Narrador:
Cuando llegó a su casa lo primero que hizo fue sacudir sus pies y tirar los zapatos para el medio de la sala. Al revisar su celular tenía como 20 llamadas perdidas de su amiga Andrea, hasta que le llegó un mensaje por w******p#ANDREA a PANDORA20:15 horasNena, ¿se puede saber dónde m****a te metiste? Me aburrí de llamartePandora tomó el teléfono y la llamó− ¿Dónde te habías metido, Pandora?, me tenías de los nervios− Tranquila, mami, fui a llevar a Carmen hasta su casa− ¿Hasta su casa?− Sí, fíjate que me olvidé lo lejos que era, pero nos divertimos en el viaje.− Bueno mejor así. Escucha, no olvides el bautismo de tus sobrinos− ¿Cómo crees? – dijo revoleando los ojos y casi tentada de la risa− Conozco ese tono Pan, seguro lo olvidaste y alguien te lo recordó− Me conoces, ¡ufa!, sí me llamó Apolo, no me dijo de que se trataba, pero me pidió que no llegara tarde, así que llamé a Sofi que ya se había ido para su casa, le pregunté y como era de esperarse me sacó la duda.− Menos mal, que Apolo te conoce bien y te llamó, que sino…− Sino ¡nada!, tengo un hermoso y sensual vestido que va a hacer que hasta el cura se olvide del sermón – rió a carcajadas al igual que Andrea al otro lado de la línea.− Bueno, nos vemos mañana en la iglesia− Andrea, ¡suena a propuesta!, pero sabes que soy anti matrimonio – hizo una pausa para ver la pantalla que se iluminaba – Ahora te dejo que me entra otra llamada – aguardó un instante y respondió – Marcos, ¡qué casualidad!, estaba pensando en ti.− ¿Será que ya te excitaste al ver mi nombre en la pantalla?− ¡Siempre!− Bien, entonces ven a verme ahora mismo− Marcos… - meditó un segundo – no puedo hoy− “No puedo” no es aceptable para mí, y lo sabes. Tienes media hora para llegar− ¡Marcos! – pero él no respondió, ya había cortado la llamadaPandora volvió a calzarse sus tacones y salió a toda prisa rumbo a lo de Marcos, quien vivía a dos edificios del suyo. Al llegar a la puerta el portero le abrió la puerta y dio la bienvenida− Buenas noches señorita Ferrari, el señor Torres la está esperando, me dijo que pasara, le entrego la tarjeta para poder llegar al piso –− Buenas noches, Manuel. Muchas gracias.Al ingresar al apartamento Marcos corrió a abrazarla y juntó los labios con los de la joven y con su lengua se abrió paso.− ¡Qué bueno que viniste!− Imposible resistirme a tus encantos, Marcos, pero deja que me duche, he estado todo el día en la agencia y luego hice un largo viaje al pueblo, estoy transpirada –El pasó su lengua por el cuello de Pandora desde el hombro hasta la oreja.− Mmm, que sabor tan exquisito tienes.− Anda, no seas tonto− No lo soy, están tan rica como siempre – volvió a besarla y la miró de una manera intimidante - ¿Ves?, si te portas bien, recibes premio –Ella lo empujo con sus manos, haciendo que callera sentado en el sofá.− ¡Pero ni que fueras Christian Grey! – ambos rieron a carcajadas− Oye, ¿tomas algo?− ¿Tienes vino blanco? –− Siempre tengo para ti, cariño - se puso de pie y besó dulcemente a Pandora− Pero creo que antes me ducharé, el día fue intenso y no me soporto− Ya te dije que estabas exquisita como de costumbreElla solo sonrió y se dirigió a la ducha. Cuando salió, encontró una sudadera de Marcos sobre el lavabo.− Te dejé una sudadera de las mías limpias para que te pongas hasta que te vayasLa tomó con ambas manos y se la llevó al rostro y la olió.“Que bien huele todo lo tuyo Marcos, podría acostumbrarme”− ¿Vienes ya o voy a buscarte?Pandora se puso la sudadera y salió del baño. En la sala estaba Marcos parado frente al hogar encendido, estaba metido en un pantalón de pijama, con su torso desnudo y sus pies descalzos. Era un hombre por demás apuesto. Tenía unos pocos años más que ella, en pues tenía unos 34. Nunca se había casado y, si bien sabía que tenía sus amoríos, nunca había tenido uno lo suficientemente serio. Eran bastantes parecidos. A demás se dedicaban casi que a lo mismo, ambos estaban en publicidad. Ella era dueña de una Agencia de Publicidad y él era un publicista independiente, quien era contratado por ella con frecuencia.Conversaron por lago rato, siempre se divertían cuando estaban juntos, aunque les gustaba jugar brusco a la hora del sexo, se llevaban de maravilla y eran buenos amigos.− Pan, voy a estar unos días en la cuidad, luego tengo que viajar a Inglaterra, por un proyecto que tengo y voy a estar un lago tiempo por allí – ella despegó su mirada del fuego y lo observó con detenimiento – me gustaría que pasáramos unos días juntos− ¿Unos días juntos? – preguntó con asombro− Sí, sabes que mi padre murió y debo ir a la casa para vaciarla, quiero reformarla por completo, y me gustaría que me acompañaras –− No puedo Marcos, estoy en medio de un contrato millonario y no puedo perderle ojoMarcos dejó su copa sobre la mesa y se sentó junto tomándole una mano− Pandora, nunca te presioné con nada, desde que éramos adolescentes acepté lo que estuvieras dispuesta a darme…− Y nos hemos divertido muchísimo desde entonces –Fue ella quien dejó ahora la copa en la mesa y se puso de pie, Se paró frente al hogar, pero él la tomó por los hombros e hizo que quedara de frente− Sabes que te quiero…-− Marcos…− Lo sabes desde siempre, nos llevamos de maravilla, en la cama y fuera de ella. Nunca nos hemos comprometidos con nadie. ¿No crees que va siendo hora de que empecemos algo juntos?Ella se separó de él y comenzó a recoger su ropa− Marcos, esta conversación la hemos tenido varias veces ya…− Esta vez es la definitiva, Pan, si me dices que no, me iré al pueblo y luego a Inglaterra y no hablaré más del temaPandora acarició el rostro de Marcos, quien se veía especialmente entristecido− Ahora no, Marcos. No puedo ni planteármelo, lo siento. Pero juro que si para los 35, si todavía quieres, lo intentaremos.Marcos tomó la mano de Pandora y besó la punta de sus dedos− Ok, ya tengo mi respuesta – y acariciando el rostro de Pandora para correrle el mechos que le caía sobre él – ahora vete, debes descansar o mañana te verás horrenda en el bautismo− Será lo mejor – comenzó a vestirse, Marcos la ayudó - ¿Nos veremos antes de que te vayas?− A lo mejor, no lo sé. Mañana iba a ir al pueblo, pero decidí dejarlo para pasado mañana, pues con el tema del bautismo de tus sobrinos habrá mucho movimiento y prefiero evitarloPandora se acercó mirándolo dulcemente y lo besó con todo su corazón. Se abrazaron y estuvieron unos minutos besándose. Parecía una despedida.Ella le quería, pero no de la forma que él hubiera preferido. Marcos siempre quiso hacer su vida con ella, pero Pandora siempre se mantuvo distante.Eran amigos, buenos amigos, y así se quedaría; por lo menos por algún tiempo.Pandora se separó y salió corriendo sin mirar hacia atrás.Marcos se dejó caer en el sillón y dejó caer varias lágrimas. Había sido su último intento y le había salido mal. El amor de su vida acababa de irse por la puerta.Narrador:Antes de dormir, Pandora revivió noche anterior llena de pasión con Marcos.Al entrar sintió que la tomaban de un brazo y la ponían contra la pared, obviamente era él que la estaba esperando. Quien juntó los labios con los de la joven y con su lengua se abrió paso, mientras acariciaba todo su cuerpo con las manos− Marcos, deja que me duche, he estado todo el día en la agencia y luego hice un largo viaje al pueblo, estoy transpirada –El pasó su lengua por el cuello de Pandora desde el hombro hasta la oreja.− Mmm… que sabor salado tan exquisito – tenía el brillo malicioso de costumbre− Marcos… - dijo mientras sucumbía a las caricias y besos recibidosLa llevó a la cama y la desvistió son una prisa abrumadora. Le tomó los tobillos y los separó, la oblig&oacu
Pandora:Llegue a casa sumamente perturbada, todavía no sé si para bien o para mal. Fue un día por demás largo, quien iba a decir que un simple bautismo se convertiría en lo que se convirtió. Me divertí por demás, pero me hubiera gustado poder haber hablado más con Ramiro.Cuando sentí su dedo por mi espalda, una parte de mi sabía quién era, pues tenía esa costumbre desde que éramos adolescentes. Pero hacía tantos años que no le veía que ni me acordaba de él, ¿Por qué lo sabía entonces?, pues no tengo idea. Solo sé que el contacto con su piel me estremeció de pies a cabeza. Y verlo tan lindo, su rubio pelo cayéndole graciosamente en su frente y sus siempre intensos ojos caramelo, me volvieron loca. No sé a qué pretende jugar recordando nuestro beso en el viejo
Narrador:La reunión había ido de maravilla y había terminado antes de lo esperado. Pero aún debía quedarse un rato más para ultimar detalles. Estaba por demás feliz, había cerrado un negocio de millones, eso posicionaba a la Agencia en el primer lugar del país, eso significaba prestigio y por ende más dinero. Se fue pasando la hora sin darse cuenta. De pronto entró Sofía casi corriendo a su oficina.− ¡Por Dios Pandora!, ¿conoces al bombón de Ramiro Gancia?Levantó la vista para prestarle atención y pudo ver a través de los cristales de su despacho a Ramiro parado en el gran salón rodeado de gente pidiéndole autógrafos y sacándose fotos.− Si, somos amigos de la infancia. Hoy iré a cenar con él y sus padres –− ¡Ay! Qué env
Narrador:La cena había pasado de lo más amena. Los padres de Ramiro estaban encantados con la visita de Pandora, es que la adoraban. En realidad nunca habían entendido porque se había casado con Valeria y no con ella. Se hacía tarde, Joaquín y Antonia se despidieron y se retiraron a dormir.− Supongo que tendremos que marcharnos – comentó Pandora con algo de tristeza− No, si no quieres, podemos tomarnos un café en el porche y luego vemos que pasa – ella le miró sonriendo− Me encanta la idea, pero solo si me lo dejas preparar a mí –− ¡Por supuesto que sí!, aquí las cosas nunca cambian, así que todo está en el mismo lugar, si lo recuerdas lo encontrarás –− Me acuerdo perfectamente, no he olvidado nada de ésta casa y lo que vivido en ella - le respo
Narrador - recuerdos:Era el verano más caluroso de los últimos años. Había terminado el año escolar. Muchos de sus amigos se iban de vacaciones, pero Pandora y Valeria se quedaban; pues ambas familias no estaban en el mejor momento económico, por ende hubo que hacer recortes, y las vacaciones fue lo primero.− ¿Vamos al lago esta tarde? –− No sé, Valeria. Se ha mudado mucha gente nueva al vecindario y seguramente irán –− ¿Cuál es el problema? –− Ya sabes que no me gusta mucho la gente, menos la que no conozco –− Vamos María, a lo mejor hay algún chico guapo y nos divertimosPandora, que en aquel entonces era conocida como María, gracias al nombre cristiano que le había puesto su madre, era una chica muy tímida, por ello sufría mucho bullyin
Pandora– recuerdo:Ya habían pasado varios días desde lo del lago y mi madre no daba señales de levantarme el castigo. Solo podía salir de mi dormitorio para comer. Creí que iba a ser el peor verano de mi vida, pero algo lo cambió.− Pandora – dijo mi hermano abriendo la puerta – ven, baja a merendar, aprovecha que ni papá ni mamá están en casa, te tengo una sorpresa –− Voy –Respondí con algo de temor, pues las sorpresas de Apolo, eran justamente eso; sorpresas, así que no se sabía que esperar. Bajé las escaleras con precaución, escuché voces y risas que venían de la cocina. Con mucho sigilo me asomé tratando de que no me vieran. Mi corazón se paralizó, pues una sonrisa me deslumbró y unos ojos caramelos se clavaron en los míos. En la mism&ia
Ramiro – recuerdos:No tengo idea de él porque sus padres me habían cogido cariño. Tal vez vieron que su tímida hija se soltaba un poco cuando estaba conmigo, pero eso le molestaría a la mayoría de los padres, aunque si les pusieron Pandora y Apolo a sus hijos, no deben de ser unos padres muy tradicionales. Me encantó poder quedar con Pandora para pasarla a buscar e ir al centro por un helado. En mi casa me fastidiaron bastante porque hasta me bañe para la cita.− Pero mírate, bañado y perfumado, ¿quién es la afortunada? –− Anda papá, ya deja de molestarme – le respondí molesto− Ramiro, vas muy lindo hijo, la chica debe ser especial y muy afortunada para que te arregles tanto –− ¿Tú también, mamá? –Y salí dando un fuerte portazo. Es
Pandora - recuerdos:Siempre me había gustado que el sol entrara por mi ventana y me despertara en las mañana, pero ese día lo odié. Sabía que tenía que levantarme y afrontar la nueva realidad. Valeria era la novia de Ramiro, ese pensamiento torturó mi cerebro. Me desperecé y fui a darme un baño, fue caliente y largo. Dejé que el agua golpeara sin piedad mi cabeza como para matar mis pensamientos. Pero fue inútil, la imagen de Valeria besando el cuello de Ramiro me perseguiría por el resto de mi vida.Hoy lo veo con perspectiva y creo que fue ese exacto momento donde comencé a madurar y empecé a hacerme dura.Salí del baño ya dispuesta a encarar la vida y seguir adelante. Bajé a desayunar y allí estaba mi hermano con su cara de pena mirándome, le saqué la lengua.− Hola, hija, buenos d&