Me bajé del avión con mi maleta y mi bolso en mano, estaba llegando a la ciudad, una nueva ciudad para mí y una nueva vida y distinta para mí; estaba convencida de que todo iría bien, iba a vivir con mi mejor amiga de la infancia y juntas vivíamos siempre cosas divertidas, aunque no siempre tuviéramos buena suerte, siempre podíamos superarlo.
Arrastré enérgicamente mi maleta por el gran aeropuerto para dirigirme a la salida. Fuera empezaba a oscurecer, el viento soplaba amigablemente y me hacía sentirme en casa. Conseguí un taxi que pronto me llevó a la dirección que le di. Mientras iba de camino saqué mi móvil del bolso y le marqué a Allison, contestó con el segundo repique.—¡Hola amor! —escuché su voz —Dime que has llegado ya.—¡Así es! No sabes cuántas ganas tengo de abrazarte, ahora me estoy dirigiendo a la casa por eso te llamo.—¡Ay cariño! Yo también quiero verte, pero ahora no estoy en casa. No obstante te dejé la llave bajo una planta, la encontrarás y abrirás la puerta. Yo llegaré un poquito más tarde y luego nos vemos ¿te parece bien? —suspiré. —De acuerdo, me encuentras en la casa, pero no tardes demasiado.—No te preocupes, pronto estaré contigo, te quiero.—Y yo a ti.Finalizamos la llamada. Me bajé del taxi y siguiendo la instrucción de Allison abrí la puerta de la casa, no era muy grande, pero era perfecta para las dos, tenía una preciosa cocina que estaba unida al salón. Encontré el cuarto libre y me metí en él. Me senté sobre la cama para descansar un ratito, el viaje había sido intenso.Abrí la maleta y saqué una ropa cómoda con la que pasar la noche, ya me encargaría mañana de deshacer la maleta y organizarlo todo.Me fui al salón y abrí el frigorífico, ya sabía que no estaría vacío, a Jessica le encantaba tenerlo siempre lleno, le encantaba cocinar y siempre estaba siguiendo alguna receta ya sea por Internet o por uno de sus incontables libros de cocina que tenía, no sé cómo lo hacía.
Saqué unas patatas fritas y una coca cola, me senté en el sofá y prendí la televisión, se estaba mostrando concurso de magia. Me acomodé en el sofá mientras comía las patatas y esperaba a Allison.Nunca entenderé cómo funcionaba la magia por más que me revelen los trucos siempre acaba impresionándome.Escuché cómo se abría la cerradura de la puerta y supe que era mi amiga, sonreí contenta.Dejé las patatas sobre la mesa y me dirigí a la puerta. Ésta se abrió y apareció frente a mi ella, no perdí más tiempo y me lancé a sus brazos emocionada. Nos abrazamos, nos reímos. Nos sentamos en el sofá y nos contamos nuestras vidas sin la otra. Era todo emociones hasta que se le ocurrió estropearlo cuando me dijo toda sonriente.—¡Me alegra que hayas llegado a tiempo para que comencemos juntas las clases de cocina! —en serio, oírla decir eso apagó de golpe toda la magia que estaba disfrutando.—¿Que qué? —la miré incrédula, pero seguía con su sonrisa en los labios.Sacó de su bolso unos documentos y me los entregó. —Hice la matrícula para las dos esta tarde ¡comenzamos dentro de poco! ¿no te parece genial?Me la quedé mirando durante un rato preguntándome cómo es que podía creer que a mí me parecía genial, no se me daba bien la cocina y ella lo sabía. —No, no me parece genial, para nada ¿por qué no me avisaste primero? —Quería que fuera una sorpresa Jess, que hiciéramos algo juntas.—Entonces podrías habernos apuntado a una clase de fotografía ¿no hay de esos aquí? Es lo que por lo menos se hacer.—Tú lo has dicho, sabes hacerlo, no creo que pierdas nada aprendiendo hacer algo que no sabes.—Pierdo muchas cosas, como por ejemplo mi precioso tiempo, y mis ganas de vivir.—¿No crees que estás exagerando un poco? Solo es cocina, lo pasaremos bien, hazlo por mí por favor —hizo pucheros. Me rendi, era tan dulce que cada vez que intentaba contradecirla yo acababa perdiendo.—Está bien, de acuerdo, pero si al final no me convence, lo dejaré, estás advertida.—Gracias amiga, mientras lo intentes me vale—me dio otro abrazo.—Ven, siéntate conmigo y sigamos este programa.Nos sentamos pegadas y juntas. comimos patatas fritas mientras observabamos la tele y comentábamos lo que veíamos. —Ah, por cierto. Mañana se celebrara una fiesta de inauguración del centro y vendrá gente muy importante.—¿Eso significa que debemos participar?—Por supuesto, nos vendría bien conocer gente de alta sociedad—nos reímos. —Todo por ti.Cuando se hizo tarde nos despedimos y cada una se metió en su cuarto. Mañana comenzaría mi vida en este nuevo lugar y por primera vez sería con ella, alguien super importante de mi vida.
Me desperté por el aroma de algo rico. Me levanté de la cama, me puse las chancletas y me acerqué a la cocina a ver qué preparaba Allison.—¡Buenos días! —Me saludó sonriente con el delantal puesto mientras vertía la masa de harina en la satén.—Buenos días —contesté mientras me frotaba los ojos. —¿Es que nunca descansas? —Me senté en el taburete frente a la encimera que había.—Quería hacerte el desayuno.Colocó frente a mí un plato de creps con miel y me sirvió un vaso de zumo de frutas.—Me mimas demasiado y después te sorprende que no quiera tocar el fuego.—Cuando aprendas a cocinar, haremos turnos.—¿Podrías sacrificarte?—Claro, aunque las dos sabemos que yo cocinaré más.—Eres un sol —suspiré obsevandola mientras me llevaba el vaso de zumo a la boca —¿quién será el afortunado que se case contigo?—Sigo esperando a mi príncipe azul— Me reí.—Lo sé, pero no existen.—Existen, pero son difíciles de encontrar—se s
Estaba en mi cuarto poniéndome el vestido después de pasarme una hora y media arreglándome el pelo con la ayuda de Alli.Ella había regresado a su cuarto a arreglarse también. Me puse un vestido discreto pero elegante.Era precioso y estaba pareciéndome a mi amiga. Me puse unos tacones negros al igual que mi bolsita donde guarde mi móvil y salí del cuarto.Allison estaba esperándome en el salón jugando con su móvil, ya suponía que se vería mucho más elegante que yo.—¡Wau! —se me quedó mirando —Estás hermosa, si tan solo te vistiera así siempre.—No te ilusiones tanto, haces que parezca que me visto fatal.—No, te vistes muy bien solo con un estilo diferente e informal.Salimos de la casa y conseguimos un taxi que en diez minutos nos condujo a nuestro destino.Cuando nos bajamos del taxi me quedé observando el lugar al que teníamos que entrar, teníamos que subir unos cuantos escalones para llegar a la entrada. Allison me alcanzó y me tomó del brazo.
Allison me alcanzó, suponía que estaría preocupada.—Jess ¿qué haces aquí sentada? Puedes ensuciarte. —Me obligó a ponerme en pie. —¿Estás bien? ¿Quieres que regresemos a casa?—No, no, estoy bien, no me pasa nada.—¿Segura?—Sí, segura.—Y ¿qué haces con esa chaqueta? — preguntó mientras regresábamos al salón.—Estaba buscando al dueño, se ha ido.—¿No será el hombre con quien te vi hablar en la barra?—Ese mismo—me había visto. — ¿Sabes quién es?—No, sabes que no ¿Te interesa?—¿Que si me interesa? —Me puse a la defensiva —Dijiste que debíamos conocer a gente interesante, solo estaba haciendo eso.—Está bien, no sabía que te lo tomarías en serio, nunca tomas mis palabras muy en serio.—Pues deberías estar feliz por que ahora lo haga ¿No crees?—Tienes razón, preguntemos a Matt, seguro que sabe quién es.Nos acercamos a él, estaba de pie charlando con un hombre cuando nos vio se le alumbró la cara y se acercó a nosotras.—Pensé qu
Me observé en la puerta de cristal que había en la tintorería mientras esperaba a que me trajeran la chaqueta.Lo había llamado anoche y habíamos quedado en una cafetería que le indiqué, no fue fácil, pero me armé de valor y lo hice, no iba a hacerme ningún daño intentarlo. Me aseguré de que estaba bien arreglada y me veía bien; estaba nerviosa sí, pero eso no iba a impedir que volviera a ver.—Señorita, aquí tiene su chaqueta— me giré para ver a ese hombre que me devolvía la chaqueta bien lavada y planchada envuelta en un plástico. La tomé en mis brazos.—Muchas gracias.Salí a la calle después de pagar lo que debía, el día era perfecto. Solo tenía que caminar unas cuantas calles para llegar a mi destino, la cafetería donde habíamos quedado no se encontraba muy lejos. Miré la hora en mi celular, tenía un par de minutos. Caminé lo más rápido que pude procurando no despeinarme. Divisé el lugar cuando me encontraba cerca, era de cristal por lo que se podía ver todo lo q
—Solo dame una razón por la que no podemos alquilar un auto y quizás abandone la idea. —le estaba exigiendo a Allison.La había arrastrado hasta el puesto de alquiler de autos y durante la trayectoria no había parado de decir que no le parecía buena la idea sin darme una razón.—Pronto comenzaremos las clases de cocina. —me dijo como si eso solucionara alguna duda.—Me sorprende que no entiendas que me estas dando la razón.—Estaba pensando en que si no teníamos coche, tal vez Matt se ofrecería a estar llevándonos a casa.Me sorprendió su respuesta, la miré y estaba aparentemente ruborizada, no me miraba a los ojos y entonces lo entendí todo y la comprendí.—¿De verdad te gusta tanto? —dije tomándole del hombro.—¿Es tan obvio? —sonrió con desgana —Parezco tonta.—No está mal, creo que te haría bien. Nunca te había visto antes así, eso es muy nuevo.La abracé.Nos quedamos a sentarnos en una heladería cercana, ya que habíamos llegado hasta a
Su coche se detuvo y yo le dije al taxista que se detuviera también. Le pagué y me bajé del coche.Seguí a distancia a Harry que llevaba a su perro de la correa al parque. Me compré un gorro que vendían por allí para que no me descubrieran. Parecía toda una espía, solo me faltaban las gafas oscuras y una peluca, pero sería aún más exagerado de mi parte.Los vi caminar por el parque hasta detenerse en el campo con césped. Le dio algo para que jugara mientras lo observaba agachado. No pude evitar coger mi cámara y sacarles fotografías.Unas chicas se acercaron a hablarle mientras intentaban tocar al perro, en cambio parecía no agradarle, las gruñia; será que no le gustaba desconocidos.Le sonó el móvil y se levantó para contestar. Tenía una buena compostura, era muy atractivo y parecía simpático. Ojalá pudiera acercarme y hablarle, pero ya me conocía y que nos viéramos dos veces en un solo día y en menos de cuatro horas sería muy sospechoso sobre todo después de lo o
—Te has enfadado. —le dije a Allison que estaba recogiendo la mesa.—Para nada, simplemente he decidido ser un poquito más realista. Está claro que él nunca se fijará en mí, debo dejarlo estar y seguir con mi vida.—Sabes que yo nunca me fijaría en él si es que te gusta. —se detuvo un rato, suspiró y me miró.—Tampoco lo harías aunque no, estás obsesionada.—Intentaré ignorar eso último. Entonces ¿cuál es el problema?—No lo hago por ti. Simplemente quiero dejar de sentirme así. Y lo conseguiré si dejo de intentar inútilmente que se fije en mí. — continuó con lo que hacía.—¡Has comprado un coche! Lo has tomado en serio.—En algún momento tenía que hacerlo ¿por qué importa tanto que sea ahora? Ya pagaré el resto con el tiempo. —suspiré e intenté relajarme.—¿No te has parado a pensar que quizás solo necesita más tiempo? — sonrió irónicamente.—No lo tomes a mal, pero no creo que haya necesitado tiempo para fijarse en ti.—Que no siente na
Había amanecido. Abrí los ojos y suspiré recordando lo que me deparaba el día. Allison solo había tocado a mi puerta una vez y se había alejado, no estaba segura de si seguía enfadada o no; ya se la pasaría cuando quisiera, no iba a preguntárselo. Los problemas entre nosotras se resolvían cuanto menos hablábamos.Me levanté de la cama, miré mi computadora que se encontraba sobre ella y pensé en lo último que le había escrito a Harry, tenía miedo de abrirla y ver que no me había contestado todavía.Entré en el cuarto de baño, me cepillé los dientes y me di una ducha tranquila. Me até a la toalla y regresé a mi cuarto. Me miré al espejo y me desanimó que tenía que lidiar con mi pelo, no podía pedirle ayuda a Allison por la situación de anoche.Cogí el secador y me dispuse a secarme el pelo. Desde el espejo pude ver mi computadora, maldije y me acerqué a la cama para abrirla. Me senté y la abrí. Para mi sorpresa sí había un correo de Harry, sonreí antes de abrirlo. Lo