Los días en esta celda se hacen eternos. No sé cuando es de día, ni cuando es de noche, ni cuanto tiempo ha pasado en realidad. La única medida del tiempo son los platos de puré de sobre que dejan en la puerta, y las botellas de agua que me traen de vez en cundo. A juzgar por la cantidad de comidas, y contando que solo traen comida una vez al día (o eso creo), debo de llevar encerrada más de dos semanas.
Beau se fue, y nunca volvió, y lo que al principio me hacía respirar tranquila, ahora me asusta, ¿cuándo va a volver? Si no ha vuelto ya, es porque planea algo, pero ¿qué puede llevarle tanto tiempo como para tenerme aquí dos semanas sin interrogarme?
La chica de la celda de al lado
Llevamos más de la mitad del camino recorrido, y no creo que vaya a servir de nada, he perdido la esperanza que tenía cuando salí de casa.Cathy me ha convencido para que recorramos en coche el mismo trayecto que cada día hacía Bella,y que un día ya no volvió a hacer. Me duele con tan solo recordar como me ha dejado plantado, y en especial, me duele pensar que he sido tan idiota como para creer que ella también me quería, está claro que no se puede confiar en Bella.De pronto, mientras yo sigo sumido en mis deprimentes pensamientos, veo como Cathy da un volantazo y dando media vuelta comienza a avanzar en sentido contrario al que íbamos hace un momento.- Pero, pero ¿tú quieres que nos matemos hoy? No sé como he podido dejar que conduzcas tú, estás completamente loca, y nunca debieron concederte el carnet de conducir.- Michel, a veces me recuerdas a mi abuela, que conduce a la misma velocidad que tú, y se quejá igual que tú. Si dejaras de ir mirando por la ventanilla, con ese aire me
- Beau.- le digo cargada de valentía, a pesar de que sea tan solo su prisionera.- si te atreves a quitarme algo de ropa, te vas a arrepentir.Beau se ríe, con un tono de desprecio que me hiela el alma, y me mira como si fuera un insecto en su camisa.- Querida, ¿qué podrías hacerme tú? Llevas aquí cautiva más de una semana, y ni siquiera has intentado escapar. No peleas mejor que yo, no tienes más fuerza que yo, y desde luego,no eres más inteligente que yo. Así que, tú has querido que hagamos esto por las malas.Avanza hacia mi, con pasos lentos, como si quisiera hacerme sufrir más dilatando el momento, y cuando me alcanza, agarra el bajo de mi camiseta, y me la arranca tirando con fuerza. La tela, al rasgarse me hace daño, pero reprimo el grito de dolor. Ha debido de golpear alguna de las heridas que aún no se han curado del accidente. Beau se ríe más fuerte, creyendo que me he quedado paralizada, y cuando eleva una de sus sucias manos, con intención de agarrar uno de mis pechos, mi
La lucha es inminente, los ejércitos que he convocado están llegando. Realmente Beau Anders se ha granjeado un gran número de enemigos, y nadie quiere perderse una lucha contra él.En primer lugar llegan mis hombres, y cuando uno de mis soldados le pide a Cathy que lo acompañe para ponerlo a salvo, ella le da un tortazo con tanta fuerza, que se escucha en varios metros a la redonda.- ¿A salvo? ¿Qué crees que soy, una princesa delicada y sin energías?Me río al ver la escena, y tan el soldado como Cathy me miran con la cara enrojecida, enfadados por lo que acaba de suceder.- Cathy.- intervengo yo.- se lo he pedido hace un momento. Eres la única heredera de la manada Cumbre del Este, y no creo que debas ponerte en peligro. Lo que va a pasar ahí dentro.- digo, señalando en dirección al cuartel.- va a causar bajas, y no quiero ser yo el que le diga a tu padre que has muerto.- Michel.-me dice mientras los ojos le echan chispas.- no pienso quedarme en casa mientras vosotros entráis ahí,
Mi loba está furiosa, le ha dado una oportunidad a Beau, y él la ha desaprovechado. Quizá Beau crea que ha ganado esta batalla, pero mi cuerpo animal sana tan rápido, que ya apenas noto el lugar en el que se produjo la laceración.Beau me mira con sorna, es tan sádico, que está esperando a que me desangre delante de sus ojos; pero al contrario de lo que él espera, mi cuerpo recupera fuerza, incluso se están cerrando las heridas del accidente de coche. ¿Cómo es que no he sido capaz de convertirme antes? Debería haber recordado que a Alfa Michel le pasó igual… los lobos sanan antes en forma animal, es una de las cosas más importantes que debo recordar de ahora en adelante.Me acurruco, fingiendo encontrarme mal, esperando el momento perfecto, y cuando un gran golpe en el piso superior distrae la atención de Beau, me lanzo directamente a su yugular.Puede que mi parte humana esté un poco horrorizada por lo que he hecho, pero mi loba gruñe de satisfacción al escuchar como se desangra baj
Mi puerta se ha abierto, y por una vez no viene a buscarme el monstruo que ha estado torturándome desde hace meses. Ni siquiera he sido capaz de distinguir el olor de alguien nuevo al entrar, y eso que mi olfato es el de una loba. No comprendo qué me ocurre, mis sentidos están atrofiados, apenas puedo moverme, y cuando al fin levanto la cabeza en busca de la voz de Bella, mi compañera de celda, ella me mira como si tuviera varias cabezas. La miro fascinada, porque durante muchos días, al escuchar su voz, me reconfortaba, pero no la imaginaba así. Es muy hermosa, y muy valiente, y ¿acaba de llamarme por el nombre de mi hermana? ¿Es posible que esta chica conozca a mi hermana Cathy? ¿O es todo un truco más de Beau? Porque ese monstruo es capaz de cualquier cosa.- ¿¿Cathy??- ¿Tú conoces a Cathy?- Cathy, la conocí hace unas semanas en el restaurante Sant’Angelos. Mientras almorzaba con mi jefe.- ¿Tu jefe es Alfa Michel? Porque es la única persona que conoce Cathy que vaya a ese lugar
Llevamos más de una hora dentro del cuartel general de los cazadores, y aunque la mayoría de los presentes han preferido rendirse pacíficamente, e incluso indicarnos donde se encuentran ubicados sus dirigentes, hay una pequeña cantidad de personas que están luchando contra nosotros. No son demasiados, pero van muy bien armados y tienen entrenamiento militar, así que nos está costando avanzar.- Cathy.- grito en un momento de especial jaleo, cuando veo que otra tanda de cazadores se abalanza sobre nosotros.- ve con algunos de mis guardias, y busca a Bella.- Está bien.Sé que está asustada, porque aunque Cathy es increíble, es normal que sienta miedo al ver como los cazadores nos apuntan con sus armas, y al escuchar los sonidos de dolor de los lobos a los que han conseguido dar. Cathy es valiente, luchadora, y una loba formidable, pero no creo que haya estado antes en una batalla como ésta, conozco muy bien a su padre, mi tío, y sé que si por él fuera, Vera y ella seguirían encerradas
Cuando Alfa Michel centra la mirada en mi, y me llama por mi nombre, siento una inmensa gratitud hacia la diosa Luna, que me ha permitido vivir el tiempo suficiente para llegar hasta aquí. De verdad pensaba que iba a morir en este asqueroso agujero en el que el mundo no parece ser el mismo, y en el que no hay normas, ni moral; solo las leyes de Beau Anders.Me lanzo hacia Alfa Michel, y al principio me siento rara, el contacto con otro ser vivo, después de lo que he pasado en esta celda, es extraño, y no estoy segura de poder volver a sentirme segura si no tengo un cuchillo entre los dientes; después de un rato, las cosas s suavizan, y recuerdo que este lobo es mi primo, y que él siempre me ha protegido, y por tanto, no va a hacerme daño.- Vera.- repite él como si no pudiera creer que estoy ante sus ojos.- ¿has estado aquí todo este tiempo?- Si, el cerdo de Beau Anders me encontró, me drogó y me encerró en esta celda hasta que Bella consiguió sacarme de ese horrendo agujero.- Pero,
- Señor.- dice uno de mis hombres desde lo alto de la escalera.- tenemos novedades sobre el otro grupo de soldados que envió por separado.Me tenso en cuanto escucho su voz desgarrada, sé que algo no va bien, y decido que no puedo hacer pasar a estas dos mujeres por otro trauma aparte del que acaba de terminar para ellas. Ésto tengo que verlo yo solo.- Chicos.- digo señalando a los hombres que están conmigo en los calabozos.- quiero que escoltéis a Bella y a Vera fuera de este lugar, a un vehículo seguro que las lleve a mi casa en la ciudad, he blindado el edificio de tal forma, que si alguien quiere entrar, va a tener que bombardearlo.- Si, señor, como mande.- Señor.- dice otro de ellos con un gesto preocupado.- ¿qué hacemos con los cuerpos?La realidad es que me gustaría exhibir los restos de Beau Anders y gritarle a estos cazadores que acabarán como él si se interponen en el camino de mi familia, o en el de mi compañera destinada, pero no quiero echar más leña al fuego, y sé que