VINCENTAcerca su frente y la pega a la mía.— Quiero hacerte el amor Amber Walker, hoy serás mi mujer y llevarás mi marca para siempre. Entrégame lo que me pertenece, lo que es mío y la Diosa creó solo para mí.Sus labios acarician los míos mientras me tienta y me derrito contra él.— ¿Y si soy yo ahora la que no quiero que me toques?— Entonces deberías disimularlo mejor, porque el dulce olor que desprende tu sexo, me está diciendo que esa crema está lista para ser comida por mi boca – lame mi boca y la chupa, mordisqueando con afilados caninos.Gimo desesperada por ser devorada, porque penetre su lengua y me bese profundo, pero él se detiene y me quedo esperando su beso.Abro los ojos en una rendija y lo veo observándome de cerca, con burla en sus ojos oscuros.— ¡Vincent! – le reclamo palmeando su pecho, avergonzada por haber sido pillada de pervertida.¿Cómo disimular lo mucho que me encanta este pelinegro? Eso es imposible para mí.— Ven, muéstrame ese sexy cuerpo que hoy llevar
AMBERNuestros cuerpos desnudos se deben ver increíbles nadando por las profundidades de la poceta, que se interna en las entrañas de la enorme montaña, a través de una cueva sumergida.Los rayos de luna se filtran por el agua creando un efecto visual hermoso y etéreo. La mano de Vincent nunca soltó la mía, mientras nadábamos hasta salir al otro lado, al interior oscuro y húmedo de una caverna subterránea.— Ven, te cargo para que no te vayas a herir los pies – me propone una vez que estamos afuera.Hay solo oscuridad a nuestro alrededor, pero podemos ver los detalles con nuestros ojos de lobos.— No, puedo ir caminando, estar tan cerca de ti, ahora mismo es muy peligroso— respondo sonriendo y volviendo a tomar su mano.— ¿Qué?, ¿tienes miedo de que te salte encima como un lobo feroz? – me pregunta y me asombro porque nunca lo había visto tan juguetón, tan relajado y sin fruncir el ceño como de costumbre.— No, mi amado Beta, tengo miedo de saltarte arriba yo a ti y violarte como una
VINCENTDejamos de besarnos profundamente y se separa para girarse.— ¿Así?— me pregunta con esa voz para pollas que sabe que me enloquece.— Pega tus piernas princesita – ordeno ronco en su oído mientras hundo mi nariz en su cabello rojo húmedo y olfateo profundamente su dulce olor.Mis caninos salen sin control a la vez que mordisqueo su hombro, la lamo y beso el lateral de su cuello.Mi mano va delante a toquetear y apretar sus grandes senos que me encantan, a pellizcar uno de sus rozados pezones que muero por meterme en la boca y chupar.Gime y empina las duras nalgas estimulando mi miembro.Esta hermosa mujer está hecha para pecar por cada centímetro de su lujurioso cuerpo.Agarro mi polla que late furiosa con venas a punto de reventar y la cuelo entre la suave piel de sus muslos pegados.— Mmm… joder qué rico… sshhh…Me recibe la resbalosa humedad de su tierno coño que destila todo su deseo y facilita la fricción entre nuestros genitales.No puedo evitar menear mis caderas en un
AMBERClavo las uñas en su fuerte espalda y lo abrazo.— Vincent… Mmm – gimo descontroladamente mientras la necesidad crece en mi interior.— Amber, no aguanto más nena, abre bien las piernas, te juro que dolerá solo un momento, mírame, mírame mi vida – susurra contra mis labios y siento su enorme polla palpitar en mi entrada.De repente tengo algo de miedo al dolor y me tenso, es tan grande, ¿siquiera cabrá eso dentro de mí?— Relájate pequeña, serás mía mi Alfa, al fin serás completa… mente … Sshhh aahhh… mía, joder nena, me matas Mmm Amber – gime tenso y excitado, a la vez que siento la invasión de su caliente eje, perforando, avanzando poco a poco.Las caderas de Vincent se mueven con suavidad, suda a raudales y aprieta los dientes, gruñendo contra mi cuello.Se nota cuando se está conteniendo.— Mmm – gimo de incomodidad, abro más las piernas para acomodarlo, siento como todo se expande en mi interior para recibir la virilidad de mi Beta.— Amber te amo … Mmm… te amo mi hembra… m
UNOS MESES DESPUÉS…NARRADORA— ¿En serio? Nunca se me hubiese ocurrido combinar esos dos hechizos, de verdad eres un genio – Aaron elogió a Aidan sin poderlo evitar.Ya no tenía nada más que enseñarle a este discípulo suyo de magia y el maestro, se convirtió en el alumno.— No me asombra, él no es un hombre al que se le ocurren muchas cosas nuevas – “lo cual agradece mi vieja cadera” pensó Dalila con sarcasmo. — Y entonces pequeña hechicera, ¿de lo único que hablan ustedes todo el día es de magia?Le preguntó en voz baja a Isabella, que se puso más roja que un tomate.Habían ido a saludar a sus mayores, a los maestros de hechicería del príncipe en el Santuario, pero esta viejita le hacía cada pregunta capciosa, que la tenía de puntillas sobre un campo minado.— No, no, hablamos de todo, Aidan y yo somos almas gemelas – le dijo saliéndose por la tangente y tomando la taza humeante de la mesita.— Mm así que almas gemelas ¿Cuándo piensan encargar un cachorro? Te puedo explicar cómo es
NARRADORA Estaban en una antecámara, ellos dos solos. — Tú eres la que estás demasiado hermosa y pensar que te van a estar mirando tantos machos, no me gusta. Cedrick le acarició la mejilla a su compañera. Pareciera broma, pero lo decía muy en serio. — Hoy es el día, mi amor, el día que siempre habías soñado – Raven le dijo emocionada — No solo lograste reunir las manadas del Reino, sino que te has convertido en el Rey de Reyes, unificando todos los Continentes descubiertos. — Lo logramos, lo logramos juntos, porque sin mi Centuria, nada de esto hubiese sido posible – Cedrick la abrazó con amor contra su pecho. Bajó su cabeza y olió ese dulce olor que lo enloqueció desde el primer segundo, el aroma a hogar y a felicidad. — El día que más he soñado en mi vida en realidad ya se cumplió hace mucho tiempo – susurró sin dejarla de estrecharla. Raven escuchaba el fuerte latido del corazón de su Alfa — Desde el día que regresaste a mí, que me perdonaste y cuidamos de nuestra fami
Raven Caminé por los pasillos de esta enorme mansión. Mis manos temblorosas y sudadas del nerviosismo. Mi cuerpo, aún cubierto de heridas, sobre todo las del abdomen, que casi se habían llevado mi vida. Iba camino a ver a mi salvador, al hombre que le debo el estar aquí hoy, pero sobre todo, el único hombre que me puede dar mi venganza y redención. Me hacen pasar a una enorme sala y al final, casi como si estuviese en un trono, lo veo sentado, revisando unos papeles sobre un enorme escritorio. Solo en su presencia me siento intimidada, él es un Alfa puro, pero yo, no soy cualquier cosa tampoco, ya no más, así que saco seguridad de mi interior y camino hacia el Alfa Walker. — Me dijeron que pedías una audiencia conmigo, que era muy importante— me dice con su profunda voz sin levantar la vista de lo que revisa. — Yo, tengo una propuesta que hacerle— suelto después de tragar y mi loba me está dando ánimos, a pesar de que la presión del Alfa, la mantiene en sumisión. — ¿Qué propu
Raven1 MES ANTES…Las lágrimas caían de mis ojos sin poderlo evitar, los nudillos blancos de tanto apretar el borde la sábana, tapando mi maltrecho cuerpo, mientras la vergüenza y el asco a mí misma, me invadían.— No sigas llorando como si te hubiese violado a la fuerza, que tú viniste por tus propios pies a meterte en mi cama. — Ya deja esa actitud de mártir, que me tienes un poco harto – lo escucho con su cínica voz, mientras se está poniendo la ropa al pie de la cama y me mira con esos ojos tan odiosos y despreciables. — Entonces… mi hermana… prometiste dejarla libre…— le digo suplicante limpiándome las lágrimas, que siguen cayendo y el nudo en mi garganta casi no me deja hablar.— Ya veremos después eso – me responde como si nada, cuando ya me había prometido que no la entregaría como ofrenda, si yo cedía finalmente a su acoso.— Después no, Alfa, me prometió que la sacaría de la selección, si yo…si yo, me entregaba a usted… ¿cómo puede faltar ahora a su palabra? – comienzo a