Tres meses después
Después de unas cuantas horas en el avión, al fin llegábamos a Liverpool. Durante la trayectoria le estuve mostrando a Harry lo que había hecho con el álbum, las fotos que añadí desde que lo acosaba hasta ahora. Estaba impresionado, a él también le encantó el álbum y remomorar todo cuanto habíamos vivido lo hacía mejor.Me sentía de nuevo en casa, cerré los ojos y aspiré profundo el aire. — Lo echabas de menos— dijo Harry que estaba a mi lado, lo miré con una sonrisa que lo decía todo.— Muchísimo — confesé.— Y aquí está mi querida hermanita la glotona— escuché detrás de mí, en seguida me di la vuelta para encontrarme con Nicolás que tenía los brazos abiertos esperándome.Me lancé a ellos y lo abracé llena de alegría. Me alzó y me dio vueltas durante un rato en el aire hasta que al fin me soltó, estábamos felices de volver a vernos.— No tienes ni idea de cuánto me alegra volver a verte— volví a abrazarlo de nuevo emocioJessica es una chica que ha tenido una infancia dificil. Por suerte conoció a sus hermanos que decidieron ofrecerle el amor que tanto necesitó y se olvidó de que existía otro amor distinto. Cuando viaja a vivir con su mejor amiga, descubre que ésta le ha apuntado a unas clases de cocina a las que tiene que asistir a regañadientes, pero gracias a eso conoce a uno de los patrocinadores de la escuela y enseguida se enamora inesplicablemente de él. Sin embargo, cuando fracasa en su intento de conquistarlo, decide acosarlo sin imaginarse que aquello acabaría cobrándola una enorme factura de la que no podrá librarse. Sean bienvenidos a la tercera entrega de la saga #Hermanos Harris. No es necesario leer los dos primeros libros para estar al día de este nuevo, sin embargo se los recomiendo. Gracias por estar aquí, espero les guste. #Hermanos Harris Libro I: Enamorada de un misógino. (Da
Me bajé del avión con mi maleta y mi bolso en mano, estaba llegando a la ciudad, una nueva ciudad para mí y una nueva vida y distinta para mí; estaba convencida de que todo iría bien, iba a vivir con mi mejor amiga de la infancia y juntas vivíamos siempre cosas divertidas, aunque no siempre tuviéramos buena suerte, siempre podíamos superarlo.Arrastré enérgicamente mi maleta por el gran aeropuerto para dirigirme a la salida. Fuera empezaba a oscurecer, el viento soplaba amigablemente y me hacía sentirme en casa. Conseguí un taxi que pronto me llevó a la dirección que le di. Mientras iba de camino saqué mi móvil del bolso y le marqué a Allison, contestó con el segundo repique.—¡Hola amor! —escuché su voz —Dime que has llegado ya.—¡Así es! No sabes cuántas ganas tengo de abrazarte, ahora me estoy dirigiendo a la casa por eso te llamo.—¡Ay cariño! Yo también quiero verte, pero ahora no estoy en casa. No obstante te dejé la llave bajo una planta, la encontrarás y abrirás
Me desperté por el aroma de algo rico. Me levanté de la cama, me puse las chancletas y me acerqué a la cocina a ver qué preparaba Allison.—¡Buenos días! —Me saludó sonriente con el delantal puesto mientras vertía la masa de harina en la satén.—Buenos días —contesté mientras me frotaba los ojos. —¿Es que nunca descansas? —Me senté en el taburete frente a la encimera que había.—Quería hacerte el desayuno.Colocó frente a mí un plato de creps con miel y me sirvió un vaso de zumo de frutas.—Me mimas demasiado y después te sorprende que no quiera tocar el fuego.—Cuando aprendas a cocinar, haremos turnos.—¿Podrías sacrificarte?—Claro, aunque las dos sabemos que yo cocinaré más.—Eres un sol —suspiré obsevandola mientras me llevaba el vaso de zumo a la boca —¿quién será el afortunado que se case contigo?—Sigo esperando a mi príncipe azul— Me reí.—Lo sé, pero no existen.—Existen, pero son difíciles de encontrar—se s
Estaba en mi cuarto poniéndome el vestido después de pasarme una hora y media arreglándome el pelo con la ayuda de Alli.Ella había regresado a su cuarto a arreglarse también. Me puse un vestido discreto pero elegante.Era precioso y estaba pareciéndome a mi amiga. Me puse unos tacones negros al igual que mi bolsita donde guarde mi móvil y salí del cuarto.Allison estaba esperándome en el salón jugando con su móvil, ya suponía que se vería mucho más elegante que yo.—¡Wau! —se me quedó mirando —Estás hermosa, si tan solo te vistiera así siempre.—No te ilusiones tanto, haces que parezca que me visto fatal.—No, te vistes muy bien solo con un estilo diferente e informal.Salimos de la casa y conseguimos un taxi que en diez minutos nos condujo a nuestro destino.Cuando nos bajamos del taxi me quedé observando el lugar al que teníamos que entrar, teníamos que subir unos cuantos escalones para llegar a la entrada. Allison me alcanzó y me tomó del brazo.
Allison me alcanzó, suponía que estaría preocupada.—Jess ¿qué haces aquí sentada? Puedes ensuciarte. —Me obligó a ponerme en pie. —¿Estás bien? ¿Quieres que regresemos a casa?—No, no, estoy bien, no me pasa nada.—¿Segura?—Sí, segura.—Y ¿qué haces con esa chaqueta? — preguntó mientras regresábamos al salón.—Estaba buscando al dueño, se ha ido.—¿No será el hombre con quien te vi hablar en la barra?—Ese mismo—me había visto. — ¿Sabes quién es?—No, sabes que no ¿Te interesa?—¿Que si me interesa? —Me puse a la defensiva —Dijiste que debíamos conocer a gente interesante, solo estaba haciendo eso.—Está bien, no sabía que te lo tomarías en serio, nunca tomas mis palabras muy en serio.—Pues deberías estar feliz por que ahora lo haga ¿No crees?—Tienes razón, preguntemos a Matt, seguro que sabe quién es.Nos acercamos a él, estaba de pie charlando con un hombre cuando nos vio se le alumbró la cara y se acercó a nosotras.—Pensé qu
Me observé en la puerta de cristal que había en la tintorería mientras esperaba a que me trajeran la chaqueta.Lo había llamado anoche y habíamos quedado en una cafetería que le indiqué, no fue fácil, pero me armé de valor y lo hice, no iba a hacerme ningún daño intentarlo. Me aseguré de que estaba bien arreglada y me veía bien; estaba nerviosa sí, pero eso no iba a impedir que volviera a ver.—Señorita, aquí tiene su chaqueta— me giré para ver a ese hombre que me devolvía la chaqueta bien lavada y planchada envuelta en un plástico. La tomé en mis brazos.—Muchas gracias.Salí a la calle después de pagar lo que debía, el día era perfecto. Solo tenía que caminar unas cuantas calles para llegar a mi destino, la cafetería donde habíamos quedado no se encontraba muy lejos. Miré la hora en mi celular, tenía un par de minutos. Caminé lo más rápido que pude procurando no despeinarme. Divisé el lugar cuando me encontraba cerca, era de cristal por lo que se podía ver todo lo q
—Solo dame una razón por la que no podemos alquilar un auto y quizás abandone la idea. —le estaba exigiendo a Allison.La había arrastrado hasta el puesto de alquiler de autos y durante la trayectoria no había parado de decir que no le parecía buena la idea sin darme una razón.—Pronto comenzaremos las clases de cocina. —me dijo como si eso solucionara alguna duda.—Me sorprende que no entiendas que me estas dando la razón.—Estaba pensando en que si no teníamos coche, tal vez Matt se ofrecería a estar llevándonos a casa.Me sorprendió su respuesta, la miré y estaba aparentemente ruborizada, no me miraba a los ojos y entonces lo entendí todo y la comprendí.—¿De verdad te gusta tanto? —dije tomándole del hombro.—¿Es tan obvio? —sonrió con desgana —Parezco tonta.—No está mal, creo que te haría bien. Nunca te había visto antes así, eso es muy nuevo.La abracé.Nos quedamos a sentarnos en una heladería cercana, ya que habíamos llegado hasta a
Su coche se detuvo y yo le dije al taxista que se detuviera también. Le pagué y me bajé del coche.Seguí a distancia a Harry que llevaba a su perro de la correa al parque. Me compré un gorro que vendían por allí para que no me descubrieran. Parecía toda una espía, solo me faltaban las gafas oscuras y una peluca, pero sería aún más exagerado de mi parte.Los vi caminar por el parque hasta detenerse en el campo con césped. Le dio algo para que jugara mientras lo observaba agachado. No pude evitar coger mi cámara y sacarles fotografías.Unas chicas se acercaron a hablarle mientras intentaban tocar al perro, en cambio parecía no agradarle, las gruñia; será que no le gustaba desconocidos.Le sonó el móvil y se levantó para contestar. Tenía una buena compostura, era muy atractivo y parecía simpático. Ojalá pudiera acercarme y hablarle, pero ya me conocía y que nos viéramos dos veces en un solo día y en menos de cuatro horas sería muy sospechoso sobre todo después de lo o