Capítulo once
—¿A dónde me llevas?
—¿Es necesario que lo sepas?
Observo las gotas de agua que corren por las ventanas del auto —eso no contesta mi pregunta.
—Al igual que tu siempre evades las mías.
Alzo mis cejas y sonrío —¿cuando he evadido tus preguntas?
—La primera vez que hablamos —dice y volteo a verlo, me coloco bien el cinturón y pongo una pierna debajo de la otra —recuerdas el —hace comilla con una de sus manos — Hola, ¿cómo estás? Soy Len.
—Sinceramente no.
Gira a verme —Mientes.
Niego —no.
Flashback
¿Ahora que hago? ¿Qué le digo?
Capítulo doceJuego con mi lápiz sobre el papel blanco.¿Dónde estará Len?Llevo una semana sin verlo desde que pasó todo y el único que ahorita me puede dar respuestas es él.Apoyo la cabeza sobre mis brazos y cierro mis ojos recordando todo lo sucedido.Mi golpe en el árbol...Como casi mata a Abigail...Sus palabras...Sus manos recorriendo mi cara manchada de sangre...Su auto...Y finalmente mi casa...¿Cómo rayos conocía mi casa? ¿Y qué es eso de llamarle Neal a Abigail?Es que por más que piense no le encuentro sentido alguno a todo lo que está pasando.¿Será que sólo montaron
Capítulo treceLos pasos de Alexander se alejan cada vez más de nosotros a una velocidad impresionante y aferro mis manos a su camisa negra, subo mis ojos con restos de lágrimas y él da una última palmada en mi cabeza —Tenía miedo, de verdad tenía miedo.—Lo sé, tranquila —me pega a su cuerpo otra vez —ya estoy aquí.Junto mis cejas y retrocedo —¿Cómo que ya estoy aquí? Si no hubiese abierto la puerta tal vez fuese comida por un bicho enorme —sonríe mostrándome sus dientes y coloca una pierna apoyada en la pared —¿De qué te ríes? A demás, tienes mucho que explicame—me cruzo de brazos —¿Cómo es eso que existen cosas como vampiros y lobos y demonios y que tu eres un asesino?—Lo soy —remoja sus labio
Capítulo catorceMeneo mis pies descalzos de un lado a otro viendo como se mueve como todo un experto en su cocina.—No es broma cuando me dijiste que sabes hacer de todo —apoyo mis brazos en la isla e impulso mi cuerpo hacia adelante —toda la casa está limpia, eres un buen cocinero, eres un excelente estudiante, tienes un título, trabajas y como si fuese poco defiendes a damiselas en peligro—bromeo.Se gira a verme y alza una ceja sonriendo —¿Te sientes afortunada?—Puede ser —me encojo de hombros.Vuelve su atención a la cocina —Deberías, eres la única a la que le muestro la mitad de lo que soy capaz de hacer.—¿y qué pasa con la otra mitad? ¿No soy digna de verla? —muerdo mis labios.—Eres una ni&ntild
Capítulo quincePov LenSacudo mis manos tratando de soltarme de las odiosas cuerdas, mis ojos no dejan de ver como ella es sujetada por el maldito vampiro en frente de mí y trago grueso sintiendo el cuerpo caliente, por su cabeza corre sangre hasta su cuello y el chupa-sangre la deja caer al piso sin remordimiento alguno, el choque produce un golpe ensordecedor y cada vez más siento la ira crecer en mi interior.—Nos vamos. Carguen a los lobos hasta la manada y llamen a los doctores, la estúpida que está por allá la llevan directo a los calabozos donde será torturada por el Alpha.Giro mi cuerpo boca arriba y flexiono mi abdomen quedando sentado —Escúchame bien, porque no lo voy a volver a repetir —su pie da de lleno en mi cara y vuelvo a mi posición —no me importa cuantas veces haces eso, o me lastimas a mí
Capítulo dieciséisPov ZuaniLa brisa de media noche pega directamente en mi cara mientras me llevan cargada hacia la manada.Primer gran error que cometen y él lo sabe, pero no puede dejar las cosas pasar cuando se trata de un futuro Alpha lastimado. Toco la sangre seca de mi frente y dejo salir un suspiro ante la insensatez de Yannick en golpearme con una roca en la sien.La neblina baja me avisa que ya casi estamos llegando a la manada y cierro mis ojos tratando de buscar la mejor excusa para explicarle a ellos sobre esto, ya que no puedo decirles la verdad.Eso solo lo podemos saber él y yo, a menos que él decida contarlo, pero teniendo en cuenta la situación no creo que lo haga y lo peor aún es que al no decir nada me tendrán encerrada en mi habitación, es lo más seguro y ahí viene el segundo gran e
Advertencia: capítulo no apto para personas sensibles las cuales la mínima cosa les da ganas de vomitar.Capítulo diecisieteLa puerta es tocada con desesperación y la madre de Danna y Danni entra alterada al despacho —Alpha, perdone la interrupción, pero tenemos un muy grave problema.Bajo mi cabeza al suelo y tomo el puente de mi nariz. Que no sea lo que estoy pensando, que no sea lo que estoy pensando.—¿Qué sucede Paola? —habla mi padre.Esta traga grueso y calma su agitada respiración —Hay dos personas al límite de la manada identificados como un vampiro y lobo, con mis hijas, y dicen que si Zuani no está viva las van a matar.Me volteo hacia mi abuelo —Te lo dije, te lo dije y te lo dije.—¿Les diste algún ti
Capítulo dieciochoDeja caer su cuerpo dentro y toma mi cara con ambas manos —¿estás bien? —pregunta agitado y niego suave —tranquila, estoy aquí —me abraza.—tenía tanto miedo —dejó salir mi voz temblorosa y él se despega de mí —ellos, ellos —tartamudeo —ellos intentaron tocarme, me golpearon —trago grueso—yo no quería, yo...—¡Hey! Tranquila, no te esfuerces —susurra y planta un beso en mi mejilla, —ya estoy aquí.Mi corazón se detiene y abro mis ojos tanto como puedo, toda la sangre de mi cuerpo va directamente a mi cara y mi respiración se dedescontrola totalmente. Sus ojos miran los míos con detenimiento y veo ese brillo celeste aparecer otra vez, bajo la mirada a mi cuerpo descubierto y cierro mis ojos tratando de ma
Capítulo diecinueve—Quiero que me expliques con qué permiso le hablaste sobre nosotros, sabes que esto te traerá problemas, ¿cierto? —Laia se levanta—¿eres consiente de lo que hiciste?—Sí, lo soy, ¿y qué? —la enfrenta —tú a mí no me puedes hacer nada—habla desafiante —no eres nada mío.¿CÓMO?¿Escuché bien?¿Le dijo que no es nada suyo?—Len—advierte Laia —no digas más de lo que te puedas arrepentir luego.Este deja salir una risa seca y su mirada se vuelve totalmente filosa —¿eso es una amenaza? —muerde sus labios y mira en otra dirección —porque no tengo ningún problema —regresa su mirada a