ErosObservaba a Josean actuar de manera desquiciada, al igual que al hombre llamado Dante, a quien ella había contratado para asegurarse de que este secuestro saliera perfecto.El automóvil avanzaba por un camino desolado, envuelto en la penumbra de la noche. La tensión dentro del vehículo era insoportable. Laria seguía inconsciente a mi lado, su pequeño cuerpo apenas se movía con la respiración tranquila del sueño forzado. Era mejor así. No quería que fuera testigo de esta locura.—¿A dónde nos dirigimos? —pregunté en un intento de recuperar el control de la situación.—Aún no lo decidimos —respondió Josean con frialdad, como si fuera un juego.—No podemos dejarla en cualquier parte —intervine, conteniendo la rabia—. Ya es suficiente con haber metido a mi hermanita en esto.—¡Te aguantas, Eros! —espetó con una sonrisa burlona—. Por tu culpa estamos metidos en este desastre.Mi mandíbula se tensó. Si Xavier se enteraba de que Laria y su mujer estaban secuestradas, vendría por ellas. N
Aitiana esta herida. 😰XavierMi respiración era entrecortada mientras hablaba con los detectives. No había tiempo que perder. Necesitaba que rastrearan la ubicación de mi hermano y de los demás lo antes posible. ¿Cómo pudo pasar todo tan rápido? ¿Cómo tuvo el descaro de utilizar a Laria para su propio beneficio? Jugar con el corazón de su propia hermanita solo para tratar de acabar conmigo era despreciable. Tanto él como Josean eran seres miserables, sin escrúpulos.Contraté a varios detectives en cuando el guardia de mi mansión me llamo, movilicé a la policía para que rastrearan la señal del GPS. Afortunadamente, teníamos personas en el área que podían actuar rápido. Condujimos a toda velocidad, mi corazón latía con furia, la rabia me cegaba. Mi hermana estaba en peligro por culpa de ese par de desgraciados, mi esposa también. Esta vez no iba a perdonar a Josean y a Eros. No habría segundas oportunidades. Iba a asegurarme de que pagaran por todo. No solo ella, mi hermano también iba
Tranquilidad 🫠AitianaMi corazón latía con tanta fuerza que sentía que en cualquier momento se saldría de mi pecho. Abrí los ojos y vi a Xavier abrazándome con fuerza. Su brazo estaba herido, pero su rostro reflejaba una calma inquietante, como si el dolor no le importara en lo absoluto. Entonces la vi. Esa mujer desquiciada gritaba fuera de sí, con el rostro desencajado por la ira. Sus ojos reflejaban odio puro, y a pesar de que estaba herida en el brazo y la pierna, seguía maldiciéndome sin cesar. Pero ya no podía hacernos daño. La policía la tenía bajo control. Laria estaba con un oficial, aún temblorosa, y más allá, el hombre que había colaborado con esa mujer y que casi nos quita la vida… yacía en el suelo, sin moverse ¿ Y Eros? Seguramente muerto por las manos de su propia amante.—Tranquila… ya todo ha acabado. —La voz de Xavier fue un susurro cálido en mi oído. Él sostenía a nuestro bebé con delicadeza, protegiéndolo con su cuerpo mientras le pedía a los rescatistas que
Xavier.Han pasado ya diez meses desde aquel día que marcó un antes y un después en nuestras vidas. Me encuentro en el cementerio, de pie frente a la lápida de mi hermano, mientras observo a mi padre y a Laria conversar un poco más adelante. La brisa fresca de la tarde mueve las hojas secas del suelo, y el silencio del lugar solo es interrumpido por sus voces. —Papá, ¿seguro que me llevarás contigo a Miami? —pregunta Laria, con emoción contenida en su voz. —Por supuesto, hija. Pasaremos unas vacaciones juntos, y quiero que te relajes. Te lo mereces después de todo lo que has pasado —le responde con una sonrisa, acomodándole un mechón de cabello detrás de la oreja. Me acerco lentamente hacia ellos, sintiendo que el momento de la despedida está cada vez más cerca. Mi padre me observa y asiente con la cabeza, mientras Laria sonríe con esa mezcla de nostalgia y emoción por el viaje que le espera. —Bueno, papá, cuídala bien. No quiero que regrese triste o estresada —le advierto en
DESILUSIONADA 🤦♂️ Aitiana. —¡Eres una aburrida, ya me hartaste! — Gritó Marcos a un metro de mi rostro. Esta mañana había venido muy contento, quería lo atendiera y sobre todo acostarse conmigo, sin embargo yo no está lista aún. —¡¿Estás loco que te sucede?!— Replique cansada, él me sujetó del brazo con fuerzas, luego me empujó contra la pared. Apreté los puños intentando contener el torbellino de emociones que Marcos acababa de desatar en mí. ¿Cómo era posible que tuviera la desfachatez de pararse frente a mí y decirme esas cosas? Un años de relación, un años de intentarlo todo para complacerlo, y ahora me venía con esto. —Estoy harto, Aitiana —vociferó él, cruzándose de brazos como si tuviera algún derecho a estar molesto—. Siempre con lo mismo: "Soy virgen, no puedo perder mi virginidad". ¿Para qué iba a seguir esperando? Llevo más del año siendo tu novio, solo de besitos y abrazos. Ni siquiera me dejas tocarte. ¡Estás loca si crees que te seguiré esperando! Sus palabr
CÁNCER DE HÍGADO 😔Aitiana.Salí del elevador y no pude evitar soltar una exhalación larga y cargada. Hoy no tenía idea de qué me esperaba, pero estaba segura de que nada bueno. Caminé hasta el escritorio de la secretaria, intentando parecer tranquila, aunque mi interior era un desastre.—¿Puedo pasar al despacho del señor Eros? —pregunté, con la voz más firme que pude reunir. Ella levantó la mirada, arqueó las cejas, y con un gesto rápido me indicó que sí. Claro que podía pasar, después de todo, era su asistente personal, ¿no? —Gracias—, murmuré antes de empujar la puerta. Apenas crucé el umbral, lo vi. Estaba molesto, más que molesto, furioso. Golpeaba el escritorio con un lapicero, y su ceño fruncido dejaba claro que ese no era un buen día para errores. Tragué saliva y saludé.—Buenos días, señor Eros. —Buenos días, señorita. Por favor, empiece a hablar, desembuche ya. —Su tono era seco, cortante.—Sí, señor. Por favor, discúlpeme. Lo que pasa es que… —tragué saliva— tuve un p
COMETI EL PEOR ERROR.😑Aitiana.Mi corazón parecía estar a punto de estallar dentro de mi pecho mientras releía aquel papel en mis manos, intentando procesar lo que significaba. Las palabras eran claras, pero mi mente se negaba a aceptarlas: debía acostarme con el hermano del Señor Eros, actuar como su prometida después que la noche de compromiso se acabara. Y para eso debía usar una mascara. ¿Cómo era esto posible? ¿Cómo se suponía que debía llevar una máscara, que estafa tan vil? Mi dignidad estaba siendo pisoteada y mi vida se reducía a cumplir un papel en un plan que ni siquiera entendía.—Si cumples, tendrás un mejor salario—, había dicho mi jefe con una frialdad que me heló los huesos.—Y sobre todo, podrás contratar un buen médico para tu hermana. ¿No te parece justo?Solté el papel y levanté la vista hacia él. Su voz, cargada de autoridad y amenaza, resonaba en mi cabeza. Todo se sentía como un mal sueño. —Esto es muy delicado, Señor Eros. No puedo hacerlo... no puedo...— mur
FIESTA DE COMPROMISO 🥳Xavier El salón estaba impecable. Cada detalle de la decoración era exactamente como lo había ordenado. El aroma a flores frescas impregnaba el aire, y las luces cuidadosamente instaladas creaban una atmósfera cálida y elegante. Era el día de mi compromiso con Josean, la mujer que, aunque no había logrado despertar en mí un amor profundo, me había cautivado con su delicadeza, su inteligencia y su impecable gusto. Todo en ella era distinto, y por eso quería hacerla sentir especial, única. Quería que este día quedara grabado en su memoria como uno de los más hermosos de su vida.Me detuve un momento frente al enorme pastel que estaban decorando. Margarita, una de las empleadas más dedicadas, se esmeraba en colocar cada flor de azúcar con precisión. —¿Todo va según lo que pedí, Margarita? —pregunté. —Sí, señor Xavier. Todo estará listo tal como lo pidió. —Perfecto, muchas gracias. —Le dediqué una sonrisa y me dirigí hacia el jardín. Afuera, los jardineros