Conduzco hasta mi apartamento de la ciudad, tomo un bocado rápido que encuentro en la nevera, y me doy una ducha que dura más de lo estrictamente necesario, pero que me ayuda a relajarme un poco después del día de perros que he tenido.Después de todo eso, vestido con ropa deportiva, salgo de mi apartamento, tomo el ascensor, y subo hasta el piso número veinticinco. Abro la puerta con una tarjeta, ya que esta planta, aunque en apariencia es idéntica a la planta en la que se encuentra mi apartamento, tiene seguridad reforzada. La puerta, de última generación solo se abre con esa tarjeta, que desbloquea las diez barras de hierros fundido que contiene. Forzarla, o incluso abrir un boquete en ella, es una misión casi imposible. Cualquiera que lo intentara tardaría horas, y mis cámaras están preparadas para avisar a mi seguridad privada en menos de diez segundos si detectan a algún desconocido en la puerta de la planta veinticinco.Entro en el apartamento, y como siempre que subo aquí, me
No comprendo qué es lo que le está pasando a mi cuerpo. No soy virgen, ni mucho menos, he estado en la cama con varios hombres, pero ésto supera cualquier otra experiencia que pudiera tener.Las manos de Alfa Michel me sostienen el trasero, y cuando le pido que no pare, emite un gruñido más animal que humano, y las utiliza para elevarme del suelo, y hacerme que rodee su cintura con mis piernas. Debe de tener una fuerza increíble, porque me ha elevado como si yo fuera una pluma, y me sostiene sin esfuerzo.Estoy tan excitada, que creo que puedo correrme simplemente con que me roce,pero parece que él lo esté evitando a propósito. Me froto contra su cuerpo, y siento como su entrepierna se abulta bajo mi contacto. Sonrío de medio lado, porque a pesar de ser una traidora, nuestra atracción no ha desaparecido y puedo excitarlo con el mero roce de mi cuerpo.- Bella, no creo que podamos llegar al dormitorio.Su voz es mitad gruñido, mitad disculpa; pero lo que él no sabe es que a mi no me im
Me contemplo como si acabara de mutar en algo desconocido, y cuando observo mis manos, y veo que siguen siendo normales, giro mi rostro en dirección a Alfa Michel, y lo contemplo con la más furibunda de mis miradas.- ¿Creías que ibas a engañarme?- No, Bella, no te miento, si no me crees obsérvate en un espejo.Creo que me está engañando, pero aún así, decido comprobarlo por mi misma. Me acerco a la cristalera que da entrada al piso, y puedo ver cierto color amarillo en mis ojos, pero lo achaco a la luz que hay a esta hora de la tarde en la terraza. Entro dentro, y me dirijo hasta el baño más cercano, ya que no hay ningún otro espejo antes.En el baño mis ojos están también amarillentos, y aunque me asusto, es como si una parte de mi se enorgulleciera. Vuelvo rápido a la terraza, más rápido de lo debido puesto que resbalo al llegar y caigo sobre el suelo en plancha.- Bella.- grita Alfa Michel levantándose.- ¿Te encuentras bien?- ¿Qué me has hecho? ¿Por qué mis ojos son como los tu
¿De verdad Bella es capaz de creerse que le haría daño a una niña que aún no es capaz de caminar por si misma? Si que tiene un concepto bajo de mi, la verdad. Evidentemente, yo jamás le haría daño a una criatura, pero si ella es capaz de creérselo, me parece perfecto, porque necesito que Bella se infiltre en los cazadores, y me sirva a Beau Anders en bandeja.Ese desgraciado ya ha causado mucho mal, y ha hecho demasiado daño a pobres inocentes, entre otros, a miembros de mi manada, y creo que debe pagar por ello.Me voy de la casa y la dejo allí con el gesto torcido, mirándome como si fuera un monstruo, incapaz de reconocer que los únicos monstruos son las que la enviaron a trabajar a mi lado: los cazadores.Y en cuanto llego a mi casa en la planta diez, puesto que hoy no tengo pensado regresar a la manada, busco en mis archivos el número de Alfa Dean. El pobre hombre responde enseguida, y por su voz deduzco que yo soy su única fuente de información para localizar a Bella.- Dean, me
Llevo aquí todo el día, sola, (salvo por las ocasionales visitas del lobo que Alfa Michel envía para entregarme comida y asegurarse de que me encuentro bien). Y cuando cae la tarde, al fin la puerta se abre, y vuelve Alfa Michel.- Bella, ¿cómo estás?- ¿A qué debo el honor de que me visites dos veces seguidas?- He venido a ver si te has pensado mejor lo que te pedí ayer. Ya sabes convertirte en mi confidente, y hacer creer a los cazadores que les estás dando información válida.- No puedo, van a matarme.- Bueno, Bella, sé que es una decisión difícil, pero te aseguro que vas a estar muy bien protegida, y además hoy he vuelto a reunirme con tu hermano.- ¿Le has hecho algo?- No, claro que no, te di mi palabra de que te dejaría tiempo suficiente para pensártelo. Pero me ha revelado una información muy delicada y he decidido qué deberíais hablar por teléfono unos minutos.Me entrega un móvil viejo, de los que no tienen internet, de esos que solo permiten llamar, y antes de ponérmelo e
Realmente no estoy seguro de estar teniendo el mejor sueño de mi vida, pero si es así, no me importa, porque lo único que quiero es que dure para siempre.Bella eleva las caderas, y con mucha gracilidad se coloca a horcajadas sobre mi. Joder, recién levantada es un bombón que lamería hasta que se deshiciera en mi boca. Su pelo cayendo sobre la cara, su rostro con las mejillas aún enrojecidas, y los ojos aún adormilados, pero con ese toque pícaro.En cuanto se coloca sobre mi, y frota su cadera contra mi pelvis, noto como mi lobo la reclama, él quiere marcarla, poseerla y gritar a los cuatro vientos que tiene una compañera; yo, como humano racional, sé que tiene una misión que cumplir, y no soy capaz de decidir si alguna vez podré fiarme completamente de ella.Se agacha sobre mi torso, y lame con cuidado, muy despacio, cada uno de los músculos que lo componen. Para cuando acaba de hacerlo, siento que voy a correrme en medio minuto, como si fuera un adolescente atolondrado.- Tranquilo,
Estoy muy excitada, me siento al límite de mi propio control. Los dedos de Alfa Michel están haciendo magia conmigo. Noto como los saca después de jugar en mi vagina. Y de pronto, sin avisar, introduce el dedo en el ano. Al principio me contraigo por la sorpresa, luego él comienza a masajear la zona, y se siente bien, pero que muy bien.- Eso es lobita, muéstrate a tu Alfa.No creo que vaya a transformarme, nunca he podido, pero sinceramente quiero que Alfa Michel siga con lo que está haciendo.A ese primer dedo se une otro, que dilata aún más mi entrada, y gimo contra las sábanas. No imaginaba que ese agujero pudiera darme tanto placer, de hecho, nunca me ha gustado demasiado, pero ahora… no puedo dejar de pensar en qué ocurriría si en vez de un dedo me lo hiciera con su polla. Y él parece leerme la mente, porque de pronto me pregunta:- ¿Quieres que te penetre el culito?Emito una especie de gruñido con una voz que no reconozco como mia, pero sé que soy yo. Y Alfa Michel no tarda en
Me ducho a solas en el apartamento, intentando que el agua caliente me relaje mientras cae por mi cuerpo. Es un día difícil, y también confuso. No entiendo porqué mi Loba interior ha tomado el control de mi cuerpo, estoy confundida, y me aterroriza la idea de que de pronto sea capaz de apoderarse de mi, y hacer que sea un anima salvaje para siempre.Y tengo miedo por lo que voy a hacer. Me voy a infiltrar en los cazadores. Voy a pasarles información falsa, mientras robo planos de la distribución del edificio en el que se alojan. Sé que Alfa Michel no es consciente de ello, pero en los cazadores también hay buena gente que lo único que quiere es ayudar a los humanos, y me da auténtico pánico hacerles daño.Al final, tras un largo rato bajo el chorro de agua, salgo de la ducha y me arreglo lo mejor posible. Un par de vaqueros, una blusa blanca, y un poco de maquillaje discreto para mejorar un poco mi aspecto. Me observo en el espejo, y el reflejo me devuelve a mi yo de siempre, en camb