Serena James
—Todos salimos juntos de la catedral, como gran una familia feliz, “mis padres" se van en un auto y yo voy en el auto en silencio con mi nueva familia. —Debes cuidar bien de tu esposa, se ve que es una joven dulce e inocente. — Le dice el abuelo a mi esposo que sonríe de forma maliciosa, como si creyese todo lo contrario de mí.
—No tienes que preocuparte por eso, procurare hacerla la mujer más feliz del mundo, y darle todo lo que se merece — Dice él con sarcasmo, la última frase me huele a amenaza.
—Eso espero, te crie para que fueses un buen hombre, el mejor esposo. — Le dice el abuelo al hombre a mi lado.
El abuelo, cierra los ojos para descansar, no emito un sonido y mi esposo tampoco tiene ganas de hablar de nada, este matrimonio tal vez no dure mucho tiempo, pero será demasiado largo para mí, me sudan las manos y miro hacia la ventana, preocupada ojala el lugar a donde nos dirigimos no quede tan lejos de la clínica.
Después de unos cuarenta minutos, los más largos de mi vida, el chofer se detiene frente a una preciosa mansión a las afueras de la ciudad, el pesado portón negro se abre de forma eléctrica, el auto avanza al menos cien metros hasta que se detiene finalmente frente a la ostentosa fachada, el chofer se apresura a abrirme la puerta, inmediatamente imagine a Alonso corriendo con una pelota por la entrada, el lugar esta como para una película, es un lugar increíble casi no puedo creerlo, trato de disimular, pero miro en todas direcciones mi Alonso sería muy feliz en un lugar así.
“Mi esposo” me observa sin ningún tipo de disimulo haciéndome sentir incomoda, no le devuelvo la mirada, pero siento que la de él me quema.
— ¿Me puedes llevar a mi habitación? Por favor. — Ordena el abuelo con mucha educación al chofer.
—Por supuesto señor. — Responde el hombre y lo carga en sus brazos, la cara del abuelo se muestra incomoda con eso, se nota que está acostumbrado a hacer las cosas por sí mismo, el caballero tiene carácter, pero la vejez es cruel y no tiene piedad de nadie.
Entramos a la casa y estoy sumamente nerviosa con la mirada fija en la alfombra, cuando quedamos solos, no se cuales son las reglas de este matrimonio¡ pero no voy a permitir el tal Will que me toque uno solo de mis cabellos!.
—Vamos a la habitación, querida, tenemos muchas cosas que hablar. — Propone él con una sonrisa tomándome del codo, con rumbo a la habitación.
— ¿Me puedo tomar un vaso de agua primero?, muero de sed. — Le digo queriendo ganar tiempo, antes del enfrentamiento, no estoy preparada para eso, mide por lo menos dos metros, le llego con dificultad a la barbilla ¡con tacones!, no podría nunca pelear físicamente contra él,
—No tienes que preocuparte por eso, tenemos agua en la habitación. — Me informa él sin detenerse, arrastrándome hacia las escaleras, como si estuviese ansioso por estar a solas conmigo, hay varias mujeres de la servidumbre que se quedan viéndome subir con ese precioso vestido blanco, el vestido de novia más impresionante que he visto en mi vida, el vestido de novia con la que cualquier chica enamorada quisiera casarse.
—Espera. —Gimoteo desesperada, por lo rápido que sube las escaleras, ¡me deja sin aliento!, además estoy aterrada, tratando de sujetarme a algo o a alguien, tengo miedo.
Entonces él se detiene por un momento pensé que había desistido de su idea pero me carga rápidamente como un costal de papas sobre sus hombros, como si no pesara nada.
—No tienes que hacer eso, no es necesario. — Le digo creyendo que con eso lo voy a detener.
—Lo sé, pero muero por quedarme contigo a solas, querida esposa. — Me responde con sarcasmo, tengo ganas de llorar, no puede ser que mi primera vez sea con un hombre que no quiero, ni conozco de nada.
—Ni creas que voy a permitir que me pongas una mano encima. — Le aclaro, con los ojos brillantes de lagrimas no derramadas.
—El se ríe a carcajadas y dice –No seas exagerada, necesitamos hacer esto lo más rápido posible. —Comienzo a patalear, mientras el sube como si nada los escalones de dos en dos.
—Suéltame, si no quieres que grite como una desquiciada. — Chillo, sin dejar de luchar.
—Y de paso loca ¿quieres que nos partamos el cuello?— Me pregunta molesto entre dientes, pero sin gritar, se contiene para que los empleados de la mansión no se den cuenta que estamos discutiendo.
—No me importa morir, pero no voy a permitir que hagas lo que quieras conmigo. — Chillo alzando la voz, el me baja y me tapa la boca con su mano, e inmediatamente se la muerdo con todas mis fuerzas, el pierde la aparente calma que tiene, abre la puerta de la habitación y me tira a la cama, solo en ese momento suelto, su mano.
Estoy muy asustada y comienzo a patalear, para alejarlo de mi, Pero la pesada falda me dificultad todo me volteo queriendo huir, no me importa que tan lindo se vea, no voy a tener mi primera vez con él, por muy mi esposo que sea,
Pero el detiene mi huida, y me hala por el tobillo, subiéndose sobre mí, a mi espalda— ¡Suéltame!— Le grito desesperada, espero que alguien me escuche y me rescate, no pienso entregarme a él jamás en mi vida, ¡Lo odio!, siento que el corazón se me escapa de la garganta, lucho con todas mis fuerzas pero es inútil, no solo es más grande que yo, también es mucho más fuerte.
—Cállate loca o vas a despertar a mi abuelo. — Ladra el sin llegar a gritar, no entiendo como no pierde el control, con todo el escándalo que estoy haciendo, debería gritar también, tal vez alguien al escucharme gritar llame a la policía.
— ¡No voy a tocarte!— Promete él, pero no lo escucho porque estoy gritando como si hubiese perdido la razón.
—Auxilio, no permitan que me toque. — Chillo, quisiera despertar y que todo esto fuese solo un sueño, no solo lo muerto le entierro mis uñas no se en que parte de su cuerpo, pero él ni se inmuta, no por eso me daré por vencida, nunca voy a permitir que un hombre haga conmigo lo que se le dé la gana.
Siento su cuerpo duro sobre el mío, me siento perdida, pero no dejo de luchar, hasta que me tapa de nuevo la boca arriesgando sus manos, porque inmediatamente lo muerdo de nuevo y no lo suelto ni siquiera cuando siento el sabor ferroso de su sangre en mi boca, mi vida pasa frente a mis ojos regreso veinticuatro horas atrás cuando toda esta pesadilla comenzó.
Serena Black—¡Ayuda, por favor!.— Grito desesperada entrado al hospital, con mi hijo en los brazos.— ¿Qué le paso al niño?— Me preguntan en la recepción del hospital, quitándomelo de los brazos para atenderlo.— Se desmayo en un partido de futbol y no reacciona.—Respondo con la voz quebrada, tengo tanto miedo a perderlo.El día comenzó tan hermoso y se convirtió en una de mis peores pesadillas, comienzo a llorar desesperada y nadie me da respuestas de cómo esta mi hijo, porque Alonso es mi hijo así no lo hubiese parido.Su madre era mi mejor amiga y murió dando a luz, todos le dieron la espalda por salir embarazada tan joven pero yo me quede con ella, no la juzgue sino que le di todo mi apoyo incondicional, ella era una hermana para mi crecimos en el mismo orfanato, era una joven inocente que fue manipulada por un desgraciado que la abandono apenas le dijo que estaba encinta.El profesor de deporte fue conmigo a la emergencia luce tan desesperado como yo, pasando una mano por su c
Will JamesToda mi vida me he preparado para esto, jure vengar la muerte de mis padres que fueron asesinados cuando era apenas un niño.Después de años de investigación, al fin se quien asesino a mis padres, una de las mafiosas más sanguinarias del país, el único problema es que nadie ha logrado atraparla hasta ahora…Yo lo haré, pienso determinado con el nombre de su alias empuñado en mi mano.La dama de rojo, es el apodo de esa maldita, mi teléfono privado no para de sonar, pero estoy ocupado ese momento es crucial en mi vida, por lo que respondo de mal humor media hora después—¿Que quieren?.— Ladro sin saludar, no sé no quien me habla, no tengo ese número registrado.La persona carraspea antes de presentarse—Soy el doctor Alex, el médico de cabecera de su abuelo, se sintió mal de nuevo y tuvimos que llevarlo a la clínica, no está nada bien.— Pronuncia él doctor, dejándome frio.—En seguida voy para allá.— Respondo de de forma automática.—¿En qué habitación lo tienen y que fue lo qu
Serena Black Ingresan a Alonso a la clínica, me dejan verlo y el luce un poco mejor, pero sé que es otra cosa por dentro, los médicos afirman que está muy mal. Apenas salgo de la habitación comienzo a llorar, no lo hice delante de él, no quiero alertarlo y que sepa que está pasando algo malo, algo muy malo en realidad. —Señorita, la dueña de la clínica la está esperando en su oficina, tiene algo importante que hablar con usted. — Expresa una enfermera y yo volteo en todas direcciones buscando a la persona con la que la muchacha está hablando y no veo a nadie. — ¿Es conmigo?— Cuestiono señalándome no se dé que querrá hablar esa señora conmigo, ni siquiera la conozco. —Si con usted misma, sígame por favor.— Me dice ella sonriendo, le parezco graciosa, mis entrañas se revuelven, siento que algo muy malo está a punto de ocurrir, lo siento en mis entrañas pero sigo a la enfermera como res al matadero y estoy muy nerviosa, en mi cabeza surgen muchas teorías, pero solo sabré que quiere
Actualmente Serena Smith—Cállate, ¡maldita! Dije que no pienso tocarte, tú no me inspiras nada. — Me dice él y allí dejo de morderlo no sé porque pero dejo de luchar, se escucha sincero.El se acuesta al lado boca arriba, sujetando su mano, se que lo mordí fuerte dos veces, esta apretando su mandíbula, me siento avergonzada.—Si no vas a tocarme, ¿porque motivo querías que llegáramos tan rápido a la habitación?— Le pregunto, sorbiendo mi nariz, y limpiando mis labios apenada.—Solo quería que dejáramos las cosas claras de una vez, no quiero que confundas nada. — Explica de inmediato, me siento un poco mal por haber malinterpretado las cosas de esa forma.— ¿Qué quieres decir exactamente?— Cuestiono interesada y el rueda los ojos, con gesto aburrido— ¿En serio hay que decirte todo con manzanas o caramelos como si tuvieses dos años?— Me pregunta rodando los ojos, como si esto fuese algo obvio para los dos, lo miro directamente a la cara, y sé que ese hombre no tiene ninguna necesida
Serena JamesBajo la escalera un poco perdida, viendo en todas direcciones, el lugar es inmenso, nunca había pisado un lugar como este, todo es simplemente perfecto, no tengo tiempo para admirar estas cosas.—Buenas tardes señora, a su orden. — Se me acerca una joven un poco tímida, al verme en aprietos.—Disculpa que te moleste, me podrías indicar dónde queda el comedor. — Le pido incomoda, ella me ve como si fuese alguien superior.—Por aquí. — Me dice ella caminando delante de mí, nerviosa.—Gracias. — Susurro.—Soy Alice, estoy a sus órdenes para lo que necesites. — Me dice ella.—Bien, puedes llamarme Serena. — Le respondo, para que no esté con eso de señora, no me siento una señora para nada.—No podría, si el jefe se entera seguro se molestaría a veces es un poco estricto. — Me dice ella poniendo mala cara...— ¿Mi esposo?— Pregunto y ella responde un —ujmm – Con las mejillas rojas.—No le diga, que yo le dije por favor, podria echarme. — Me dice apenada por la indiscreción.—
Serena James—Está bien supongo. — Le respondo a la mujer que espera aparentemente ansiosa frente a mí-—Seremos buenas amigas, te mi numero, te daré la dirección más tarde. — Expresa ella, todavia no entiendo que gana ella con todo esto.—Gracias por ayudarme. — Susurro, sé que todo tiene un precio enorme pero lo repito por Alonso, soy capaz de todo.—Mami, me pica aquí. — Suplica mi hijo, tratando de llamar la atención, es un celoso de lo peor y cuando estoy con él no permite que nadie más sea el centro de mi universo.—Le rasco la espalda y luego recuerdo que me llamaron Smith en mi boda y le pregunto— ¿Por qué me llamaron Serena Smith?. —Cuestiono.—Creí que no preguntarías nunca, tu padre y yo te adoptamos, eres legalmente mi hija, por lo tanto mi esposo entrego a su hija y cumplió la parte del trato que le correspondía con el viejo James.— Responde ella dejándome con la boca abierta, ella se ríe de mi cara asombrada, es una descarada.Tengo sentimientos encontrados por ella, m
Will James— ¡Tiene más de veinte años haciendo esto! Es muy inteligente aun no hemos logrado dar con ella, la única certeza que tenemos es que se trata de una mujer de unos cuarenta a cincuenta años que ha cometido mucho crímenes, dirige una de las mafias más poderosas del país y es muy inteligente.A lo largo de su carrera criminal ha matado más de ocho hombre directamente, a los cuales les deja una marca de labial en el pecho, los demás han sido sus secuaces dirigidos por ella.No tengo idea de porque mata, tampoco me importa mucho, lo único que sé es que cuando de con ella la matare con mis propias manos, pienso con los puños apretados.— ¿Puedes bajarle el volumen por favor?— Me pregunta “mi esposa”, respiro profundo. —Si no te gusta puedes irte. — Le digo señalado la puerta.—Tienes razón, no tengo porque aguantar tus malditos berrinches. — Me dice ella y sale casi desnuda de la habitación, no siento ningún tipo de remordimientos, somos mayores de edad y además dueño de nuestr
Serena James —Will entiendo que estés de luna de miel, pero debes contenerte un poco, sobre todo en público. — Le dice el abuelo refiriéndose al penoso espectáculo que armo. —No te preocupes abuelo, no se volverá a repetir. — Expresa con una sonrisa sin un ápice de vergüenza o arrepentimiento, es un descarado de lo peor. —Me alegra que se la estén llevando bien, es buena idea que se vayan de viaje de luna de miel. — Menciona el abuelo sonriente. —No puedo, estoy presentando finales en la universidad. — Me niego de inmediato, lo que es cierto, pero también es cierto que no me separare de Alonso ni por todo el dinero del mundo. —Entonces será después ¿Qué estas estudiando?— Pregunta el abuelo y mi esposo, fija la mirada en mi interesado. —Medicina, ya aprobé el cuarto año gracias a Dios. — Respondo tamborileando mis manos incomoda por el interrogatorio, mientras mi esposo me mira de forma sospechosa, como si no creyese media palabra de lo que estoy diciendo, el espera todo lo ma