4

Capítulo cuatro

Me coloco la maleta de lado mientras observo con detenimiento el horario para descifrar el siguiente salón al que debo ir.

Esto no me hubiese pasado si hubiese prestado atención a la doña de ese día.

A32.

Doblo la hoja a la mitad y miro las letras a los costados de las puertas. Estoy en la fila D del cuarto piso, es evidente que tengo que bajar, camino sin cuidado alguno hacia las escaleras y esquivo todo tipo de personas que me cruzo.

Se preguntarán, ¿Danna y Danni?

Ellas están en mi mismo curso, pero cuidándome desde lejos, justo como yo lo quería y necesito que así sea.

Choco mi hombro con una chica al bajar las escaleras y esta se tambalea de un lado a otro, la tomo de la manigueta de su bolso antes de que caiga de boca y la atraigo a mí, su cabello rojizo alborotado se estampa de lleno en mi cara y caigo con ella sentada en el borde de las escaleras, rápidamente voltea a verme y sus ojos verde azulados me ven sorprendidos, sus labios se abren ligeramente y traga grueso.

Alzo mis cejas —¿Estás bien? —cuestiono.

Cierra sus ojos y sacude su cabeza de un lado a otro, se levanta como puede y corre escaleras abajo desapareciendo de mi vista.

Okay, eso fue un poco raro.

Alzo mi rostro y me encuentro con Danna tendiendo su mano en mi dirección, la tomo para levantarme y limpio mi pantalón negro —¿te encuentras bien?

—Estoy bien, no te preocupes —sacudo mis manos negando y termino de bajar las escaleras, mis ojos enfocan la sección A de mis clases y miro el reloj en mi muñeca.

Faltan 2 minutos para entrar o estoy fuera.

Apresuro mis pasos y encuentro el aula, entro sintiendo todas las miradas en mí y me posiciono al final de la clase sin importar quien está a mi lado, la profesora azota la puerta llamando nuestra atención y suelta dos gigantescos libros que trae en su mesa —Buenos días, soy la profesora Stella —se gira hacia nosotros—Espero que tengan un excelente año universitario y desde ya digo que al que no le gusta estudiar no va a pasar mi materia, y tampoco quiero que al final de cada semestre me busquen por un punto, ya que ustedes para mí son solo números plasmados en un papel, ¡¿Ha quedado claro?! —nos da una rápida mirada y se voltea hacia el tablero —otra cosa que se me olvida son las tardanzas, tienen permitido solo tres, el que sobrepase esas tres tardanzas está fuera de mi clase. No me gusta la gente impuntual.

Alzo una ceja y me cruzo de brazos. Menuda profesora la que me ha tocado.

Mi vista viaja dos filas más adelante y veo ese cabello rojo alborotado de antes, juega nerviosa con el lápiz en sus manos mientras que examina todo el lugar, su cabeza gira levemente hacia atrás y tensa su cuerpo, vuelve a su posición original, saca un cuaderno de su bolso y empieza a escribir como no hubiese un mañana.

Interesante.

La clase pasa entre charlas por parte de la profesora y miradas rápidas que de vez en cuando sentía, termino de apuntar las indicaciones para un próximo trabajo y cierro mi cuaderno, meto las cosas en la maleta y alzo mi cabeza finalmente notando que no hay casi nadie en el aula.

—¿Hacemos grupo para la investigación? —Danna pega los libros a su pecho y asiento.

—Pero, nos faltaría una persona más—Danni se posiciona a su lado y me encojo de hombros, veo de reojo su puesto vacio y su presencia a penas se siente en mi entorno.

Se fue o está en el pasillo.

—Puede ser cualquiera, o tal vez puede que seamos impar en la clase y haya un grupo de tres personas —arrimo mi bolsa y me acerco a ellas disimuladamente —móvil —susurro y Danna entiende perfectamente mi señal, da dos pasos fuera de mi alcance y habla con un tono de voz medio alto.

—Entonces, nos vemos —alzo mis cejas y saco mi teléfono sin tomar importancia, ellas salen del aula y entro al grupo de mensajes.

Danna

Está justo en la puerta, estaremos vigilando.

Zuani

Quiero que la investiguen y me manden un reporte por texto, lo más seguro es que me esté esperando para pedir disculpas.

Danni

Yo creo que le atraes, es tan sencillo como eso. Cuando pase note cierta "tensión" y nerviosismo en su cuerpo, pero cuando nos vio se relajo.

Zuani

Danni.

Danna

Deja de decir chorradas, Danni. Te envío el informe cuando lo tenga listo.

Zuani

OK.

Bloqueo el teléfono y doy una respiración larga antes de salir, relajo mi cuerpo y me encamino con seguridad, salgo hacia el exterior y el olor a su perfume de cerezas me pega en la nariz, la veo de reojo y sus labios se abren ligeramente tratando de formular una palabra.

Tengo dos corazonadas, es tímida o la actuación le queda muy bien.

Basta, Zuani. Debes dejar de pensar que todo el mundo es malo.

—Oye —susurra apenas audible y me giro, sostengo las maniguetas de mi morral y le hago un gesto para que prosiga, sus ojos brillan y traga grueso —yo quería disculparme por el accidente de las escaleras —muerde sus labios.

—No hay problema, si lo ves desde mi punto de vista fue mi culpa.

Niega —No fue tu culpa, créeme —se acerca y toma uno de sus brazos nerviosa —también quería pedir si podría estar contigo en el grupo de la clase—junto mis cejas, abro mi boca y la vuelvo a cerrar.

—Tranquila, pasame tu móvil y te apunto mi número para estar en contacto —le tiendo mi mano y a sus mejillas llenas de pecas sube una oleada de calor intensa.

Eh, estoy por creerme lo que dijo Danni.

Esconde su cara entre los mechones de cabello que caen por su frente, me da su celular desbloqueado y apunto mi número, se lo regreso y esta mira con atención el aparato en sus manos, levanta su rostro y sonríe —gracias.

—No hay de que —digo y miro los pasillos vacíos a nuestro alrededor —creo que ya es hora de que me vaya —señalo el corredor y doy un saludo de despedida —adiós.

—Adiós. Ya te llegará un mensaje con mi número —asiento y camino en dirección a la zona de relajación.

Pues nada, supongo que al final no era nada.

Mi teléfono vibra y lo saco de mi bolsillo trasero, miro en el panel de notificaciones un número desconocido y toco sobre este para revisar su contenido.

Número desconocido

Se me olvidó decir que me llamo Abigail Ivanov, un placer conocerte Zuani Dhall.

Zuani

Igualmente. Por cierto, ¿no sería Ivanova?

Abigail Ivanov

No me gusta como se escucha, asique dime Ivanov.

Zuani

OK.

Salgo de su chat y entro al grupo, mis ojos miran con detalle las fotos que Danni envío y muerdo la parte interna de mis cachetes.

Esto es suficiente para no fiarme un pelo.

En el grupo salta un nuevo mensaje de Danna y leo detenidamente la información que ha conseguido en tan poco tiempo.

Danna

Mery Abigail Ivanova

18 años.

Número móvil: +1 530-***-***

Nacida un 23 de julio en Óblast, Rusia.

Hija de madre soltera que actualmente vive en California y trabaja como profesora en el instituto de las artes.

Su color favorito es el gris, es vegetariana, le gusta el chocolate, no le gustan los perros, es alérgica a los mariscos, su fetiches son muy variados y pueden cambiar dependiendo sus gustos, ha participado en dos marchas contra la libertad de expresión.

Tiene un hermano mayor (21 años), cabello castaño (recientemente pintado de un cobrizo), ojos negros, 190 cm de altura y piel blanca. Realizó varios cursos en idiomas y ahora está estudiando medicina en la misma universidad que ella. Su hermano es:

Len Grayson Ivanov

Mi cuerpo choca repentinamente con alguien y mis pies se enredan, muerdo mis labios antes de sentir el impacto contra el piso, pero soy sujetada por los brazos, enfoco esos ojos negros que no dejan de rondar en mi cabeza y bloqueo el móvil tan rápido como puedo, doy dos pasos hacia atrás recompensando mi altura con la suya y llevo mis ojos en otra dirección.

—Hola—su voz ronca taladra mis oídos y cierro mis ojos por momentos manteniendo la cordura, levanto mi rostro ligeramente y lo primero que me recibe es su sonrisa —¿Cómo estás? Soy Len.

Menuda coincidencia.

...

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo