Me observé en la puerta de cristal que había en la tintorería mientras esperaba a que me trajeran la chaqueta.
Lo había llamado anoche y habíamos quedado en una cafetería que le indiqué, no fue fácil, pero me armé de valor y lo hice, no iba a hacerme ningún daño intentarlo. Me aseguré de que estaba bien arreglada y me veía bien; estaba nerviosa sí, pero eso no iba a impedir que volviera a ver.—Señorita, aquí tiene su chaqueta— me giré para ver a ese hombre que me devolvía la chaqueta bien lavada y planchada envuelta en un plástico. La tomé en mis brazos.—Muchas gracias.Salí a la calle después de pagar lo que debía, el día era perfecto. Solo tenía que caminar unas cuantas calles para llegar a mi destino, la cafetería donde habíamos quedado no se encontraba muy lejos. Miré la hora en mi celular, tenía un par de minutos. Caminé lo más rápido que pude procurando no despeinarme. Divisé el lugar cuando me encontraba cerca, era de cristal por lo que se podía ver todo lo que ocurría dentro y definitivamente él había venido, no me había mentido y había sido puntual, se encontraba sentado justo junto a la ventana de cristal, estaba tomando te. Suspiré y me distraje observándolo, se veía tan distinto a todos los que conocía. Deseaba saber qué tenía tanto de especial que me había cautivado a la primera.
Saqué mi cámara y no perdí tiempo, le saqué unas cuantas fotos aunque sólo se le veía de lado, igual se veían perfectas, algún día podré quitarle una de frente.Observé que le echaba un vistazo al reloj de su manoy me di cuenta de que había pasado más de la hora. Guardé la cámara y me acerqué al lugar. Entré, estaba de espaldas así que procuré relajarme antes de acercarme a él.—Buenos días. —Lo saludé al ponerme frente a él. Se levantó y me dio la mano.—Buenos días. —Perdone el retraso. —Me disculpé.—No importa —me ofreció que me sentará y se sentó después. —¿Pido que le traigan algo?—No es necesario, estoy bien así, gracias. Le traje su chaqueta.—Cierto, hablamos de ello ayer. —Se lo ofrecí. —La llevó a la tintorería.—Así es.—No tenía que molestarse tanto, con devolverla bastaba.—No ha sido ninguna molestia. —la verdad es que desde que entré no había despejado ni en un solo segundo mi mirada de él.Observaba sus gestos, su ligera sonrisa y su forma de tratarme, era encantador. Posó su mirada en mí.
—Siento de verdad lo ocurrido en la fiesta.—Lo sé, ya me lo dijo. No tiene por qué recordarlo, está todo olvidado. Al fin y al cabo yo también tuve la culpa por sorprenderlo de aquella manera.—Entonces, ¿todo resuelto? —Asentí. — Estupendo —volvió a mirar su reloj. —Siento tener que irme pero el deber me llama.—Ah claro, arquitecto.—¿Perdona? —Me miró confuso.—La tarjeta de su chaqueta donde encontré su contacto ponía que es arquitecto.—Exacto.—En ese caso, espero que tenga un buen día. —Me puse de pie y él hizo lo mismo.—Muchas gracias. —me tendió la mano y yo la acepté —Ha sido un placer volver a verla. —Yo digo lo mismo.—Tengo que irme. —Repitió. —Por supuesto.—¿Me suelta la mano por favor? Observé nuestras manos unidas, ni cuenta me había dado de que seguía sacudiéndole la mano, lo solté de golpe.—Lo siento mucho, no me había dado cuenta. —Me ruboricé avergonzada.—No pasa nada.Nos despedimos por última vez y lo vi salir por la puerta. Quise gritar de la rabia, cómo se me había ocurrido parecer una tonta, ¿qué estaría pensando ahora de mí? Esperaba no haberlo asustado.Me senté de nuevo y me llevé las manos a la cara.—¿Va a tomar algo señorita? -alcé la mirada para ver al joven uniformado que me hablaba.—De acuerdo, tráigame un capuchino y unos gofres.—En seguida se lo traigo.Observé cómo se alejaba. Saqué de nuevo mi cámara y me dispuse a observar las fotos que había sacado hacía unos minutos. Me relajaron un poco sacándome una sonrisa.—Aquí tiene—había regresado el camarero con mi pedido.—Muchas gracias.Guardé de nuevo la cámara y me puse a tomar mi desayuno.Cuando acabé pagué la cuenta y salí de aquel lugar. En g****e había visto su dirección ¿qué pasaría si me acercara a ver cómo vivía y qué cosas hacía cuando estaba solo? Quería saberlo todo de él, pero no quería asustarlo, por lo tanto procuraría que no se entere de que lo espio. Pero primero tendría que alquilar un coche, así me resultaría un poco más fácil.
—Solo dame una razón por la que no podemos alquilar un auto y quizás abandone la idea. —le estaba exigiendo a Allison.La había arrastrado hasta el puesto de alquiler de autos y durante la trayectoria no había parado de decir que no le parecía buena la idea sin darme una razón.—Pronto comenzaremos las clases de cocina. —me dijo como si eso solucionara alguna duda.—Me sorprende que no entiendas que me estas dando la razón.—Estaba pensando en que si no teníamos coche, tal vez Matt se ofrecería a estar llevándonos a casa.Me sorprendió su respuesta, la miré y estaba aparentemente ruborizada, no me miraba a los ojos y entonces lo entendí todo y la comprendí.—¿De verdad te gusta tanto? —dije tomándole del hombro.—¿Es tan obvio? —sonrió con desgana —Parezco tonta.—No está mal, creo que te haría bien. Nunca te había visto antes así, eso es muy nuevo.La abracé.Nos quedamos a sentarnos en una heladería cercana, ya que habíamos llegado hasta a
Su coche se detuvo y yo le dije al taxista que se detuviera también. Le pagué y me bajé del coche.Seguí a distancia a Harry que llevaba a su perro de la correa al parque. Me compré un gorro que vendían por allí para que no me descubrieran. Parecía toda una espía, solo me faltaban las gafas oscuras y una peluca, pero sería aún más exagerado de mi parte.Los vi caminar por el parque hasta detenerse en el campo con césped. Le dio algo para que jugara mientras lo observaba agachado. No pude evitar coger mi cámara y sacarles fotografías.Unas chicas se acercaron a hablarle mientras intentaban tocar al perro, en cambio parecía no agradarle, las gruñia; será que no le gustaba desconocidos.Le sonó el móvil y se levantó para contestar. Tenía una buena compostura, era muy atractivo y parecía simpático. Ojalá pudiera acercarme y hablarle, pero ya me conocía y que nos viéramos dos veces en un solo día y en menos de cuatro horas sería muy sospechoso sobre todo después de lo o
—Te has enfadado. —le dije a Allison que estaba recogiendo la mesa.—Para nada, simplemente he decidido ser un poquito más realista. Está claro que él nunca se fijará en mí, debo dejarlo estar y seguir con mi vida.—Sabes que yo nunca me fijaría en él si es que te gusta. —se detuvo un rato, suspiró y me miró.—Tampoco lo harías aunque no, estás obsesionada.—Intentaré ignorar eso último. Entonces ¿cuál es el problema?—No lo hago por ti. Simplemente quiero dejar de sentirme así. Y lo conseguiré si dejo de intentar inútilmente que se fije en mí. — continuó con lo que hacía.—¡Has comprado un coche! Lo has tomado en serio.—En algún momento tenía que hacerlo ¿por qué importa tanto que sea ahora? Ya pagaré el resto con el tiempo. —suspiré e intenté relajarme.—¿No te has parado a pensar que quizás solo necesita más tiempo? — sonrió irónicamente.—No lo tomes a mal, pero no creo que haya necesitado tiempo para fijarse en ti.—Que no siente na
Había amanecido. Abrí los ojos y suspiré recordando lo que me deparaba el día. Allison solo había tocado a mi puerta una vez y se había alejado, no estaba segura de si seguía enfadada o no; ya se la pasaría cuando quisiera, no iba a preguntárselo. Los problemas entre nosotras se resolvían cuanto menos hablábamos.Me levanté de la cama, miré mi computadora que se encontraba sobre ella y pensé en lo último que le había escrito a Harry, tenía miedo de abrirla y ver que no me había contestado todavía.Entré en el cuarto de baño, me cepillé los dientes y me di una ducha tranquila. Me até a la toalla y regresé a mi cuarto. Me miré al espejo y me desanimó que tenía que lidiar con mi pelo, no podía pedirle ayuda a Allison por la situación de anoche.Cogí el secador y me dispuse a secarme el pelo. Desde el espejo pude ver mi computadora, maldije y me acerqué a la cama para abrirla. Me senté y la abrí. Para mi sorpresa sí había un correo de Harry, sonreí antes de abrirlo. Lo
Habíamos terminado la clase. Allison estaba cambiándose las zapatillas para volver a poner sus tacones, ya lo había dicho, muy ella. Habían dos compañeras charlando con ella.—Me encantó tu plato, ¿qué le pusiste? —le preguntó una de ellas.Yo estaba en una esquina esperando. Regresé mi mirada en mi móvil.De: Harry SmithNo creo que sea muy buena admiradora, no se molesta en contestarme los mensajes a tiempo.@SoyDanielaMis disculpas, es que acudo a unas clases y me han reñido mientras leía su último mensaje.Me lo había pensado dos veces antes de escribirle que tomaba clases de cocina. Él era el patrocinador y le daría motivos para sospechar.De: Harry SmithVaya, entonces a parte de admiradora es estudiante. ¿Todavía va al instituto o estudia algo en particular?@SoyDanielaJa ja, buen intento. Pero si le consuela, me limitaré en decirle que ya he superado la fase del instituto.De: Harry Smith
Durante la trayectoria a casa tuve que aguantar el sermón de Allison. No dije nada en absoluto, me consideraba una acosadora y manipuladora, con eso último no estaba muy de acuerdo.—¿Puedo encender la radio? —quizás no debería haber dicho aquello.—¡Jessica! —frenó el auto y me miró— ¿Es que te parece que hablo demasiado?—Claro que no —intenté sonar lo más tranquila que pude —es solo que creo que lo estás exagerando demasiado. No quiero que le des mucha importancia.—¿Que yo le doy importancia? Eres tú la que no pierde ninguna oportunidad para espiarlo. ¿Qué persona normal hace eso?—Está bien, —suspiré —si te hace sentir mejor, quiero decirte que me he puesto ya en contacto con él y ya hablamos. ¿Podemos irnos ya?—¿Hablas en serio? —preguntó incrédula.—Totalmente.—Y ¿Por qué no te has acercado a saludarlo?—Porque acababa de despedirme de él, no quería que pensara que lo espiaba.—Vaya ironía. —Puso el auto en marcha de nuevo. Volvió a mirar
Después de salir del salón y llegar a casa decidimos practicar con los videos que Matt nos deja a sus alumnos en youtube. Estabamos preparando un plato de pescado al que teníamos que quitarle todos los huesos para poder realizar el plato como es debido. Era odioso y muy tedioso tener que hacer todo aquello, pero estaba con Allison que para ella resultaba interesante saber realizar diferentes tipos de platos.El domingo cuando decidí pedir pizza a domicilio a Allison se le alumbró la campanilla y decidió que debíamos prepararlo nosotras, menudo fastidio si era en eso en lo que se iba a convertir mi vida. Ya tenía bastante con las clases como para tener que pasar toda mi vida viviendo de la cocina, solo esperaba no tener que preparar también mis propios chuches en lugar de comprarlos, por no hablar de los refrescos y de más...Nos pusimos los delantales y empezamos a preparar, yo hacía lo menos posible era ella la que estaba entusiasmada por cocinarlo todo, qué castigo. Para
Eran las ocho de la noche y estaba frente a ese restaurante espiando al hombre que había robado mi corazón, ¿que cómo había llegado yo hasta allí? Pues me di prisa en llegar a su casa para de esa forma seguirlo a buena distancia hasta este elegante restaurante, bueno entiendo que decirlo de esa manera suena a acoso, pero quiero creer que no, es amor aunque a distancia, algún día reuniré todo el valor posible para acercarme a él y confesárselo, pero hoy no es ese día. Mi misión hoy es impedir que salga con esa mujer aunque la buena noticia es que no será muy difícil.El estaba guapo como siempre, lo que llevaba puesto le quedaba perfecto ¿por qué no quería ser modelo? Era perfecto con lo sexi que se veía, hasta me hacía suspirar mirarlo, por suerte traía mi cámara conmigo y podía sacar unas fotos para admirarlo cuando llegara a casa.Cogí los prismáricos para observar cómo iba la cena. La mujer con la que se reunía era rubia y traía un vestido muy ajustado, con solo verla allí