Narrador:
La reunión había ido de maravilla y había terminado antes de lo esperado. Pero aún debía quedarse un rato más para ultimar detalles. Estaba por demás feliz, había cerrado un negocio de millones, eso posicionaba a la Agencia en el primer lugar del país, eso significaba prestigio y por ende más dinero. Se fue pasando la hora sin darse cuenta. De pronto entró Sofía casi corriendo a su oficina.− ¡Por Dios Pandora!, ¿conoces al bombón de Ramiro Gancia?Levantó la vista para prestarle atención y pudo ver a través de los cristales de su despacho a Ramiro parado en el gran salón rodeado de gente pidiéndole autógrafos y sacándose fotos.− Si, somos amigos de la infancia. Hoy iré a cenar con él y sus padres –− ¡Ay! Qué envidia me das –Pandora se levantó de su sillón y riendo se dirigió al gran salón− Ramiro, ¿Cómo estás? – y mirando a los empleados que lo rodeaban - chicos, ya es suficiente, dejen en paz al señor Gancia - le tomó el brazo y se dirigieron a su oficina− Hola, preciosa, no me has dado mi beso – Pandora se acercó a él y le dio un beso casi en la comisura de los labios, pues él movió su cara− Anda Ramiro, pórtate serio que tengo una imagen que cuidar - dijo tomando su chaqueta y su bolso− Perdón, no pude evitarlo, es parte de mi esencia, además tú – la miró de pies a cabeza - con ese tajo en la falda estás que infartas –− Ya, deja de pavadas y vámonos – pasó por el escritorio de Sofía y le dejó las llaves de su auto sobre el escritorio – Sofi, dale a Fernando las llaves de mi coche, dile que lo lleve a mi edificio y lo deje en mi estacionamiento por favor – rió – y ya cierra esa boca de babosa, ven que te lo presento – Sofía la siguió casi que corriendo – Sofía él es Ramiro Gancia, Ra ella es Sofía mi secretaria, bueno mi ángel de la guarda más bien− Encantado Sofía – le dio un beso en la mejilla− Encantada yo, ¿me firmas un autógrafo?, cuando le diga a mi esposo que he estado contigo va a enloquecer, es un ferviente admirador− Anda, te firmo un autógrafo y nos sacamos una foto para que se la lleves – y así lo hicieronUna vez en el coche, emprendieron el largo viaje a lo de la familia Gancia.Ramiro:Al subir a mi auto lo invadió con su perfume, había cambiado en estos años. Verla salir de la oficina con ese porte que ha adquirido fue majestuoso y ese tajo, Uff, ¿para qué vamos a hablar de eso?− Hacía mucho que no venía por este camino, siempre que voy al pueblo lo hago por el camino recto, pero ésta ruta turística es mucho más bella – me dijo en un momento sacándome de mis pensamientos− Bueno, si no es para venir a ver a mis padres no sé qué otro motivo podrías tener para aventurarte por estas tierras, porque aunque el otro camino es más recto, éste te lleva directo a la puerta de la chara – soltó una carcajada.Qué bonita se ve cuando ríe, parece que el tiempo no hubiera pasado, me sigue causando las mismas sensaciones. Obviamente yo nunca le genere las mismas o no me hubiera apartado de su vida, pero… ¿Por qué nunca te casaste?− Pues, supongo que nunca me interesó en realidad, eso de la familia no se me da muy bien – me respondió con amabilidad pero un poco sorprendidaSin darme cuenta había hecho la pregunta en voz alta− Yo hubiera querido no casarme nunca, aunque rescato algo bueno… -− ¿Ah sí? – me preguntó algo incrédula− Fíjate que si, a Lautaro, aparte de eso nada. Valeria se encargó de hacer de mi vida un calvario - me miró con pena – pero ya no hablemos de eso, otro día te cuento. Espero no te hayamolestado que le dijera a mis padres que te vi – dije tratando de cambiar de tema, pero ella seguía mirándome con esos ojos llenos de pena. No lo soporté y detuve el coche− ¿Qué sucede Ramiro?− Sucede que si me sigues mirando con pena voy a tener que besarte, pero ésta vez no lo olvidarás como la primera vez− Ok, ok, ya no te miraré con pena. –Obviamente eso había sido un rechazo, así que debía salir airoso, acaricié su rostro y sonreí− ¿Ves?, todavía tengo el toque de hacerte cambiar la cara –Reí tratando de disimular que ante la más mínima aceptación la hubiera besado como jamás he besado a nadie, pues ella es el amor de mi vida y siempre lo será. Ella siempre lo supo pero prefirió tratarme como su amigo para no interponerse entre Valeria y yo.Pandora:Lo seguí hasta su coche, que trasero maravilloso tiene, y que cuerpo tan atléticamente escultural, la verdad es que el futbol le hasentado muy bien. Pero no puedo mirarlo como otra cosa que no sea mi amigo, no está bien ya me acostumbré a mi vida sin él, no estoy hecha para las relaciones. Pero adoro como me mira. Por momentos es un niño grande, pero otros intensifica esa mirada caramelo suya y me vuelve loca. Toda mi vida me pregunté cómo sería tener sexo con él. Y como besaría ahora, porque nuestro beso fue un desastre aunque yo lo recuerde y me excite un poco.Qué pena que lo nuestro nunca fuera, ¡con lo bueno que está!Me preguntó si me molestaba ir a lo de sus padres, claro que no, estoy en un momento que quiero ir al pasado y volverlo a sentir todo con la misma intensidad.− Sucede que si me sigues mirando con pena voy a tener que besarte, pero ésta vez no lo olvidarás como la primera vez -¿Qué? Y ahora me sale con eso. Con las ganas que tengo de tirármele encima, comerme esa boca carnosa que tiene y demostrarle así que aprendí a besar. Arrancarle la ropa y lamerlo de pie a cabeza.¡Pero no!, no es buena idea. Así que le sonreí y le dije que cambiaría mi cara. Me miró un poco decepcionado, creo que realmente quería besarme.El resto del viaje hablamos de cualquier tontería. Ninguno de los dos quería ahondar en nada. Mejor así.Narrador:Ya estaban llegando a la casa de los Gancia. Al detener el coche Ramiro se tiró del mismo y fue a abrirle la puerta a Pandora. Le extendió la mano y ella se la tomó− Pero que modales tan elegantes se te han pegado de Europa− Sí, y tengo que acostumbrarme, pues voy a ParísEn ese momento Pandora recordó el programa radial que había escuchado y lo miró con sumo asombro− ¿Entonces eres tú el fichaje millonario de Francia? - Ramiro soltó una carcajada− Mira tú por donde, pues sí, fíjate que pagaron un platal por mi ficha y me espera un súper sueldo –− Y yo que pensaba que habrías podido dejar el fútbol - dijo mientras se le tiraba encima y se colgaba de su cuello.− ¿Dejarlo?, Pan creí que me conocías mejor – rieron y abrazados entraron a la casa.− Pandora, mi vida, ¡que gusto verte! – dijo la madre de Ramiro estrechándola en sus brazos− Antonia, el gusto es mío, tantísimo tiempo sin vernos –Y ya despegándose de Antonia, recibió un afectuoso abrazo de Joaquín, el padre.− Pero mírate muchacha, tan linda como siempre – le propinó un beso en la mejillaPandora se sentía feliz, pues la casa de Ramiro había sido como su casa, y sus padres su familia. El padre le había manifestado constantemente su deseo de que se convirtiera en su nuera, cosa que la joven le agradeció siempre.− Joaquín, y por ti no pasan los años – el veterano sonrió ampliamente− Mi reina, ¿cuándo me darás el placer de convertirte en mi nuera y darme esos nietos hermosos que sé que me darán? – Ramiro los separó− Papá, no me avergüences, deja ya a Pandora en paz, siempre con lo mismo –− Pero si lo estás deseando tú también, que me vienes ahora con cosas –Ramiro tomó a Pandora de un brazo y la sacó por la puerta trasera.− Ven sentémonos el porche –− ¡Ah, cuanto extrañaba esta paz! – dijo mientras dejaba escapar un largo suspiro y entrecerraba los ojos− Mamá debe estar con los preparativos de la cena, pero antes, ¿quieres algo de beber? –− Voy a ayudarle - se puso de pie, pero Ramito la tomó de los hombros y la obligó a sentarse nuevamente− Deja, eres la invitada. Ya la próxima vez que vengas podrás hasta lavar los platos si quieres. Pero hoy déjame agasajarte –Ella miró esos tintineantes ojos caramelo y no pudo resistirse al encanto, así que impulsivamente, le acarició el rostro. El joven entrecerró sus párpados, para luego abrirlos y regalarle una profunda mirada, esas que estremecen el alma. Tal es así que por reflejo Pandora retiró bruscamente la mano, pero Ramiro se la tomó y besó el dorso de su muñeca. Esto hizo que ella le devolviera una honda mirada, que casi lo paralizó.− ¡Ups! Pandora, me erizaste la piel – ella parpadeó deprisa tratando de cambiar el tono de su mirada− Perdona, Ra, no nada más lejano a mi intención – él sonrió− Tranquila, ¿te traigo un refresco?− Sí, por favorPandora:No puedo creer lo que acabo de hacer, lo he mirado como para comérmelo y lo notó. No sé qué me pasó. ¿Será el lugar que tantos recuerdos me trae, la tan extrañada paz que se respira aquí, osimplemente son sus ojos?, pero más que nada su forma de mirarme que me enloquecen. El contacto de sus labios en la piel de mi pulso fue un golpe directo al corazón. Nunca supe por qué lo hacía, reconozco que adoraba que lo hiciera. Pero entonces cuando me dijo− ¡Ups! Pandora, me erizaste la piel –− Perdona, Ra, no nada más lejano a mi intención – Y ahí está, esa sonrisa suya tan encantadora, mi corazón dio un brinco, ¿lo habrá notado?− Tranquila, ¿te traigo un refresco?− Sí, por favorNarrador:La cena había pasado de lo más amena. Los padres de Ramiro estaban encantados con la visita de Pandora, es que la adoraban. En realidad nunca habían entendido porque se había casado con Valeria y no con ella. Se hacía tarde, Joaquín y Antonia se despidieron y se retiraron a dormir.− Supongo que tendremos que marcharnos – comentó Pandora con algo de tristeza− No, si no quieres, podemos tomarnos un café en el porche y luego vemos que pasa – ella le miró sonriendo− Me encanta la idea, pero solo si me lo dejas preparar a mí –− ¡Por supuesto que sí!, aquí las cosas nunca cambian, así que todo está en el mismo lugar, si lo recuerdas lo encontrarás –− Me acuerdo perfectamente, no he olvidado nada de ésta casa y lo que vivido en ella - le respo
Narrador - recuerdos:Era el verano más caluroso de los últimos años. Había terminado el año escolar. Muchos de sus amigos se iban de vacaciones, pero Pandora y Valeria se quedaban; pues ambas familias no estaban en el mejor momento económico, por ende hubo que hacer recortes, y las vacaciones fue lo primero.− ¿Vamos al lago esta tarde? –− No sé, Valeria. Se ha mudado mucha gente nueva al vecindario y seguramente irán –− ¿Cuál es el problema? –− Ya sabes que no me gusta mucho la gente, menos la que no conozco –− Vamos María, a lo mejor hay algún chico guapo y nos divertimosPandora, que en aquel entonces era conocida como María, gracias al nombre cristiano que le había puesto su madre, era una chica muy tímida, por ello sufría mucho bullyin
Pandora– recuerdo:Ya habían pasado varios días desde lo del lago y mi madre no daba señales de levantarme el castigo. Solo podía salir de mi dormitorio para comer. Creí que iba a ser el peor verano de mi vida, pero algo lo cambió.− Pandora – dijo mi hermano abriendo la puerta – ven, baja a merendar, aprovecha que ni papá ni mamá están en casa, te tengo una sorpresa –− Voy –Respondí con algo de temor, pues las sorpresas de Apolo, eran justamente eso; sorpresas, así que no se sabía que esperar. Bajé las escaleras con precaución, escuché voces y risas que venían de la cocina. Con mucho sigilo me asomé tratando de que no me vieran. Mi corazón se paralizó, pues una sonrisa me deslumbró y unos ojos caramelos se clavaron en los míos. En la mism&ia
Ramiro – recuerdos:No tengo idea de él porque sus padres me habían cogido cariño. Tal vez vieron que su tímida hija se soltaba un poco cuando estaba conmigo, pero eso le molestaría a la mayoría de los padres, aunque si les pusieron Pandora y Apolo a sus hijos, no deben de ser unos padres muy tradicionales. Me encantó poder quedar con Pandora para pasarla a buscar e ir al centro por un helado. En mi casa me fastidiaron bastante porque hasta me bañe para la cita.− Pero mírate, bañado y perfumado, ¿quién es la afortunada? –− Anda papá, ya deja de molestarme – le respondí molesto− Ramiro, vas muy lindo hijo, la chica debe ser especial y muy afortunada para que te arregles tanto –− ¿Tú también, mamá? –Y salí dando un fuerte portazo. Es
Pandora - recuerdos:Siempre me había gustado que el sol entrara por mi ventana y me despertara en las mañana, pero ese día lo odié. Sabía que tenía que levantarme y afrontar la nueva realidad. Valeria era la novia de Ramiro, ese pensamiento torturó mi cerebro. Me desperecé y fui a darme un baño, fue caliente y largo. Dejé que el agua golpeara sin piedad mi cabeza como para matar mis pensamientos. Pero fue inútil, la imagen de Valeria besando el cuello de Ramiro me perseguiría por el resto de mi vida.Hoy lo veo con perspectiva y creo que fue ese exacto momento donde comencé a madurar y empecé a hacerme dura.Salí del baño ya dispuesta a encarar la vida y seguir adelante. Bajé a desayunar y allí estaba mi hermano con su cara de pena mirándome, le saqué la lengua.− Hola, hija, buenos d&
Ramiro – recuerdos: Cuando la vi bajar por la escalera con ese vestido negro, que la hacía tan femeninamente hermosa, creí enloquecer. Le tomé la mano y le besé el dorso de su muñeca, adoraba sentir latir su corazón a través de su pulso e imaginar que besaba su pecho en lugar de su mano. Nos fuimos rumbo a lo de Florencia, en el viaje pude notar su frialdad, o por lo menos eso quería que creyera. Cuando al fin estuvimos solos le dije que teníamos que hablar, pero prefirió que fuera luego. Yo estaba por demás deseoso de explicarle que lo de Valeria había sido una confusión total de la cual no pude escapar. Al llegar al Festival, simplemente me soltó la mano y corrió al encuentro de una chica que estaba al costado de la pista. Hablaban afablemente. De pronto me miraron las dos, Pandora cree que no me di cuenta, pero seguro hablaban de mí. Así que me acerqué y al ver su espalda perfecta no pude evitar deslizar mi dedo desde su cadera hasta su n
Narrador – recuerdos:Era la tarde del día siguiente, Ramiro y Pandora no podían dejar de pensar en el baile del Festival y en el beso en el muelle viejo. Pero estaba Valeria en el medio y Pandora no accedería a nada con él hasta que terminara su situación.Llovía torrencialmente y se venía una gran tormenta.− ¿Estás segura que estarás bien sola en casa?− Sí Apolo, estaré genial, tu ve con Florencia, aprovecha que sus padres tampoco están, si llama mamá te cubro. –− Te amo hermanita – besó a Pandora en la frente y salió corriendoLa tormenta se intensificaba y el cielo empezaba a tronar. Ella estaba un poco asustada de quedarse sola en su casa, pero su hermano se merecía estar con su novia a solas, y para allí no podían venir, pues si lo
Ramiro – recuerdos:− ¡Por fin apareces!, me tenías preocupado –− Descuida papá –− A ver si llegamos tarde y te echan antes de comenzar, a la mierda tus sueños− Eso no iba a pasar, aunque me doliera irme de lo de Pandora, no dejaría de venir por nada del mundo –− ¡Así me gusta!, ahora ve y despídete de tu madre que está hecha polvo, parece que en lugar de ir a jugar futbol vas a la guerra –Tiré mi campera y la mochila en el asiento de atrás del coche y subí las escaleras del jardín corriendo para ir a despedirme de mi madre. La pobre estaba sentada en una silla del comedor llorando desconsoladamente.− Ma, ¡qué voy a jugar al futbol a la capital!, no me voy a otro planeta – obviamente se paró y me abrazó&m