Capítulo cuarenta y seis
Esta es una de esas situaciones en las que los protagonistas corren riesgo de muerte, pero al final siempre salen ganadores.
O quiero creer que es así por la cantidad de libros que he leído.
El viejo se da vuelta para desaparecer de nuestro perímetro, pero de la nada caen guerreros rodeandonos a todos y dejándonos sin escapatoria alguna —¿Qué te hace creer que puedes meterte en tierras ajenas y mandar a matar a diestra y siniestra? Tu primer error —la voz de mi padre me hace buscarlo por todos lados al igual que mis acompañantes, pero no encuentro ni la sombra de él —fue meterte con nosotros —un vampiro enemigo cae tendido muerto en el suelo y entonces entiendo lo que está pasando, está haciendo tiempo con su forma demoníaca —tu segundo error, meterte con mi familia —otro
Capítulo cuarenta y sieteFelicidad.Esa simple palabra define todo mi estado de ánimo justo ahora.¿Por qué?Porque por fin puedo decir que esto va a acabar, además lo hará de una buena forma. Con mi pelirrojo en la manada.Con él junto a mí.Doy un gran suspiro antes de adentrarnos en el campo de batalla donde lobos y vampiros pelean. Al fin puedo decir que tengo las dos cosas que quería desde un principio.Ser inmortal, pero sobre todo, encontrar a mi otro yo.—Niña linda —me llama y presto atención a su mandato —somos un equipo, —aprieta mi mano —si tú caes, yo caigo; si yo caigo, tú caes; pero siempre juntos.Asiento —siempre juntos.Voltea hacia
Capítulo cuarenta y ocho—No sé porque no me sorprende que hayas mandado a tu propio hijo a una muerte segura —Len avanza considerablemente hacia ella y Laia retrocede —Eres tan miserable.—Si te acercas un poco más haré que la maten —dos vampiros se acercan con una chica de piel morena atrapada con ellos al mismo tiempo que veo como mi hermano Yannick ni lucha con estos para garantizar la seguridad de ella —ni siquiera su mate ha hecho un movimiento en falso, creo que ustedes deberían hacer lo mismo y entregarse.Muerdo mis labios aguantando la risa seca que quiero soltar. Miro hacia arriba y me cruzo de brazos —Len —lo llamo y él gira levemente sin darle la espalda al enemigo —mi amor, ¿tu crees que deberíamos entregarnos?—No lo sé, mi niña linda, &iqu
Capítulo cuarenta y nueve—¿Len? —susurro sintiendo como mi corazón empieza a doler poco a poco.Él retrocede dos pasos chocando conmigo y gira su cabeza hacia un lado de su hombro, sus ojos rojos cambian drásticamente a negros y sus labios se curvan ligeramente hacia arriba.Te quiero.Su voz se escucha como un eco en mi cabeza y lentamente veo como cae al suelo con una daga de plata clavada en su pecho.Mi corazón deja de latir al instante que su cuerpo da un largo suspiro y poco a poco empieza a cerrar los ojos.No.No... No...No, no, no...Esto no puede estar pasando.Me tiro a su lado y lo atraigo a mi cuerpo con cuidado, veo la daga y vuelvo a sus ojos negros que lucen apagados. Mis labios emp
Capítulo dedicado a todas las personas que leyeron la novela de principio a fin.SGLOUDCapítulo cincuentaPov LenLa gran mayoría de personas, a menudo, le tienen miedo al silencio, miedo a estar solos, miedo a todo lo que involucre quedar sin alguien en la vida.Y debo decir que, yo era una de esas personas, pero, a medida que esperaba su llegada sentía mi corazón llenarse de felicidad y al mismo tiempo de dolor, ya que sabía, por una parte, que la volvería a ver, pero por otra, sabía que ella ya no estaría más con sus seres queridos y aunque ella desease estar conmigo, cada vez que pensaba en lo tanto que le haría falta a sus personas queridas... a su familia, no podía evitar pensar en el dolor que ella estaría pasando.Cada día que pasaba, cada no
EpílogoPov ZuaniUn año...Un maldito año desde que escuché las palabras más dolorosas para mi corazón.Murió.Cierro mis ojos, aspiro profundo la brisa fresca de la mañana y me abrazo a mi misma viendo el sol empezar a salir y con el solo un día más sin sentido alguno para mí.Y aunque sea pesimista mi actitud interior, lo cierto es que por fuera engaño a todos como lo que siempre he sido.Una mentirosa.Les digo a todos que estoy bien, pero la verdad es que tengo ganas de gritar. Tengo ganas de soltar todo lo que no solté ese día, tengo ganas de...Su recuerdo invade mi mente y presionó mis labios en una fina línea conteniendo las lágrimas a punto de derramarse por mis mejillas
Capítulo extra unoAños después...Me recuesto del marco de la puerta observando ese pelo rojo descansar sobre la almohada blanca en la cama, sus pestañas cobrizas parecen ser más largas de lo normal, su respiración es pausada y sus labios por la mañana son más rosados de lo habitual, bajo por su mandíbula y escaneo esas espadas entrecruzadas con las iniciales de mi nombre.Z.R.D.WSolo quedan los recuerdos de lo que una vez fuimos, pero sinceramente prefiero que sea así a no estar con él por el resto de mi vida.Mi pelirrojo.Muerdo mis labios al ver como se voltea y me deja ver esos lindos abdominales marcados, estira sus brazos al despertar y finalmente abre sus ojos. Sonríe —Del uno al diez, ¿cuánto disfrutaste con la vista? 
¡Advertencia de inicio! CONTENIDO +18No me hago responsable por las mentes traumadas. No necesariamente debiste haber leído "El Alpha Millonario o El Hijo Del Millonario" (si las quieren leer antes que esta, las pueden encontrar en mi perfil) para comprender esta historia o como ustedes les llamen mis pizzas. Es una novela diferente ya que trata de la vida de una de las integrantes de la familia Dhall, llamada Zuani Dhall. Ahora sí, a leer. PrólogoEstar en una casa rodeada de lobos y vampiros no es normal, y se preguntarán, ¿quién eres tú?Pues yo soy Zuani Dh
Capítulo unoPov ZuaniMe pregunto si hay personas como yo que se acuestan en la madrugada y se levantan a medio día.Estiro mi cuerpo en la cama y junto mis cejas al sentir el sudor en mi cuello, llevo una de mis manos a la parte trasera de este y abro mis ojos poco a poco.—Despierta ya, dormilona. Recuerda que hoy pasaremos el día en la casa de la manada principal —siento el colchón hundirse a un costado, las manos de mi madre quitan el alborotado pelo de mi cara y enfoco rápidamente sus ojos verdes.—Recuerdame, ¿por qué todos los meses tienen que limpiar los conductos de ventilación? —pongo un brazo encima de mis ojos.—Levántate, Zuani. No tenemos todo el día para esperarte, aparte me muero de calor