RAVEN

Se para delante de mí y comienza a quitarse por encima de la cabeza el pulóver blanco que llevaba.

Su torso tatuado y musculoso, su abdomen definido, se muestran ante mis ojos que se lo comen con lujuria.

Con manos temblorosas le abro los botones del pantalón, acariciando la dura erección que muero por tener dentro de mi cuerpo.

Su enorme polla sale dando un respingo y él gime. Late excitada bajo mis dedos, resbalosa e hinchada.

La tomo y la masturbo suavemente, desde la base hasta la punta mojada, tragando en seco ante tal visión tan excitante.

Ni siquiera me da tiempo a nada más, cuando me vuelve a comer los labios en un beso asfixiante, acorralándome y siento como sus manos desesperadas levantan mi vestido y comienzan a bajarme las bragas que quedan tiradas a los pies de mis botines negros.

Agarra mis muslos y me ordena.

— Salta sobre mi cuerpo y abre las piernas.

Lo hago, me apoyo de sus hombros y salto a ahorcajada sobre su cintura mientras él me agarra fuerte por las na