He dormido mal, hay algo que no anda bien con Bella desde hace unos días. Desde esa noche en la que me esperó con la cena preparada, y me preguntó todo lo que la atormentaba, hay algo que le preocupa lo sé, lo veo en sus palabras, en su forma de moverse, y en como me mira. Ni siquiera hemos vuelto a pasar la noche juntos, en parte por mi estúpido orgullo de Alfa, que me impide preguntarle que ocurre, y porqué no quiere estar conmigo.Hay una parte estúpida de mi que teme que la respuesta si pregunto sea que ella no está preparada para pasar la vida entera conmigo, y que lo que quiere es que rompamos nuestro vínculo de compañeros destinados. Si, se puede romper el vínculo, aunque supongo que ella no lo sabe, y no deseo que lo descubra, ¿y si es eso lo que quiere? Me haría pedazos perder una compañera, he visto otros casos, sé como es perder a tu compañera, y haré lo que sea por evitarlo.Durante estos días nuestra rutina ha seguido un patrón, hemos hablado de la información que iba a l
Beau acaba de llegar, y me mira como si hubiera conquistado el mundo durante el día de hoy. ¡Cómo odio a este estúpido hombre! ¡Y pensar que hubo un momento en el que me parecía guapo, y en el que creía que era perfecto!- En fin, Bella, ¿cómo estás hoy? ¿Más dispuesta a cortarme detalles sobre los lobitos?- Beau, ya te he dicho que no voy a contarte nada, y te aseguro que cuando venga Alfa Michel vas a arrepentirte por el modo en el que me estás tratando.Se ríe con enormes carcajadas, y hay algo en esa risa que me da miedo. Me he dado cuenta de que Beau es un psicópata, pero desde luego, no es un idiota. ¿Por qué está tan convencido de que Alfa Michel no vendrá a buscarme?- ¡Ay, querida! Se me había olvidado lo estúpida que eres y lo fácil que es convencerte de algo. Alfa Michel no va a ven
Hoy he quedado con Michel, y me apetece mucho visitar la ciudad. Considerando que vivo escondida durante el tiempo que paso sola, o ahora con el falso marido que me ha mandado Michel para que me proteja, estos días son los mejores.Sé que es muy peligroso salir, y que si los cazadores me encuentran me capaturarán sin pensarlo dos veces, pero aún así, los días en los que puedo venir a la ciudad, comer con Michel y recorrer algunas tiendas, son mis preferidos.Llego al restaurante de siempre, al Sant’Angelos, e incluso antes de sentarme a la mesa, sé que algo no va bien. Michel está con una copa en la mano, y eso que él nunca bebe hasta después de salir de trabajar.- Empezamos fuerte la mañana, ¿eh?Él se gira, me mira, y parece no verme. No me he equivocado, definitivamente, algo no marcha bien aquí.- ¿Te refieres a ésto?- dice se&
Los días en esta celda se hacen eternos. No sé cuando es de día, ni cuando es de noche, ni cuanto tiempo ha pasado en realidad. La única medida del tiempo son los platos de puré de sobre que dejan en la puerta, y las botellas de agua que me traen de vez en cundo. A juzgar por la cantidad de comidas, y contando que solo traen comida una vez al día (o eso creo), debo de llevar encerrada más de dos semanas.Beau se fue, y nunca volvió, y lo que al principio me hacía respirar tranquila, ahora me asusta, ¿cuándo va a volver? Si no ha vuelto ya, es porque planea algo, pero ¿qué puede llevarle tanto tiempo como para tenerme aquí dos semanas sin interrogarme?La chica de la celda de al lado
Llevamos más de la mitad del camino recorrido, y no creo que vaya a servir de nada, he perdido la esperanza que tenía cuando salí de casa.Cathy me ha convencido para que recorramos en coche el mismo trayecto que cada día hacía Bella,y que un día ya no volvió a hacer. Me duele con tan solo recordar como me ha dejado plantado, y en especial, me duele pensar que he sido tan idiota como para creer que ella también me quería, está claro que no se puede confiar en Bella.De pronto, mientras yo sigo sumido en mis deprimentes pensamientos, veo como Cathy da un volantazo y dando media vuelta comienza a avanzar en sentido contrario al que íbamos hace un momento.- Pero, pero ¿tú quieres que nos matemos hoy? No sé como he podido dejar que conduzcas tú, estás completamente loca, y nunca debieron concederte el carnet de conducir.- Michel, a veces me recuerdas a mi abuela, que conduce a la misma velocidad que tú, y se quejá igual que tú. Si dejaras de ir mirando por la ventanilla, con ese aire me
- Beau.- le digo cargada de valentía, a pesar de que sea tan solo su prisionera.- si te atreves a quitarme algo de ropa, te vas a arrepentir.Beau se ríe, con un tono de desprecio que me hiela el alma, y me mira como si fuera un insecto en su camisa.- Querida, ¿qué podrías hacerme tú? Llevas aquí cautiva más de una semana, y ni siquiera has intentado escapar. No peleas mejor que yo, no tienes más fuerza que yo, y desde luego,no eres más inteligente que yo. Así que, tú has querido que hagamos esto por las malas.Avanza hacia mi, con pasos lentos, como si quisiera hacerme sufrir más dilatando el momento, y cuando me alcanza, agarra el bajo de mi camiseta, y me la arranca tirando con fuerza. La tela, al rasgarse me hace daño, pero reprimo el grito de dolor. Ha debido de golpear alguna de las heridas que aún no se han curado del accidente. Beau se ríe más fuerte, creyendo que me he quedado paralizada, y cuando eleva una de sus sucias manos, con intención de agarrar uno de mis pechos, mi
La lucha es inminente, los ejércitos que he convocado están llegando. Realmente Beau Anders se ha granjeado un gran número de enemigos, y nadie quiere perderse una lucha contra él.En primer lugar llegan mis hombres, y cuando uno de mis soldados le pide a Cathy que lo acompañe para ponerlo a salvo, ella le da un tortazo con tanta fuerza, que se escucha en varios metros a la redonda.- ¿A salvo? ¿Qué crees que soy, una princesa delicada y sin energías?Me río al ver la escena, y tan el soldado como Cathy me miran con la cara enrojecida, enfadados por lo que acaba de suceder.- Cathy.- intervengo yo.- se lo he pedido hace un momento. Eres la única heredera de la manada Cumbre del Este, y no creo que debas ponerte en peligro. Lo que va a pasar ahí dentro.- digo, señalando en dirección al cuartel.- va a causar bajas, y no quiero ser yo el que le diga a tu padre que has muerto.- Michel.-me dice mientras los ojos le echan chispas.- no pienso quedarme en casa mientras vosotros entráis ahí,
Mi loba está furiosa, le ha dado una oportunidad a Beau, y él la ha desaprovechado. Quizá Beau crea que ha ganado esta batalla, pero mi cuerpo animal sana tan rápido, que ya apenas noto el lugar en el que se produjo la laceración.Beau me mira con sorna, es tan sádico, que está esperando a que me desangre delante de sus ojos; pero al contrario de lo que él espera, mi cuerpo recupera fuerza, incluso se están cerrando las heridas del accidente de coche. ¿Cómo es que no he sido capaz de convertirme antes? Debería haber recordado que a Alfa Michel le pasó igual… los lobos sanan antes en forma animal, es una de las cosas más importantes que debo recordar de ahora en adelante.Me acurruco, fingiendo encontrarme mal, esperando el momento perfecto, y cuando un gran golpe en el piso superior distrae la atención de Beau, me lanzo directamente a su yugular.Puede que mi parte humana esté un poco horrorizada por lo que he hecho, pero mi loba gruñe de satisfacción al escuchar como se desangra baj