Me estoy volviendo loco recordando una y otra vez el beso que acabo de compartir con mi secretaria. Bueno, Bella, porque en mi mente no es mi secretaria, sino mi futura Luna. ¿Es posible que ella se haya dado cuenta de lo que acaba de ocurrir? Bella es mi pareja destinada.
Lo más frecuente es que los compañeros destinados se den cuenta de que lo son en cuanto se ven, es como un reconocimiento mutuo que les impide apartar la mirada, y les revuelve las entrañas. En el caso de los Alfas… no siempre sucede así. Es más difícil que la compañera destinada sea reconocida de una forma tan sencilla, en concreto en mi caso, acabo de darme cuenta al besarla.
Reconozco que su perfume me volvía loco aunque cerrara la puerta que separa su despacho del mío, es como si se colara por debajo del quicio de la puerta y entumeciera mis sentidos… pero no sospechaba que era porque Bella es mi compañera elegida por la diosa Luna para mi.
Es solo mitad loba, y hasta donde sé, no parece haberse convertido nunca, pero eso no importa, porque sé que cuando la lleve a mi manada, y la presente como mi Luna, ellos la aceptarán como tal.
Desde luego, ahora que la he encontrado, comprendo a mis amigos cuando me explicaban la sensación de no querer separarte de ella jamás. ¡Cuanto se van a burlar de mi cuando lo sepan! Yo que renegaba de que algo así pudiera existir, me veo ahora contando las horas para que amanezca y pueda regresar a la oficina, donde sé que la veré de nuevo.
Camino por la casa en busca de mi teléfono móvil, y cuando lo encuentro, marco el número de Cathy sin dudarlo. Ella es mi falsa prometida, y sé que voy a tener que buscar otro modo de protegerla, ahora que ya no podrá ser mi prometida, por eso necesito que sea la primera en saberlo.
Descuelga al décimo tono, y su voz suena adormilada, supongo que porque ya pasa de la medianoche.
- Cathy, hola.
- ¿Ha ocurrido algo? ¿Has encontrado a mi hermana?
Su voz suena tan angustiada, que me arrepiento al instante de no haber esperado al día siguiente para llamarla y contarle las novedades.
- No, Cathy, tranquila, no es nada malo, lo siento,es muy tarde, te llamo mañana y te pongo al corriente, vuelve a dormir.
- Vamos, Michel, no puedes colgar sin más, si me has llamado a esta hora, será por algo.
- Si, ciertamente si, pero es que verte angustiada me ha hecho sentirme mal por mi egoísmo.
- Vamos, cuéntalo ya.
- Bueno, es que he encontrado a mi Luna. Siento como si mi cuerpo se hubiera dado la vuelta por completo, es la sensación más extraña que he tenido nunca.
- Es Bella, ya lo sabía.
- ¿Qué? Pero, ¿cómo has podido saber algo así?
- Mira, en la comida de hoy quedó claro que era ella. No había más que miraros a los dos, ella se derretía cada vez que te olía, y tú nunca usas perfume, así que estaba claro que era tu olor corporal el que la embriagaba; y en tu caso, bueno, tu vena protectora, de Alfa, salió a relucir con aquel camarero que la estaba tratando mal.
- Pero si tú siempre te quejas de que soy poco amable con los camareros.
- Ya, eso es cierto, pero normalmente no te comportas como un Alfa en sitios públicos, estaba claro que querías proteger a tu compañera.
- Bueno, pues si, llamaba para contarte que la he besado, y he descubierto que es mi compañera. Quiero presentarla cuanto antes a los miembros de la manada, espero que les guste, aunque en realidad no me importa lo que piensen…
Cathy corta mi monólogo con un suspiro que me indica que la estoy aburriendo con mis frases sin sentido, encadenadas una detrás de otra.
- Michel, eres el Alfa, tu manada te adora, has mejorado las casas,el colegio, e incluso te molestas en que todos. Los lobos que viven bajo tu mando vayan al médico de vez en cuando, creo que nadie va a oponerse a que al fin les lleves una Luna que se ocupe también de ellos.
- Pero comprendes que ahora tendremos que buscar otra coartada para ti, ya no puedes ser mi prometida, si ahora tengo una prometida de verdad.
- No te preocupes, Michel, buscaremos una solución, no te preocupes por eso. Además, en tu manada nadie sabe nada sobre nuestro acuerdo, ni siquiera conocen la historia de la falsa prometida, así que solo es necesario que me mude, y en mi nuevo refugio ya veremos qué historia contamos.
Su voz suena un poco apenada, como siempre que algo le recuerda a su hermana gemela, de la que no sabemos el paradero, o si sigue viva o muerta. Cathy vivía con su hermana, de hecho, desde que nacieron, jamás se habían separado. Ojalá mis investigaciones dieran sus frutos y pudiera localizarla, al menos, aunque recibiera malas noticias, Cathy podría continuar adelante con su vida.
En cualquier caso, si mis sospechas son ciertas, la vida de Cathy está tan en peligro como la de su hermana; así que no puedo desentenderme de ella; ya pensaré una buena solución para nuestra relación; aunque en algo tiene toda la razón, tenemos que cambiar de ubicación, y asegurarnos de que nadie,salvo ella y yo, conozcamos donde vive. Pero ese es un problema del que puedo ocuparme en los próximos días, ahora lo único que me apetece es ir a dormir y soñar con Bella. Aún no puedo creerme que ella sea mi Luna.
Me estoy cepillando los dientes,antes de acostarme, cuando escucho el tono estridente de mi teléfono móvil de trabajo. No suelo apagarlo, a fin de cuentas, siendo el CEO de la compañía, necesito estar informado en todo momento de lo que ocurre en la empresa. Normalmente no me llaman a esta hora, así que si está sonando, es que algo ha sucedido.
Me acerco a la mesilla de noche donde coloco siempre los teléfonos antes de dormir, y descuelgo al número oculto que me llama, que habla antes de que yo pronuncie palabra.
- Contraseña.- dice en un tono robótico, que a cualquiera salvo a mi le haría preguntarse si es una máquina o una persona lo que hay al otro lado.
- Boj y salvia.
- Correcto.- responde la voz, y tarda unos segundos en transmitirme la información por la que me está llamando.- he acabado el análisis del teléfono que me entregó señor.
Me había olvidado completamente de lo del teléfono. Si, es cierto, la mirada recelosa de Bella en el restaurante, esa forma de mirar que me generó una alarma mental, y por lo que decidí llamar a mi detective privado desde el baño del Sant’Angelos.
Le pedí que analizara el teléfono móvil que he visto que Bella guarda en su bolso personal, y que sin embargo no es el que usa para comunicarse con su familia, o amigos. Es un teléfono que solo saca a veces, y siempre guarda cuidadosamente antes de que nadie lo vea. Yo la he observado desde mi despacho, y por eso conozco de su existencia.
Ya había olvidado que le di todas esas tareas a Bella para mantenerla ocupada y que no se diera cuenta de que el teléfono ya no se encontraba en su escondrijo. Y la idea de la cena, inicialmente, fue para lo mismo, para evitar que descubriera que le había desaparecido del bolso el misterioso móvil.
Ciertamente,aquella cena con Bella me había revolucionado de tal modo, que me había hecho olvidar el porqué la organicé. Pero por más que quisiera permanecer en mi nube de felicidad, sabía que si mi detective estaba llamando a esas horas de la madrugada, era porque algo no cuadraba en la información almacenada en aquel teléfono.
- Habla libremente, estoy solo.
- El teléfono estaba encriptado.- uf, eso pintaba muy mal, normalmente la gente utiliza contraseñas, pero no crea códigos difíciles de descifrar si lo único que esconde son memes vergonzosos, o vídeos de sus sobrinos.- ¿estás ahí, jefe?
- Si, aquí sigo, a la escucha.
- Pues eso, que me ha llevado muchas horas descifrar el código, y cuando al fin lo he hecho, lo único que he encontrado han sido registros de llamadas a números sin identificar, y mensajes de texto.
- Bueno, supongo que eso no es tan grave, ¿no?
- Depende de lo que quieran decir esos mensajes, porque están en clave, con textos como: “vienen diez amigos a cenar”, o “el gato está en el monte”. Tengo una gran experiencia analizando gente, y puedo asegurarte que no son mensajes que alguien envíe sin más. Y si eso te parece poco, he analizado los números que llaman a este móvil, o a los que se envían los mensajes, y he localizado dos. Uno de ellos, es el número de Beau Anders.
- No, eso es imposible.
- Michel, llevamos juntos en ésto una eternidad, hemos investigado mucho, hemos creado bases de datos potentes con toda la información que obtenemos de los cazadores que conseguimos apresar cuando entran a la casa de la manada, y te aseguro que el número que utiliza Beau Andrés es ese.
- ¿No es posible que te estés equivocando?
Sé como suenan mis palabras, incluso estoy seguro de lo que yo mismo diría si me lo contara otra persona, pero no soy capaz de procesar que mi compañera destinada a pasar conmigo toda la vida, sea una mentirosa, una tramposa, una mujer hermosa a la que han coocado frente a mi solo para que me deslumbrara y pudiera obtener los datos necesarios que permitan a los cazadores masacrar a mi gente. Y lo peor de todo ésto: yo la he dejado entrar.
- Michel, por si estaba equivocado, he analizado su currículo, he comprobado cada dato que incluyó en su solicitud de empleo, y no hay nada cierto. No puedo garantizarte ni que su nombre real sea Bella.
Suspiro y supongo que al otro lado del teléfono se percibe como un gruñido, porque veo los intentos de mi detective privado por apaciguarme.
- Mira, es una espía colocada ahí por los cazadores, de eso estoy muy seguro, pero lleva poco tiempo, no creo que haya obtenido suficiente información como para causar daños irreparables, ¿no?
Vuelvo a suspirar y pienso que claro que ha hecho un daño irreparable, porque mientras ella siga con vida, yo no podré encontrar otra compañera, y desde luego, con esta pareja destinada, no puedo aspirar a nada.
Me despido con prisas, y le cuento una mentira al pobre hombre que ha trabajado sin descanso todo el día. Lo único que quiero es borrar de mi mente esa llamada que me ha roto en pedazos, y volver a cuando era el hombre más feliz de todo el universo.
En momentos así, lamento estar en la ciudad, ahora mismo, lo único que necesito es quitarme la ropa, dejar que mi lobo tome el control, y correr hasta que me duela todo el cuerpo por el esfuerzo.
En fin, me digo mientras me sirvo una generosa copa de licor, más vale que hoy me adormezca a base de alcohol, porque mañana va a ser un día muy, pero que muy duro, y lo que más necesito, es estar descansado para poder llevar a cabo lo que tengo que hacer.
Me duermo en el sofá alrededor de las cinco de la mañana, a mi lado descansa el vaso y una botella de licor vacía; no es que consiga conciliar un sueño reparador, pero al menos para cuando suena el despertador, ya sé lo que voy a hacer con Bella., y estoy bastante seguro de que no va a gustarle, ni a ella, ni a sus compañeros cazadores que me la han enviado como reclamo. ¿Quieren jugar a mandar un cebo fresco y jugoso? Pues quizá deberían haber pensado que a veces el pez se come el cebo, pero es lo suficientemente listo para no picar el anzuelo.
Bella, mi pequeña, ha desaparecido. Ya sé que últimamente ella y yo no hemos estado de acuerdo en muchas cosas, pero desde que se fue de casa clamando venganza contra los hombres lobo (tras descubrir que su padre era uno de ellos, pero nunca la reconoció como hija suya), nunca ha dejado de ponerse en contacto conmigo. A veces me llama y hablamos un rato largo, otras me envía un mensaje en el que pone que está muy ocupada, pero que se encuentra bien; y en ocasiones, me envía postales. A ella siempre le ha gustado enviar postales, dice que es como si estuviera de vacaciones, aunque procedan del lugar en el que lleva meses viviendo. Así que si, tengo una importante colección de postales de Ennisburgh, que es donde vive y trabaja desde hace un tiempo.Yo no estoy de acuerdo con su vida dedicada a la venganza, ni con que se una a esos desalmados de cazadores, que lo único que hacen es matar a lobos por su raza,ya sean culpables de algo o no. Pero cuando Bella me dijo que iba a unirse a los
Mi mente sigue dando vueltas, sé que hace ya varias horas de mi conversación con la madre de Bella, pero me resulta muy difícil hacerme a la idea de que ella es mi hermana. La pequeña y simpática Bella es mi medio hermana, y encima caza hombres lobo.En fin, esta información ya la digeriré más adelante, ahora lo que debo hacer es ponerme a llamar a conocidos y hacer averiguaciones discretas.Ciertamente, Mariam tiene razón en lo que dice, si alguien se entera de la descripción de mi medio hermana, y sabe a lo que se dedica, su lindo cuello estará en un peligro aún mayor; ningún lobo siente simpatía por los cazadores, en especial de las últimas matanzas.Hace unos meses, los cazadores cogieron a un grupo de escolares que habían salido de excursión, se los llevaron, los torturaron, y al darse cuenta de que no podían aportar ningún tipo de información útil, los mataron y los dejaron en medio del bosque en pedazos. No eran más que unos críos, doce años tenía el mayor.Y así, se cuentan po
Hoy tengo que estar concentrado, aunque no me apetezca, y aunque sea difícil conseguirlo, pues desde que encontré a mi Luna hace más de un mes, y después descubrí que era una traidora que se dedicaba a espiar para los cazadores, no he sido el mismo. He dejado pasar varias oportunidades de oro que podrían haber obtenido un buen rendimiento, he olvidado algunas reuniones de trabajo, y en general, mis clientes están desconcertados por mi falta de profesionalidad.Mi nueva secretaria, una chica castaña con muy mala memoria, ha dado a todo el mundo la excusa de que me encuentro mal, y que por ese motivo falto a ciertas reuniones. No la puedo culpar, a fin de cuentas, es difícil explicar porqué no me he presentado a recibir a algunos de los clientes más importantes que tiene esta empresa. Normalmente, odiaría que se comentara por ahí que estoy enfermo, da la sensación de que soy una persona débil, y yo jamás me he puesto enfermo, pero en esta situación, lo último que quiero explicar es que
Me miro las manos, buscando algo con lo que entretenerme mientras espero a que Alfa Michel regrese de su inesperada salida. Llevo una semana entera en Ennisburgh, lejos de Cat, lejos de Esme, y aunque mi compañera me llama a diario y enciende el vídeo para que pueda ver como se encuentran,no es suficiente, necesito abrazarlas, y olerlas, saber que estoy en casa, con mi familia.Pero como Cat dice, no puedo ignorar que Bella también es ahora mi familia; puede que no haya sabido que es mi hermana hasta hace muy poco tiempo, pero no puedo olvidarlo y pasar página cuando sé que ella puede estar en peligro. Así que, aquí estoy, en Ennisburgh, el último lugar en el que Bella estuvo (o al menos eso creo) antes de desaparecer.He investigado lo suficiente como para descubrir que la inconsciente de mi medio hermana había aceptado un trabajo para la manada Cumbre Helada, es más, era la secretaria personal del CEO, con el que yo me encuentro ahora reunido, pero hace más de un mes que nadie sabe
Tras diez minutos, he conseguido que las manos dejen de temblarme, y mi cara está de nuevo visible, tras mojarme con agua fría. Me siento preparado para regresar a mi reunión de negocios. Pero en cuanto me acerco a mi despacho, me doy cuenta de que algo extraño está sucediendo.Mi invitado, Dean, ha salido de mi despacho y está ahora hablando con mi secretaria. La pobre chica nueva, que aparte de torpe es confiada, está contando todo lo que sabe sobre Bella. Y ahí es donde comienza mi desconfianza.¿Por qué una persona que viene a hacer negocios con nosotros por primera vez le estaría preguntando a una secretaria por la que estuvo antes que ella? Pero si la mayoría de mis clientes pasan por la mesa de Silvia y ni siquiera se dan cuenta de que existe, a no ser que necesiten algo, por supuesto. ¿Cómo es que este hombre sabe de la existencia de Bella?Trato de hacer memoria, quizá hayamos estado en contacto antes, es posible que él haya hablado con Bella, y yo no lo sepa. Pero hay algo e
Conduzco hasta mi apartamento de la ciudad, tomo un bocado rápido que encuentro en la nevera, y me doy una ducha que dura más de lo estrictamente necesario, pero que me ayuda a relajarme un poco después del día de perros que he tenido.Después de todo eso, vestido con ropa deportiva, salgo de mi apartamento, tomo el ascensor, y subo hasta el piso número veinticinco. Abro la puerta con una tarjeta, ya que esta planta, aunque en apariencia es idéntica a la planta en la que se encuentra mi apartamento, tiene seguridad reforzada. La puerta, de última generación solo se abre con esa tarjeta, que desbloquea las diez barras de hierros fundido que contiene. Forzarla, o incluso abrir un boquete en ella, es una misión casi imposible. Cualquiera que lo intentara tardaría horas, y mis cámaras están preparadas para avisar a mi seguridad privada en menos de diez segundos si detectan a algún desconocido en la puerta de la planta veinticinco.Entro en el apartamento, y como siempre que subo aquí, me
No comprendo qué es lo que le está pasando a mi cuerpo. No soy virgen, ni mucho menos, he estado en la cama con varios hombres, pero ésto supera cualquier otra experiencia que pudiera tener.Las manos de Alfa Michel me sostienen el trasero, y cuando le pido que no pare, emite un gruñido más animal que humano, y las utiliza para elevarme del suelo, y hacerme que rodee su cintura con mis piernas. Debe de tener una fuerza increíble, porque me ha elevado como si yo fuera una pluma, y me sostiene sin esfuerzo.Estoy tan excitada, que creo que puedo correrme simplemente con que me roce,pero parece que él lo esté evitando a propósito. Me froto contra su cuerpo, y siento como su entrepierna se abulta bajo mi contacto. Sonrío de medio lado, porque a pesar de ser una traidora, nuestra atracción no ha desaparecido y puedo excitarlo con el mero roce de mi cuerpo.- Bella, no creo que podamos llegar al dormitorio.Su voz es mitad gruñido, mitad disculpa; pero lo que él no sabe es que a mi no me im
Me contemplo como si acabara de mutar en algo desconocido, y cuando observo mis manos, y veo que siguen siendo normales, giro mi rostro en dirección a Alfa Michel, y lo contemplo con la más furibunda de mis miradas.- ¿Creías que ibas a engañarme?- No, Bella, no te miento, si no me crees obsérvate en un espejo.Creo que me está engañando, pero aún así, decido comprobarlo por mi misma. Me acerco a la cristalera que da entrada al piso, y puedo ver cierto color amarillo en mis ojos, pero lo achaco a la luz que hay a esta hora de la tarde en la terraza. Entro dentro, y me dirijo hasta el baño más cercano, ya que no hay ningún otro espejo antes.En el baño mis ojos están también amarillentos, y aunque me asusto, es como si una parte de mi se enorgulleciera. Vuelvo rápido a la terraza, más rápido de lo debido puesto que resbalo al llegar y caigo sobre el suelo en plancha.- Bella.- grita Alfa Michel levantándose.- ¿Te encuentras bien?- ¿Qué me has hecho? ¿Por qué mis ojos son como los tu