo.—Mami, me pica aquí. — Suplica mi hijo, tratando de llamar la atención, es un celoso de lo peor y cuando estoy con él no permite que nadie más sea el centro de mi universo.—Le rasco la espalda y luego recuerdo que me llamaron Smith en mi boda y le pregunto— ¿Por qué me llamaron Serena Smith?. —Cuestiono.—Creí que no preguntarías nunca, tu padre y yo te adoptamos, eres legalmente mi hija, por lo tanto mi esposo entrego a su hija y cumplió la parte del trato que le correspondía con el viejo James.— Responde ella dejándome con la boca abierta, ella se ríe de mi cara asombrada, es una descarada.Tengo sentimientos encontrados por ella, m
Will James— ¡Tiene más de veinte años haciendo esto! Es muy inteligente aun no hemos logrado dar con ella, la única certeza que tenemos es que se trata de una mujer de unos cuarenta a cincuenta años que ha cometido mucho crímenes, dirige una de las mafias más poderosas del país y es muy inteligente.A lo largo de su carrera criminal ha matado más de ocho hombre directamente, a los cuales les deja una marca de labial en el pecho, los demás han sido sus secuaces dirigidos por ella.No tengo idea de porque mata, tampoco me importa mucho, lo único que sé es que cuando de con ella la matare con mis propias manos, pienso con los puños apretados.— ¿Puedes bajarle el volumen por favor?— Me pregunta “mi esposa”, respiro profundo. —Si no te gusta puedes irte. — Le digo señalado la puerta.—Tienes razón, no tengo porque aguantar tus malditos berrinches. — Me dice ella y sale casi desnuda de la habitación, no siento ningún tipo de remordimientos, somos mayores de edad y además dueño de nuestr