Llevo aquí todo el día, sola, (salvo por las ocasionales visitas del lobo que Alfa Michel envía para entregarme comida y asegurarse de que me encuentro bien). Y cuando cae la tarde, al fin la puerta se abre, y vuelve Alfa Michel.- Bella, ¿cómo estás?- ¿A qué debo el honor de que me visites dos veces seguidas?- He venido a ver si te has pensado mejor lo que te pedí ayer. Ya sabes convertirte en mi confidente, y hacer creer a los cazadores que les estás dando información válida.- No puedo, van a matarme.- Bueno, Bella, sé que es una decisión difícil, pero te aseguro que vas a estar muy bien protegida, y además hoy he vuelto a reunirme con tu hermano.- ¿Le has hecho algo?- No, claro que no, te di mi palabra de que te dejaría tiempo suficiente para pensártelo. Pero me ha revelado una información muy delicada y he decidido qué deberíais hablar por teléfono unos minutos.Me entrega un móvil viejo, de los que no tienen internet, de esos que solo permiten llamar, y antes de ponérmelo e
Realmente no estoy seguro de estar teniendo el mejor sueño de mi vida, pero si es así, no me importa, porque lo único que quiero es que dure para siempre.Bella eleva las caderas, y con mucha gracilidad se coloca a horcajadas sobre mi. Joder, recién levantada es un bombón que lamería hasta que se deshiciera en mi boca. Su pelo cayendo sobre la cara, su rostro con las mejillas aún enrojecidas, y los ojos aún adormilados, pero con ese toque pícaro.En cuanto se coloca sobre mi, y frota su cadera contra mi pelvis, noto como mi lobo la reclama, él quiere marcarla, poseerla y gritar a los cuatro vientos que tiene una compañera; yo, como humano racional, sé que tiene una misión que cumplir, y no soy capaz de decidir si alguna vez podré fiarme completamente de ella.Se agacha sobre mi torso, y lame con cuidado, muy despacio, cada uno de los músculos que lo componen. Para cuando acaba de hacerlo, siento que voy a correrme en medio minuto, como si fuera un adolescente atolondrado.- Tranquilo,
Estoy muy excitada, me siento al límite de mi propio control. Los dedos de Alfa Michel están haciendo magia conmigo. Noto como los saca después de jugar en mi vagina. Y de pronto, sin avisar, introduce el dedo en el ano. Al principio me contraigo por la sorpresa, luego él comienza a masajear la zona, y se siente bien, pero que muy bien.- Eso es lobita, muéstrate a tu Alfa.No creo que vaya a transformarme, nunca he podido, pero sinceramente quiero que Alfa Michel siga con lo que está haciendo.A ese primer dedo se une otro, que dilata aún más mi entrada, y gimo contra las sábanas. No imaginaba que ese agujero pudiera darme tanto placer, de hecho, nunca me ha gustado demasiado, pero ahora… no puedo dejar de pensar en qué ocurriría si en vez de un dedo me lo hiciera con su polla. Y él parece leerme la mente, porque de pronto me pregunta:- ¿Quieres que te penetre el culito?Emito una especie de gruñido con una voz que no reconozco como mia, pero sé que soy yo. Y Alfa Michel no tarda en
Me ducho a solas en el apartamento, intentando que el agua caliente me relaje mientras cae por mi cuerpo. Es un día difícil, y también confuso. No entiendo porqué mi Loba interior ha tomado el control de mi cuerpo, estoy confundida, y me aterroriza la idea de que de pronto sea capaz de apoderarse de mi, y hacer que sea un anima salvaje para siempre.Y tengo miedo por lo que voy a hacer. Me voy a infiltrar en los cazadores. Voy a pasarles información falsa, mientras robo planos de la distribución del edificio en el que se alojan. Sé que Alfa Michel no es consciente de ello, pero en los cazadores también hay buena gente que lo único que quiere es ayudar a los humanos, y me da auténtico pánico hacerles daño.Al final, tras un largo rato bajo el chorro de agua, salgo de la ducha y me arreglo lo mejor posible. Un par de vaqueros, una blusa blanca, y un poco de maquillaje discreto para mejorar un poco mi aspecto. Me observo en el espejo, y el reflejo me devuelve a mi yo de siempre, en camb
Tiemblo de asco cuando me pide que me desnude, ¿Qué es lo que va a hacerme este tipo asqueroso? No puedo acabar así, no es posible que todo haya salido tan mal.- Desnúdate, Bella.- repite en tono aún más grosero que antes.Y mientras pienso en como convencerlo de que no he venido hasta aquí a traicionarlo, comienzo a quitarme los zapatos. Estoy entrando en pánico, sobre todo porque las imágenes de cuerpos desmembrados que me enseñó Alfa Michel vuelven una y otra vez a mi mente, y ya puedo imaginarme también en pedazos en alguna foto que mostrarán al próximo incauto que se atreva a infiltrarse aquí.Me quito la blusa con tanta calma como puedo reunir, y sigo por el pantalón, y cuando ya estoy a medio quitarme la segunda pierna de los vaqueros, y me aterroriza la posibilidad de que Beau me pida que me quite también la ropa interior, se me ocurre decirle algo que sé que llamará su atención.- Me han tenido retenida todo este tiempo, pero cuando vi lo que había en su ordenador, busqué cu
Llevo todo el día moviéndome por mi despacho sin ser capaz de concentrarme en nada que no sea Bella. ¿Cómo estará? ¿Habrá funcionado nuestro plan? En alguna ocasión se me pasa por la cabeza que me haya tendido una trampa y que lo único que quisiera fuera regresar con los cazadores, pero enseguida descarto esas ideas estúpidas. No, Bella es naturalmente buena, y puede que se haya torcido un poco su camino en la vida, pero tampoco la culpo, ha tenido una infancia dura, un padre que nunca se ha hecho cargo de ella, ni la ha reconocido, y ha acabado en una organización que le ha lavado el cerebro en contra de los de su propia naturaleza.Porque si, Bella es mitad humana y mitad loba, pero la naturaleza de la loba es innegable, está ahí dentro de ella, fuerte, deseando abrirse a paso y mostrarse al mundo; hoy mismo he sido testigo de la primera vez que se ha convertido y ha tomado forma completa. Era increíblemente bella, con el pelo oscuro y frondoso, con esos ojos llenos de vitalidad, y
Estoy nervioso desde que dejé ir a Bella. No sé si he hecho bien al dejar que saliera de la celda en la que pensaba meterla, pero desde luego, si mañana no aparece por aquí con la información que me ha prometido, no voy a dejar ni una sola casa de Ennisburgh sin registrar. A fin de cuentas es una ciudad de lobos, y de amigos de lobos.Salgo de la sala en la que me he encerrado todo el día, y me dirijo al único lugar que me permite relajarme un poco, la celda ciento dieciseis. Umm, solo con imaginar la cara de pánico de Vera, ya me calmo un poco.Pasó a la zona restringida, bajo la escalera, y en cuanto abro la puerta de su celda, escucho como se arrastra hacia la zona más oscura, en dirección a la pared. Como si eso le fuera a servir de algo.- Bueno, Vera, ¿qué tal estás? Llevaba unos días sin poder prestarte atención.- Déjame, cerdo. No tienes derecho a tocarme, ¿por qué no me matas y acabas con ésto?- Porque si te mato, ya no puedo divertirme, no me van esas cosas raras. La verda
Acabo de salir del cuartel de los cazadores, y mis manos aún tiemblan, por lo que decido meterlas en los bolsillos de la sudadera que llevo puesta hoy. He sido capaz de llevar a cabo el plan, he mentido con convicción, y he entregado datos falsos a Beau sobre el informe Anders.Me subo en el coche con decisión, y arranco el motor deseando llegar a casa. Si, he dicho casa, porque así es como me siento cuando imagino que voy a regresar con Alfa Michel.Sé que él tampoco es perfecto, me ha mentido sobre lo de mi madre, es cierto que no estaba en peligro real, pero comienzo a darme cuenta de que tiene razón con respecto a los cazadores. Al menos, sobre Beau y los otros líderes, esta gente no es buena, hay algo en ellos que no me gusta, y cuanto más tiempo paso alejada de este sitio, más cuenta me doy.He indagado un poco por mi cuenta, y he descubierto que Beau ha estado implicado en unas cuantas desapariciones de mujeres que se han producido desde que él asumió el cargo de líder de los c