—¡Abran paso! Escucha Clara y se vuelve de inmediato hacia el sonido precipitado del lugar que maneja esta gente casi al instante. El caos vive en el hospital general porque los medios de comunicación ya han repartido la noticia por todo el mundo de que el presidente acaba de ser herido de gravedad. La camilla que pasa entre la gente hacia la sala de Emergencia es demasiada cruda en imagen como para que sea capaz de recuperar el aliento una vez más.Clara corre detrás de la camilla, y siente una vez más la desesperación por verlo lleno de sangre, vulnerable, al borde del precipicio. —¡Debe quedarse aquí!La detiene una enfermera cuando la camilla ya entra la sala de emergencias y Ryan desaparece. El pulso de Clara está más que acelerado, y baja la mirada hacia la enfermera.—Tiene que esperar —le dice otra vez la enfermera—. Permanezca aquí y espere.Cuando la enfermera la suelta lo único que nota es como desaparece detrás de la puerta. Clara se queda en su lugar, con una expresió
Incluso Julieta necesita un momento para respirar porque no puede ser capaz de ser Peter McGrey la persona que aparte de ella, lo ha escuchado todo.Clara permanece en su sitio mientras gestiona lo que está ocurriendo, y con sus ojos rojos y llenos de lágrimas queda enmudecida. —Clara, preciosa, que bien lo tenías guardado…—Cállate —lo interrumpe Clara de una vez por todas para lograr permanecer lo más cuerda posible—. Peter, no digas ni una palabra más.—¿Cómo quieres que no diga ni otra palabra más, preciosa? Esto hay que celebrarlo. Tengo otro sobrino. Creí que sólo Román era quien le daría un nieto a mis padres pero vaya, qué alegría en medio de éste caos, ¿No es así?De entre todas las personas en el mundo tuvo que ser Peter quien escuchara la verdad, quien…—¿Cómo crees que reaccionará Ryan al momento de saber que le has ocultado todo este tiempo que tuviste un hijo de él? —Peter inclina la cabeza, alzando las cejas. No ha parado de sonreír—. ¿Qué es lo que pensará cuando se e
El pesar que siente Clara en su pecho no es pasado por alto pero necesita mantener la compostura. Docenas de miradas recaen en ella como si fuese la única culpable de que Ryan esté postrado entre la vida y la muerte. —Clara, yo creo que… Román comienza despacio. Sus ojos poseen el mismo ámbar de Ryan y a diferencia de Peter, quien sonríe en el rincón como si disfrutara de éste show, son más cálidos. Romás siempre ha sido un hombre calmado y recatado y aún más cuando se enteró que tenía una hija. Es padre soltero y aunque los McGrey quisiera negarlo, no era algo que podían tapar con un dedo fácilmente y lo tenían mal visto. Román la mira muy diferente a como todos, casi como si le estuviera pidiendole con calma. —Es mejor que te vayas…—termina por decir. Sus manos aún están bañadas en sangre al igual que su camisa blanca con la mancha seca que deja a entender lo que a Virginia le da rabia: estaba junto a Ryan. —Vete —Virginia vuelve a pronunciar—. Vete o- —¿O qué? —una voz mist
Con cada segundo lejos del hospital, en su carro que Jasmine decidió manejar por ella, es un tormento que al parecer rondará en su vida quizás hasta que pueda saber algo de Ryan y de su estado.Clara tiene una mano en la frente mientras siente el viento de la carretera entrando por la ventana y Jasmine con expresión preocupada no deja de verla ni un momento.—Hermana —la llama—, hermana, Dios, me preocupas. ¿Cómo estás? Lamento tanto no buscarte antes pero es que papá y mamá…—No te preocupes, linda —Clara se gira para demostrarle una pequeña sonrisa y busca su mano—, es más, te digo que fue muy arriesgado de tu parte aparecerte de esa manera frente a los McGrey. Odian a nuestra familia y aunque eres la única que me importa, no quiero que estés alrededor de ellos.—¿Y dejarte ahí sin más? —Jasmine refuta de una vez—, estás loca. Nunca haría eso. ¡Es que no soporto ver cómo te tratan! ¡Y odio más que nuestros padres no hagan nada…! —Jasmine aprieta las manos en el volante con rabia—. H
Las exclamaciones de Liam para que su madre lo tome entre sus brazos es lo único que puede sacar a Clara del ensueño. Deja las manos de Ronalda con lentitud y se dirige hacia Liam.Jasmine le entrega a su hijo con pesar y una vez observa a Clara con su hijo, se toma de las manos con pesadumbre mientras se acerca a Ronalda, que sólo había un par de veces hace muchos años atrás.Clara toma a Liam entre sus brazos con una fuerza ligera, cierra los ojos y coloca los labios en el cabello negro de su hijo al igual que el suyo para besar su frente. Y cuando los abre, un par de lágrimas se quedan estancadas en ese lugar.—¿Cómo que está desaparecido…? —se le va el aire—. ¿Cómo que Martín está desaparecido…?—Acaban de llamar de la empresa de Martín, Clara. Dicen que desde ayer no apareció en la reunión y creyeron que sólo se había tardado. Pero hoy tampoco apareció —Ronalda se abrazó a sí misma mirando hacia el suelo—. Y no tiene rastros de él…ya yo llamé a la policía. Vendrán aquí en unos
Clara siente un alivio cuando ve ese mensaje y se apresura a ponerse los tacones de plataforma y agarra la primera gabardina que observa. Cuando está a punto de salir, Liam remueve sus ojos y se sienta en la cama. —¿Mami? —pregunta el niño—. ¿Mami, a dónde vas? Clara se detiene abruptamente y se voltea a verlo. —Mi cielo, mami tiene que salir ahora y… —¿Te vas, mami? —Liam pregunta casi con tristeza—. No, mami, no me dejes solo. —Mi amor, te prometo que volveré… —No quiero que me dejes solo —Liam gatea hasta bajar de la cama y descalzo corre hacia las piernas de su madre para abrazarla y se oculta entre ellas. Clara palidece con preocupación—, por favor, mami… Y el primer sollozo sale de Liam y lo único que hace Clara es tomarlo entre sus brazos y besarlo. —No, mi amor. Tranquilo. Está bien, está bien. Mamá te llevará con ella, no te dejará solo. Pero por favor no llores —lo abraza y se apresura a buscar sus zapatos para colocarselos—. Ya, bebé, mamá está aquí. —No quiero que
Acelera con fuerza. Sus ojos no observan nada salvo la oscuridad que todavía recae en la ciudad y dentro de poco amanecerá así que Clara tiene el deber de buscar un lugar seguro. Sin Ryan, sin Martín, y cayendo en esta trampa que hace de su sentencia algo que debe tener en cuenta. Aprieta las manos en el volante y mira hacia su lado frunciendo el ceño. Su expresión se suaviza una vez observa a los dos pequeños en el lugar cerca el uno con el otro, abrazados y mirando con atención a las afueras. Clara traga saliva con fuerza y vuelve a poner la mirada en la carretera. Ve detrás en el retrovisor. Toma un suspiro. Tiene que buscar ayuda. Su única intención es proteger a estos niños y mantenerlos en un lugar seguro y resguardado, ¿Pero en qué lugar ahora? ¿Una estación de policía? ¿Y qué tan segura está de que si la ayudarán? —¿Mamá? —llama Liam sin dejar de abrazar a Naia—. ¿Papi vendrá con nosotros? Clara observa el alrededor con fijeza ya que los nuevos edificios del centro
Dos cuadras más arriba pese a ser una ciudad grande podrá encontrar el edificio del congreso.Ya no corre sino trota con su pequeño hijo, que sigue a su madre en cualquier paso que dé y se le ocurra, pero aún así está ensimismado en caminar y mirar atento al alrededor. Quien no quiere despegarse de ella es Naia, adherida a sus brazos como si nunca quisiera irse de ellos, y Clara la sostiene cada vez que sus tacones palmean el pavimento con fuerza y le hacen una idea de que jamás en la vida usará otros tacones. Si estuviera sola podía correr lo mucho que quisiera e incluso no le importaría enfrentarse a esos rufianes porque sería la única manera de saber quién estaba detrás de esto, y no estaba todavía en sus cabales para pensar que no estaría haciéndolo bien. Pero tenía a dos niños y debía actuar con cautela. Tiene que dejarlos en un lugar seguro. Clara se detiene para tomar aire mientra la gente a su alrededor se detiene a verla pero no dicen nada ni preguntan su situación.Quiere